[Fic] [Naruto] No mires atrás. Cap 3 - El círculo, completado.  

May 06, 2008 21:51

Fandom: Naruto
Género: Angst/Drama
Personajes: Itachi/Sasuke.
Rating: R.
Palabras: 2.963.
Advertencias: Spoilers hasta el capítulo 133 del animé o 238 del manga. Es decir, la primera parte completa.
Basado en el ninjaverse.Itachi/Sasuke, así que, yaoi explícito, incesto, chan (19/14 años) non-con/dub-con, o sea,consentimiento dudoso. Luego no digáis que no os he avisado. Además,hay sangre, por si fuera poco. Y si me estiras, algo de BSDM.
Notas: Escrito para el quinesob de Abril/2008 (desde la mitad del cap 2 hasta la mitad del último xD). Todas esas advertencias de arriba van por este capítulo, así que disfrutadlo cuidadín xD.



La noche se cernía sobre las calles de Konoha. El pequeño Sasuke se dirigía a la zona de los Uchiha, contento por haber terminado satisfactoriamente otro día en la Academia Ninja. Alcanzó la calle principal sin notar nada extraño, perdido como iba en sus pensamientos, pero mientras avanzaba fue siendo consciente de que algo diferente se notaba a su alrededor, distinto a otras noches.

Volvió a la realidad y al momento descubrió qué era. Las luces. Era de noche, sin llegar ni de lejos a ser la hora de dormir, y todas las luces de todas las casas estaban apagadas. Es más, incluso muchas farolas habían dejado de emitir luz, aunque se dio cuenta de que era porque estaban rotas. Había kunais y shurikens clavados por doquier, y antes de que el pensamiento de un ataque penetrara completamente en su mente, algo llamó su atención.

Pero en el mismo momento en el que iba a mirar, vio la calle desde otro punto de vista. Estaba alto, y se había mirado a sí mismo a los ojos. Sólo duró un momento, y al segundo siguiente volvía a ser él.

Sacudió la cabeza intentando quitarse la extraña sensación del cuerpo.

Había recorrido la mitad del camino cuando vio un cuerpo en el suelo. No le hizo falta comprobarlo para saber que estaba muerto. Simplemente lo supo, y corrió hacia su casa, esperando encontrar a sus padres, o quizá a su hermano. Itachi sabría qué hacer, él era un genio, fuerte, no como Sasuke.

Consiguió llegar hasta su casa y entró llamando a gritos a sus padres. Una vez pasado el primer shock, el pánico había hecho mella en él.

No, no, no, no, no…eran lo único que podía pensar al ver los cadáveres de sus progenitores. Un momento… ¡una sombra! ¡Su hermano mayor!

- ¡Hermano! Nuestros padres… alguien ha… hermano, ¿qué pasa? - preguntaba, confuso, mientras veía el rostro sereno de Itachi.

Entonces cambiaba la perspectiva, y Sasuke ya no fue más Sasuke. Ahora sí, definitivamente se veía a él mismo. Desde el punto de vista de su hermano. Pero algo era distinto. Veía todo completamente nítido, desde las motas de polvo que flotaban en el ambiente hasta las estrellas, cruzando la pared de la casa. ¿Qué era esa sensación? ¿Qué era ese poder? Se sentía pletórico. Invencible.

Sin poder controlar el cuerpo en el que estaba, vio el shuriken lanzado por su hermano hacerle una herida en el hombro..

La situación era completamente agobiante y le estaba poniendo al límite. Vio al pequeño Sasuke salir corriendo. Escuchaba la voz de Itachi desde ambos puntos de vista, sintiendo la fuerza del sharingan ardiéndole en los ojos, la cabeza a punto de explotar al saber lo que iba a sufrir en menos de diez segundos esa pequeña parte de él. Ese niño asustado que siempre temería ser menos que su hermano, porque era lo que le habían enseñado.

Y comenzó. Y ahora era él quien tenía el control de ese espacio. Controlaba el tiempo y los objetos. Era el dueño de ese universo. En el momento en el que el niño empezaba a gritar, la conciencia de Sasuke volvió a su cuerpo original. No más poder, sólo quedaba sufrimiento. El pánico empezó a llenarle el pecho, no tenía sitio en los pulmones para respirar, cogía y expiraba el aire de manera errática hasta que aparecieron los ojos de Itachi en todo su campo de visión. En ese justo momento…

… despertó, lanzando por puro instinto el kunai que guardaba siempre al lado de su cama al centro mismo de la puerta de su habitación.

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La entrada no se le había resistido tanto como creía. Había penetrado en la guarida de manera silenciosa y sin llamar la atención, aunque sabía que además de Sasuke no había nadie más que le pudiera oír.

