De guardia

Apr 13, 2009 17:50

Hoy es fiesta en Catalunya, Comunicad valenciana y alguna comunidad más, pero a mí me ha tocado trabajar hoy, de guardia, por lo que estaré aquí 13 horitas y mañana más...

Bueno, no me quejo porque al final he tenido unas minivacaciones en Barcelona muy fructíferas en todos los sentidos.

A pesar de que el tiempo no ha acompañado estos días (lluvia y más lluvia) el viernes nos fuimos al Parque del Laberinto, en Horta, a hacer fotos. Pocas porque ya digo que llovía mucho, pero al mismo tiempo el parque estaba precioso. Me recordó mucho, sin parecerse en nada, al parque que hay en Merrion Square, donde está la estatua de Oscar Wilde, en Dublín. El parque tiene un toque decadente que me gustó mucho y, aunque pensaba que sería más grande, estuvimos como unas dos horas paseando. Después de allí nos fuimos a comer algo y luego a la playa de la Mar Bella, paseando porque de repente dejó de llover y aprovechamos el aire limpio y la relajación del mar. Habíamos comprado ya las entradas para ver Watchmen (que ya comentaré, porque es caso aparte) así que a las 18.30 nos metimos en el cine. Vimos Watchmen (¿alguien se ha enterado de algo?) y a la salida, nos fuimos a beber algo al irlandés de Urquinaona. Me encanta ese pub, es grande y ponen buena música. Después, a dormir.

El sábado amaneció con un día soleado y un cielo lleno de nubes que parecían algodón. Nos íbamos a Calonge, un pueblo cercano a Barcelona, donde celebraban un mercado medieval. Había mucha gente y hacía calorcillo. Muchos puestos con productos típicos de la zona y actuaciones de activadades medievales (las luchas medievales y una demostración de cetrería, donde me quedé impresionada por las aves que tenían, especialmente la águila pescadora, de Estados Unidos, ¡preciosa!). Comimos por allí y después nos tomamos un té a la menta en una pseudo kashba que me encantó. Desde allí nos fuimos a Platja d´aro, a pasear por la playa y el espolón. Lástima que me había dejado la cámara en el coche, y estoy arrepentida totalmente, porque el paisaje era precioso. Luego a Barcelona, ya por la tarde. Paseo por el Gótico, pinta de Guinness y después cenamos en un restaurante en las Ramblas que tenía una pasta buenísima. Yo perdí la nación del tiempo... llegué a casa por la noche, no muy tarde, pero después de todo el día por ahí y tantas emociones estaba rendida. Qué gusto meterte en la cama cuando piensas que la vida es maravillosa.

Sí, estoy teniendo una etapa cursi, pero me encanta...

rutina

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