Fandom: Naruto
Pairing | Género: Naruto/Sasuke | Angst, hurt/comfort
Palabras: ~~2,200 (esta parte), 5,700 en total.
Rating | Advertencias: MA | Sin spoilers del final, not epilogue compliant.
Notas: Otra manera en la que Sasuke pudo volver. Originalmente inspirado por la canción Touch de Daft Punk (mi mente, en serio) y escrito bastante antes de saber el final; así que esa parte es inventada.
el camino más largo (para volver al principio)
Sasuke no sabe qué hace ahí, solo sabe que quiere volver.
El silencio se abre paso de repente, desde su posición hacia delante. Los de la retaguardia se han quedado paralizados al darse cuenta de su presencia, y la mitad de ellos olvidan sus heridas y le miran, atónitos. Un murmullo se extiende por la gente como la pólvora.
Sasuke tiene la katana en su espalda y se queda quieto, esperando a que el revuelo se calme. Hay una distancia prudencial entre él y Naruto pero aún así se mantiene en posición defensiva. Procura no parecer agresivo; para los que están no necesita realmente ni el sharingan.
-Naruto.
No alza la voz, no se altera, y el tono es imposiblemente neutro. Se quedan todos en silencio, esperando algo, alguien que decida qué hacer.
Naruto se queda quieto por unos segundos. Se gira e, inevitablemente, los ninjas abren un pasillo ante él. Coge aire, frunce el ceño, Sasuke lo ve todo como a cámara lenta. Comienza a andar pero no va corriendo, ni saltando, ni gritando; conserva la cautela como si un movimiento brusco pudiera hacer que desapareciera.
*
Sasuke está ahí, con las manos caídas a los lados, la ropa desgarrada, sangre en sus mejillas, y le siente roto. Lo puede ver, como siempre ha podido leer lo que pensaba.
Le está diciendo muchas cosas, así, sin palabras, con las pupilas indistinguibles en la oscuridad de sus ojos.
No pienso pedirte perdón.
Se lo dice la espalda tensa, recta, la barbilla alta, el orgullo que casi puede oler.
Y qué, piensa él. No lo necesita, porque ahora le entiende. Ahora sabe lo que es necesitar la venganza como el respirar, las ganas de hacer daño, de hacer sufrir a alguien lo mismo que él sufría.
Entiende que culpabilizar a Sasuke es lo lógico, pero él ya no puede hacerlo. Porque él ha sido igual por un momento y podría mirarles a los ojos y confesarles que él mismo estuvo a punto de liberar al Kyubi en medio de Konoha cuando ésta estaba ya en ruinas.
Que Minato había salvado la aldea de nuevo, que Naruto tenía más de monstruo que Kurama, a veces.
Es más fácil pensar que Naruto se descontrola cuando saca el poder del zorro, es mejor opción que la real, en la que elige, siempre elige, en última instancia, absorber algo más de su poder, sabiendo que ese poco más puede ser el que le haga perder la noción de la realidad y caer en el abismo del odio.
El poder es adictivo y otro cuento no, pero el del egoísmo Naruto se lo conoce bien.
Recuerda entonces, todavía mirándole a los ojos, en esos segundos eternos, cuando le paró atacando a Sakura. A veces recuerda aquel día y no quiere pensar qué hubiera pasado si Kakashi no hubiese llegado a tiempo, si él no hubiese llegado a tiempo; y qué hubiera hecho con Sasuke.
Se siente sucio y enfermo solo de pensarlo porque no quiere saber la respuesta, es un camino por el que no quiere ir, Sakura no murió y ahora Sasuke está ahí y le mira.
Esos ojos, sabe que esos pozos oscuros que tiene por ojos serán siempre su perdición. Que nunca podrá decir que no si le mira así, con todo lo que tiene de bueno escondido bajo la capa que todo el mundo ve.
Él conoce cosas que nadie conoce, ve la debilidad ahí, tan claro como que le tiene delante ahora mismo.
Kurama está inusualmente callado en su interior y siente curiosidad, quiere preguntarle pero se mantiene hermético y no sabe si alegrarse o preocuparse.
Siente todo el chakra hostil bullir a sus espaldas cuando se acerca un paso más. Alza la mano pidiendo tranquilidad y seguidamente, ignorándoles, la acerca a su cara y toca su frente. Es un toque leve, simple.
Solo quiere comprobar que no es, otra vez, un sueño de esos en los que le tenía cerca y que le hacían sentir como si hubieran sido una pesadilla al volver a la realidad.
