Título: Baby Blues
Pareja: Stiles Stilinski/Derek Hale
Prompt: "Derek/Stiles. Laura tenía un hijo/a de pocos meses cuando fue asesinada." (Cambié un pequeño detalle de lo del padre, pero lo de los juguetes sí que va).'
Dedicatoria: A
bela_kikinu, porque soy una tonta y envié el documento que estaba sin editar *facepalm* Aquí tienes algo más decente. Siento muchisimo que hayas tenido que leer la basofia :( :( :(
Notas:Oficialmente el fic más largo que escrito y probablemente el, a la fecha, más ridículo y que me hace más feliz *g*
Palabras: 17568
1.
Peter desaparece dos semanas después de que Kali (por fin) declare que Beacon Hills no es su estilo y nadie está realmente sorprendido. Reformada o no, el pueblo es muy pequeño para dos alfas y un hombre lobo regresado de la muerte para vengarse con uso excesivo de sarcasmo.
Stiles ni siquiera finge no estar aliviado y Derek casi sonríe cuando Lydia aparece en la construcción vacía de turno y los obliga a mudar operaciones a una cafetería en la calle central. Todos ganan.
Cuando, tres meses después, Isaac y compañía se cuelan por su ventana porque Derek lleva semanas inubicable, Stiles trata de no recordar que justo por la mañana había notado lo tranquilo que estaba todo (y quizá se había detenido a considerar que probablemente había ofendido mortalmente a Derek sin darse cuenta. Para variar).
- ¿Están seguros de que no está de vacaciones? ¿En un retiro espiritual? ¿No? - Boyd le mira con tanto disgusto que Stiles se siente un poco avergonzado. Pero es amigo de Scott, así que se le pasa rápido.
Erica sonríe mientras gira en la silla de su escritorio, antes de volverse con expresión seria.
- Perdimos su rastro cerca de la estación de buses - comenta, como si pudiera ser casualidad.
Isaac, sentado junto a él en la cama, agacha la cabeza con un quejido pequeño que le rompe el corazón, no por primera vez, porque Derek es un cretino que deja la caja de cachorritos en su puerta cada vez que se le mete algo en la cabeza y Stiles no es de fierro.
Stiles mete una mano entre los rizos de Isaac, mirando dedicadamente al suelo. Hay unos diez calcetines tirados y ninguno hace par. Está bastante seguro que la mitad no son suyos.
- Veré que puedo hacer - dice, en lugar de "no creo que puedan rastrear un avión, ¿verdad?" o "vale, díganme quién hizo enfadar a papá ahora y nadie se irá a la cama sin cenar."
Boyd pone una mano en su hombro antes de saltar por su ventana al patio. Erica le sonríe e Isaac se soba contra su hombro, por eso de los olores en lo que Stiles trata de no pensar la mayoría del tiempo. Ambos siguen a Boyd con aires de haber cumplido una misión exitosamente.
Ya solo, camina los dos pasos hasta su escritorio y se deja caer en la silla.
No está demasiado seguro de que esto de volverse persona de confianza de la manada haya sido su mejor idea.
&
Encuentra a Derek unos días después, tras revisar toda pista, aguantar el acoso de Erica con más información que Wikipedia y dormir como tres horas en total.
Es un accidente.
Stiles se hunde hasta los codos en la heladera del supermercado y cuando sale victorioso, con una bolsa de carne de pavo en la mano... Derek está a su lado. Stiles hace poco más que quedárselo mirando como un idiota, pero en defensa de su orgullo, Derek no hace mucho más que mirar de vuelta.
Puede tener algo que ver con la bolsa de yogurt en su mano o la mochila inversa que tiene colgando de los hombros, con el espacio justo para meter un bebe. Y, por supuesto, el bebé en cuestión, a sus pies, abrazando su pierna con una gran mancha de baba frente a la cara y observando a Stiles con las enormes cejas del juicio y decepción marca Hale y oh, Dios, oh, Dios, oh, Dios.
Derek se reprodujo.
Después de cumplir su objetivo en apabullar a Stiles vía cejas tan efectivamente como su versión en esteroides (es decir: no realmente, a estas alturas), el bebé pega la boca sobre el pantalón de Derek para continuar con su arduo proceso de ser el primer infante en dibujar Australia con saliva.
Derek rompe su parálisis para agacharse y levantarlo. Lo acomoda encima el carga-bebé, en el hueco de su hombro, pero el niño patalea y gime hasta que Derek lo gira, con expresión resignada.
El niño tiene los ojos de Derek. Exactamente el mismo tinte verde-castaño-amarillo que Stiles perdió demasiado tiempo tratando de precisar.
Abre la boca tres veces antes de lograr articular algo. Es posible que entre medio escape un sonido vagamente vergonzoso, pero Derek está demasiado preocupado tratando de equilibrar diez kilos de infante para juzgarlo.
- ¿Hace cuánto estás de vuelta? - pregunta, más que nada porque no puede decir "¿Vamos a tener que mandar a hacer las cadenas más pequeñas del mundo para la próxima luna llena?" o "¿Quién es su madre?", que le retumba en la cabeza con mucho más rencor de lo que prefiere admitir. ¡Se suponía que ahora eran compadres, confidentes, parnerts, panas, colegas!
Vale, probablemente no, pero Derek lo ha llamado "aliado" en dos ocasiones y Stiles tiene mucha imaginación. Es un problema.
- Unos días - contesta Derek, con una expresión extraña. Después de un minuto, Stiles la identifica como la cara que Derek hace cuando la situación no puede ponerse peor. Y. ¿Perdón? Derek podría haberse encontrado con Scott. Derek podría haberse encontrado con Erica. Tiene suerte de que Stiles haya decidido hacer cacerola y siempre se crucen en momentos inadecuados.
Considerando que mini-Derek comienza a ponerse de un amenazante color escarlata, Stiles decide no compartir su monologo interno.
- Deberías llamarlos. Isaac está literalmente trepando las paredes en agonía y Erica nunca ha sido particularmente estable. De no ser por Boyd... - Stiles no suele dejar sus oraciones abiertas, pero Derek probablemente entienda la magnitud de la situación. O al menos la infinidad de horrores con los que Erica puede someter a Beacon Hill. Luego de un segundo, pone un dedo sobre la palma del bebé, hasta que es aceptado con un ceño profundamente fruncido (y ahora tiene a Derek en estéreo, oh, Dios) y Stiles agita su mano con suavidad -. Hola. Hey. Soy Stiles. ¿Cómo te llamas?
- Sam - contesta Derek, enlazándolo con "tienes un serio problema mental."
Stiles bufa al aire, porque, ¿en serio? Se llama déficit atencional y lo hace más útil, no menos, considerando que en cualquier momento dado tiene que malabarear preocuparse de seis o siete personas al mismo tiempo.
El niño-- Sam interrumpe su irritación riendo de pronto. Stiles, encantado, le sopla la cara otra vez y Sam estira las manos hacia él, sonriendo con espacios entre dientes. Puede ser un Derek en miniatura, pero no se le podría parecer menos.
Decide por lo pronto que el trasfondo de esa idea es demasiado deprimente, así que continua haciendo morisquetas.
- ¡Le agrado!
- Hueles a presa - Derek entorna los ojos.
Sam hace una burbuja de saliva y luego murmura el "lo siento" más incomprensible y pequeño de la historia del mundo.
Stiles se ríe, fascinado.
- Prácticamente no tiene dientes así que no me preocupa. Hey, bebé.
Sam agita los brazos hasta que Derek, con el rostro arrugado, lo estira hacia Stiles. Su lenguaje corporal es tan irritado que le toma más de un momento darse cuenta de que le están acercando el bebé. Stiles lo coge un poco brusco (hace años que no toma en brazos nada más grande que un poodle), pero Sam ni se inmuta. Estira las manos alrededor de su cuello y babea su camisa, trata de estirar la tela, da palmadas en su cara, mientras Stiles le hace cosquillas.
