Seven books. One story.

Feb 04, 2008 19:41


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No tengo tiempo para esto. Y debería estar haciendo cosas mucho más productivas (como estudiar para el examen de paliativos de mañana, por ejemplo), pero no pude evitar subir el video.

Lo he visto y me he acordado de cómo me sentí cuando terminé DH.

Me compré los tres primeros libros en el verano del 2000 (por aquel entonces yo tenía 12 años). Yendo caminando con mi padre en el pueblo de mis abuelos, pasamos por una librería que tenía un pack de PF, CS y PA muy mono. Encuadernados en amarillo y metidos en una cajita.

A mi siempre me ha gustado leer, así que cuando pasamos por delante del escaparate me paré a mirar a ver qué había que me gustase. El amarillo me llamó la atención y le pedí a mi padre que me los comprara (sí, reconozco que mi padre siempre suele ceder a mis caprichos, pero es que yo tengo caprichos bastante razonables, eh! ^^).

Cuando llegué a casa de mis abuelos, lo primero que hice fue sacar mis libros e ir corriendo donde mi madre a enseñárselos. Recuerdo perfectamente la respuesta de mi madre: '¡Anda! Son los libros tan famosos de los que hablan en el telediario, los del niño mago'. Yo no había oído hablar de Harry Potter nunca. Ni mucho menos de que fuera un niño mago literario, así que mi madre acababa de estropearme la sorpresa. La miré mal y me fui con ellos a la habitación. Estuve el resto de la semana desaparecida. Harry tenía por aquel entonces casi mi misma edad y eso, para una niña demasiado fantasiosa que siempre había soñado y estado fascinada con la magia, era algo muy importante. Tal vez no fuera todo mentira. Tal vez a mi también me iban a mandar una carta.

Ingenua. Lo sé. Pero, repito, yo tenía doce años. Y no era como las niñas de doce años son ahora. (Aunque no hayan pasado más de ocho años...)

Una semana fue lo que tardé en leerme los tres libros. Cuando acabé El Prisionero de Azkaban era evidente que ahí no se podía terminar la historia. Tenía que haber más. Faltaban taaaaantas cosas por resolverse. Así que cuando me volví a mi casa, lo primero que hice fue googlear harry potter. Ni si quiera recuerdo la cantidad de entradas que encontré (seguramente muchas menos de las que encontraría ahora si lo hiciera), pero después de buscar y rebuscar, encontré lo que estaba buscando: había un cuarto libro. Y no sólo eso, sino que iban a ser siete. ¡Siete!. No podía estar más emocionada. El problema vino cuando mi padre se negó a comprármelo ya mismo (es concesivo, pero no tanto). Así que tuve que esperar a la navidad. Me llevó una tarde terminarlo.

Y después tres años. Tres años en los que me dio tiempo a re-leerme los libros al menos tres veces y a ver las dos primeras películas.

El 21 de junio de 2003 (lo he buscado, no soy tan friki ^^) se publicaba Harry Potter and the Order of the Phoenix, pero tardaría otro año más en salir en español. Ese julio lo pasé en Londres. Un domingo convencí a mis amigas para escaparnos de Croydon (donde estaba mi host-family) e ir a Londres a ver el Andén 9 y 3/4 a King's Cross. Una vez allí, mi cámara se estropeó (como conscuencia aún no tengo la foto, la tiene mi prima y nunca hice copia) y hubo un accidente en el metro. Cortaron la circulación. No había metro. No había trenes. Sólo un montón de taxis que parecían haber subido sus tarifas de repente. Pero eso es otra historia.

El 30 de julio estuvimos en Oxford St., en Picadilly Circus, haciendo el canelo metidas en la fuente de Trafalgar Square... Y estuvimos también en Hamleys, donde tenían una sección entera dedicada a Harry Potter y un montón de columnas de plastico llenas de ¡grageas de todos los sabores!. Estaba alucinando. Mi decepción vino cuando un dependiente muy majo, viéndome tan fascinada, me dijo que volviera al día siguiente. Al preguntarle porqué, me dijo que era el cumpleaños de Harry Potter e iban a hacer una fiesta. Podéis imaginaros mi frustración. Teníamos clase al día siguiente. No había manera de que pudiéramos volver a escaparnos a Londres.

Para ese entonces yo había cambiado de host-family (mi madre postiza se puso enferma y la tuvieron que ingresar) y me había ido a vivir con una de las chicas del grupo. La chica en cuestión tenía menos idea de inglés que yo, pero era tan fanática o más de HP de lo que pudiera serlo yo, así que lo primero que había hecho al aterrizar en Londres había sido comprarse el quinto. No entendía prácticamente inglés, así que yo supuse que le gustaba tirar el dinero. Para lo único que le sirvió el libro (y debió ser la única parte que entendió al leerlo) fue para spoilearme sobre la muerte de Sirius. ¡Mi Sirius!. Reconozco que fue un detalle que se le escapó. Estábamos hablando de que sería genial si pudiésemos ver a los actores en persona y del libro y yo le dije que tenía muchas ganas de leerlo, pero que me iba a esperar a la traducción. Ella me contestó que iba a llorar mucho cuando llegara a la muerte de Sirius. Un accidente, pero podía haberle tirado el libro a la cara. No aguanté hasta febrero para leerlo. Conocí a un chico en un foro que me pasó la traducción ''ilegal'' que pululaba por la red y me duró unos tres días (iba haciendo correcciones en el texto sin parar. Supongo que llevo una beta dentro ^^).  Aún así, el día que salió obligué a mi padre a llevarme a comprarlo (tenía que ir a la ciudad) y volví a leerlo. Ahora a esperar.

