...así pues desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa, no me dieron envidia sino frutos
esos otros están aquí
sus poemas son mentiras de a puño
son verdades piadosas
están aquí rodeándome, juzgándome
con las pobres palabras que les di.
Hombres que miran tierra y cielo
y a través de la niebla o sin sus anteojos
también a mí me miran con la pobre mirada que les di
son otros que están fuera de mi reino claro,
pero además estoy en ellos...
A veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando
de pronto me parecen lejanos
tan remotos que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto
y otras veces en cambio los presiento tan cerca
que miro por sus ojos y toco por sus manos
y cuando odian me agrego a su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría
¿Quién hubiera dicho que estos poemas míos
iban a ser de otros?
Mario Benedetti~