Winamp Meme: Abres toda tu música en el programa de audio que uses, lo pones a reproducir al azar y escribes un drabble por canción hasta la cantidad que te de la gana. (Originalmente la idea era escribir en el tiempo de cada canción, pero yo escribo hasta que me parezca que la idea está cerrada, dentro de lo posible.)
Fandom: Teen Wolf
Pareja: Derek Hale/Stiles Stilinski
Nota: Estúpido sensual fandom :'
Advertencias: Violencia típica de la serie. Algunos AU. No tengo beta todavía sob.
Rating: Promedio PG-13, diría.
Palabras: 3000+
01.Ke$ha - Blah Blah Blah
-¿Es que no puedes callarte?
Stiles abre y cierra la boca, y por un momento, Derek piensa que finalmente podrá oírse pensar. Por unos cinco segundos, antes de que Stiles arremeta de nuevo:
-Es un problema, lo sé, y lo creas o no, no es mi estado natural. Es mi respuesta instintiva ante el peligro -antes de que Derek conteste, interrumpe: -¡Nunca dije que fuese un instinto razonable!
-¿Peligro? -repite, bajo su monólogo (dialogo implicaría que ambas partes se comunican), frunciendo el ceño.
-Es más como un tic nervioso -corrige- ¿Y puedes culparme? Mira, cuando te empieza a parecer razonable ir por la vida con un casco porque te pueden llover partes de tu propio auto es que tienes un problema. Mi problema es que estoy rodeado de un grupo de lobos inconscientes que olvidan al, vale, ligeramente menos fuerte ser humano, que les ha salvado la vida más de un par de veces. Así que lo mínimo es que te aguantes un poco de charla. Y lo digo de la mejor forma posible y recuerda lo de salvarte la vida y no me golpees en la cara, ¿vale? Ya no sé qué decirle a mi padre y creo que empieza a pensar que estoy metido en una pandilla.
-Nervios -es lo único que Derek oye. Stiles entorna los ojos y Derek le besa los labios antes de que pueda separarlos. Sólo lo suelta después de haberle dejado sin aire- ¿Estás más relajado?
Stiles trata de asentir y agitar la cabeza al mismo tiempo, pero no parece capaz de formular palabra, así que Derek se da por satisfecho.
02.Lana Del Rey - Diet Mountain Dew
Stiles acepta la mudanza con pocas quejas y muchos medicamentos. Comparado con Beacon Hills, New York es un mundo nuevo, pero le parece justo que el universo como lo conocía desaparezca con su madre. Ni siquiera puede oír a Scott sin ponerse a llorar como un bebé, así que deja de llamarlo a los pocos días. Beacon Hills se vuelve un recuerdo tan fácilmente que le parecería grotesco si lo pensara con atención, cosa que muy deliberadamente no hace, así que no es, en general, un problema: Scott y Beacon Hills. Le aterroriza olvidar a su madre, pero incluso pensarlo es absurdo. Todavía espera que cruce la puerta y comience a criticar el desastre que llaman apartamento.
Su padre pretende pasar más tiempo con él (la excusa original de la mudanza, aunque no es que necesitaran una), pero realmente pasa más tiempo con su viejo amigo Jack Daniels, mientras Stiles se sienta en la escalera de emergencia a fumar, porque no puede respirar cuando no-piensa en elefantes, y espera a que se duerma para cubrirlo con unas mantas e irse a la cama. Los cigarros lo hacen sentir estúpido y sabe que mayormente está esperando que su padre se dé cuenta y lo sermonee, que haga algo, cualquier cosa; pero también lo hacen sentir más adulto. Diferente. En Beacon Hills no podía ni acercarse a la licorería sin que sus padres se enteraran. Ahora lo llaman por su nombre de nacimiento en la escuela. Los profesores, por supuesto. Está bastante seguro que sus compañeros de clase todavía no se dan cuenta de que existe.
