Sueño Húmedo.

Aug 23, 2015 16:11

Autor: Usagi-Asakura
Fandom: Kuroko no basket
Disclairme: Personajes a Tadatoshi Fujimaki
Pareja Principal: Kise/Kasamatsu. Leve Aomine/Sakurai
Resumen: “¿Por qué aquel rubio siempre aparecía en sus sueños más intimas? ¿Es que acaso realmente la frustración le estaba haciendo delirar? ¡Maldita necesidad biológica de su cuerpo?”
Advertencias: Yaoi. Universo Alterno. Leve R-18
Notas: Para Yaretzi, la primera vez que escribo. Nada especial. Sin beteo -perdonen- Tarde para seguro. ASDAs -llora sangre.

Sueño húmedo.

/////  1 /////

Durante mucho tiempo pensó que solo en los seres mágicos eran eso, seres mágicos que no existían más que en los cuentos infantiles. Que realmente todo lo que había acontecido en las últimas semanas no tenían porque terminar en un desenlace de ese estilo. Donde él se había convertido en la dama en apuros, Y es que de todas las personas del universo, ¿Por qué él se había vuelto la adoración de aquel rubio gritón?
Kasamatsu de mordió el labio inferior con fuerza. Era un completo imbécil, uno muy grande que había caído redondito en el juego de ese rubio seductor roba virginidades de mentes y sueños.

-Yukiocchii, no debería lastimar esos lindos labios.

Y jadeo cuando Kise Ryota, un incubo de rango superior le metía la lengua en lo más profundo de su boca. Eso era peor que los sueños que últimamente había estado teniendo, ¡PORQUE ahora todo era real! Trato de no llorar por la furia que sentía… “Joder, esta me las pagaras rubio idiota”, pensó antes de cerrar los ojos y rememorar como es que había terminado ahí, solo, con ese cabeza hueca.

///// 2 /////

Kasamatsu se despertó sobresaltado. El olor a semen se espacio por sus fosas nasales. No, no podría haber tenido esa clase de sueño, no. Había estado soñando lo mismo una y otra vez, y de eso ya hace un mes.

¡Y una mierda que no!

¡NO!

¿Cómo demonios es que tenía un sueño tan húmedo y vivido con Kise Ryota, “El príncipe de su universidad” o el “Idiota” como él le decía?
¿Qué estaba mal con él? ¿Acaso era porque hace unos meses había terminado con su linda novia de la preparatoria? ¿Acaso estaba tan urgido como para conciliar tales sueños?

Se levanto de mal humor, tomo su toalla del pequeño sillón que reposaba cerca de la ventana de su habitación y se dirigió hacia el baño. Necesitaba una ducha muy fría, tenia los exámenes de final de semestre a la vuelta de la esquina, no tenía tiempo para estar pensando en el hecho de que sea había corrido por culpa de los sueños húmedos que había estado teniendo con el idiota de Kise Ryota.
Simplemente, no.

////3////

Llegar a esa parte de la cuidad había sido de lo más cómodo. Era temprano, el tráfico de gente aparecía en horas picos. Apenas y eran las seis de la mañana y Kasamatsu ya se encontraba buscando con desesperación aquel libro para la preparación del próximo examen.

Se adentro en una parte que no había visto el edificio, se veía silencioso y seguramente no habría nada de gente. Sería un buen lugar para dormitar un poco sin preocuparse de ser ruidoso. Camino en silencio, pensando en toda la insufrible noche que había tenido. Trato de no recordar el sueño húmedo que había tenido con uno de sus compañeros -que era menor por un año- y era una jodida molestia parlanchina, que no se percato que el lugar en realidad no estaba desocupado del todo, hasta que el sonido de una voz jadeante se coló por el lugar.

-No-no, Aomine san* -susurro un joven de cabellera café. Se mantenía con los ojos cerrados, se mordía los labios con fuerza mientras era arremetido por un hombre moreno de cabellera azul.

- ¿No? Esta cosita de aquí me dice otra cosa -le dijo. Tomo su pequeño pene y lo masturbo al ritmo de sus embestidas.