- Le agrado - repite, porque no deja de ser impresionante.
- Tiene dos años - contesta Derek. Que, por cierto, no es un "no." Stiles gana el set y el partido y la batalla, muchas gracias.
- ¿Dónde viven?
- Estoy rentando un apartamento. Tengo dinero - cuando Stiles alza las cejas, Derek agrega, entre dientes: -Del seguro.
-Oh. Oh, vale. Vale. Hey, Sammy, soy Stiles. Ya que nos estamos conociendo.
El bebé se echa de espaldas y Stiles apenas logra equilibrarlo. Antes de acabar el movimiento, Derek tiene una mano en la espalda de su... Sam. Su mano. A dos centímetros de la mano de Stiles. Y Stiles está por hacer un ruido del que no se hará responsable, porque, ugh, Dios, Derek, joder; pero Sam gruñe y se vuelve a inclinar en dirección de su quijada, con la lengua por delante.
Stiles ve un babero en su futuro. Urgentemente.
- Es... adorable - agrega, un poco más incómodo -. Debe tomar muchos líquidos.
Derek estira los brazos y hace el gesto universal de "dame." Sam regresa con él sin problema, aunque Stiles insiste en mantener segura su cabeza, porque recuerda vagamente a la señora McCall indicando a Scott algo sobre ello cuando visitaron sus sobrinos. Y, vale, porque Derek está allí y Stiles es un hombre que sabe usar los recursos a mano. Ja, mano.
Derek está sonriendo un poco, con los ojos en el bebé. Stiles no se arrepiente de nada.
Con Sam acomodado en el asiento del carro, Derek inclina la cabeza hacia el costado y después de un minuto, pregunta, en el tono de un hombre superado por los medios:
- ¿Qué?
Stiles se mete las manos a los bolsillos y hace una lista mental en segundos.
- ¿Tienes su comida? ¿Un pediatra? ¿Cuna, juguetes, alimento?
Sam exige atención en forma de ruidos graves que no son exactamente palabras y Stiles trata de recordar a qué edad se supone que aprendió a hablar, antes de recordar que su padre insiste que fue en la sala de parto y aún maldice el día.
- Acabamos de llegar - gruñe Derek y Sam sonríe con un puñado de dientes. Stiles entorna los ojos.
- Dame tu móvil.
- ¿Qué?
- Tu teléfono - Derek usa siempre la misma chaqueta y los mismos bolsillos y Stiles pasa una cantidad de tiempo fijándose en Derek que realmente no vale la pena mencionar. No es culpa suya que Derek sea predecible -. Aquí está, dame un...
Deberían darle puntos por tocarle el mínimo posible. El karma debería considerarle, al menos.
- ¿Qué - Derek respira profundo, ojos en el niño, no realmente tragándose el "demonios" - estás haciendo?
- Anotando el teléfono de la Doctora Susan. Es amiga de la madre de Scott. Puedes llamarla, conseguir una cita y preguntarle qué deberías estar haciendo. ¿Asumo que no vives lejos de aquí? Todavía tengo mi cuna de bebé. Podría llevársela en el jeep. ¿Qué te parece, Sam? ¿Quieres una cuna? Espera. ¿Cómo han estado durmiendo?
Derek se mete entre él y el niño con expresión severa y Stiles enrojece. No era lo que estaba tratando de decir. Lo que Derek está pensando. Por supuesto ha asumido lo peor.
Por un momento, Stiles se confundió y pensó que hablaba con un adulto razonable.
- Duerme conmigo - contesta. Y el cerebro de Stiles tiene un pantallazo azul de proporciones, porque.
- Eso es... perturbadoramente adorable - admite, porque es un ser humano y porque la expresión de Derek es demasiado seria, demasiado grave. Adorable es un adjetivo valido, aunque si es por ser honestos, no exactamente cómo describiría lo primero que se le vino a la mente -, pero puedes girarte mientras duermes y sofocarlo. Es peligroso.
- No voy a... - Derek se interrumpe con un ruido gutural, agudo - ¿Por qué estás haciendo esto?
Después de un segundo confundido, Stiles le da una mirada irritada y gesticula alrededor.
- Es lo que hago - "arreglar sus desastres," no agrega.
- ¿Meterte donde no te corresponde? - Derek sonríe, pero no es exactamente agradable. Stiles retrocede, estúpidamente herido, y cruza los brazos.
- Un niño no entraba en mis cálculos, ¿vale? Pensé que estabas buscando a Peter o finalmente te habías hartado de la manada, y antes de que me digas que soy un idiota, no estoy muy lejos de lo que piensa tu manada. Un bebé es... - sostiene su mirada hasta que Derek se vuelve a coger una mano de Sam, con los hombros encogidos en una línea. Stiles cruza los brazos con más fuerza - ¿Qué pasó con su madre?
Eso no es lo que iba a preguntar, pero para su sorpresa, Derek contesta. Con una mano en la coronilla del bebé y los ojos en cualquier otra parte, muy bajo,
- Es hijo de Laura.
Oh.
Eso...
Stiles se pasa una mano por el cabello (necesita cortarlo urgente, pero no ha tenido tiempo con... todo), mete las manos en los bolsillos y los saca y agita la cabeza. Gestos nerviosos. Derek no se mueve, pero Sam lo observa con curiosidad.
- Dame tu nueva dirección - dice, después de pensarlo. O planear, más bien -. Hablaré con Erica, los pondré al día y llevaré la cuna, quizá algún juguete. ¿Quieres un juguete, Sammy?
Sam gruñe y trata de aullar. La risa se le arranca a Stiles como un quejido e incluso Derek sonríe, con algo dolorosamente como afecto.
Stiles sabe que lo más estúpido que ha hecho en su vida es encariñarse de lobos, pero tiene mucho más claro que no hay remedio.
- Espero que sepas que esto es oficialmente lo más adorable que he visto - ojalá se refiriera sólo al bebé -. Erica va a comerte vivo.
Derek frunce el ceño, pero no deja de sonreír y cuando mete las cosas al carro y se gira, su voz no tiene una nota de veneno.
- No me asusta - murmura, y empuja el carro hacia él -. Muévete.
Stiles bloquea su paso muy a propósito, sonriéndole a Sam. Sam vuelve a aullar, como haciendo un truco. Derek le acaricia el cabello.
- ¿Nos vemos más tarde?
- Está bien - acepta Derek, como si no tuviera más opción ante setenta kilos de joven adulto.
- ¿Tu dirección? - insiste, sacando su propio móvil del bolsillo de sus vaqueros.
Derek se lo quita brusco y escribe algo. Stiles se distrae fingiendo robarle a Sam la nariz. Sam descubre que aún la tiene en su cara en la primera ronda y su mirada traicionada es de poesía. Stiles trata de no reírse, pero es difícil.
Derek mete el móvil en su bolsillo y lo empuja del hombro.
- Vete.
- Con gusto - contesta Stiles, pero no se mueve. Es posible que se apoye contra Derek un mínimo. Reiteración: No es de fierro - ¡Adiós, Sam!
Sam agita una manita en su dirección cuando Derek le da la espalda.
&
Porque por una vez en su vida todo estaba saliendo de la mejor forma posible, su padre llega a casa temprano. Abre la puerta cuando Stiles aún está tratando de bajar su vieja cuna por la escalera sin desarmarla.
Su padre lo mira, quitándose la chaqueta y sin un gesto por ayudarlo. Tanto mejor. Si Stiles tropieza y se desnuca puede que no tenga que dar explicaciones.
Una eternidad de diez minutos después, logra dejar la cuna junto a la mesa del comedor y la bolsa que ya había separado allí. Su padre se ha acomodado en el sofá con un café y lo observa con una sonrisa.