En general, él y su padre se llevan activamente convirtiéndose en ermitaños desde hace un par de meses. Derek y Laura Hale son las únicas personas que realmente conocen en toda la ciudad y Stiles los ha visto sólo un par de veces desde que llegaron, a pesar de que se sabe toda la triste historia de sus vidas. En Beacon Hills, todos la saben. Viven unos pisos más arriba y ayudaron a su padre a encontrar el apartamento.
Stiles choca a veces con Laura, por la mañana, camino a la escuela. Ella nunca se disculpa, pero siempre le sonríe como si estuvieran compartiendo un chiste que nadie más entiende. Stiles finge no tener idea qué se le pasa por la cabeza.
Derek es... Derek es mucho más esquivo y complicado y vagamente aterrador, pero a veces le observa fumando tres metros sobre él, sentado sobre la baranda como un equilibrista suicida. Como ahora mismo.
Stiles sube haciendo sonar sus pasos y aunque Derek no se inmuta, inclina un poco la cabeza cuando se apoya a su lado.
-Las estrellas están sobrevaloradas -dice, porque él y el silencio tienen una guerra declarada-. A menos que seas poeta o astrónomo, o, no sé, astrólogo, aunque todo el mundo sabe que esa no es una verdadera profesión -se muerde la lengua, pero no es capaz de callarse, aunque Derek no parece oírlo. ¿Quizá es sordo? -Ojalá hubiese luna llena.
-No -lo interrumpe Derek, bajando de la baranda con un salto que remece toda la estructura. Stiles se agarra de su brazo, asustado. Derek bufa sobre su cabeza, pero sin veneno-. Está bien.
-¿Estás loco? ¿Es por eso que nunca se te ve? ¿Tu hermana te encierra por tu propia seguridad y la de los desafortunados transeúntes que te rodeen?
Derek arruga la nariz, con aire ofendido. Stiles comienza a reír, aunque no se logra explica que es tan gracioso. Derek respira profundo y abruptamente abre los ojos, como si algo le hubiese sorprendido. Stiles aún se ríe, con lágrimas cayendo por sus mejillas. Derek lo ayuda a sentarse y pone una mano en su espalda hasta que puede respirar de nuevo.
Es el ataque más leve que ha tenido en semanas.
-Y yo soy el loco -oye apenas murmurar, y tose, ahogado con aire.
-No eres sordo -apunta Stiles, abandonando toda coherencia-. Obviamente. Quiero decir, cinco minutos atrás no tenía mucha información. Tú y tu hermana no son exactamente las personas más sociables y eso considerando que estamos en una ciudad famosa por sus autómatas.
Las cejas de Derek rozan con su cabello.
-¿En qué momento tomas aire?
-Es un misterio de la ciencia -sonríe.
Derek también sonríe, aunque es apenas una mueca, y regresa a su apartamento, agitando la cabeza como despedida. O como incredulidad ante la existencia de Stiles, en general.
Stiles grita un "BUENAS NOCHES" lo más irritantemente alegre posible y baja las escaleras corriendo. Ya en su ventana, levanta la cabeza y alcanza a ver a Derek con medio cuerpo asomado, siguiéndolo con la vista. Se mete al apartamento inmediatamente. Stiles se ríe con la sensación de que le hubiesen dado un golpe en el estomago.
-¿Stiles? -escucha.
-Aquí estoy, papá -tira la colilla al aire y observa cuanto se tarda en caer, antes de entrar.
03.Yeah Yeah Yeahs - Down Boy
-Derek, oh, por Dios.
-Quédate aquí.
-¿Qué parte de "trampa" no te queda clara? ¿Es la parte donde es una trampa? ¿O la parte donde definitivamente es una trampa?
-¡¿Tenemos alguna otra opción?! -Ruge en su cara. Stiles no retrocede, pero Derek puede oír cómo su corazón se desboca.
-Sí, sí la tenemos -murmura con un suspiro, como si Derek le estuviese obligando a admitirlo. Como si hasta donde le concierne, Derek hubiese rogado que le metieran un cuchillo en el estomago.
