Esto es todo lo que me acompaña en esta tarde extraña en la que tanto llueve como hay un sol radiante. Días bipolares que los llamo yo.
Esperando a que terminen el exámen de recuperación de tipografía, para poder entregarle el trabajo pendiente, pienso que siempre estoy en la cuerda floja y jamás doy paso firme. Se me comen las responsabilidades, perdón, las obligaciones, porque sé ser responsable en muchos ámbitos de mi vida. Aún así, no consigo sacar fuerzas para terminar lo que me queda de curso (unos 2 trabajos y un par de memorias) porque veo que realmente he pasado un año vacío en lo que a estudios se refiere. He aprendido mucho, muchísimo y he crecido una exageración tanto como diseñador que como persona, pero en el curro. Realmente el grado este año no me ha aportado casi nada (excepto un par de exposiciones, la lectura de un libro económico y un par de fantas gratis). Espero que el año que viene me sea más gratificante...
Ya huelo las vacaciones. Cerraré las ventanas, pues no puedo dejar que los pájaros de fuera despierten a los pájaros de mi cabeza, porque como me pajaree, un pajarito me ha dicho que me cortarán el pajarito de cuajo. Eso sí, los huevos los seguiré teniendo en el nido.