Teddy llega tarde a la primera hora. Es su forma de protestar contra que al día siguiente de Halloween haya clases por mucho martes que sea.
Llega tan tarde que de hecho a donde se dirige con paso tranquilo es a la segunda hora, a la que sí que llega temprano, por eso el aula está cerrada y aún no hay nadie fuera esperando.
Se apoya contra la pared, dejando la mochila en el suelo.
Anoche besó a Victoire. Victoire lo besó a él. Y luego apareció su hermana. Qué genial.
Se dirige a la biblioteca después de la clase de Historia de la Magia, porque quiere consultar una cosa ahora que la tiene fresca. Por eso va sola y a toda velocidad. Quizá un poco también porque evita a su hermana. Y con el empeño de evitar a Dom y que le pregunte y le haga pensar acerca de Teddy y ella anoche, se olvida a evitar a Teddy en sí mismo, y de pronto le tiene ahí delante. Y ahí están los dos solos
( ... )
-Ei -hace él, levantando los ojos como si acabara de reparar en ella. Cosa que, está claro, no es verdad, que la ha visto desde que ha girado la esquina allá a lo lejos. Hace media sonrisa, como si nada-. Estoy esperando para entrar a clase.
Desvía la mirada, como dejando claro que no tiene ganas de hablar. Es que en realidad no le apetece hablar ahora con Victoire, porque, ¿qué va a decirle? ¿Que lo siente? ¿Que no lo siente?
Joder, que está colgado de ella, ¿de acuerdo? Y a ella seguramente lo único que le importa es lo que dirán los demás.
-¿Qué? ¿Dormiste bien anoche? -suelta de pronto, alzando un poco la voz porque Victoire se aleja. Y le sale un tono algo socarrón, o hiriente, o no sabe muy bien, igual que no sabe qué pretende con esto.
Se gira y le mira con el ceño fruncido. Quiere soltar algo hiriente de verdad pero después recapacita, tiene que ser madura, comportarse como una persona madura...
-¿Por qué no tendría que haber sido como cualquier otra noche?
Dice antipática y lo más inmaduro que le sale. Merlin, tiene quince años, ¿qué le va a hacer?
-Ah, claro, claro -asiente él, haciendo rodar los ojos-. Como cualquier otra noche en la que sueñas conmigo -sonríe, muy Black él, con sus párpados caídos y el mentón alzado con superioridad.
Frunce el ceño y su cara es la de mayor enfado que Teddy haya podido ver. Quiere decir algo, algo hiriente; tirarle algo y hacerle daño; quiere devolvérselo, quiere que él lo pase mal como ella. Pero no se le ocurre nada, y como no es una persona impulsiva, solamente se le queda mirando con odio.
Llega tan tarde que de hecho a donde se dirige con paso tranquilo es a la segunda hora, a la que sí que llega temprano, por eso el aula está cerrada y aún no hay nadie fuera esperando.
Se apoya contra la pared, dejando la mochila en el suelo.
Anoche besó a Victoire. Victoire lo besó a él. Y luego apareció su hermana. Qué genial.
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Desvía la mirada, como dejando claro que no tiene ganas de hablar. Es que en realidad no le apetece hablar ahora con Victoire, porque, ¿qué va a decirle? ¿Que lo siente? ¿Que no lo siente?
Joder, que está colgado de ella, ¿de acuerdo? Y a ella seguramente lo único que le importa es lo que dirán los demás.
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Controla la primera reacción de contestar algo enfadada e irse rápido y solamente se queda ahí de pie asintiendo.
-Vale. -dice y se gira poco a poco y empieza a irse.
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Se gira y le mira con el ceño fruncido. Quiere soltar algo hiriente de verdad pero después recapacita, tiene que ser madura, comportarse como una persona madura...
-¿Por qué no tendría que haber sido como cualquier otra noche?
Dice antipática y lo más inmaduro que le sale. Merlin, tiene quince años, ¿qué le va a hacer?
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Hasta que se gira y se va a grandes zancadas.
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