- Stiles - hace una pausa para soplar sobre la taza -. Sé honesto. ¿Quiero saber?
- Laura Hale tenía un hijo - explica, apenas ha recobrado el aliento. El sheriff se ahoga en medio trago y Stiles se acerca a darle palmaditas -. El niño, Sam vivía con su padre, pero hubo un accidente y ahora Derek se está haciendo cargo. Derek Hale. No es que conozcamos otro Derek, ahora que lo pienso. Derek Cooper se mudó a Nebraska el año pasado, ¿no? Una pena.
Su padre lo empuja con gestos bruscos y por enésima vez en su vida, Stiles está bastante seguro de que no ser adoptado.
- No sé exactamente por dónde empezar - murmura, después de un minuto.
- ¿La parte donde Derek es legalmente inocente y tu hijo es un buen samaritano? - su padre bufa en respuesta y entrecierra los ojos.
- ¿Desde cuándo tú y Derek Hale... -levanta una mano al aire, como incapaz de definir lo que piensa - hablan?
- Algunos meses. No mucho - Stiles se recuerda que esto es por una buena causa y eso no pasa muy a menudo. Y no está mintiendo, no realmente, casi dos años son totalmente algunos meses -. Da igual. No es que seamos amigos, pero me lo encontré en el supermercado con el niño y está un poco, uh, sorprendido, sorprendido es una buena palabra, quedémonos con sorprendido.
- Y por eso vas a darle tu cuna - el sheriff cruza las manos bajo el mentón, mucho más serio.
- Y algunos juguetes viejos.
- Y algunos juguetes - repite, pasándose una mano por el cabello y evitando mirarlo. El estómago de Stiles da vueltas de lado a lado - ¿Y no te parece que deberías haberme preguntado antes? Sólo una idea que se me ocurre.
Stiles estudia su expresión antes de contestar. La verdad es que no parece realmente molesto o, peor, decepcionado, pero si no se equivoca, suena algo triste y eso es, en varios niveles, todavía más terrible. Stiles es el hijo más horrible de todos. ¡Pero que sorpresa!
- No recordaba haber tenido la mitad de las cosas que logré sacar del ático. Derek - se muerde la lengua cuando su padre encuentra su mirada -. Sam. Sam las necesita. Nosotros no. Yo no. Tú no. Y, oh, Dios, el ático definitivamente no. ¿Sabes el tipo de insectos que encontré? No preguntes, porque realmente no tengo idea cómo llamarlos, aparte de Extrañas Criaturas del Planeta Pesadilla. Y hablando de eso, tenemos que comprar otro tarro de insecticida.
- Teníamos una caja - comenta el sheriff, aunque con el ceño fruncido en dirección a la ventana.
- Teníamos - confirma Stiles y se encoge de hombros -. Tuve que lavar todo dos veces. Sólo por si acaso.
Luego de otro minuto en silencio, su padre sonríe. Stiles suelta un respiro que no se había dado cuenta de estar conteniendo, y la sonrisa se ensancha hasta un punto, honestamente, un poco insultante.
- Si llevas la cuna, no cabrá todo en el jeep.
Stiles gesticula y abre la boca varias veces antes de lograr hablar, rápido y tropezado y sonriendo a través de la irritación de saber que al menos en parte, en lo menos importante, le están tomando el pelo.
- Puedo hacer dos viajes. O tres. O dejar un par de cosas, no es problema.
- Podemos usar la patrulla - Stiles puede sentir como su mente se tropieza en el horror y cae rodando por las escaleras de la mala idea. Empieza a agitar las manos antes de lograr formular un argumento de exactamente porqué eso es tan posible como llegar a Júpiter en motocicleta. Su padre se levanta con los brazos cruzados y expresión dura, y oh, Dios, no. Oh, no -. Stiles, no puedo decir que apruebo o entiendo mucho de lo que haces y dejas de hacer, pero si Derek Hale es inocente, ya es hora de que alguien le eche una mano.
Stiles se pasa una mano por la cara.
Se pregunta cuál es el límite de emociones que puede experimentar un ser humano por día.
-Uhm, eso es, es fantástico, papá. Eres el mejor y todo eso, pero, ¿Derek? Es muy, muy - ¡Territorial! ¡Paranoico! ¡Violento! ¡Atractivo para tu hijo menor de edad! - introvertido. No creo que sea una buena idea.
- Si realmente crees que Derek es inocente, sé que has de tener tus razones - casi parece decir "siéntete libre de decírmelas, no es que sea el sheriff ni nada" -. Hay algo de todo el caso que aún me da mala espina, pero no es él. Igualmente, prefiero verlo con mis propios ojos.
Stiles gime lo más callado que puede y se soba el entrecejo, tratando de prever el choque de trenes más esperado en la historia de Beacon Hills.
- ¿Qué cosa? - murmura, confundido - ¿A Derek?
- Hale y un bebé - su padre se ríe por lo bajo y agita la cabeza -. Santo Dios. Dame esas bolsas y sube las cosas al auto.
Sin dejarlo contestar, su padre coge la cuna de ambos lados y la saca por la puerta, levantándola, sin mucho problema. Sin los problemas que hubiese tenido Stiles, de seguro. Stiles no entiende porqué tiene un nudo en la garganta.
Aún está en su lugar cuando su padre se asoma por la puerta, cejas arriba.
- Gracias, papá - logra decir, finalmente, y se tira la bolsa de juguetes tras el hombro.
&
- Derek, papá va conmigo a tu casa. Apartamento. Tu apartamento - Stiles puede oír en el quiebre de la línea, que Derek cierra el puño alrededor del móvil y agradece calladamente no estar allí. La conversación está cargada por estática, como una forma tangible irritación. Al menos Stiles ya no teme realmente por su integridad física, pero un Derek enfadado es un Derek impredecible y un Derek impredecible hace cosas más estúpidas de las que Stiles es capaz de reparar.
Deaton nunca pasó esto con los Hale, Stiles está bastante seguro de eso.
- Qué.
- Me vio con la cuna y no cabía todo en el jeep y sólo quiere ayudar, ¿vale? Además tiene experiencia en esto. Niños, quiero decir. Bueno, niño, singular. Aunque se trata de mí, seguro que puede con cualquier cosa. No es que tu sobrino sea una cosa, por supuesto.
- No.
- Derek, vamos - de pronto se da cuenta de que el ruido de fondo ya no es estática, sino un llanto, continuo y angustiado -. Oh, Dios mío. ¿Qué le pasó? ¿Están bien? ¿Llamaste a la pediatra?
- Dile al Sheriff - Derek muerde cada palabra - que he tratado de todo. No soy un mal--
Y, oh, Stiles es un idiota. Escucha un poco más cerca el llanto, mucho más alto, como si Derek se hubiese acercado al niño y estuviese tratando de reacomodar todo para cogerlo en brazos, y su corazón se rompe un poco.
- Hey, no, no, Derek, papá no viene como Sheriff, ninguno de nosotros va como nada más que ciudadanos interesados en la adorabilidad de pequeños, uh, seres humanos.
- Stiles - Derek suena más cansado que furioso, casi resignado, y Stiles no está seguro de que cara pone, pero su padre detiene el auto a un costado del camino y estira una mano hacia él.
- Dame el teléfono.
- Papá - el Sheriff lo interrumpe quitándoselo de las manos.
- Hola, Derek. ¿Qué has tratado ya?
Stiles observa en alerta absoluta el dialogo más extraño que nunca había imaginado. Su padre sonríe un poco y murmura "uh" y "ahá" un par de veces. Finalmente, mira el techo y dice,
- Llena una tinaja con un pie de agua tibia y sienta al niño allí. Déjalo chapotear un rato. Hablamos luego - corta y el silencio se estira entre ellos, mientras el Sheriff regresa el auto al camino y Stiles marca un ritmo sobre sus rodillas.
