Numero de palabras: 3,126
cuatro;
Kyungsoo evita a Chanyeol y a todos juntos a través de la próxima semana, lo que resulta increíblemente fácil porque es puesto en un cuarto lleno de otros niños traviesos, debido a la escena que había causado, este fue castigado. Ninguno de sus amigos esta asociado con esta gente, por lo tanto Kyungsoo menos. Bueno, al menos lo intenta de todos modos. Hay un chico llamado Joonmyun que sigue tratando de hablar con el, pero Kyungsoo trata de mantener su mente en otras cosas, tales como los mensajes de texto de su novio, por ejemplo. Sin embargo, para gran molestia de Kyungsoo, Joonmyun es persistente y lleva a cabo su molesta persistencia hasta que finalmente Kyungsoo se aparta en medio de estar escribiendo textos a Jongin.
―!¿Que quieres?¡ ― dice Kyungsoo casi gritando, haciendo a Joonmyun inclinarse hacia atrás y parpadear un par de veces.
―Solo quería saludarte, jeesh ―murmura Joonmyun, dándole la espalda y mirando hacia adelante en su lugar. Kyungsoo suspira.
―Lo s-siento. No quise reaccionar así, estoy cansado, eso es todo ―dice Kyungsoo mas suave esta vez. Joonmyun inclina la cabeza ligeramente antes de mover todo su cuerpo, arrastrando su silla y su escritorio mas cerca de Kyungsoo.
―Esta bien. Soy Joonmyun.
―Ya lo se.
―Oh.. bueno, hola ―Kyungsoo le sonríe y la conversación muere rápidamente. Pero Joonmyun esta decidido a no dejar este momento deslizarse.
―Así que..... ¿eres amigo de Chanyeol? ―solo ante la mención de su nombre, Kyungsoo se muerde el labio y mira hacia otro lado, encogiéndose de hombros.
―Ya no estoy seguro.. ―admite, con voz tranquila y temblorosa. Solo que ahora, la realidad de que podría estar perdiendo a su mejor amigo de la infancia lo golpea en la cara.
―Ah. Lamento escuchar eso, muchacho. Espero que pronto arregles las cosas con el ―los labios de Joonmyun se inclinan de lado, una sonrisa de disculpas adornando su rostro.
―Es mi culpa. Ah, como sea, no hablemos sobre esto. ¿En que año estas? ―decide preguntar Kyungsoo.
―Undécimo grado, mi ultimo año, ¡finalmente! ―el estomago de Kyungsoo se revuelve. El esta solo en octavo año entrando a noveno. ¿Por que un niño de undécimo grado estaba hablando con el?
―Oh... E-Eso es bueno ―murmura Kyungsoo.
―Muy. ¿Que acerca de ti, Kyungsoo? ―pregunta Joonmyun.
―e-espera, ¿como sabes mi nombre? ―Joonmyun sonríe y golpea ligeramente su nariz, haciendo a Kyungsoo medio preguntarse si esta tonta corta conversación era en realidad lo que Joonmyun había querido en primer lugar. Kyungsoo gira sus ojos y vuelve a mirar su teléfono, terminando de escribir el texto que estaba a punto de enviarle a Jongin.
ㅤ
Kyungsoo discute con su madre por primera vez esa noche. Ella parecía tan enfadada con el y Kyungsoo no sabia por que. Ella le grito y arrojo cosas alrededor de la habitación, aunque estas no iban dirigidas a el, Kyungsoo se asusto y termino saliendo de la casa. Ya era tarde y sabia que Jongin se volvería loco por aparecer sin llamarlo esa noche, pero realmente no le importaba.
Mientras golpeaba la puerta con furia, las lagrimas se juntaban por sus mejillas. Nunca había visto a su madre molesta y enojada desde que su padre murió. Era algo tan horrible de ver y Kyungsoo sabia que se trataba de algo mas aparte de haberse metido en problemas en la escuela. Cuando Jongin finalmente abre la puerta, Kyungsoo salta sobre el, cruzando firmemente sus brazos alrededor de su delgada cintura, lagrimas empapando su camisa gris. Una vez mas, toma una hora por lo menos para Jongin lograr calmar a Kyungsoo antes de poder averiguar que este había discutido con su madre. Jongin suspiro con frustración.