El pequeño chico solo jadeo más, aferro sus manos a la cabellera de su compañero y susurro maldiciones antes de correrse en su mano.
Yukio se quedo inmóvil, más no hizo ruido alguno. Retrocedió apenado de haber visto aquel momento íntimo, ¿Desde cuándo Aomine y Sakurai mantenían ese tipo de “relación? ¿Qué no sabían que estaban en una jodida biblioteca? Ahora no dejaría de avergonzarse cada vez que los viese juntos.

Salió presuroso del lugar.

“Mierda, mierda, más mierda”, pensó.

///// 4 /////

Se adentro a los baños vacios de la facultad, se mojo los cabellos. Eso había sido demasiado para su pobre mente. Suspiro con cansancio, ¿Ahora qué demonios haría? De la prisa con la que había salido dejo botada su mochila con todas sus cosas. Su tripa le gruño, tenía hambre y no traía ni un jodido yen para comprar algo para desayunar. Volvió a maldecir.

¡Estúpidos mocosos! Para eso había hoteles.

Salió del lugar pensando en pedir dinero prestado, pero era tan temprano que no vio a nadie conocido para él. Se rasco la cabeza y se dejo caer en una pequeña banca.

- ¿Sempai? -dijeron.

Él se crispo, si no se equivocaba ese que le llamaba era precisamente  a quién menos quería ver durante ese día.

- ¿Sempai está bien? -pregunto un rubio. Se acerco a Kasamatsu sin esperar la invitación de sentarse y le toco la frente, ¿Por qué sempai estaba demasiado rojo? ¿Estaría resfriado?-. ¿Kasamatsu sempai se encuentra bien? -le toco la frente.

Kasamatsu le pego con su propia mano para que dejara de tocarlo. Se viro molesto, no deseaba que Kise le viera, le hablara, ni siquiera respirara cerca de su persona. Aun estaba demasiado dislocado por el sueño erótico donde él había sido participe como protagonista. Se removió incomodo porque podría jurar que ese sueño había sido muy real, la sensación de Kise embistiéndolo su cuerpo lo recordaba bastante bien.

-Es algo que no incumbe -respondió de forma grosera.

Kise guardo silencio ante el tono de la voz de su compañero. Se río un poco, al parecer algo le incomodaba y sabía perfectamente el que era.
-No creo que eso sea posible, Yukio -dijo.

El chico mayor le miro receloso, ¿Qué había sido eso? ¿Y por qué Kise se veía algo espeluznante?

- ¿Qué?

Kise le tomo le apreso de la cintura, le sostuvo el mentón con una de sus manos y le obligo a mirarle. Dorado contra negro.

-Que no será posible, Yukio -respondió de nueva cuenta. Lo apego más a sí, acerco sus labios cerca de su oído y le susurro: - Tenemos algo pendiente que terminar.

Kasamatsu tirito, no sabía por qué pero aquello le daba mala espina. Ese no era el Kise que conocía.

- ¿Quién eres?

-No es quién soy, más bien sería el que soy… -rio. Y le soltó. Se sentó de nuevo en la banca, cruzo la pierna de forma sensual. Kasamatsu aun no creía lo que veía, ¿eso que salía de la cabeza rubia eran cuernos? ¡No! ¡Eso no podría ser posible!-. No muerdo, ¿sabías? Por lo menos no aquí y no ahora.

///// 5 /////

Entendía perfectamente cuando se encontraba en desventaja, y sabía que ahora lo estaba. Lo mantenía atado a la cama con esposas y el jodido rubio no solo le había metido toda su lengua, si no que ahora se mantenía muy feliz mientras le desnudaba.

-Desátame ahora mismo, idiota -exclamo con furia Kasamatsu mientras forcejeaba, tratando torpemente de no ser desnudado.

-No -canturreo Kise de forma cantarina. Le quito con cierto problema su ropa, pero, guiño feliz al tenerlo desnudo sobre su cama. Se relamió los labios, verlo directamente y no solo en sueños era mucho más sabroso de lo que imaginaba. Se acomodo cerca de sus pezones y mordió uno.

Kasamatsu jadeo porque aquella boca ya lo había hecho en sus sueños, y ahora Kise lo estaba haciendo ahí, en su habitación y su maldito cuerpo reaccionaba demasiado bien a las caricias de Ryota. Joder, él no quería ponerse a llorar como una chica, pero sentía que el cualquier momento lo haría. ¡Kise estaba a punto de violarlo!