A pesar del dolor, lo que realmente siente es confusión. ¿Es que confiaba en Stiles? No, no puede ser tan imbécil. Ni siquiera logra mantenerse en pie. ¿En qué estaba pensando, cuando le dio un espacio en su manada? Es un humano, joder. ¿Qué esperaba?
Cuando Stiles pone una manta bajo su cabeza y aprieta una palma sobre la herida con algo que reduce el dolor, el mundo por un momento pierde todo sentido. ¿Qué...? Pero no, no, por Dios. Es Stiles.
Derek le va a romper todos los huesos del cuerpo, uno por uno.
-Soy completamente consciente de que me vas a matar apenas puedas moverte, lo cual quizá sea redundante para entonces, ya que probablemente esté muerto -ríe con la voz quebrada- y sé que esto es aparentemente muy complicado de entender, pero tus impulsos suicidas son mucho menos sutiles de lo que crees y poco estratégicamente viables. Para empezar, estoy bastante seguro de que si te pasa algo, Erica va a destruir por lo menos la mitad del pueblo, casas y todo. Y eso si es que está de buen ánimo.
Derek jadea, tratando desesperadamente de levantarse, moverse, pero su cuerpo está usando toda su energía en batallar el veneno. Stiles apoya la frente en su cabello y Derek no recuerda haber estado tan furioso en toda su vida.
-No quiero morir -continúa-, pero no quiero que muera mi padre o Scott o Lydia o tú, ¿vale? Estoy admitiendo que no quiero que te mueras, podrías parecer más sorprendido-. Derek logra gruñir débilmente y Stiles vuelve a reír, ahogado: -Oh, Dios. ¿Qué estoy haciendo? Lo siento, de verdad.
Se levanta. Derek logra ponerse de rodillas con un movimiento brusco y su cuerpo vuelve al suelo con un golpe.
-N-no. No. Stiles -habla más el lobo que el hombre y el lobo puede admitir que tiene miedo. Está aterrado-. Stiles.
-Quédate -Stiles lo observa desde el marco de la puerta, pálido y quieto-. Buen chico -murmura y Derek pierde la consciencia segundos después.
04.Marina and the Diamonds - The Outsider
(acónito: nombre cientifico de una planta conocida en inglés como wolfbane :D)
Le hubiese gustado dudar más antes de coger y cargar una pistola de la sala de evidencias (algún día tenían que cambiar las cerraduras, aunque no se los iba a recomendar él, exactamente), pero de todas las cosas ilegales que había hecho en el último tiempo, esta no era la peor, de lejos. A menos que las cosas fuesen mucho más mal de lo que planeaba, pero prefería no pensar en esa posibilidad.
La expresión de Derek al verlo fue un poco anticlimática: ni sorprendida ni agradecida. Irritado, quizá, pero considerando las cadenas (los Argents tenían problemas, muchos problemas, y algunos probablemente sexuales en los que Stiles prefería no concentrarse demasiado) y el atosigante olor del acónito, Stiles no se sintió muy aludido.
Allison estaba atada con cuerdas que parecían, al menos, comunes y corrientes, con el rostro pálido y cubierto de una capa de sudor. Stiles trató de no fijarse en ella. No podía imaginar estar en su posición sin que le ardieran los ojos.
-¿Uhm, hey? Hey.
Gerard se giró con una sonrisita, como si lo hubiese estado esperando. ¿Quién se creía? ¿Un villano de James Bond? Stiles tomó postura y apuntó, consciente de la ironía que le hacía vagamente hipócrita.
-Hijo, ten cuidado con eso -Gerard levantó las cejas, divertido-. Te puedes hacer daño.
-Recuerda que mi padre es el Sheriff, ¿verdad?
-Ex-Sheriff.
Stiles disparó justo sobre su cabeza, haciendo saltar a los otros tres ocupantes del calabozo y realmente, era un poco ofensivo. Allison ya conocía a su padre. ¿Realmente pensaba que no le iba a enseñar a defenderse de todas las formas posibles?