―Bebe, no puedes seguir haciendo esto. Alguien va a sospechar de donde vas cuando sales ―murmura Jongin, limpiándole las lagrimas que todavía caen, con sus pulgares.
―P-Pero.. dijiste que p-podría venir aquí c-cada vez que quisiera! ―solloza Kyungsoo, con el cuerpo temblando, porque ahora, ni siquiera se siente realmente bienvenido por Jongin.
―No, ¡No quise decir eso! Ugh, ¡Kyungsoo! ¡¿Quieres que vaya a la cárcel?! ―Jongin se para del sofá y camina delante de la chimenea.
―P-Por supuesto que no.. S-Solo..
―Bueno, si no quieres eso, ¡entonces deja de ser tan descuidado! ―Kyungsoo se estremece ante el alza de la voz de Jongin y se hunde mas en el acolchado sofá. Su labio inferior tirita, pero incluso eso no impide a Jongin el gritarle.
―Si alguien se entera acerca de nosotros, Kyungsoo, conseguirás que me metan a la cárcel. Nunca seras capaz de volverme a verme, y tu, conseguirás ir a un hogar de niños bajo los ojos de la ley, van a considerar a tu madre como no apta para criarte. Teniendo sexo con un hombre mas de quince años mayor que tu, bajo sus narices. Excelente crianza ―La voz de Jongin se eleva a lo mas alto y las lagrimas de Kyungsoo solo empeoran.
―¡Mi mama no es una mala madre! ¡D-Deja de decir eso! ―aúlla Kyungsoo, un chorro de confianza recorriendo su espina dorsal.
―¡Bueno, ella lo es! ¡¿Ha notado tu cojera? ¿Los moretones?! Joder Kyungsoo, ¡mira tu cuello! ¡ella debe estar jodidamente ciega de no haber visto eso! ―Kyungsoo había tenido suficiente. Sin siquiera pensarlo, se levanta y camina por sorpresa a través de la habitación. Instantáneamente la palma de su mano se conecta con la mejilla de Jongin y el sonido de un fuerte golpe hace eco a través de la habitación. Jongin sostiene su punzante mejilla mientras Kyungsoo solloza, sus manos apretadas en puños.
―Mi mama no es una mala madre. Ella hace su mejor esfuerzo ―susurra Kyungsoo en vano. Sabe que su mama es una mala madre. Se preocupa mas por su trabajo que de su hijo, incluso apenas notando los cambios de su hijo durante el ultimo año. El estomago de Kyungsoo quema cuando Jongin se endereza después de unos segundos antes de que lo sucedido, cuando se da cuenta de cuan cerca están sus cuerpos.
Jongin agarra firmemente el cabello de este y lo obliga a doblar la cabeza de la manera mas dolorosa. Su voz es oscura, aterradora y hace debilitar las rodillas de Kyungsoo. Pero esta vez, no es a causa de las mariposas o los besos. Esta vez, es causa del miedo puro.
―Si alguna vez vuelves a tocarme así, te haré desear nunca haberlo hecho ―voz como el veneno, Kyungsoo es empujado al suelo, sus hombros dolorosamente golpeando el piso frió. Jongin camina sobre el sin siquiera mirar hacia abajo y deja inmediatamente la habitación. Pies arriba de las escaleras caminando fuerte y Kyungsoo en el suelo. Deja de llorar de manera patética hasta que los dedos del sueño lo arrastran hacia las profundidades de su mundo.
Cuando se despierta, la culpa lo golpea directamente en la yugular. Había golpeado a Jongin. Incluso lo había abofeteado. Le ardían los ojos y le dolía la cabeza mientras se levantaba del suelo. Kyungsoo no pierde tiempo en salir de la sala de estar y hacer su camino hacia las escaleras. Por un momento se encuentra fuera de la habitación de Jongin, tratando de frenar su ansiedad, en realidad ni siquiera es capaz de abrir la puerta.
Una vez que esto sucede, finalmente, Kyungsoo empuja hacia abajo el mango de la puerta, encontrándose con una tenue luz alrededor de la habitación azul claro. Hay un bulto en la cama y Kyungsoo vagamente puede divisar la espalda de Jongin mientras en voz baja y con la punta de sus pies atraviesa el cuarto. Sube por debajo de las cubiertas aun completamente vestido y se queda completamente quieto por un momento. Jongin no se mueve y su respiración ya no es irregular, así que Kyungsoo se mueve un poco mas cerca; apretándose contra la espalda del mayor mientras sus brazos se desplazan alrededor de su cintura.