-No sempai, no llore -le dijo Kise. Se acerco a su rostro y le lamio las lagrimillas.

-No quiero…-dijo.

-¿Sempai no quiere que hagamos lo que en su sueño?

Kasamatsu se sonrojo demasiado, mientras fruncía el cejo.

-…Eso era un sueño. Yo no…

-Sempai se equivoca, ya le dije que… esos sueños eran realidad -explico.

-¿Ah?

-Sempai es sensible si le toco aquí -y le acaricio por completo su pene. Kasamatsu se arqueo por sentir como el rubio comenzaba a masturbarle. ¡Malditas necesidades biológicas de su cuerpo!-. Y si me lo como… Sempai se pondrá como una cerecita -Kise le vio removerse incomodo, pero no le importo realmente. Quería sentir la esencia de su sempai en su boca y lo haría. Había estado induciéndolo a sueños eróticos durante un mes para que cayese en sus garras y lo había logrado. Oh, sí que lo había logrado. Porque ahora lo tenía en su cama con sus piernas bien abierta dándole permiso para poder comerse su semen.

Busco una posición más cómoda y la encontró. Tomo el pene del chico y masajeó un poco para logar que se levantara. Lamio la puntita con su lengua y el primero jadeo su Kasamatsu apareció. Kise se enorgulleció ante esa respuesta, lamio la orilla antes de adentrarlo todo en su boca.
Kasamatsu le apretó los cabellos rubios ante la sensación de la boca del rubio sobre su miembro. Era la primera vez que compartía tal intimidad con alguien, era virgen y sus reacciones eran tan… tan primerizas. Se odio por eso, se sentía vulnerable ante Kise y eso le ponía enojado consigo mismo.

-Ah…mmm…-jadeo el morocho.

Kise sabía que Kasamatsu podría ser bastante duro, pero era al final de todo una persona adorable. Al principio ni lo había notado, porque él siempre había optado por las mujeres o chicas primerizas, nunca había necesitado cohabitar con un hombre. Mucho menos uno que no era dulce o amable con su amigo Kurokocchii.

Kasamatsu había llamado su atención una tarde del martes, donde el cielo estaba un poco más gris de lo normal, ese día llovería según las noticias de la mañana. No había sido atención escuchar aquella conversación, al parecer era una pareja que terminaba. La chica era adorable, de cabellos largos y mirada  tierna, el chico era su sempai, el gruñón que siempre le jodía por que llegaba tarde. Él que siempre se metía con él.

Al principio sintió la necesidad de burlarse de él, sin embargo contuvo esa venganza a verle tan decaído, y conforme pasaban los días, Kise pudo notar que de cierta forma Kasamatsu tenía sus puntos buenos, pudo comprender porque era así de exigente con él y ciertamente comenzó a tomarle aprecio. Hasta el punto de que su cuerpo deseaba tenerlo  para él, alimentarse del joven de cabellos oscuros.  Sería una tarea difícil, pero lo conseguiría.

Y lo había logrado. Tenerlo de forma real, tocar su piel con sus dedos eran nada con lo anterior. En cualquier momento sabría que el chico culminaría, podría sentirlo, el olor a pre-semen se coló por sus fosas nasales.

-Yukiocchii sabe mejor -dijo al terminar de tragar toda la semilla ante la masturbación bucal de él sobre Kasamatsu.

El otro solo jadeo, se mordió de nuevo los labios y viro su vista hacia otro punto que no fuera el rubio.

-Venga, sempai, abra un poco más las piernas. No querrá que duela -dijo Kise.

Kasamatsu solo chasqueo por la forma en el otro le decía las cosas. ¿Es que no tenía un poco de vergüenza? ¡Claramente que no! Era un jodido incubo del que estaba hablando. Se mordió el labio inferior para no tirarle algún improperio.

-Umh, -fue su respuesta.

Kise se mojo los dedos de su mano con su saliva. Y metió el primer dedo en la entrada del chico. Este solo gimoteo y apretó las cadenas de las esposas con fuerza.

-Según se rumorea, la saliva de los íncubos es afrodisiaca, ¿lo sabía sempai?

Kasamatsu abrió los ojos por la impresión y trato de patearle, ¡no deseaba hacer más ruido vergonzosos de los que de por sí ya había hecho! En venganza, Kise metió un segundo dedo y toco la próstata, Yukio tembló.

