Don`t speak
Quizás no sea la entrada más pensada de todo esto, pero es que necesito... simplemente descargarlo... También tengo que hacerlo con mis amigos, pero hoy no sentí el clima adecuado.
Ayer fui (o esa era la intención) a un Congreso de Antropología en la UNSa (Universidad Nacional de Salta), me reuní con Mica y teníamos que vernos en la uni con Carla, que vive cerca. La petisa nunca fue, sus razones? sí, importantes, pero jamás aviso! >.< Resulta que había que garpar para entrar ($40!!), nosotras nos dimos media vuelta y recorrimos el lugar: espacioso aunque no tan ordenado y limpio como la Católica, la uni privada de por acá. Había gente al pedo, sin camisa, turistas, vendedores de libros, muchos "blanquitos", como dijo Mica, pocos morochos (tampoco estoy generalizando... sólo nos llamó la atención). Yo me emocioné, era el lugar donde estudiaría Letras!!! ES el lugar donde estudiaré Letras!!! *.* y mi amiga, no tanto, porque quiere estudiar Psicología, que hay en la Católica solamente, o sea, la gita no da... Sentimos realmente lo que es un no-lugar, porque la gente no nos daba bolilla (aunque resaltábamos con nuestras caras de perdidas -_-), cada uno estaba en la suya... el no-lugar lleva a la no-relación.
De vuelta en el centro, fuimos a tomar unos mates a la biblioteca, lugar estratégico y cómodo para nuestras charlas. Hablamos sobre muchas cosas, siempre es así, desde lo más banal hasta el sentido de por qué las manos no crecen cuando se las cortan (ojo! que hay un
sentido filosófico detrás de eso!). Esta vez, nos centramos en Carla, nuestra amiga fayuta, que hasta qué punto es nuestra amiga, los lados de su personalidad, que no nos surge contarle ciertas facetas de nuestra vida, que ella tiene una visión muy cercada de nosotras, etc.(horrible palabra).
Yo la escuchaba y sabía que tenía razón pero yo había sido tan superficial como para no darme cuenta. Hay veces que Mica me sorprende, sé que es transparente conmigo pero tiene la capacidad de siempre lograr sorprenderme. Es de esas personas que van a compartir toda tu vida. Me podría extender (y tendría que hacerlo, pero el tiempo es tyrano) sobre su persona pero el asunto es que llegue a casa, de noche y cansada. Mi vieja llegó más tarde todavía y más hecha mierda. Le empecé a contar mi emocionante tarde, pero ella no me prestaba atención, entonces, lloré.
Me lo venía guardando desde que hablaba con Mica (tenía los ojos húmedos porque hablamos sobre cosas y personas que hacen mi corazón latir más rápido), sólo que aquí estalló por una razón muy distinta, de todos modos, era llanto pueril, que hizo que mi vieja me atendiera. Ella no comprendía del todo por qué quería estudiar Letras, me apoyaba pero estaba como un topo, inseguro. Hablé sobre mi opinión sobre el dinero, el trabajo y mi futuro, lo que yo quiero para mí y cómo conseguirlo, entre mocos y sorbos a la leche tibia que tenía en mi taza preferida. Ella me escuchaba con el entrecejo fruncido, la conozco demasiado (notar hartazgo) como para diferenciar cada gesto suyo, ese era un gesto de "estoy cansada pero esto debe hacerse". Creo que fue la única vez que no levantamos la voz para hacernos entender y que me contuve para decirle "tonta", siquiera para pensarlo. Me dijo que estaba orgullosa de mí, aún de mis partes ásperas, de mi idiotez, porque así impediría dejar llevarme por delante. Hace mucho, desde hace 18 años, quería decirle que es una excelente madre, que ella me crió de esta forma y anoche lo hice a moco tendido. Así nos estuvimos diciendo, nos abrazábamos y nos limpíabamos las lágrimas, las heridas como dos animales agonizantes.