―H-Hyung.. ¿Estas d-despierto? ―susurra Kyungsoo, con la voz casi inaudible.
―Si ―es la áspera respuesta que obtiene Kyungsoo de Jongin. Traga grueso, sin saber que decir.
―L-Lo siento por g-golpearte.. S-Solo estoy.. loco. Por favor n-no te molestes conm-migo ―lagrimas incontrolables se derraman de las esquinas de los ojos de Kyungsoo y hunde su rostro mas profundo contra la espalda de Jongin, sollozando en voz alta mientras su cuerpo tiembla. Grandes manos moviéndose para cubrir las suyas hacen al cuerpo y la mente de Kyungsoo frenarse, al instante se siente mas a gusto.
―Esta bien, bebe. Solo no lo vuelvas a hacer, ¿esta bien?
ㅤ
ㅤ
Pasa una semana y Kyungsoo tiene el perdón de Jongin por haberlo abofeteado. Sin embargo, no mencionan lo que Jongin había hecho. Lo deja permanecer en el aire espeso de tensión, para nunca sacar a relucirlo o hablar de ello de nuevo. Kyungsoo no quiere hablar de ello. Tiene miedo. El miedo no es por Jongin, propiamente. No es mas que miedo por lo que este es capaz de hacer.
Entonces Kyungsoo se queda tranquilo, solo contribuyendo cuando es necesario. No se presenta en casa de Jongin a través de la semana sin enviarle mensajes de texto primero y aun no ha hablado con Chanyeol tampoco. De alguna manera, su mente esta demasiado envuelta en Jongin como para importarle algo mas.
Un sábado temprano por la mañana, Kyungsoo despierta bajo el dosel en la cama de Jongin. Mantas gruesas envueltas alrededor de cuerpo y el sueño aun nublando su mente. Moviéndose en la cama, esperando sentir el calor al lado de el, pero en cambio, se encuentra con el otro lado de la cama frió. Abre lentamente los ojos, sus cejas se fruncen mientras empieza a sentarse en la cama. No hay nadie en la habitación, pero hay una nota adhesiva amarilla que esta encima de una caja de almuerzo que le llama la atención. Despegandola, la lee rápidamente.
Bebe, tengo que ir a trabajar. Tenia una reunión urgente que no podía esperar. Sin embargo, volveré en la noche. Quédate si quieres, pero no abras la puerta. Ademas, hice el desayuno para ti. No tuve corazón para despertarte, te veías demasiado lindo. Volveré luego :) besos
Kyungsoo suspira y pone la nota de vuelta en la parte superior de la caja antes de volver en las gruesas mantas. ¿Que iba a hacer ahora? Dormir, supone. Así que lo hace. Duerme hasta ya no poder dormir mas. Se despierta a las cuatro de la tarde. Decidiendo que ya había dormido suficiente, rueda sobre su espalda y mira el desayuno situado en la caja. De repente no siente mucha hambre, así que decide dejarlo para un rato mas tarde.
Puede sentir un gran revuelo entre sus piernas y sabe muy bien lo que paso durante su largo sueño. Levanta los cobertores, y muerde su labio inferior. Jongin se volvería loco si se corriera en su cama ¿no? Pero habían tenido sexo un montón de veces aquí.. no estaría de mas ¿no? Kyungsoo lame sus labios secos, decidiendo que no importaría demasiado. Pero a mitad de camino de correrse y impulsar el semen sin rumbo hacia las sabanas que literalmente olían a Jongin, su teléfono vibra con furia contra el gabinete de madera. Responde con un brusco 'hola' pero casi empieza a llorar cuando se da cuenta de que es Jongin quien lo llama.
―Bebe.. ¿Que haces? ―pregunta Jongin juguetonamente, Kyungsoo puede oír susurros en el fondo, pero no hay voces que pueda conocer.
―H-Hyung.. T-Te necesito t-tanto.. ―lloriquea Kyungsoo al teléfono, con las mejillas ardiendo de excitación mientras surca sus caderas hacia arriba otra vez. Gime entre la fricción de su pene y las sabanas, arañando desesperadamente la almohada debajo de su cabeza.
