(no subject)

Oct 28, 2009 20:49

Buahhh, qué vaga que estoy últimamente. Debería de llevar más al día el journal, pero es que estoy mentalmente dispersa.

Héctor volvió el sábado de Japón y por fin ya está aquí... Me ha traído un montón de cosas bonitas y frikis. Las tres semanas que ha estado fuera se me han hecho muy largas, pero lo he pasado mejor de lo que yo esperaba porque he hecho muchas cosas (festival de Sitges, escapada a Girona, un cine con David y Joan, pelis y series con Mari y Mar, una tarde con María...) aunque tenía unas ganas de verlo que me moría. He intentado no ser muy pesada y no rallar a Mari en exceso (creo que lo conseguí) y ahora estoy exultante... perdidamente enamorada y con unas ganas de que llegue el sábado para estar con él que me muero. Si me he dado cuenta de algo en su ausencia es que la falta de comunicación (debido en este caso a la falta de logística, la ausencia de tiempo y la diferencia horaria) es lo peor que puede ocurrir y que a veces nos montamos películas por una frase escrita a destiempo o una exclamación escrita varias veces. Y desde luego los comentarios que he tenido que escuchar en el trabajo sobre por qué se ha ido tanto tiempo, sin mí, y cómo le he "permitido" irse con una amiga (en realidad eran siete personas, pero sólo se han quedado con el cuento de que se iba con una amiga) eran bastante patéticos. Falta de confianza en ellas mismas y en sus parejas. En fin, para mí ha sido muy beneficioso este periodo de tres semanas porque ha reforzado aún más lo que sentíamos el uno por el otro, nos hemos echado de menos y hemos pensado mucho el uno en el otro y qué esperamos de esta relación. Desgraciadamente, este tipo de cosas no las entiende mucha gente e intentan amarrar con falsas justificaciones a la otra persona. Querer a alguien es dejarle libre.

Y paro ya de filosofar...

rutina

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