- Debe ser difícil, tener que encargarse de algo así de pronto - dice su padre, un poco ausente.
- Sí - dice Stiles, porque no va a decir otra cosa, nope. Está de acuerdo, en cualquier caso.
El móvil vuelve a sonar un par de minutos después, cuando están estacionándose a dos calles del lujoso edificio residencial en que Derek aparentemente vive.
- Derek. Hey - saluda Stiles otra vez. Hay una pausa incómoda antes de que Derek hable. Una pausa con risas y sonidos de agua al fondo.
- Tu padre puede venir. Él. Dile gracias - Y corta.
Stiles se dobla, riendo.
- Derek - toma aire, con un dedo hacia su padre - dice gracias.
Stiles no está seguro de haberlo visto tan complacido en años.
- Pensé que podría funcionar.
Se miran un instante y ambos acaban riendo más por varios minutos antes de poder salir del auto. Su padre le empuja para que se pongan en camino y mete la bolsa dentro de la cuna. Stiles lo ayuda por uno de los extremos e ignora las miradas curiosas hasta el edificio.
El portero apenas levanta la cabeza de una revista de moda.
- ¿Stilinski, padre e hijo? - no los deja contestar - El señor Hale los espera - y apunta en dirección a un elevador.
Mientras tocan la puerta, su padre inclina la cabeza y murmura, un poco incómodo,
- Deberíamos haber traído algo para comer. Tu madre hubiese hecho galletas o algo.
Stiles lo mira en pánico hasta que Derek abre la puerta, empapado de la cintura hacia arriba, con un niño igual de mojado, aunque menos vestido, bajo el brazo. Tras ellos hay un camino de agua hasta lo que probablemente es la cocina o el baño.
Sam arruga la cara en lo que Stiles puede reconocer como un olfateo y no debería ser tan adorable, pero apenas sonríe, Stiles está estirando los brazos hacia él.
- Hey, amiguito. Sí, también me alegro de verte.
El niño murmura cosas que se alinean entre "amigo" y "jugar," hasta que Derek lo baja y deja que vuelva corriendo sobre sus huellas.
- Así que ese es Sam - dice su padre, llamando la atención del bebé, que sólo entonces se da cuenta de que hay un desconocido y regresa torpemente a esconderse tras las piernas de Derek, quien también mira a su padre un poco extraño, como si los fuera a morder.
Stiles se cubre la sonrisa con un puño.
- Gracias, Sheriff - dice, y al menos suena genuinamente agradecido. Ridículamente agradecido.
Stiles comienza a reír. Su padre lo calma con una bofetada en la cabeza.
- ¡Hey!
- Llámame John, Derek.
Stiles se agacha junto a Derek y toma a Sam de la mano, que lo mira con desconfianza, como si no le hubiera sonreído hace cinco segundos.
- Confirma o niega: ¿Las cejas son de familia? - pregunta, jugando a agitar su mano y soltarla. Sammy lo empuja y Stiles finge caer sobre su trasero para hacerlo reír. Derek lo mira con la misma expresión, tres cuartas partes impresionada, irritada, pero no agresiva, y Stiles no tiene la menor idea de qué significa. Su padre cubre su sonrisa con una mano y los ojos arrugados y Sammy tira de su ropa, exigiendo otra vez, otra vez.
Stiles recuerda que Derek, bajo influencia de matalobos, confesó haber tenido hermanos pequeños. Cuando Derek coge a Sam en brazos y se disculpa para ir a vestirlo, Stiles abruptamente no puede dejar de pensar en eso. ¿Cuánto más pequeños? ¿Cuantos años tenían?
Su suspiro es tan patético y miserable que su padre le pone una mano en la nuca, aunque su sonrisa no es realmente reconfortante.
2.
Stiles no tiene idea qué le dijo Derek a la manada (él se limitó a darles la dirección y decirles que Sam era hijo de Laura, después del proceso terapéutico post-"Derek y un bebé," que es un poco inesperado: Scott llora), pero ninguno de ellos parece remotamente molesto.
Para sorpresa de nadie, Boyd resulta saber exactamente cómo tomarlo en brazos y hacerlo reír, pero, en un giro inesperado, es Isaac el que no le quiere a menos de un metro de distancia y gime cada vez que se le acerca.
- Es muy pequeño - apunta Erica, dándole al bebé un golpecito en la frente con el índice, en su posición más sobre el hombro de Boyd que en sus manos. El niño se ríe y Boyd sonríe, y Stiles agita la cabeza. Pueden ver como Erica se derrite. Daría más vergüenza ajena si Sammy no hubiese saludado a Stiles arrastrándolo por el apartamento de la mano como un juguete nuevo.
- Lo es - asiente Boyd, pasándolo de hombro a hombro con una mano. El bebé le da palmadas sobre la cabeza y gruñe, entre risitas.
- ¿Quieres uno? - ofrece Erica, porque es Erica, estirando los brazos para cogerlo, y toqueteando a Boyd bastante más de lo necesario en el camino.
Stiles y Scott, que se ha mantenido a distancia de observación prudente junto a Isaac, intercambian muecas.
- ¿Deberíamos dejarlos solos? - murmura Scott, mayormente en broma.
- Honestamente, no estoy seguro?
Erica deja a Boyd quedarse con el chico para dirigir a Stiles una mirada aguda y peligrosa, que Stiles contesta inclinando la cabeza, porque ese es exactamente su punto. Satisfecha con el intercambio, Erica retrocede hasta su bolso y saca una muñeca. Boyd baja a Sammy al suelo y él corre hacia Erica, con los brazos abiertos. Aparentemente nunca eres demasiado pequeño para asumir que todos los juguetes son tuyos.
- Hey, uhm. Te traje algo - Erica suena sorprendida. Sam le da un abrazo torpe a la muñeca, sonriéndole a todo el mundo y luego repitiendo "bebé" en un loop infinito contra el plástico -. Sí, ella es un bebé, como tú.
Lydia sale de la cocina con el laptop abierto entre las manos, el ceño fruncido y Derek tras ella, con expresión compungida. Como suelen acabar sus encuentros cercanos.
Scott mira a Stiles con una sonrisa pícara y Stiles se ahoga con aire. No, no, no, un mundo de no.
Lydia equilibra el laptop en la mesilla de café para que todos vean a Jackson y gruñan en saludo. Jackson entorna los ojos, perfectamente visible en la tecnología más costosa que el Señor Martin pudo pagar.
Lydia, por el otro lado, ha pasado de Jackson para mirar a Erica y el niño con el ceño fruncido, mordiéndose el labio. Luego sonríe, pillando a Stiles desprevenido, porque puede que sus intenciones hayan cambiado de objetivo, pero sus hormonas siguen exactamente iguales, muchas gracias y de nada, oh, Dios.
Scott le da un codazo.
- Wow - dice Lydia, mientras Stiles empuja a Scott - esa es una de las muñecas que eran populares en los ochenta, ¿no?
- Probablemente - contesta Erica, sin dejar de mirar a Sammy, ya más curiosa que conmovida -. Mi tía era coleccionista y me la regaló antes de mudarse. Es vieja.
- Se nota - murmura Jackson, bastante alto. Lydia pone una palma sobre la pantalla y con la otra quita el volumen de los parlantes. Jackson grita, inaudible, y gesticula obscenidades.
- Siempre quise una - admite Lydia, soplando su flequillo y volviendo a subir el volumen.
- Es hermosa - dice Stiles.
- Es una muñeca - oyen a Jackson, fuerte y claro.
- Todos pueden ver eso.
- Es un niño. Va a crecer raro.
Derek hace la mueca más profunda de todos ellos. Stiles se siente estúpidamente orgulloso.
