Ay, pero qué rico

Jul 10, 2007 20:43

Cuando soy un parásito improductivo de la sociedad, tengo la costumbre de vivir de noche y dormir durante todo el día, así que a veces, por andar jetona, me brinco una o dos comidas.

Suelo despertarme a eso de las seis-siete de la tarde. Generalmente mi madre no está, Hiram tampoco o está dormido también. Gibrán tampoco está, pero por que está en Mexicali haciendo intersemestrales. Y apenas abriendo los ojos, desde mi cama miro hacia la estufa de la cocina y juzgando por las ollas o sartenes imagino la comida que habrá preparado mi madre. Hoy había una olla gigantesca. ¿Caldo o gallina pinta? - me pregunté (que dicho sea de paso, gallina pinta es un caldito típico sonorense, que consite en frijol, maíz blanco y res. No preguntan dónde está la gallina, jaja).

Era caldo de pollo. ¡Que bueno estabaaaaa! Digno de volver religioso hasta al más ateo y bendecir al caldito ahí mismo. Y luego la papa cocida con mantequilla, tsss. Maldita sea, espero no haberme quedado con hambre xD.

Aah, y es que comidas tan sabrosas y variadas (sobre todo variadas) nomás puedo comerlas en estos días de libertad. ¡Oh sí!.
Previous post Next post
Up