Mi familia es de Bolivia, la materna, allá tenían terrenos y un nombre respetable. Algo sucedió y se los repartieron entre los hijos, excepto a mi abuela, que era la benjamina y a quien mi bisabuela Mechita más amaba, la preferida, la regalona como dicen los chilenos. Con mi vieja a cuestas se vino acá, en contra del resto de la family, que le decía que la deje con ellos, que ellos la iban a criar, que para qué iba a cargar con una nena, y un montón de otras gansadas del mismo tipo ¬¬ Mi nona, de carácter fuerte, hizo lo que pudo para salir adelante. Ella era esquizofrenénica, o es lo más probable, porque cuando se enojaba (y explotaba por cualquier macana) tiraba y rompía todo O.O` Mi vieja tuvo que soportar eso aún cuando yo era chica (ella me tuvo a los 17), porque, a pesar de la locura, ella amaba a su madre. Mi nona me quería, mucho, decía que le gustaba mis cachetes redondos porque no le gustaba que la gente pensara que no nos alimentábamos bien. A pesar de no compartir esa forma de pensar, guardo muy profundo todos los recuerdos de mi abuela.
El origen humilde de mi vieja es como una cadena que la ahoga, una sombra que la cerca y condiciona su manera de pasar la vida. Algunas cosas que mencioné antes no las sabía hasta ayer y eso que nuestra comunicación es fluida... quizás no tanto, porque todavía no le conté sobre mi bisexualidad, mi primera vez (dios, que chapada a la antigua, pensar que es importante que mi madre sepa sobre mi "primera vez", cuando no fue así de importante para mí...).
También por eso, después de terminar muy bien esa conversación y estar bañándome, no podía dejar de llorar. Ella me dijo casi al final: "No hagas tonteras". Es decir ---> "Cuida tu cuerpo y tu dignidad como mujer". ¿Cómo reaccionará cuando le cuente? Es la pregunta que no abandona mi mente.
A la mañana siguiente, lamentablemente tuve que ir al cole con una ojeras tamaño compota, enormes! Encima, no había ido a arreglar mis lentes oscuros -_-U Sabía que apenas saludara a Mica querría saber qué onda, yo le quería contar, aún quiero, y lo hice... a medias. Porque...! Ah, siempre hay una razón! Y si no, la invento! ^.^ El 21 de septiembre es el día del estudiante y se lo celebra en grande por estos lares; en el cole, hicimos una comilona, espectáculos de todo tipo, concurso de baile y nos dieron panchos, gaseosa y helados. Había un ambiente de aturdimiento. Yo seguía reflexionando sobre Carla y todo ella, lo que había hablado con Mica, por lo que prácticamente no abría la boca a su lado, ella se dio cuenta y ahí fue cuando le dije a medias a Mica sobre la noche anterior, cuando llegué a mi nona, las lágrimas apenas se sostenían en mis ojos: miraba la pared mientras buscaba un pañuelo de papel en mi bandolera con un agujero negro, los chicos jugaban al truco en la otra esquina, yo secándome la cara sentada en un banco en el curso casi vacío. A lo largo de la mañana, apenas estuvimos juntas, yo andaba con Mica, y cuando éramos las tres y ella buscaba mi cara, yo miraba hacia ningún lado...
A media mañana, llegó Chacha con su nena recién nacida. Ella había sido mi compañera el año pasado, se quedó de curso y embarazada. Nació el 1º de septiembre y se llama Zoe Delfina. Es simplemente preciosa! Me daba una tranquilidad inmensa verla dormir, bostezar y observarme con sus ojitos negros inquietos. De nuevo, las lágrimas se querían escapar. Pensaba en cómo un bebé cambia a las personas.
Ahora, estoy muerta. Dentro de una hora es la fiesta en mi cole del día del estudiante y de la primavera y de todo lo que se festeja el 21 de septiembre. Fui a casa a almorzar, mi vieja bien, yo bien con ella. Ni me cambié y volví al cole (queda a 20 minutos caminando, 14 corriendo), ayudé en lo que pude, casi nada. Entré al cyber. El resto es historia. Tengo que ir a cambiarme, bañarme no porque soy una cochina ^.^ Volver al cole y tratar de pasarla bien en la última celebración antes de que entre en la UNSa.
Besos---> Gi