- ¿Hablas en serio? - dice Stiles, intercambiando una mirada con Lydia.
- Más tarde le enviaré un regalo de verdad.
- ¿Qué? ¿Este es imaginario?
Lydia cierra el laptop con un bufido y Erica se ríe. El niño hipa una risa y corre a buscar uno de los animales de felpa que Stiles le regaló.
Es un perro vagamente deforme que perdió un ojo en el camino. Era su favorito. A Sammy no parece importarle su estado, con el perro bajo un brazo y la muñeca en el otro.
De vuelta, da tropiezos hasta Derek, para enseñárselos. Derek se agacha con una sonrisa pequeña y resuena en la sala la inhalación sorprendida.
Es un poco surreal, es, es la cosa. De pronto vuelven a parecerse un poco, cuando sonríen. Derek se ve veinte años más joven (se ve de veinte años, Stiles trata de aceptar que esa es su edad) y absolutamente inofensivo. Esa es, al menos, la parte que Stiles sabe que comparte con el resto. Su corazón sacudiéndose como animal enjaulado es una reacción individual y por las miradas de Erica y Scott, sabe que no es exactamente sutil.
Lydia también le está dando una mirada de circunstancias, pero es Lydia, Lydia se dio cuenta de que Stiles ya no estaba enamorado de ella con cinco minutos de conversación. Lydia sabe que Stiles se pasó de la sartén al fuego y en vez de tratar de ayudarlo, se ríe de él todo el tiempo. Como ahora.
Scott le da otro codazo y Stiles se gira hacia él, dando palmadas al aire, - No. Cállate. Mal perro.
Scott levanta las cejas, ofendido, y Stiles finge concentrarse en Sammy. A la muñeca le faltan algunos mechones de cabello y su vestido tiene agujeros de polilla en varias partes, pero Derek aún sonríe, Erica está fascinada, Boyd parece un padre orgulloso y Scott agita la cabeza, entorna los ojos. Stiles se muerde el labio. Siente que están a dos minutos de comenzar a cantar kumbaya, es un poco delirante.
- ¿Qué es eso? - pregunta Isaac, apuntando al animal de felpa de Stiles y rompiendo el silencio - ¿Un lobo?
Sammy levanta el juguete y aúlla.
Stiles evita mirar a todos los presentes mientras se ahoga con aire.
&
Es sólo un par de días después que Lydia entra al apartamento, con Isaac tras ella y cargando una caja que apenas pasa por la puerta. Lydia va tecleando algo en la laptop y Stiles observa entre uno y otro, tratando de prever la catástrofe, pero es Lydia y Stiles no es tan iluso como para creer que puede prever a Lydia, en cualquier tipo de escenario.
Derek tiene a Sammy sobre los hombros, mientras Boyd y Erica preparan algo en la cocina. Lydia deja el laptop sobre un brazo del sillón y Jackson saluda alegremente a Scott y Stiles, "gónadas primera y segunda." Derek le gruñe, pero Sammy está muy concentrado empuñando mechones de pelo para extender su vocabulario con mala influencia.
Isaac suelta la caja junto a la mesilla de café y Erica se asoma.
- ¿Qué es eso?
Lydia sostiene su mirada mientras se agacha a abrir. Erica chifla y se agacha junto a ella.
- Eso - suena genuinamente impresionada - es genial. ¿No lo tienes en grande?
- ¿Qué demonios es eso? -suelta Jackson, indignado.
Lydia se gira para sonreírle con todos los dientes, cejas levantadas en falsa inocencia.
Scott empuja a Stiles con el hombro y, qué, Stiles es un joven saludable, Lydia es una Diosa, sus reacciones físicas no son su culpa. Derek también le está dando una mirada irritada y Stiles arruga la cara, tratando de ignorar su propio e intempestivo sonrojo. Fantástico recordatorio de que ya no tiene vida privada. Realmente. Maravilloso.
- Mi juguete favorito cuando tenía cuatro años - contesta Lydia. Erica se echa a reír.
- Los autos son para niños - gime Jackson.
- Y para chicas a las que les gusta conducir, Jackson. No veo tu punto.
- Porque no hay uno -interrumpe Stiles, levantándose del sofá.
Boyd sale justo a tiempo para bajar a Sammy de los hombros de Derek, en mitad de un aleteo particularmente desequilibrado. Ya en sus pies, el niño corre a abrazar el auto con los brazos extendidos y babear el parabrisas.
Stiles aún no se atreve a preguntarle a Derek si la afectuosidad liquida es parte de su personalidad o algo más, digamos, lunático.
Cuando se gira, se da cuenta de que Scott le está dando una mirada pensativa. Lo cual es preocupante.
- Te apuesto que el primer juguete de Allison fueron arco y flechas - dice, interrumpiendo cualquiera haya sido su mala, pésima, horrible idea (Scott no tiene otras, Stiles lo sabría, piensan prácticamente igual en ese sentido).
Su amigo abre la boca, frunce el ceño y luego se limita a golpearle sin fuerza, aunque Stiles se queja en voz alta, - ¡Traición! ¡Alta traición!
Sammy se ríe cuando los oye e Isaac coge a Scott del cuello para darle una quemada en la coronilla que luce honestamente dolorosa, pero Scott sólo se ríe más. Erica se acerca a Stiles y coge su tobillo con una mano, se apoya en su rodilla. Jackson insulta sus intelectos colectivos tratando de evitar groserías, con hilarantes y mal disimuladas miradas a Derek, que los observa con aire resignado.
Sammy empuja el auto hacia ellos, ignorando las indicaciones de Lydia de que podría conducirlo, para finalmente dejarse caer entre las piernas de Scott y Stiles, pataleando.
Stiles lo levanta de un brazo y Sammy se abraza a su pierna y al cabello de Erica, sonriendo con los colmillos más pequeños del mundo.
Stiles observa a Derek sonreír hacia ninguna dirección y su estómago hace algo extraño. Puede sentir varias miradas sobre él. Otra vez. Los ignora con diferentes medidas de efectividad (particularmente porque Erica le clava las uñas en el abdomen).
Sammy los interrumpe, cayendo de espaldas sobre el auto y lloriqueando de sorpresa. El auto parpadea luces de alarma, como uno de verdad.
Stiles lo levanta de nuevo y lo sostiene, le da palmaditas y murmura, completamente honesto:
- Hey, Sammy, ¿quién es mi lobo favorito? Dame una sonrisa, anda. ¿Por mí? ¿Por el tío Stiles?
Sammy le muerde la mano, pero con más encías que dientes, así que Stiles escoge interpretarlo como un gesto de afecto.
&
Más tarde, Lydia se ha ido, con reiterados recordatorios de que ya están los resultados de las postulaciones universitarias. Y tras acabar haciendo que Jackson revele que se muda a Massachusetts para estar con ella.
Lo cual.
Massachusetts. Jackson.
Stiles se estuvo riendo cinco minutos sin parar, es fantástico. Lydia, por supuesto, fingió desinterés, un marcadamente fulgurante desinterés y Stiles se alegra de poder estar feliz por ella, de verdad. Lydia incluso se despidió de él individualmente, aunque sólo porque Sammy se había rehusado a soltarlo después del accidente con el auto.
Scott y el resto salen por pizza, así que Stiles se ofrece a ayudar con el bebé. No exactamente su mejor idea, considerando. Meterlo a su vieja cuna es surreal, especialmente considerando que ese era su animal de felpa junto a la almohada y puede reconocer una manta vieja que Isaac trajo a sus pies.
Si se concentra, puede reconocer la esencia de la manada en el cuarto, gruesa y... ¿Cálida? No está seguro de cómo definirla, pero no es una peste sudorosa, como imaginada. Es un poco de cada uno de ellos.
Derek observa desde el marco de la puerta, con los brazos cruzados.