En el verano del 2004 salió la tercera película. Yo ni si quiera lo sabía (las dos primeras no me habían gustado así que no me daban más las otras). Fui a verla por casualidad. Creo que fue la primera película que ví en inglés sin subtitular. Pasé julio del 2004 en Toronto dando clases con Julie, una chica genial. En una redacción en la que me preguntaba sobre mis intereses, mencioné a Harry Potter. El siguiente domingo me vino a buscar, me dijo que tenía una sorpresa y me llevó al cine. La peli no me dio más, pero reconozco que la transfromación de Remus me impactó.

Hasta el 2005 no saldría Half-blood Prince. Yo estaba en Miami ese julio. El día 16 nos llevaron a un centro comercial enorme del que, si he de ser sincera, no recuerdo el nombre. Sólo que estaba al aire libre y tenía algo así como 13 kilómetros. Me llamó la atención que, en una de las tiendas de libros, había un alboroto increíble y gente disfrazada, cuando me asomé, resultó que ese día salía a la venta (también he buscado esta fecha :P) el sexto libro de Harry Potter. Por aquel entonces yo ya entendía el suficiente inglés para leerlo así que, sin pensármelo mucho, entré y me compré el libro. Ese finde nos íbamos de excursión a Orlando, así que tuve que esperar a que pasara el fin de semana para empezar. Por mucho que me gustara Harry Potter y por mucho que ya tuviera 18 años, prefería disfrutar de DisneyWorld sin el peso del libro en el bolso y sin la tentación de sentarme a leer a cada rato. El lunes sin falta empecé. Tuve entretenimiento para el resto de la semana. Los libros empezaban a parecerme cada vez peores. Daba la impresión de que Rowling se había vuelto demasiado comercial y había editado el libro para que la película no fuera demasiado larga. De hecho, creo que editar es una palabra equivocada. Más bien parecía que simplemente hubiera borrado los párrafos de transición. Todo pasaba demasiado deprisa.

En diciembre de ese año se estrenaba la cuarta peli. Es triste que lo único que recuerde de ese día sea que nevó y lo ilusionados que estaban mis compañeros de la facultad porque la mayoría de ellos nunca habían visto nevar.

Pero aún faltaban otros dos años en salir el séptimo y último, aún sin título. Y otro tanto para la quinta peli.

Me traje a mi hermano ese finde a León y fuimos juntos a verla. Cuando salimos me dijo: 'tengo la impresión de que te hubiera servido lo mismo si sólo hubieran puesto la escena del Ministerio'. Tenía razón.

Llegó el 21 de julio de 2007 (de esta me acuerdo, soy Dory, pero no tanto :D) y con él el último libro. Tres días antes yo había terminado de leerme la transcripción, tan ilegal como la traducción, que andaba por la red. Y me había dejado un sabor de boca horrible, pero aún así le encargué a un amigo que me lo comprara ese mismo día (tenía exámenes en septiembre, así que tuve que comprarlo de estrangis). Relegué los apuntes a una esquina hasta el día siguiente. Aún tenía la esperanza de que la transcripción que había leído fuera falsa. De que las cosas fueran a ser diferentes. Ilusa de mi. Si en el seis pensé que Rowling era demasiado comercial, en el séptimo directamente pensé que nos había tomado el pelo sacándose ases de la manga cada dos por tres y haciendo que el reloj corriera a treinta segundos el minuto.

Aún así, era Harry Potter. Ese niño mago literario del que hablaban tanto en las noticias y que yo había descubierto de casualidad. El que me llevó a encontrar las páginas de fans. A conocer lo que eran los fanfiction. A explorar mi faceta de escritora. A conocer un montón de gente que no habría conocido de otra forma. Era el niño mago que había crecido conmigo, llenando mis tardes de magia.

Así que, si ha habido algo realmente constante en mi vida los últimos ocho años, ha sido la espera. La espera por el siguiente libro de Harry Potter. Y la espera ha terminado. Ya no me hace ilusión esperar por la traducción, porque sé que va a ser probablemente peor que el original. Porque no me va a aportar nada nuevo.

Y aún quedan las películas. Esa especie de deber moral que tenemos los fans de Harry Potter. Y aún me queda el fandom, que me encanta y me ha aportado mucho más que los libros. Pero ya no hay más espera. Es como si Harry Potter y sus libros hubieran marcado el inicio de mi adolescencia y ahora hubieran cerrado la puerta dejándola atrás. Es como decirme: 'se ha acabado la magia; eres adulta ahora'.

Y no me gusta.

Qué sensible me he puesto de repente ¡_¡

Es la música, lo juro.

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EDIT: JA! Voy a poner una nota de alegría entre tanta nostalgia. HE APROBADO MÉDICO IV!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

harry potter, literatura

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