-Muy gracioso -entornó los ojos-. Debería dedicarse a la comedia, en vez de perseguir gente inocente. O en general, buscarse un hobby. Hay planes de retiro fabulosos estos días.
-No hay una sola persona inocente en esta sala, me temo -lo más hilarante era que realmente parecía triste por ello.
Stiles se mordió el labio inferior, tratando de ignorar las primeras burbujas de histeria subiendo por su garganta. Y las miradas de Derek y Allison, con las que genuinamente no quería encontrarse. Y el comenzar a darse cuenta de que realmente era él quien estaba finalmente enfrentando al individuo más intimidante en un pueblo integrado parcialmente por criaturas sobrenaturales, con nada más que una infancia disparándole a latas y la seguridad de que Gerard Argent lo pensaba absolutamente inofensivo. Stiles debía admitir que hace un par de horas, tampoco se habría pensado capaz de apuntar a alguien a la cara.
-¿Dónde está Scott? -no reconoció su voz. Probablemente porque apenas oía sobre el zumbar en sus oídos.
-Muerto.
Stiles apretó el gatillo. Vale, quizá la sorpresa colectiva era menos ofensiva cuando se encontraba paralizado porque le había disparado a alguien de verdad. En la pierna. Y a una persona bastante terrible, considerando. Y por una buena razón. Una excelente razón.
Sus manos temblaban horriblemente.
-Stiles, Stiles... -Allison trataba de decirle algo, pero no podía oírla bien. Gerard se había dejado caer al piso y gritaba.
Gritaba como oyó gritar a Scott antes de perderlo de vista.
Stiles tropezó un par de pasos hacia él, sin perder su mira.
-Dónde está Scott.
Gerard dejó de gritar y lo observó, estudiando fijamente el cañón de la pistola. Afortunadamente, porque Stiles era bastante consciente de la humedad sobre sus mejillas.
-Rodeado de cazadores -murmuró el anciano-. En un lugar seguro.
-Seguro para los cazadores -Stiles bufó y sollozó al mismo tiempo, tratando de secarse la cara con el puño izquierdo- ¿Allison, alguna idea? -preguntó sin volverse.
-Creo... puede ser -sonaba sorprendida, pero no asustada. Stiles la admiró, de pronto, ferozmente-. Creo que sí.
-¡Allison, no hagas esto! ¡Piensa en tu madre! -se arrastró un paso, pero Stiles lo detuvo con otro disparo a pocos metros.
-Oh, no. No, no, no. No vamos a hablar de ello. Usted menos que nadie. ¿Dónde está la llave? -Gerard frunció el ceño y Stiles gesticuló hacia Derek-. Llave.
-No.
Cinco balas, pensó, empujando el cañón sobre la frente del abuelo de Allison, por Dios, y sintiendo que podía identificar este como el momento en que iba a perder la cabeza. No me hagas hacer esto, por favor.
Había dejado de temblar.
-No quieres hacer esto -dijo Gerard, luciendo de pronto tan cansado y viejo como realmente era-. Sé que no quieres hacer esto.
Stiles se hubiese reído, si eso no significase romper a llorar.
-La llave -repitió, con un golpecito-. Y si deja de hablar, quizá Derek no se lo coma, aunque no prometo nada.
05.Yann Tiersen - Childhood
-Derek.
-Derek, cariño -su madre abre las cortinas, riendo-. Vas a llegar tarde a clase.
-Derek. ¡Derek! ¿Me oyes? Porque puedo hacer esto todo el día. Tengo práctica hablando con cuerpos inanimados. ¿Cuán patético es eso, eh? Despierta y dime. Derek, joder, por favor...
-¿Cinco minutos más? -murmura, abriendo los brazos para jalarla sobre la cama, como cuando era pequeño. Su madre se ríe y le besa la frente.
-No si quieres desayunar -se sienta junto a él-. Hijo, ¿qué pasa?