- ¿Qué pasó con su padre? - pregunta, en el fondo esperando que Derek lo mande a la mierda.
Necesita algo de rechazo. Está comenzando a darse ideas. Malas ideas. ¿Ven? No hay de otro tipo, no en su vida.
- Está muerto - contesta Derek, en cambio. Stiles, estúpidamente, pone un ojo en Sam, como si fuese a traumatizarle oír algo que no puede entender. Sam está durmiendo como una roca, con una mano empuñada alrededor del Señor Huesos (bebé Stiles no era particularmente creativo) y el resto de extremidades estiradas en todas direcciones -. Era el segundo de la manada - continua, en un susurro que hace a Stiles saltar un palmo -. Su madre era el alfa.
Stiles sólo se gira tres cuartos, más con los ojos en la cuna que en el objeto de su... atención, abruptamente cerca. No es exactamente una conversación donde le convenga que Derek huela sus intenciones.
No es que tenga intenciones, se recuerda.
No es tan estúpido.
- Entonces su madre era un alfa y su padre era... un alfa en entrenamiento - toca la mano de Sammy con un dedo y el bebé lo envuelve con el puño por instinto -. Vas a ser un monstruo, Sam.
- Lo es - Derek está tan cerca que siente cuando se encoge de hombros.
- ¿Cómo puedes decir eso? - Stiles gesticula, ofendido por alguna razón más allá de su comprensión -. Mira esta carita.
Derek lo mira a él, con las cejas levantadas. Stiles vuelve a señalar al niño, con ambos índices. Derek agita la cabeza, con la sonrisa más pequeña de mundo, y sale dando zancadas.
Stiles lo sigue, con un par de miradas atrás. Es difícil dejar de preocuparse por algo tan pequeño e inofensivo. Es difícil dejar de preocuparse de Scott, y, vale, de Derek, la mayoría del tiempo. Y Stiles no debería pensar en eso. Tiene un mantra y todo: "Derek es el alfa y si lo matan es sólo culpa suya." Se lo tiene que repetir más a menudo de lo que resulta saludable.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
Derek bufa y entra a la cocina. Sale medio minuto después con una cerveza y como Stiles aún lo mira expectante, suspira y se deja caer en el sofá.
- ¿Tengo alguna opción?
- Hombre-lobo -apunta Stiles, gesticulando entre ellos-. Alfeñique humano.
- Pregunta, Stiles.
- Es más una declaración de hechos - dice, sentándose al otro extremo del sofá -. Laura era un alfa. La manada ya tenía un alfa y un sustituto.
- ¿Cómo es que no nos mataron apenas vernos?
Stiles levanta un dedo y lo baja, porque. Bueno, exactamente.
- Estaba tratando de encontrar una manera más amable de ponerlo, pero, sí, eso.
Derek da un trago a la cerveza antes de dejarla a un lado.
- Lo intentaron. Así es como Laura y James se conocieron.
Stiles se contiene de bromear que eso explica tantas cosas acerca de los Hale, porque Derek va a entender cualquier cosa menos lo que Stiles quiere decir.
- ... vaya.
- Hasta donde sé, Sam fue un accidente - comenta, mirando hacia el cuarto -. Uno afortunado.
- Claramente.
- No tienes la menor idea.
- Nope.
Derek lo mira por sobre la lata con los ojos entrecerrados. Stiles espera que no tenga un aura de hormonas, porque no es el mejor momento. Si Derek lo menciona (por fin, murmura el traidor de su fuero interno), Stiles va a apuntar que jugar a la casita es contraproducente de su capacidad de no tener sentimientos, ¿vale?
- Un bebé de nuestra raza es raro. Los alfa pueden procrear como humanos, los betas tienen vagas posibilidades y los omegas son infértiles.
Stiles realmente querría tener una cerveza, de pronto. Diez cervezas. Veinte.
- ¿Entonces Allison y Scott...?
- Allison es humana, pero probablemente no.
- ¿Le has dicho a Scott?
- No.
Stiles se siente dividido entre justa indignación por su mejor amigo y lo miserable que Derek parece, como si realmente lamentara que Scott y Allison no puedan tener hijos. Lo que incluso en teoría resulta un poco alarmante.
- Sam fue la única razón por la que nos aceptaron - continua Derek -. Cuando James murió, su madre me ordenó que lo trajera. Su manada ya no es segura, no tanto como la nuestra.
- New York, New York - tararea, desesperado por aligerar el ambiente.
- La naturaleza de nuestro pacto con los cazadores no es secreto y facilita mucho las cosas - empieza Derek, irritado, pero Stiles lo interrumpe.
- Lo sé, lo sé, estaba bromeando - y no puede evitar agregar: -Ya casi nos matan una vez al mes solamente.
Derek gruñe, todo lo opuesto a divertido, pero Stiles trata de seguir sonriendo, a través de la imagen que se pinta en su cabeza, más y más clara.
- Asumo que el padre de Sam no murió de causas naturales.
- No.
Stiles se levanta, pensando en ir por algo a la cocina. Cerveza, sólo que no se le ocurre como coger una sin que Derek lo detenga. Agua. Arsénico, Dios, para no tener que oír una palabra más.
Se detiene junto al sillón para marcar un ritmo nervioso en el respaldo.
- Ustedes no tienen una expectativa de vida muy alta, ¿eh?
- No.
En ese momento, gracias a Dios, Isaac abre la puerta riendo, Erica y Scott tras él, Boyd cargando varias cajas de pizza sin una queja. Scott se serena apenas ve su rostro, pero Erica, después de su propia pausa, le da un empujón. Boyd pregunta si Sam está durmiendo y Scott hace una expresión hilarante de culpa.
- ¡Voy por soda! - decide Stiles, girándose en redondo y respirando profundo e ignorando a Scott entrar tras él en silencio.
Scott saca vasos y botellas, mientras habla y habla y habla acerca de piña y queso y cómo no deben juntar, y Stiles es un hereje, es antinatural, aunque no sea demasiado terrible con bacon, Scott puede aceptarlo con bacon, sólo porque es Stiles.
Stiles apoya la cabeza en la pared, sonríe y exhala.
&
Boyd hace aparecer otro animal de felpa usado, que Sammy babea con fascinación. Isaac compra una muñeca de trapo. Sam apenas la mira.
- Uh - Isaac finge muy mal que no le hiere la falta de reacción -. Creo que no le gusta.
- ¡Ja! - suelta Jackson.
Erica cierra el laptop con un golpe. Boyd mira a Lydia, pero ella sólo sonríe.
- Es el olor - explica Derek, levantando los platos de la mesa.
- ¿Qué?
- La muñeca huele nueva - mira a Isaac como si estuviese siendo lento -. Dale tiempo.
Stiles chista los dedos y se inclina hacia él.
- Oh, claro. Sus otros juguetes huelen a manada. Dah. ¿Es por eso que no le compras más juguetes? - Derek frunce el ceño.
- No necesita más juguetes.
- ¿Qué? ¿Eres amish? Los niños siempre necesitan más juguetes.
- Lo van a malcriar - gruñe.
- Oh, vamos. Mira esta carita - dice Erica, cogiendo a Sam del rostro. Sam gruñe el sonido más adorable del mundo y Erica entorna los ojos.
- Se parece a Derek - apunta Boyd.
- Un pequeño, adorable y sociable Derek - contesta Stiles, riendo por la nariz.
- Así que nada como Derek - Erica sonríe con los colmillos al aire.
- Tiene mejores modales - apunta Lydia, en tono muy razonable.
Derek deja los platos para cruzar los brazos.
- Nunca se deberían haber hecho amigos - dice entre dientes. Stiles tiene que admitir que es casi tan adorable como su sobrino. Luego tiene que patearse por dentro.
- Demasiado tarde - contesta, riendo un poco nervioso.