Porque en su realidad él no estaba.
Le sorprende la inesperada reacción en el rostro de Sasuke. Parpadea un par de veces y le mira a los ojos, dolidos y tristes, pero hay algo más que no termina de identificar.
Es una expresión curiosa. Naruto ve el dolor pero no siente rechazo al toque. Baja el dedo rozando ligeramente su nariz y se quede mirándole, intentando descifrarle. Hay un brillo diferente en sus ojos, y Naruto no sabe qué botón ha tocado en él pero se alegra porque de repente reconoce esa expresión y nunca la ha visto en Sasuke.
Naruto ha tenido mil heridas y sabe que el peor dolor, con diferencia, es después. No el momento posterior a la herida, gracias a la adrenalina corriendo por el cuerpo y al sentirse en el fragor de la batalla. Después, mucho más tarde, el estar en la cama de hospital y revivir una y otra vez la causa de la herida, mientras esta pica y escuece y no se la dejan rascar porque está curando.
Sasuke tiene esa misma cara. Del dolor de recomponerse.
-Sasuke -susurra, finalmente, y la voz raspa y quema su garganta.
*
A Sasuke le gustaría decir que espera su veredicto, pero en realidad lo que él espera es que la sentencia no sea demasiado dura, aunque sabe que lo merece. Está tan cansado. Cansado de vengarse, cansado de huir, cansado de no tener a nadie.
Incluso aunque no pida perdón, espera una rebaja en la condena.
Aún siente el fantasma de los dedos de Naruto sobre los de Itachi, en su frente, y por alguna estúpida razón le hace tener esperanza.
Naruto sonríe.
-Vamos a casa.
Suelta el aire que estaba reteniendo casi sin querer y sigue a Naruto, sin bajar la cabeza, mirando sin ver al equipo ANBU y a sus compañeros de la academia mirarles con una mezcla de sorpresa y odio y rencor. Sasuke ni siquiera recuerda sus nombres.
(shikamaruinohinataleechouji)
Sabe que lo único que le protege ahora mismo de intentar ser linchado es que va con Naruto pero, sinceramente, nunca le ha importado lo más mínimo y no va a empezar ahora.
Distingue sin esfuerzo dos chakras que se acercan por su espalda, y no necesita mirar para saber quiénes son ni lo que traen con ellos. Sakura, cariño, anhelo. Kakashi, confianza.
¿Por qué?
Casi quiere pegarles, por ineptos. Naruto es Naruto y la inconsciencia le viene de serie, e incluso puede entender lo de Sakura, pero, ¿él?
¿De verdad esa confianza que siente es Kakashi?
Y es entonces cuando le recuerda, aquella vez que le hizo sentir pequeñito y débil y como si no supiera nada de la vida, y su última frase, que sonó como una sentencia y aún así tenía el valor de decirlo sonriendo.
A mí ya no me queda nadie.
Le entendió demasiado tarde.
Naruto mira ligeramente hacia atrás y Sasuke atisba la sonrisa brillante de felicidad. Y recuerda aquella oportunidad y recuerda el ojo curvado de Kakashi intentando que no fuera por el camino que no debía.
Se da cuenta de que por primera vez en mucho tiempo ha dejado de vigilar sus espaldas, y se siente seguro y a la vez estúpida, inmensamente agradecido de tener a alguien, al final del camino, pese a todo.
Cuando llegan a casa de Naruto, el rubio es todo sutileza y echa a Sakura y a Kakashi a que vayan a -gestos a su espalda, susurros - la gente de la aldea y sobre todo a la vieja - más gestos escondidos.
Sasuke piensa que tiene que ser él quien vaya donde la hokage que no llegó a conocer y enfrentarse a ella pero no sabe como hacerlo, porque se siente tan, tan cansado.
Como si no hubiera dormido en mucho tiempo. Le duelen los ojos. El esfuerzo contra Madara ha sido demasiado, lo sabe, y sería de estúpidos negar que las técnicas de su hermano le quitan la visión el doble de rápido que si las hubiera desarrollado por su cuenta.
Le han protegido todo este tiempo, y el se aprovechó de ellas como pudo, pero quizá si hubiera sabido antes el desgaste que le iban a provocar... aunque no sirve de nada pensar ahora en eso.
Piensa en hablar pero el nudo en la garganta no le deja y además, qué. Qué va a decir a estas alturas. No había tenido un plan cuando había aparecido ahí, delante de todos, solo sabía que todo era negro y a la vez todo era Naruto, todo lo que quería ver, como una luz que por muy cegadora que fuese es mejor que la completa oscuridad en la que estaba viviendo.