Adelantó varios pasillos sin rumbo fijo hasta que detectó el chakra de su hermano. Le sorprendió, ya que ¿con quién iba a estar peleando? Sin prisa siguió hacia delante, torciendo en algunas esquinas, sabiendo casi sin duda el camino hasta la habitación en la que encontraría, por fin, lo que había ido a buscar.

Cuando llegó, oyó unos ruidos, y agudizó el oído para reconocer los gemidos de su hermano. Parece que alguien está teniendo una pesadilla. Su sonrisa se acentuó; como suponía, le conocía como la palma de su mano.

Se acercó a la puerta y en ese instante la punta de un kunai atravesó, no del todo, la madera que le separaba de Sasuke. Su instinto también ha mejorado.

Cogió la manilla y comenzó a abrir…

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Joder. Hacía mucho que no dormía tan profundo como para sufrir las pesadillas. Pero esta vez… esta vez era distinta. La sensación de poder no se había disipado del todo. ¿Así que eso es el Mangekyô Sharingan? No me extraña que…Espera, ¿qué estoy pensando? Dije que no lo iba a hacer como quería él, y no lo haré. Ni siquiera pensaré en la posibilidad. No lo pude hacer entonces, no voy a ser capaz de hacerlo ahora.

Incorporado en la cama, aún recuperando la respiración, se dio cuenta de que no había lanzado el kunai por la pesadilla. Había alguien ahí fuera. E iba a entrar.

Con el corazón en un puño, vio cómo la manilla comenzaba a moverse y, atónito, contempló a Itachi entrar en la habitación. Se levantó de un salto notando un dolor, fuerte pero soportable, en sus tendones de los tobillos, mientras cogía y sujetaba varios kunais en cada mano.

Intentó no darle tiempo a reaccionar, pero cuando se los lanzó, en su interior sabía que sería incapaz de darle. Lo más importante era conseguir de ahí y poder luchar en otro sitio. La única salida que había estaba bloqueada por él.

Itachi esquivó con facilidad los proyectiles, y avanzó un paso, y otro más. Sasuke entraba en pánico, e hizo los sellos del chidori. No tuvo en cuenta que no hacía mucho ya había gastado la mayoría de sus reservas de chakra, y para conseguir terminar de hacer la técnica, se vio obligado a sacar el sello maldito. Las manchas negras inundaron su piel como si se trataran de las partes de un tatuaje. Con la tormenta eléctrica en miniatura metida en su mano, corrió hacia Itachi.

Tal como había pasado hacía ya más de un año, Itachi esquivó su chidori, aunque, mientras sujetaba su mano, pegó una patada directa a la parte trasera del tobillo de Sasuke, y un puñetazo a su estómago.Los rayos salieron disparados y rompieron su capa, cayendo esta hasta el suelo. Sasuke se dobló sobre sí mismo, ya con el chidori extinguido, y clavó las rodillas en el suelo, cayendo hasta él a los pocos segundos. Se agarró el tobillo, todavía lanzando pequeños gemidos de dolor.

Miró hacia arriba, a su hermano, mientras el sello desaparecía de su cuerpo. El golpe al tobillo le había tomado completamente por sorpresa. Ató cabos. La presencia que había notado durante la pelea con Kabuto no había sido imaginaria. Sabiendo eso, y teniendo en cuenta que al saltar de la cama las piernas le habían temblado, su hermano había ido directo a su punto más débil. El dolor le atenazaba las piernas, y trepaba por su cuerpo casi imposibilitándole incorporarse.

Itachi le miraba con superioridad.

- No has cambiado mucho en este año y medio. ¿Te das cuenta de cuán grande sigue siendo la diferencia entre nosotros? Cuando supe que te habías unido a Orochimaru… No te voy a negar que me alegró que por fin salieras de Konoha, que sólo te debilitaba. Pero todavía… todavía no tienes mis ojos.

Cogió a Sasuke del cuello y lo levantó, poniéndole contra la pared. Le encantaba esa sensación. De poder, de dominación. De sentir que estaba bajo su control. Que podía hacer con él lo que quisiera. Sasuke intentaba resistirse, pero Itachi estaba empezando a notar que esa misma resistencia aumentaba las ganas de sobreponerse a su hermano. Quería hundirle, ver esos oscuros ojos, tan parecidos a los suyos, expresando rendición.

La imagen de su hermano pequeño completamente sumiso a él entró en su mente como una apisonadora, y aplastó gran parte de su autocontrol. No podía negarse que le excitaba ese sentimiento de superioridad.

- …te juro por mi vida que un día…

Las palabras de Sasuke no terminaron por salir de su garganta. Violentamente y sin darle tiempo a reaccionar, Itachi le dio la vuelta y rasgó la parte superior de su ropa, mientras le sujetaba con fuerza pegado a la pared. Notó cómo Sasuke hacía nuevos esfuerzos por sacar chakra, ya fuera suyo o del Sello. No había nada que temer, era la ínfima fuerza que le daba la desesperación y el pánico.

