-¡Aaay, Tyron, te tengo consentidísimo! -exclama Ruby rodando los ojos- Ya te has vuelto a salir con la tuya...
Y es que finalmente Ruby ha accedido, muy a su pesar (oh, claro), a acompañar a su amigo a los Mundiales de Quidditch, con su nuevo vestido azul griego.
Se cuelga del brazo de Tyron y apoya la cabeza en su hombro, dejando escapar un suspiro breve.
La mira con una sonrisilla, pero cuando habla, vuelve a mirar al frente.
-Desde luego, que me dejaras comprarte este vestido ha sido una bendición- Otra vez la mira y sonríe de lado, dejándola que se apoye en él e inclinando un poco la cabeza- No sé qué me hace pensar que nos hemos equivocado de zona.
Y es que todo el mundo a su alrededor va de rojo. Y Tyron en principio va con Dinamarca (es mucho más liberal cuando no se trata de equipos de SU liga) pero como no lleva ni una prenda roja (ni una azul) es dificil que alguien se percate.
Ruby mira alrededor, con curiosidad. La verdad es que no se había fijado en el detalle que ha destacado Tyron hasta ahora, pero en cualquier caso, no le importa en absoluto. Es más, le gusta estar en la zona equivocada porque todo el mundo la mira a ella, vestida de azul.
-¿Qué más da? Mira cómo nos observan. Y no es como si nos fueran a linchar...
Agita los dedos a modo de saludo y le dedica una sonrisilla a un chico que la miraba fijamente boquiabierto.
Rueda los ojos divertido y mira a Ruby mientras se dirigen hacia las gradas. Como si a él no le gustara que les miren, como si no se encontrara en su salsa.
No queda mucho para el partido, pero si Tyron no se apresura es únicamente porque los asientos ya están asignados. Puede llegar lo tarde que quiera, que va a seguir teniendo un asiento privilegiado.
-Tal vez debería advertirte de nuestros compañeros de palco -la mira, alzando un poco las cejas.
La mira con aspecto de saber algo que ella no, escondiendo una sonrisa y hablando después con tranquilidad.
-Al contrario, señorita Flyte, al contrario.
Y es que Tyron opina que el que Ruby esté en un palco con medio equipo de los Tutshill Tornados es más bien peligroso para ellos que para ella. Bueno, para Tyron podría serlo si la mitad supieran lo que ha hecho con sus novias... Pero no es el caso.
Niega un poco con la cabeza, dejando que se apoye todo lo que quiera y sin andar ni un poco torcido.
-Por eso te he invitado, sabía que lo disfrutarías -la mira con una sonrisilla, entre sencillamente contento y orgulloso. Le señala después el palco, que ya no queda lejos- Es este.
Es fenomenal porque, a pesar de tener que compartirlo con compañeros de equipo, delante tienen gente del ministerio y por detrás juraría que los Catapults.
-Y también sabías, admítelo, que sin mí no te lo pasarías tú la mitad de bien.
Le da un beso en la mejilla y acelera el paso, tirando ahora ella de él, para poder sentarse cuanto antes. Y también para ver qué sorpresa le espera en el palco.
La mira sin decir nada, alza las cejas y asiente con aspecto sereno. Es verdad, no se lo pasaría la mitad de bien.
Llegan al palco y el guardián de reserva y un golpeador se giran a saludarle. Tyron les sonríe y se coloca al lado del segundo, que es más callado. Es que con Ruby no le apetece hacer bromas masculinas estúpidas.
Acto seguido, se gira a saludar cordialmente a todos los que ya han llegado (el buscador no). Les tiene encantados, bromea y les encaja la mano y comenta que, oh, sí, su acompañante es del Grecia pero el del Dinamarca.
Nada, meras formalidades para volver la vista a Ruby.
Ríe, bajando los ojos, y pensando que sí ese es el límite que le pone Tyron, es como si no le hubiera puesto límite alguno. Casi.
Ruby también se gira un poco para dedicarle sonrisas encantadoras a todos los jugadores y explicarles que es que el azul cielo de Grecia le sienta mejor, pero que seguro que todos ellos juntos vencerían a cualquiera de las dos selecciones.
Mira, inspecciona, más bien, a la gente de alrededor. Habla a Ruby sin mirarla y sin apenas mover la boca, como si lo hiciera de incógnito. Es más que nada por la costumbre.
-Si encuentras alguien interesante, me avisas.
Alguien interesante es muy dificil de encontrar, para Tyron, y a menudo le resultan interesantes por las cosas más impensables. La verdad es que también se contentaría con una chica bonita.
Los ojos de Ruby también se pasean por entre la multitud, de una forma muy natural, casi distraídamente. Aparentemente claro. Sin borrar la sonrisa, por supuesto, y cuando habla lo hace del mismo modo que Tyron.
-Oh, interesantes hay muchos alguienes. Por ejemplo, mira a esa chica de allí, la del vestido demasiado corto. ¿Sabes cuánto puede valer el collar que lleva? Por Merlín...