- ¿Celoso? - bromea Erica, batiendo las pestañas.
Scott tose.
- En extremo - dice Derek, sarcástico, y estira los brazos hacia su sobrino, encontrando los ojos de Stiles, con el ceño fruncido.
Stiles baja la cabeza y decide en voz alta que tiene cosas muy importantes qué hacer. Lo que no es mentira: universidad y todo eso. Empacar. Recordarle a su padre que está vivo.
Scott asiente, aunque parece un poco alarmado, y Erica pasa un brazo sobre su cuello.
- Hueles miserable, chico maravilla - murmura junto a su oído.
Stiles se encoge de hombros y mira un punto sobre la pared tras Derek para sonreír en despedida. Derek deja que Sammy se le trepe con ridícula seriedad y apenas inclina la cabeza. Stiles agita su mano. Sammy imita el gesto.
Seguro que realmente tiene muchas y buenas razones para irse. Cosas que no tienen nada que ver con la cara de Derek. De pronto no recuerda ninguna de ellas, pero seguro en el camino se le ocurrirá algo.
3.
Su padre observa sus ires y venires de la casa Hale con una sorprendente paciencia y Stiles no está preparado para la Inquisición Española. ¿Quién lo está? Lo cual, considerando su vida, realmente habla muy mal de él.
- Así que... - arremete, durante un almuerzo a menos de un mes de su vuelo al otro extremo de California -. Derek.
Stiles opta por tomar la conversación por los cuernos. Apenas deja de ahogarse con su ensalada.
- Derek - tose -. Derek quiere que todo el mundo piense que es un villano, pero es cómicamente malo en ello. Es una buena persona, en el fondo.
- ¿Bueno, eh?
- Es triste lo terrible que se le da hacer de monstruo, especialmente considerando su, uh - tose más -, ya sabes, estatus como persona de interés.
El Sheriff se inclina sobre su comida con expresión divertida.
- ¿Hijo, estás tratando de decirme algo?
- ¿Además de que Derek es bastante mejor persona de lo que parece? No - Stiles frunce el ceño - ¿Lo estoy?
- Oh - sonríe demasiado -, ya veo.
- ¿Qué?
- Nada.
- Porque eso no es críptico.
- Creo que deberías ir a echarle una mano a Derek si no tienes nada mejor que hacer.
Stiles sabe que su expresión de sorpresa es un poco exagerada, pero no logra contenerse. Lo apunta con el tenedor, razonablemente sospechoso.
- Quieres que vaya a casa de Derek.
- ¿No debería? - Y parece estarlo pensando en serio, así que Stiles abre la boca. La cierra. La abre. Agita la cabeza y dibuja un circulo con el cubierto.
- No tengo idea cómo se supone que debo contestar eso.
- Me acabas de decir que es un tipo fantástico - su padre se encoge de hombros -. Te creo.
- ¡No es fantástico! Derek no es... vale, es un poco fantástico - admite con dificultad. Se da cuenta de que es probablemente la primera vez que admite pensar eso fuera de su cabeza y nope, no suena menos demente - debajo de toda la actitud. Pero es un montón de actitud. En realidad es arisco la mayor parte del tiempo. Es su estado natural.
- No ha sido, qué, "arisco" - gesticula las comillas - conmigo.
Abruptamente alarmado, Stiles recuerda que Derek y su padre hablan por teléfono ahora. Mayormente acerca de Sam. Posiblemente de otras cosas. Stiles no tiene idea. No está muy seguro de querer saber, aunque no, realmente, está desesperado por saber.
- Uh, no, porque tiene miedo de que le quites a su hijo - se muerde la lengua - ¡Sobrino! Bebé. Cosa. Ya sabes.
- ¿De verdad?
- Sí.
El Sheriff finge meditarlo, antes de declarar,
- Entonces ve y asegúrale que no le confiaría a solas con mi hijo si no pensara que se merece un mínimo de confianza.
Stiles se ahoga con aire.
- ¿Confías en él?
- Tú y Scott le culparon de asesinar a su hermana y aun así te deja cuidar de su sobrino. Puede no ser el mejor juez de carácter, pero tiene un espíritu indulgente y tú confías en él. Eso me basta.
- ¡Yo no! ¡Él no! No... yo...
- ¿Esto es novedad para ti?
La sonrisa de su padre le indica que Stiles ha sido sutil como un elefante en una tienda de cristalería.
- ¿Por qué me haces esto? - gime, apoyando la frente sobre la mesa.
- A ti no te gusta el baseball.
A Derek le gustan los deportes. Stiles no sabría eso si no pasara una cantidad ridícula de tiempo observándolo. Las raras veces que compra el periódico o ve televisión, y no tiene que ver con alguien muerto (o no-muerto, según sea el caso), es un campeonato u otro.
El silencio se estira apaciblemente, pero Stiles ya conoce esos silencios. Su padre es el sheriff, ante todo. Pillarle desprevenido es la mitad de la técnica. Y la diversión, probablemente.
- Así que... la universidad.
Stiles gime de nuevo.
- No me lo recuerdes.
- Vas a volver para las fiestas, ¿no?
- Por supuesto.
- Podríamos organizar algo, invitar a los Hale.
Stiles vuelve a quedarse sin palabras por un momento y empuja su plato, con el estómago dado vuelta.
- ¿Qué?
- Melissa vendrá de cualquier forma. Y Scott. Y me imagino que traerá a Allison.
- Si quieres fingir que tienes nietos, papá, ya hemos hablado de esto - se cubre el rostro con las manos -. Dame unos años.
- Es una casa grande.
- ¿Hablas en serio?
- Serio como un ataque cardiaco - contesta, sonriendo mucho -. Por la soledad.
- Augh, no, no es justo, papá, no puedes. No.
Stiles le tira una arveja haciendo palanca con una cuchara y el sheriff esquiva, riendo.
- Tienes mucho tiempo para hacerte a la idea, hijo.
Stiles decide levantar la mesa entonces, aunque ninguno ha terminado, pero su padre es un hombre inteligente y visitar a los Hale no es una terrible idea. No más terrible que quedarse allí, por lo menos.
&
Cuando llega, muy en la tarde, Derek está solo con Sam, por una vez. Sam saluda un alegre - hola, hola, hola - desde su posición al centro de la sala, rodeado de juguetes. Derek inclina la cabeza a un lado y Stiles pasa junto a él con un,
- Creo que a mi papá le agradas más de lo que le agrado yo.
Derek parece más alarmado que confundido, mientras cierra la puerta.
- ... es tu padre - contesta, luego de la pausa, siguiéndolo hasta el sofá.
- Quieres que vayas a la casa el próximo sábado. ¿Hay algo de baseball...?
- Semi-finales.
Stiles asiente, sentándose en el piso con la cabeza en los cojines para desordenarle a Sammy el cabello. El niño lo ignora, concentrado en ordenar a su público imaginario con mucha atención. Stiles se vuelve a Derek y sostiene su mirada hasta que Derek levanta una ceja, con los labios en una línea.
- ¿Qué?
- Deberías ir. Lleva al enano. Yo puedo echarle un ojo mientras ustedes beben cerveza y le gritan al televisor.
Derek no parece particularmente contento con la invitación. No parece realmente nada, labios en una línea pálida.
- No tienes porqué - arrastra las palabras.
- No, pero le agradas a mi papá, por alguna razón, y tu sobrino es adorable.
El silencio se estira y Stiles se vuelve a mirar a Sammy, dándole ordenes incomprensibles al auto de Lydia y gruñendo hacia el resto. La muñeca que Isaac le regaló está sentada sobre un camión que envió Jackson. El perro de Stiles está junto a Sam. Hay algunas cosas que no reconoce, pero nada parece nuevo: Unas piezas de comida plástica, un hombre araña sin cabeza, algunos legos del tamaño de su puño.
