Título: El sonido del caramelo líquido.
Autora:
deepclouds.
Fandom: One Tree Hill.
Pareja: Lucas/Peyton.
Tema: #11 - Caramelo.
Género: romance, angst.
Calificación: PG.
Palabras: 420.
Notas: me he saltado unos cuantos, pero ya haré que la historia encaje por orden de la tabla y eso (que así es cómo la quería hacer en un principio). Mi inspiración ha vuelto... más o menos. Me apetecía mucho escribir éste. También tengo que poner algo nuevo de ficción original y tal.
Todas las mañanas, Lucas desayuna tostadas con caramelo. Le gusta destapar el bote y dejar caer el caramelo líquido sobre el pan tostado. Le gusta la forma en que cae el caramelo; tranquilo, silencioso, suave, líquido. Dulce.
A Lucas le gusta mirar a Peyton mientras dibuja en la cafetería. Concentrada, con movimientos suaves, aislada.
Está en todas partes. En la puerta, junto a las taquillas, en la biblioteca, en el gimnasio. Y no, él no debería mirar a Peyton estando con Brooke.
Pero no puede evitarlo, Brooke es tan… ¿brusca? ¿escandalosa? ¿tan Brooke?
-Voy a dejar esto-dice Lucas mientras se levanta.
-¡Vale, novio!-exclama Brooke rompiendo el silencio de la biblioteca.
Y ahora está ahí, en la sección de poesía, tan sola, tan distante. Y a la vez llamándole desesperadamente.
-Peyton.-El ambiente sigue estando un poco tenso. ¿Cómo no iba a estarlo?
-Hola-sonríe tímidamente, de esa forma en que Lucas nunca adivina que está pensando.-Estaba… buscando el libro que me dijiste.
-Es éste-lo señala.
-Oh-mira su cubierta-, gracias-sonríe de nuevo.
Peyton trata de actuar con naturalidad, como si entre ellos no hubiera nada, como si nunca hubiese pasado nada, como si ella no estuviese pensando ahora mismo “cómo me gustaría besarte”.
La sonrisa se congela en su rostro. Y se miran, profundamente, fijamente, como si pudieran ver más allá de las pupilas. Lucas se olvida de Brooke, y del mundo, y sólo ve a Peyton, tan Peyton, tan... atrayente.
Y le besa. Peyton le besa. Y Lucas siente que era lo que estaba deseando desde la primera vez que la vio.
El beso le sabe familiar, le sabe a caramelo líquido cayendo sobre una tostada. Lento, pausado, líquido. Dulce.
Hasta que Peyton, que estaba apoyada en las estanterías, se separa.
-Yo n-no… puedo. -Y se da media vuelta y se va.
-El… libro-murmura Lucas cogiéndolo de la repisa de la estantería.
Todas las mañanas, Lucas desayuna tostadas con caramelo. Le gusta mirar cómo cae el…
-¿Lucas? ¿En qué piensas?-dice Karen desde la barra de su café.
Levanta la mirada, sonríe y piensa “el sonido del caramelo líquido al caer”.
-Mmmm...
-Otra vez pensando en el baloncesto…-y aunque intenta parecer enfadada, Karen no lo está; se le escapa media sonrisa. Probablemente Karen sabe que su hijo no está pensando en el baloncesto.-Vas a llegar tarde al instituto.
-Sí. Me voy-sonríe, se levanta, va hacia la barra y le da un beso en la mejilla a Karen.
Después recoge su mochila. Y dentro está el libro de Peyton.