De repente se da cuenta de que Naruto lleva hablando un rato.
-...y la cocina está en esa puerta aunque dudo que haya mucha comida, y el baño ahí. Y ahí es mi habitación y, ah. Espera que mejor te voy a buscar algo para dormir. Ve yendo a la ducha, si quieres.
Sasuke asiente, algo aturdido, y Naruto desaparece en la puerta que ha señalado como su habitación.
El baño tiene algo de polvo pero está limpio, en general. Sasuke se desnuda lentamente, mirándose en el espejo cuando termina. Hacía tiempo que no lo hacía y le sorprende verse tan demacrado. Tiene los ojos hundidos, rodeados de ojeras moradas, los labios cortados, sus pómulos sobresalen como los de un cadáver.
Las costillas se le marcan contra la piel y Sasuke las repasa con los dedos, piensa en que no recuerda cuándo fue la última vez que comió algo.
*
Tiene que parar un momento tras la puerta cerrada para respirar. Se ha mantenido tranquilo delante de él pero tenía miedo de que en algún momento le diera un puto infarto de lo rápido que le iba el corazón.
Quiere llorar porque no se lo cree, es demasiado, Sasuke está ahí, a dos metros; le puede escuchar bajo el sonido de la ducha, y tiene que hacer un esfuerzo para gastar el chakra que ha recuperado en el descanso en cambiar y asegurarse de que está ahí.
Se mira la ropa, rota y llena de tierra y sangre y es cuando recuerda que Sasuke está igual.
Busca algo de ropa para ambos, descartando lo naranja para Sasuke y se acerca antes a la cocina, solo para confirmar que todo da bastante asco en la nevera. Tampoco es que tenga hambre, no realmente, porque hay algo en su estómago que tampoco tiene claro que le dejara hacerlo.
Con la ropa en las manos y el corazón encogido, se acerca al baño.
*
Oye unos toques en la puerta que no esperan su respuesta. Naruto aparece tras el vaho y le deja algo sobre el lavabo, saliendo sin decir nada más.
La ducha le hace sentirse mejor, el agua arde y limpia un poco los recuerdos de toda la pelea, el olor a muerte que no pensaba que pudiera ser mitigado. Sale del baño con la ropa que le ha dejado. Los pantalones le quedan grandes y la camiseta también, y le alegra que haya elegido ropa de funeral para él.
El negro pega más con su ánimo.
Sale y se lo encuentra en el sofá. Se sienta a su lado y nota cómo Naruto aguanta la respiración.
-¿No vas a preguntarme nada?
La voz le suena cascada, como si hiciera años que no la usa. Tiene un nudo en la garganta que no consigue hacer desaparecer.
-Mm-hm -niega con la cabeza. Sonríe. Duele un poco, esa sonrisa-. Te vas a hartar de preguntas de la vieja Tsunade y los demás kages. De hecho, no sé si estoy confiando mucho en que Kakashi-sensei sea capaz de retenerles por hoy -suspira, aún sin mirarle.
Sasuke se queda callado, desentrañando las grietas de la pared en su mente, intentando entenderle. No sabe cómo hacerlo sin pelearse con él. Nunca lo ha hecho.
-¿No tienes miedo de que cambie de opinión y me vaya?
Los ojos de Naruto se mueven hacia él durante una décima de segundo y siente como su propio corazón deja de latir, pero Naruto se encoge de hombros.
-Volvería a ir a por ti -Sasuke traga saliva, pero no responde-. Pero creo que no hubieras vuelto si no hubieras querido quedarte.
-Pareces seguro.
-Lo estoy.
-¿Por qué?
Naruto sonríe.
-Porque confío en ti -es como una puñalada en medio de su pecho-. Puedes dormir tranquilo, Kurama me despertaría en caso de que pasase algo.
La expresión de Sasuke se vuelve interrogativa.
-Ah. Kurama, el -se señala la tripa con aspavientos-Kyûbi.
-Hn-asiente, confuso pero sin intención de preguntar más.
Naruto le ofrece su cama y él se coge una simple manta del armario y se queda un segundo en la puerta, antes de salir.
-Buenas noches, Sasuke.
Desaparece por el pasillo y Sasuke se queda sentado en el borde del colchón, quieto, respirando hondo.
Esperaba olor a sucio y a ramen, y solo encuentra el olor a hogar.
parte 2