Sep 06, 2007 23:27
Y pensé en ti. Sí, aunque habría prometido olvidar. Supongo que volví a olvidarme de olvidar. Suele pasar(me). Y bajar del autobús, todavía con los recuerdos molestando, como cuando estás seca y llevas el pelo mojado. Y ver que estás ahí. Creer que eres otra persona. Pero no. Eres tú. Inmensamente tú. Más alto. Camisa verde. Y pantalones negros. Tú. Quién iba a decírmelo. Y se me cayó el mundo encima. En toda su totalidad. Clavada allí me quedé. La calle transitada y el semáforo en rojo. Le susurras algo y ella se ríe. Y yo sigo caminando sin poder respirar bien. Claroquenoerestú. Paso de largo. Y me giro. Todavía en rojo. Y eres tú. Y yo vuelvo a parar. El semáforo cambia, y cruzáis cogidos de la mano. Y yo sigo ahí. Sin ser vista. Y la gente empuja y tiene prisa. Llevan relojes en lugar de corazón. Cambiaron el tic-tac por latidos del corazón. Lloro. Antes de pensar en nada. Sin porqués. Lloro. Y punto. Aunque odie llorar delante de la gente. Lloro en una de las calles más transitadas de la ciudad. Recuerdo que he quedado y camino. Y me cuesta respirar -comounodeesosataquesqueledananana- pero no importa. Y empieza a chispear y empujo más los huesos. Llego a la estación y no hay nadie. Me alegro de no haber llegado tarde. Tranquila.¿No quieres que te vea llorar, verdad? . Tranquila. Y no lloro. Me aguanto. Y ya está. Y no pasa nada. La gente sigue pasando. Los trenes han vuelto y hay regresos y comienzos. Tranquila. Empieza a chispear. Tranquila. Si fuera una película, sería el momento en el que él la ve llorar y corre a consolarla. La música suena alta y lenta, y entonces surge el esperado flechazo. Pero la triste realidad es que no hay ninguna posibilidad. Porsupuestoqueno. En cambio, tiene cosas aún mejores. Porque entonces la ves. Con su camisa a rayas. Su melena agitándose con cada trotecillo. Y su sonrisa. Sonrisa-salvavidas. Y te ve. Y sonríe. Y sonríes. Un abrazo, más sonrisas y un que tal. ¿Adónde vamos? E intercambios. Y de repente, todo va mejor. Porque es ella Y realmente caza pesadillas. Aún sin darse cuenta.
- ¿Y tú que opinas?
- Que contigo, todo irá mejor.