―Bueno, hyung no regresara hasta dentro de unas horas. Pero.. podría ser capaz de hablar de esto ―murmura Jongin con voz ronca. Kyungsoo oye una puerta cerrarse al otro lado de la linea.
―P-Por favor.. ―gime Kyungsoo, un tembloroso suspiro se escapa de sus labios mordidos.
―En primer lugar, pon el altavoz ―Kyungsoo lo hace rápidamente y deja el teléfono al lado de su cabeza.
―Ahora, acuéstate sobre tu espalda ―un susurro demuestra que lo hace. Kyungsoo aplana sus pies contra la cama, piernas separadas lascivamente. Patea la ropa de cama lejos, porque ahora el calor era demasiado para el.
―Pellizca tus pezones, bebe. Deja a hyung oír como te sientes, también ―ordena Jongin, voz mezclada con excitación. Kyungsoo hace lo que este le dice, dedos duramente pellizcando y retorciendo sus pezones. Gime el nombre de Jongin un poco muy fuerte mientras empuja sus caderas en el aire, desesperadamente deseando que fuera la mano de Jongin la que esta envuelta alrededor de su pene ahora.
―Chupa tus dedos. Solo dos de ellos ―Kyungsoo lo hace, aun pellizcándose un pezón mientras enjabona sus dedos en saliva.
―Ahora metetelos.. ―gruñe Jongin. El gemido que rompe a través de los pulmones de Kyungsoo, hace a Jongin susurrar algo por el telefono que es inaudible. Kyungsoo empuja dos dedos en su interior, inmediatamente invadiendo su apertura.
―Eso es, bebe. Lo estas haciendo genial. Ahora toca tu pene ―todo lo que Kyungsoo puede oír son los jadeos y gemidos bajos escapar de Jongin, lamentablemente la linea del teléfono lo hace un poco difícil de oír. No paso mucho tiempo para que Kyungsoo se corriera después de eso, un sobresaltado grito escapa de sus gruesos labios mientras su semen blanco golpea su estomago.
―Buen chico. Ahora ve a tomar una ducha, necesitas prepararte para esta noche.
―¿E-Esta noche? ―gime Kyungsoo, aun bajando desde su inmensa altura.
―Si, te llevare al cine.
ㅤ
ㅤ
Kyungsoo lo espera pacientemente en el sofá, con los dedos rasgando contra su rodilla. Jongin le había dicho que estaría en casa a las ocho en punto, eso fue alrededor de una hora. Kyungsoo esta vestido con unos jeans negros ajustados, una chaqueta gris y una camisa blanca cuello en V. Incluso había arreglado su cabello como a Jongin le gusta.
Su ansiedad se dispara por las nubes, pensando automáticamente en que Jongin lo había dejado por otra mujer. Habían tantas personas por ahí, muchas mujeres hermosas con pechos grandes, caras bonitas y voces hermosas. Tantas que podrían fácilmente podrían reemplazar a Kyungsoo. El no era nada en comparación de algunas mujeres con las que Jongin trabajaba. Kyungsoo estaba terriblemente celoso de ellas.
Tenían caderas y curvas, Kyungsoo era recto hacia arriba y recto hacia abajo. Ellas tenían labios bastante lindos y grandes ojos, Kyungsoo apenas tenia doble parpado y sus labios casi siempre estaban agrietados y divididos. Tenían piel suave y delicada. La suya era amoratada y normal como la de un adolescente debía ser. Kyungsoo lo odiaba. Odiaba compararse con estas mujeres, pero no podía detenerse mientras el odio lo envolvía. Una hora mas tarde, Jongin tropieza dentro de su casa. Kyungsoo inmediatamente salta del sofá para encontrarlo en el pasillo.
―¡¿Donde estabas?! ¡Te he estado esperando por horas! ―rompe Kyungsoo. Tomando torpes pasos y Jongin dejando su chaqueta en el suelo. Obviamente, este estaba borracho.
―Oh dios. Sabias que íbamos a salir ¿¡Y aun así te emborrachaste!? ―Kyungsoo esta enojado, es evidente.
―Yah, ¡deja de hablarme d-de esa manera! ―dice Jongin señalando a Kyungsoo con el dedo, bueno, lo que el pensaba que era Kyungsoo, por el momento, lo estaba viendo doble.