Sasuke no entendía qué estaba pasando. Notaba la respiración ansiosa de su hermano, y, a pesar del pánico, no podía evitar sentirse totalmente sorprendido por ello. Itachi no era así, le había visto pelear sin alterarse lo más mínimo. Y ahora le sentía… no sabía ni cómo explicarlo. Las palabras no terminaban de formarse en su mente. Estaba entrando en un estado muy cercano al ataque de pánico.

Cálmate. Cálmate. Así no vas a ninguna parte. Cálmate. Se repetía esas palabras en la mente, pero no conseguía relajar los músculos. El dolor en el tobillo, la presión de su hermano aplastándole contra la pared, todo era demasiado. Le costaba respirar. Notó un dolor más agudo y más fuerte de lo común en la marca de su hombro.

No.

El dolor estaba alrededor de la marca. Con gran esfuerzo, giró levemente la cabeza, dañandose la mejilla contra la pared y vio cómo Itachi estaba mordiéndo tan fuerte que parecía que de un momento a otro iba a atravesarle la piel con los colmillos.

- ¿Qué…? ¿Qué estás…?

Pero, en ese momento, Itachi liberó la presión y la sustituyó por la de su lengua. Sasuke ahogó un gemido de alivio, el dolor había mutado en algo, por lo menos, soportable. Itachi sujetó sus dos manos a la espalda, y con la otra agarró su barbilla, rodeándole el cuello con el brazo. Estaba totalmente inmovilizado. Y vulnerable a lo que su hermano tuviera en mente.

No sabía porqué había terminado bajando la cabeza hasta morder el Sello de su hermano, pero el tacto le estaba volviendo loco. Notaba en la lengua el chakra, caliente y maldito, intentar salir de su prisión; notaba hasta las ansias de asesinar de esa energía.

Antes de darse cuenta, estaba desplazando la boca hacia su cuello, más excitado de lo que había estado por nada en toda su vida. Los movimientos que Sasuke hacía para liberarse le rozaban la entrepierna y a ese paso iba a volverse loco.

Su hermano pequeño sí que se estaba volviendo loco. Era todo demasiado confuso. Había seguido intentando liberarse aún a sabiendas de que no iba a poder, pero empezaba a pensar que era mejor parar. Cuando se relajó, intuyó la sonrisa de su hermano en la nuca, y, sorpresivamente, le soltó la mano y bajó la suya hasta ponerla en su cadera. Y le empujó hacia él, haciendo que notara la dureza de su hermano en su pierna.

Abrió los ojos tanto que pensó que se le iban a salir de las órbitas. Si antes estaba confundido, ahora ya… No sabía cómo reaccionar a eso. Itachi liberó su otra mano, y le movió hasta ponerle cara a cara. El sharingan de Itachi estaba activado, tres marcas rodeando su pupila, y le miraba con una expresión de avidez en los ojos. Lo único que evidenciaba cómo se sentía eran las gotitas de sudor que se le veían a tan poca distancia. Sasuke se sorprendió a sí mismo pensando en lamerlas. En limpiar esa cara impasible de todas las impurezas.

Como un relámpago, le vino a la cabeza la idea de que nunca iba a poder superar a su hermano. La profundidad de sus ojos, rojos como el fuego del infierno, le decían que no era posible. Que el poder innato que su hermano escondía nunca lo llegaría ni a rozar con los dedos. Bajó los ojos, pero Itachi le obligó a subir la cabeza estirándole del pelo de la nuca, obligándole a abrir la boca.

Sin que Sasuke pudiera hacer nada por evitarlo, Itachi aprovechó ese resquicio en introdujo su lengua, incapaz de detenerse. Recorrió la cavidad completa saboreándola, como si fuera un manjar del que nunca podría saciarse. Era más una violación que un beso. Hundía la lengua, empujando hasta que la cabeza de Sasuke dio un golpe contra la pared. Creyó estar alucinando cuando notó la lengua de Sasuke moverse ligeramente, respondiendo al beso, sometiéndose a él. Se separó, no sin antes lamerle y morderle por última vez los labios enrojecidos e hinchados.

Con la mano aún en su nuca, hizo presión hacia abajo hasta que Sasuke estaba de rodillas delante de él. Se le pasó una imagen por la cabeza pero la desechó. No quería eso. Quería más. Quería hundirse en él, hacerle daño, que nunca olvidara quién era su hermano y para qué vivía. Que recordara la venganza que le debía.

