Jan 03, 2012 12:16
Mi primer día de trabajo después de vacaciones y estoy aquí, en despacho ajeno, tocándome las narices.
Echo la vista atrás y creo que he vivido un buen año. Atrás quedó, en el 2010, un gordo, estresado y algo autodestructivo Bluty que estaba hasta la polla de la vida. He conseguido sobrevivir con mi trabajo por cuenta propia y he tenido tiempo para dedicarme a mis cosas: tocar la guitarra, jugar al baloncesto y disfrutar de los placeres de la carne. He vivido con poco dinero, lo cual me ha hecho apreciar que lo más importante de la vida, no tiene una valoración económica (cuanta razón tienes, mastercard). Y quizás en esta sintonía con el mundo que me rodea apareció ella, en septiembre, en el concierto de Baseballs, y todo fue a mucho mejor.
Yo, que soy más de impulsos que de planificar, no he hecho propósitos para el nuevo año. Ya deje de fumar hace un año, ya adelgacé lo que quise adelgazar también en el año pasado (aunque la buena vida me vuelve a pasar factura) y me apunté a un gimnasio que dejé después de tres meses porque los gimnasios son una puta mierda y una pérdida de tiempo. Creo que me gustaría volver a beber más, pero ya mi cuerpo no reacciona igual ante el alcohol.
Así, ahora, tengo ganas de averiguar que me trae el 2012. Quizás continúe con mi vida de autónomo o me busque un curro en algún despacho, quizás siga en España o por fin me dé por dejar la patria por un tiempo más o menos largo, quizás me mude o cambie de ciudad (las islas tienen muchas papeletas para ello).