Y Kise no dejo de salir y entrar rozando aquella parte sensible del muchacho. Kasamatsu perdió un poco la razón, las sensaciones eran nuevas y placenteras. Eran muy adictivas.

-Kise…-susurro.

Y ese llamado fue el detonante para el rubio para saber que estaba listo para embestirlo, y así lo hizo. Se adentro en él.

-Ahhh…

Kise abrió las piernas de su sempai para poder escuchar el sonido que hacía el chocar de sus pieles. Era tan lindo y adorable el chapoteo de su pene entrando y saliendo del ano del sempai. Las paredes internas le apretaban deliciosamente bien, el olor del sudor del chico era sumamente erótico para el incubo rubio, le gustaba, el cuerpo, el olor, el sonido que producía el sexo con el chico le fascinaba. Era más que perfecto. Así que estaba decidido, sempai sería su pareja.

-Yukiocchii -jadeo.

Se movió más rápido, quería correrse dentro de él, y con un poco de suerte… Puede que le dejase preñado.

-Kise… yo…-Kasamatsu tartamudeo. No sabía cómo es que había terminado de aquella forma. Siempre pensó que Kise iba tras las chicas, no tras un chico y que ese chico fuese él. Después de haber terminado su relación de años, nunca espero volverse a entusiasmar de una u otra forma por alguien. Él culpaba los sueños eróticos que había tenido a la necesidad de no haber tenido sexo. Se decía a si mismo que era la frustración. Al principio le dislocó mucho que fuese Kise quien aparecía en esos sueños donde siempre terminaban haciéndolo en cualquier lado o posición, después, con el pasar del tiempo… Debí admitir que se acostumbro, y eso le judía mucho el orgullo.

Y ahora, se encontraba jadeando, gimiendo y pidiéndole más a él. Verdaderamente era un completo imbécil. Uno que disfrutaba en sobre manera la forma en que el menor le tomaba por detrás.

-Sempai -rigió Kise.

Kasamatsu se sintió excitado ante aquellos ojos dorados que ahora le miraban de forma intensa. Noto como este le quitaba las esposas y le tomaba de la cintura y lo montaba encima de sí mismo. Yukio abrió los ojos y grito sin reparo ante la sensación del pene del Kise llenándole por completo. Esa posición no solo le era vergonzosa, si no que también le hacia sentir que el incubo podría adentrarse aun más profunamente.

-Yo… ya… casi -musitó Kasamatsu.

Kise aferro más sus dedos en la piel de la cintura del joven y busco su rostro. Estaba sonrojado y Kasamatsu mantenía los ojos cerrados, le beso el rostro y sin preámbulos la boca. Así que pudo sentir la sensación del clímax de su chico cuando este le enterró las uñas en los hombro. Oh, sí, el ano palpitante de Yukio le llevo al orgasmo y no dudo en expulsar todo su semen en su interior.

El latido del corazón de Kasamatsu, su cuerpo estremeciéndose por la sensación post orgásmica le hicieron desvanecerse... Estaba cansado.
Cansado de pensar en que se había terminado acostado con Kise, un incubo que había estado seduciéndolo en sus sueños, que ahora mismo pensar en todo aquello le producía un enorme dolor de cabeza. Y ahora mismo no quería pretender tener.  Ya tendría tiempo para pensar con claridad. Ahora solo deseaba dormir.

El rubio escucho su acompasada respiración y sonrío. Le había costado demasiado obtenerlo, le acaricio los cabellos oscuros y ahora fue su turno para darle un beso en la frente a Kasamatsu -quien ya dormía-;

-Sempai es un cabeza dura. A pesar de todos sus maltratos. A mí me gusta sempai y ahora no lo dejare escapar, porque sempai me dio su virginidad… Ryota se hará cargo sempai -le susurro-. A pesar de que mañana finjas que no paso esto…

Y se acostó a su lado abrazándolo posesivamente. Podría tacharlo de haberle jugado mal, pero era parte de su personalidad, ¿por algo era un incubo, no? Ahora, solo esperaba que su desempeño cobrara frutos. Él realmente deseaba tener unos lindos hijos con su sempai -como los tenía amigo Aomine-; ahora solo faltaría que sempai no lo matase y aceptase que sería su pareja por siempre de los siempre.

Fin (¿)

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