―¡Te puedo hablar como me de la gana! Jongin, me dejaste esperando durante un largo tiempo. Podría haber ido a casa de mama, pero no. Me mantuviste colgando de un hilo, ¡como siempre! ―Kyungsoo no sabe de donde proviene todo esto. Esta tan malditamente enojado. Hirviendo, en realidad. Y Jongin solo lo irrita mas cuando se quita delante de el, con esa molesta vaga sonrisa extendida por su cara.
―Bebe, relájate, podemos ver una p-película aquí. ―Hipo Jongin, tropezando hacia las escaleras.
―Sin embargo, ¡yo quería salir! ¡No me gusta estar siempre encerrado en tu maldita casa! ―maldice Kyungsoo, pisando con el pie como un niño con berrinche. Jongin lo ignora, y solo sigue su camino por las escaleras. Bueno, intenta. Kyungsoo no renuncia. Lo sigue hasta el dormitorio, todavía gritando palabras incoherentes a la espalda de Jongin mientras este comienza a quitarse la ropa.
―¡Oh dios, Kyungsoo! ¡Date un descanso! ¡No todo gira entorno a ti! ―Jongin no esta gritando, pero suena enojado, aunque sus palabras aun son mal articuladas. Pero Kyungsoo ignora la advertencia, y simplemente continua.
―¡No es justo! ¡Siempre me pones de lo ultimo! Siempre es 'Si Kyunggie bebe, haremos esto esta noche' ¡pero nunca eres capaz de hacerlo! Estoy harto de esto Jongin, ¡estoy harto! ―las venas de Kyungsoo casi saliendose de su cuello. Jongin da la vuelta, poco a poco dando pasos hacia el.
―¿Harto de que? ¿De mi? ―su voz es aterradora otra vez. Oscura.
―Y-Yo.. Si. Ya no quiero estar mas conti.. -las palabras de Kyungsoo se cortan. Un brusco golpe en la mejilla de este lo manda a volar. Una vez mas aterriza en el suelo, golpeando sus hombros, esta vez, fuera de la alfombra. Su cuerpo se paraliza, lagrimas surgiendo instantaneamente de sus grandes ojos mientras agarra su punzante mejilla. El borracho Jongin se aleja tan pronto como se da cuenta de lo que ha hecho y cae al suelo, arrastrando rápidamente a Kyungsoo hacia arriba.
―B-Bebe, oh d-dios. No fue mi i-intención g-gol... lo s-siento mucho ―todo el cuerpo de Kyungsoo tiembla, con las manos sin soltar su punzante mejilla. Jongin lo atrae hasta su regazo, envolviendo fuertemente con los brazos alrededor de su cuerpo, sollozando y acunándolo.
En lo primero que Kyungsoo piensa son las duras palabras que Chanyeol le había escupido. Todas las advertencias que Baekhyun le había dado. Todas las miradas de preocupación y cortos mensajes de texto de Luhan para saber si estaba bien. Y en todo lo que no fue dicho con palabras pero si con miradas de nostalgia de Sehun. Todos ellos atacando, pero no al mismo tiempo.
Con Jongin sollozando su corazón en su cuello, prometiendo que el no había querido hacerlo y repitiendo que lo siente, ninguna de las advertencias en la cabeza de Kyungsoo tiene sentido. No hay luces intermitentes señalandole que salga de ahí, no hay voces diciéndole que se aleje de Jongin. Kyungsoo esta adormecido y este yace ahí en los brazos de Jongin, con lagrimas aun corriendo libremente por sus mejillas sin siquiera darse cuenta.
―Bebe, por favor h-háblame. P-Por favor no me dejes. T-Te amo mucho. Hyung lo lamenta m-mucho ―las manos de Jongin ahuecadas entre la cara de Kyungsoo mientras las lagrimas corren por su rostro, pero Kyungsoo no puede dirigir palabras. Solo mira inexpresivamente de vuelta a Jongin, sus ojos desvaneciéndose junto con todo lo demás.
Esa noche fue la primera vez que Kyungsoo vio a Jongin llorar.
Esa noche fue la segunda vez que Jongin había lastimado a Kyungsoo.
Esa noche, Kyungsoo se da cuenta que las promesas de Jongin no significan nada.
ANTERIOR▐
CAPITULO CINCO