Sabe a qué tipo de interesante se refiere Tyron, pero le gusta bromear.
Con una sonrisilla, que hasta acompaña con una mirada, ignora su comentario.
-Voy a acontentarme con que me busques una chica bonita y cercana, no me apetece andar.
Es muy comodón, cuando quiere. Se gira un poco y llega ahí su amigo del alma (no), el buscador de los Tutshill del cual depende Tyron para dejar de ser el reserva del equipo.
-¡Starbird! -Sonríe y le señala el asiento libre delante de ellos.
Y es que finalmente Ruby ha accedido, muy a su pesar (oh, claro), a acompañar a su amigo a los Mundiales de Quidditch, con su nuevo vestido azul griego.
Se cuelga del brazo de Tyron y apoya la cabeza en su hombro, dejando escapar un suspiro breve.
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-Desde luego, que me dejaras comprarte este vestido ha sido una bendición- Otra vez la mira y sonríe de lado, dejándola que se apoye en él e inclinando un poco la cabeza- No sé qué me hace pensar que nos hemos equivocado de zona.
Y es que todo el mundo a su alrededor va de rojo. Y Tyron en principio va con Dinamarca (es mucho más liberal cuando no se trata de equipos de SU liga) pero como no lleva ni una prenda roja (ni una azul) es dificil que alguien se percate.
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-¿Qué más da? Mira cómo nos observan. Y no es como si nos fueran a linchar...
Agita los dedos a modo de saludo y le dedica una sonrisilla a un chico que la miraba fijamente boquiabierto.
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No queda mucho para el partido, pero si Tyron no se apresura es únicamente porque los asientos ya están asignados. Puede llegar lo tarde que quiera, que va a seguir teniendo un asiento privilegiado.
-Tal vez debería advertirte de nuestros compañeros de palco -la mira, alzando un poco las cejas.
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-¿Ah, sí? ¿Por qué? ¿Esos sí van a lincharnos?
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-Al contrario, señorita Flyte, al contrario.
Y es que Tyron opina que el que Ruby esté en un palco con medio equipo de los Tutshill Tornados es más bien peligroso para ellos que para ella. Bueno, para Tyron podría serlo si la mitad supieran lo que ha hecho con sus novias... Pero no es el caso.
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Se cuelga literalmente de su brazo para demostrarle todo lo que le duelen los zapatos, y levanta los ojos hacia él con gesto de dolor.
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-Por eso te he invitado, sabía que lo disfrutarías -la mira con una sonrisilla, entre sencillamente contento y orgulloso. Le señala después el palco, que ya no queda lejos- Es este.
Es fenomenal porque, a pesar de tener que compartirlo con compañeros de equipo, delante tienen gente del ministerio y por detrás juraría que los Catapults.
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-Y también sabías, admítelo, que sin mí no te lo pasarías tú la mitad de bien.
Le da un beso en la mejilla y acelera el paso, tirando ahora ella de él, para poder sentarse cuanto antes. Y también para ver qué sorpresa le espera en el palco.
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Llegan al palco y el guardián de reserva y un golpeador se giran a saludarle. Tyron les sonríe y se coloca al lado del segundo, que es más callado. Es que con Ruby no le apetece hacer bromas masculinas estúpidas.
A ella le habla al oído:
-Te reservo el buscador.
Sí, Tyron está un poco obesionado con Starbird.
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Pobre Starbird.
Por lo menos el muchacho (lo ha visto alguna vez) es guapo.
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-Pero recuerda, no hagas nada que yo no haría.
Acto seguido, se gira a saludar cordialmente a todos los que ya han llegado (el buscador no). Les tiene encantados, bromea y les encaja la mano y comenta que, oh, sí, su acompañante es del Grecia pero el del Dinamarca.
Nada, meras formalidades para volver la vista a Ruby.
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Ruby también se gira un poco para dedicarle sonrisas encantadoras a todos los jugadores y explicarles que es que el azul cielo de Grecia le sienta mejor, pero que seguro que todos ellos juntos vencerían a cualquiera de las dos selecciones.
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-Si encuentras alguien interesante, me avisas.
Alguien interesante es muy dificil de encontrar, para Tyron, y a menudo le resultan interesantes por las cosas más impensables. La verdad es que también se contentaría con una chica bonita.
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-Oh, interesantes hay muchos alguienes. Por ejemplo, mira a esa chica de allí, la del vestido demasiado corto. ¿Sabes cuánto puede valer el collar que lleva? Por Merlín...
Sabe a qué tipo de interesante se refiere Tyron, pero le gusta bromear.
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-Voy a acontentarme con que me busques una chica bonita y cercana, no me apetece andar.
Es muy comodón, cuando quiere. Se gira un poco y llega ahí su amigo del alma (no), el buscador de los Tutshill del cual depende Tyron para dejar de ser el reserva del equipo.
-¡Starbird! -Sonríe y le señala el asiento libre delante de ellos.
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