- Gracias - dice Derek, sobresaltándolo.
Stiles se vuelve, pero Derek está mirando a Sam fijamente.
Stiles suspira y se dedica a deducir cómo Sammy ha nombrado a los juguetes. El auto de Lydia se llama "burrum," mientras que la muñeca de Erica es "bebé." El perro de Stiles, por el otro lado...
- Dewek. Aquí.
Stiles se parte.
- Oh, Dios mío. Eso es lo mejor que he escuchado--
- Cállate, Stiles - dice Derek, por las comisuras de la boca, para que Sammy no le oiga. Se agacha junto a su sobrino, cogiendo el animal de felpa, explicando con impaciencia: - Stiles te regaló esto. Stiles.
- ¿Sais?
Stiles se ríe más. Derek tiene la punta de las orejas rojas. Esto es fantástico.
- No, no, su nombre es Señor Huesos, no Stiles, pero puedes llamarlo Derek, Derek es un buen nombre, llámalo Derek.
- Sais - insiste Sam, sonriendo en su dirección -. Ven.
Stiles se serena como si le hubieran sacudido. Y un poco, siente como si eso hubiera pasado. Derek lo mira raro, no exactamente enfadado, pero no feliz, de lejos.
- Oh, Dios mío. No le habla al perro. Me habla a mí.
- No es un perro - masculla Derek, pero es suave.
- Dewek - Sammy levanta el juguete alegremente, al parecer orgulloso de comprender a qué se refieren.
- Vale, es un lobo - Stiles aguanta dos segundos -. Llamado Derek.
- Cállate.
Stiles ríe hasta caer de espaldas y Sammy se le trepa encima. Juegan unos minutos. Sammy le tira el cabello y Stiles finge tenerlo atrapado. Le hace cosquillas para que se revuelve en sus brazos.
Se detiene cuando nota que Derek aún los mira, sin decir nada y aún sin parecer exactamente contento. Sammy aprovecha el relajo para regresar a su foro de juguetes y gruñir indicaciones. Stiles agita la cabeza y se sienta.
- Awww, mira, es el alfa más pequeñito de la tierra. Y su manada está en pedazos. Se parece a ti.
La expresión de Derek vuelve a algo familiar, justo en el punto entre ofendido y halagado. Stiles no tiene idea cómo eso es posible, pero no es lo que más le intriga de Derek, de lejos, así que no lo piensa demasiado.
- Tu juguete es el que está peor - apunta Derek al final, como tratando de insultarlo.
Es verdad. Stiles ya le había quitado un ojo, cuando no era mucho mayor que Sam, y había una pierna a medio coser. Ahora fijándose, esa pierna ya no está, el otro ojo ha desaparecido y una oreja está por romperse.
- Soy humano, es lo justo - se encoge de hombros.
Derek lo mira y, después de un minuto, al techo.
- Te adora - dice. Stiles parpadea y sacude su cerebro de extremo a extremo. Nope, Derek aún acaba de decir exactamente lo que Stiles cree haber oído. Los extremos de la boca de Derek se elevan un poco de nada -. No tengo idea porqué.
- Bueno, yo también le adoro. Es un engendro bastante adorable.
Derek hace de nuevo esa expresión compungida y Stiles se ríe, llamando la atención de Sammy, que frunce el ceño hacia él, pero se distrae rápido, después de que Stiles agita las manos en su dirección.
- Deberías llamar, cuando te vayas - dice Derek, sorprendiéndolo de nuevo.
Stiles lo mira con los ojos muy abiertos.
Es la primera admisión que Derek ha hecho de que Stiles deja la manada sin un sólo amago de pedir permiso. No es que Stiles estuviese planeando pedir permiso exactamente, pero Scott le ha llamado a descargarse de las charlas que Derek les da, acerca de distancia y amenazas y Scott estaba pensando quedarse de todas maneras, joder; y Stiles no ha recibido siquiera un comentario hasta ahora. Lo cual encajaba perfecto con su intención de fingir que no estaba pasando, demonios.
Se encoge, con un gemido. Sam gime con él y se le pega al regazo. Stiles le da palmaditas.
- Deberían dejar de recordármelo. Las cosas se han puesto tranquilas, por fin, ¿y me tengo que ir? ¿Cómo es eso justo? - bromea, pero con la voz cortada.
Derek le da una mirada corta.
- Allison se va contigo.
- Scott se queda, eso sí.
- ¿Tenías que recordármelo?
Stiles se ríe, un poco ahogado, y Sammy le da palmadas en la cara para llamar su atención.
- ¿Qué? ¿Qué quieres?
- Ven. Sais, ven. Aquí - Sammy lo empuja y jala hasta sentarlo junto al auto de Lydia.
Cuando mira a Derek para exigir una explicación, lo ve sonriendo con todos los dientes.
Stiles será estúpido, pero nadie debería tener derecho a ser tan guapo.
- Cree que eres parte de su manada - comenta Derek, con sorna. Probablemente debería ofenderlo, pero Stiles siente un abrupto y enorme afecto hacia Sammy. Sammy lo echará de menos, de seguro.
- ¿Y tú no?
- Soy un alfa. Puede sentirlo.
- Pero no se siente amenazado.
- Sabe que no le haría daño - suena orgulloso, y más que un poco impresionado.
Es injusto. Inhumano. Derek no tiene derecho a ser emotivo. Es suficientemente atractivo con toneladas de trauma y la callada admisión de que no es capaz de mantener relaciones humanas normales. Stiles se traga la depresión con una dosis de patético afecto, pero tiene que toser varias veces antes de lograr hablar.
Se echa de espaldas sobre la alfombra. Sammy gime su descontento.
- Estoy agotado - murmura, mirando el cielo oscuro por la ventana.
- Puedes quedarte - dice Derek, porque Derek es siempre el representante de las malas ideas. El presidente del club, por así decirlo.
- Debería irme - se sienta y agita la cabeza, con los ojos cerrados -. Pasar más tiempo con papá.
- Está bien - dice Derek, porque no le importa.
No le importa. Stiles debería recordar eso.
Stiles se ha levantado cuando, como entendiendo de que va el dialogo, Sammy empieza a agitar la cabeza y sollozar. Y no los gimoteos típicos de un raspón de rodillas, no. Escandalo completo, con gritos y pataleo.
- No. No, no, no - dice, abrazándose a la pierna de Stiles, que trata ridículamente de no llorar con él.
- Awww, no, oh, Dios mío, qué, Derek.
- No quiere que te vayas - Derek sonríe.
Stiles lo maldeciría si no hubiese publico impresionable presente. Publico que exige su atención más inmediata.
- Pero. Mi papá, Sam, tengo que ir a verle. Me echa de menos.
- No, Sais. Juega con mí, Sais. Sais juega.
- Ven aquí - Derek levanta a Sam en brazos. Una de las patadas al aire roza a Stiles por la coronilla -. Vete. Estaremos bien.
Stiles se levantan y quedan separados por el diámetro de Sam entre ellos, que se pega a la camisa de Stiles con garras literales. Stiles se pasa la mano por la cara, se mira los zapatos, la ropa. Afortunadamente, no es una de sus favoritas.
- Lo sé. Uh, adiós.
- Nos vemos.
- Sais - Sammy se queja, pataleando en su dirección, peludo de pies a cabeza -. Aquí, aquí.
- Oh, Dios mío, eres el peor - no huye, exactamente, más que nada porque la puerta está demasiado cerca -. El peor, Sammy. Nos vemos.
Cierra tras él y aún puede escuchar a Derek reír.
Injusto. Contra todo derecho humano. Cruel e inusual tortura.
Al menos los Hale no son más que tres, piensa, e inmediatamente se siente una terrible persona que probablemente se merece estar enamorado de una criatura paranormal con desorden post-traumático.
[i.
ii.]