Le obligó a echar el cuerpo hacia delante y se colocó detrás de él, con las piernas a los lados de las suyas. Le quitó la cuerda y terminó de desnudarle. Tenía el cuerpo lampiño y pálido, tan parecido al suyo hacía algunos años. Le sujetó ambos brazos a la espalda, sólo por el placer de tenerle agarrado. Con la mano libre, se desató sus propios pantalones.

Comenzó a rozarse contra su hermano, disfrutando del tacto. Sasuke no pudo evitar dar un respingo por la sensación. Necesitaba algo. No sabía qué, nunca lo había sentido de esa manera pero mataría en ese momento porque alguien le tocara.

Como si le hubiera leído el pensamiento, Itachi se agachó ligeramente y movió su mano hacia el pecho de Sasuke. La bajó aún más y empezó a acariciar los dos miembros, ya ambos duros, con ella. El gemido, casi un sollozo en su hermano y más un gruñido en él mismo, le impulsó a dejar libres las manos de su hermano para meter sus dedos donde antes había estado su lengua. No era amable y la saliva se le escapaba a Sasuke por las comisuras de los labios.

Cuando los tuvo suficientemente mojados, los llevó hacia su entrada y comenzó a introducirlos. Sasuke intentó, por puro reflejo, alejarse de la intromisión, pero fue rápidamente sujeto por los dedos de su hermano clavándose en su hombro. Los terminó de introducir y comenzó a moverlos de forma circular y de dentro a afuera, haciendo sitio, abriéndole. Cuando sintió que era el momento, sacó los dedos. El pánico volvió a Sasuke cuando notó algo más grande y duro presionando, y se cerró en banda.

Itachi se acercó hasta su oído y mordió el lóbulo.

- Así va a ser peor… shhhh… eso es…

Consiguió relajar los músculos un momento. Itachi no había dejado de empujar, y aprovechó ese segundo para enterrarse completamente en él. El gemido, casi un grito, de Sasuke se acercaba más a uno de dolor, pero no le importó demasiado. Le apretaba completamente, Itachi estaba literalmente ardiendo.

Empezó a moverse, mientras se echaba de nuevo encima de él. No podía parar. Le lamía las vértebras, le mordía el Sello. Siguió acariciándole y Sasuke comenzó a superar el dolor, que se fundía en la frontera con el placer. Sobre todo cuando, imprevisiblemente, Itachi tocaba algo ahí dentro que le hacía gemir y crispar los dedos contra el suelo de piedra.

El ritmo se empezó a volver ligeramente errático, tanto en las embestidas como en las caricias. En la parte baja de su tripa comenzó a arremolinarse una sensación, sentía como si un pequeño huracán estuviera preparándose en su interior, dispuesto a arrasar con todo. Cuando el orgasmo le alcanzó, prácticamente llegó a la inconsciencia.

Itachi estaba casi al borde de terminar y la estrechez de Sasuke presionó su dureza de arriba abajo. Se corrió con un gruñido grave, apretando tanto los dedos en las caderas de su hermano que estaba seguro de que tendría marcas que no se irían en días.

Cuando se hubieron pasado los últimos estertores, empezó a ser consciente de lo que había hecho. No se arrepentía. Había hecho lo que interiormente había querido hacer, ni más ni menos, aunque antes de ese día no lo hubiera sabido.

Los brazos de Sasuke no tenían ya fuerzas para aguantar su cuerpo, y salió de él, dejándole completamente tumbado en el frío suelo.Se ató los pantalones y se puso la rasgada capa, sin dejar de mirarle.

Sasuke se quería morir. Él no había querido eso. Su cuerpo había reaccionado sólo, no podía siquiera pensar en el asco que se daba a sí mismo. Se sentía sucio, y traidor. Hacía tiempo que era esto último, pero esta vez era contra sí mismo. Odiaba a su hermano con toda su alma, había vendido su vida anterior por poder matarle. Eso que acababa de pasar era lo más horrible que le podría haber hecho.

Ahora que todo había terminado, empezaba a notar dolor por todo su cuerpo. Volvió la cabeza, pegando la mejilla a la piedra, y le miró, con todo el rencor que pudo reunir en su estado. No tenía energías ni para hablar. Siempre seguido por sus ojos, Itachi se acercó hasta la puerta.

- Estúpido hermano, te lo he dicho antes y te lo vuelvo a decir. No me vale con el odio que sientes ahora mismo. Con ese odio no puedes matarme, no puedes venir a por mí - volvía a ser el mismo de siempre -. Cuando lo consigas, búscame. No antes.

Y con esas fatídicas y últimas palabras salió de la habitación, dejando a su hermano en su infierno particular.

En ffnet

30proyectos, ship: uchiha itachi/uchiha sasuke, ! fanfic, * fandom: naruto, rated: ma, fic: no mires atrás, long: multichap

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