Unknow

Oct 27, 2006 14:56

Desde ayer llevo razonando, y soy una desconocida. No para mí misma, sino para los demás.

Te das cuenta cuando tu mejor amiga te pregunta cuál es tu color favorito ("¿El azul? ¡Pero si de siemrpe el azul ha sido el mío!") y la persona a quien confías las cosas que a tu mejor amiga no le puedes contar te dice "¿pero tú quieres casarte?". Cuando tu madre te dice que eso de las manías es una simple fijación pasajera, y no recuerda que de pequeña -en mi antigua casa- encendía y apagaba las luces del baño con la mano izquierda después de haberlo hecho con la derecha, o que cuando paso la mano por un marco de fotos o por una puerta, tengo que hacerlo con la otra. Cuando tu padre se sorprende de que puedas levantar la ceja -habiendo yo nacido con el sarcasmo como apéndice- o cuando la profesora de ética te acusa de haber copiado el trabajo de algún libro, "porque NADIE en 4º de e.s.o es capaz de escribir así". Tu prima favorita se piensa que estás en bachillerato y tu abuela sigue diciéndote que "no se puede ser tan fría, las emociones existen para expresarse". Tu hermano no se cree que nunca hayas tenido novio y aún, NI UNA PERSONA se ha dado cuenta de que no puedo hacer la cama los fines de semana si no estoy escuchando "Sing, sing, sing" -porque esa canción fue escrita para mí, se sincroniza para todo lo que hago. Cuando le dices a tu padre: "papá, hay un concierto de Bruce Springsteen el 22 en Córdoba, ¿podemos ir?" y te contesta "¿desde cuándo te gusta Bruce Springsteen?" -desde que forro la agenda escolar con sus fotos, papá-. Cuando te miran idiferente cuando comentas "hoy hace 66 años que nació John Lennon" o se meten con los homosexuales en tu presencia. Cuando piensan que escuchas "música de la época de mis padres" y que lees "poesía ñoña". No saben tu sexualidad -bisexual hasta que se demuestre lo contrario- ni tu religión -creo en Dios, en Cristo y me santiguo cuando veo un coche fúnebre, pero estoy en guerra abierta con la Iglesia y opino que todos deberíamos tener algo de budistas. Cuando tu mejor amigo se mete con las series que te gustan y no puedes reprocharlo -porque él es un maldito caso aparte.

Y tal vez sea raro, pero me gusta. Me gusta tener intimidad, y saber que cuando dicen "te conozco mejor que tú misma" o "te conozco como si te hubiera parido" no es cierto. Sigue jodiéndome la ignorancia de cosas básicas (como la procedencia de "Azu") o los comentarios homofóbicos. No fui al concierto de Bruce ni a cantar "Imagine" junto a la tumba de John. Siguen sin saber qué o de qué escribo. Soy una completa desconocida para la gente y me doy cuenta de que soy yo quien moldeo mi apariencia, mis sarcasmos, mis bromas o lo que muestro de mí según con quién esté. Me gusta no saber adónde voy pero que, sea donde sea, seré capaz de mostrar lo preciso de mí. Tal vez, como la de las luces o la de colocarme las gafas y ponerme bien el mechón cuando salgo a la pizarra, sea otra de mis manías neurótico-paranoicas.
Pero, claro, sis es la escepción ^_~ me gusta que ella sea la única que -mayormente- me conozca. Porque, to be on your own is great, yow know? Like a rolling stone.

Y cambiando radicalmente de onda, hoy es el cumple
tainah. Ya que no ha hecho post de anuncio -o al menos no aún-, la felicito por aquí. Lo sé, es una putada eso de hacernos mayores y perder la inocencia ::JA de fondo::. Pero siempre nos quedarán el fandom y el síndrome de Peter Pan. And, it's only time, no?

Y ya hace tiempo de eso, pero creo haberle comentado a
aryneta el escribirle álgo sobre la pérdida. Lo escribí el día después de decírselo (en la página 181 de mi libro de Lengua), pero no lo he pasado hasta ahora. Ya saben, a mí no me gusta, pero juzguen ustedes. Quizás algo agresivo y cruel pero a mí tampoco me dieron a leer la letra pequeña cuando firmé el contrato de la vida.

Contra la creencia popular, sí sabemos lo que tenemos cuando lo perdemos. Sabemos que puede hacérsenos pesado, que a veces anteponemos algo a aquello que siempre está con nosotros. Podemos necesitarlo tanto como el aire que se respira, o desear a veces que desaparezca. Pero siempre forma parte de nosotros y sabemos que la esencia nos sigue adonde vayamos. Es tan nuestro como el propio cuerpo que nos contiene.

Y entonces se va. Se va para no volver, dejando un apenas difuso recuerdo. Lloras, te autoculpas, piensas qué hubieras podido hacer mejor o cómo podrías haber demostrado lo que te importa. Pero sabes que ya no hay tiempo, que es inútil. Sabías que lo tenías pero evadiste que lo fueras a perder. Y, si hay algo inevitable en ésta vida, es la pérdida.

escritos misc, una servidora

Previous post Next post
Up