-...la manada te necesita. Piensa en Isaac. Piensa en Erica, por Dios. Boyle no puede encargarse de ellos solo. No van a sobrevivir ni dos días sin ti, lobo amargado. Y no estoy bromeando.
Derek se sienta en la cama y agita la cabeza, sonriendo.
-Amor, estás llorando -su madre pone una mano sobre su mejilla húmeda- ¿Qué pasa?
-Nada, mamá -la envuelve con los brazos y esconde la cabeza en su cuello, inhala-. Te amo, ¿sabes eso?
-Yo también te quiero -suena completamente confundida, pero no asustada. Jamás asustada- ¿Quieres que llame a Laura? ¿Pasa algo en la escuela?
-No, mamá. Sólo... -cierra los ojos-. Dame cinco minutos más. Cinco minutos.
-Esta bien, hijo. Todo estará bien...
-... Derek, por favor, no puedo hacer esto solo y sabes que es exactamente lo que va a pasar, porque nadie más tiene sus prioridades en orden.
El primer rostro que ve al abrir los ojos es Stiles, tan genuinamente preocupado que le hace reir a través de las lágrimas. Luego a Boyle, que inclina la cabeza en su dirección. Erica e Isaac se le tiran encima y Derek lo permite, demasiado cansado para hacer otra cosa.
-Ya puedes callarte -murmura, cerrando los ojos-. Estoy despierto.
06.Dionysos - Le Jour Le Plus Froid Du Monde
Derek había oído hablar de Deaton, pero no esperaba necesitar de sus servicios jamás. Bueno, jamás la última vez que había pensado en ello, hace una eternidad de años.
Laura lo arrastra a través del Bosque Oscuro y cruzando las Terribles Montañas (que realmente son un par de patéticos montes) a jalones y golpes, ignorando sus quejas.
-Estoy bien. No exageres-. Laura lo empuja contra un árbol- ¡Hey!
-Tienes. Una flecha. Enterrada. En el corazón -lo remece en cada pausa.
-Lo sé -contesta, porque "creo que no he parado de sangrar" no le parece muy buena respuesta.
-¡Entonces muévete!
Deaton es famoso, como brujo y doctor, pero sobre todo por el precio de su atención. Su reputación es tan magnífica como críptica, pero el conocimiento general es que mientras más grande el favor, más riesgo tienes de pagar con tus ojos, tus extremidades o tu capacidad de retener información. Y no es que Deaton sea un mal curandero, al contrario. Esos son sus precios. Derek oyó una vez que el método de cobranza de Deaton es en aquello que más necesitas, lo que es para ti, personalmente, más precioso.
Empuja a Laura por un acantilado apenas ven el castillo de Deaton asomando tras una colina. Es un acantilado pequeño, con un río y todo. Se asegura de oírla maldecirlo desde el fondo antes de continuar cojeando el resto del sendero. Para cuando alcanza el portal (mucho menos apabullante y bastante más pequeño de cerca), lo hace de rodillas. Las puertas se abren de par en par antes de que golpee y aparece... un chico pálido y flaco, de ojos brillantes.
-¿Qué eres? -pregunta, ayudándolo a levantarse. Suena como algo que pregunta por hábito y Derek no se siente particularmente ofendido, considerando.
-Hombre lobo.
-Es una flecha muy gruesa. ¿Cuánto dirías que usas realmente tu corazón, en una escala del uno al diez? Metafóricamente, quiero decir.
Derek no está seguro si el chico habla en serio o no, pero contesta, pensando en el incendio en qué murió casi toda su familia y en los cazadores que les persiguieron por meses, hasta herir al más débil (pista: no es su hermana, que probablemente ya está escalando el maldito acantilado).
-Veinte.
El chico ríe un sonido ahogado y le da palmaditas, no más dolorosas que los pasos que le obliga a avanzar.
-Podemos arreglar eso. No sé si te lo han dicho, pero aquí podemos arreglarlo todo.
Derek comienza a girarse para darle una intensa mirada de desconfianza, pero apenas cruzan el umbral, lo único que ve es el interior de sus párpados.
*