El Paciente Caballero: recapitulemos

Dec 18, 2008 16:54

No me lo puedo creer. Un fic de sólo cinco capítulos, que hace tres meses estaba más que terminado y beteado... aún sin publicar. El caso es que no quería ponerlo todo de golpe en una sola entrada, pero ya vale con la vaguería XD

Ahora que ya estoy de vacaciones, por fin, espero poder escribir más y dedicarle más tiempo a mi vida online (¡seré antisocial, pero es divertido, leches! Además, en cualquier momento tendré que coger los apuntes de nuevo, y necesito una vida paralela para desahogarme). Eso significa: el picspam de Masa&Baba, iconos YA!, y fic-regalos para mis amigos ^^ Os diría que me pidiéseis cualquier cosa que quisiérais que os escribiese, pero mi cupo de peticiones está cubierto por el momento. Tal vez en otra ocasión XD

Pero bueno, hay que ir empezando ya. Yosh!

Fandom: Prince of Tennis
Título: El Paciente Caballero (3/5)
Pareja: Yagyuu Hiroshi/Niou Masaharu
Género: Shonen ai, semi-angst
Rating: NC-13
Resumen: Ganar no lo es todo. Niou, por lo menos, no se conforma si no tiene alguien con quien celebrarlo. Sin embargo, hay otras personas que no piensan lo mismo.
Disclaimer: Konomi Takeshi fue quien hizo aún más divertidos los torneos de tenis xD
Notas: Muchas gracias a Vendetta, porque sin su ayuda escribir este fic no me habría sido posible. Le debo desde las frases en las que se basa cada capítulo hasta algunas ideas que me ayudaron a desarrollar el argumento, pasando, evidentemente, por aquella conversación en la que me soportó, respondió a todas mis dudas acerca de la apendicitis, el cálculo de los días de convalecencia y las operaciones, y me consiguió esa información tan importante sobre el absceso abdominal (sin eso, Yagyuu no habría pasado el tiempo suficiente en el hospital). Gracias, de verdad. ¡Satanasas powah! >.<

Por si os habéis perdido, o alguien quiere leerlo desde el principio ^^

Capítulo uno: No soy nada, pero soy más de lo que tú aspiras a ser.
Capítulo dos: Sonríe, mañana será peor.

- Está en el hospital.

Kirihara lo soltó enseguida, en cuanto Niou lo acorraló contra la pared. Como siempre, Jackal intentó poner paz entre los dos. Marui puso los ojos en blanco.

- ¿Y teníais que ser unos cabrones y esperar hasta ahora para decírmelo? - gruñó Niou, apretando los dientes. - ¿Qué le ha pasado? ¿Cuánto tiempo lleva en el maldito hospital?

Kirihara se limitó a mostrar una de sus sonrisas inoportunas, encendiendo aún más a Niou, que le hubiera estampado el puño en la cara si Jackal no lo hubiera sujetado. Niou se desprendió de la mano del medio brasileño agitando el brazo, y acto seguido se dejó caer en una silla, llevándose las manos a la cabeza. Respiró hondo y contó hasta diez para no reventar en ese preciso instante. No quería ponerse tan nervioso, pero necesitaba saberlo.

- ¡Contestadme!- gritó, al ver que todos se habían quedado callados. Quiso darle una patada al aire y golpeó la funda de las raquetas sin darse cuenta. - ¡Decid algo, joder!

- Vino a verte en el primer partido, hace dos días. - le explicó Marui, resignado a que Sanada le echase la bronca más tarde, en nombre de Yukimura. - Antes de que empezase, se desmayó. No podría aguantar el dolor. Tenía apendicitis. - continuó sin detenerse, antes de que Niou le urgiese. - Le operaron esa misma noche, y ahora está descansando.

- Está completamente fuera de peligro. - agregó Jackal, dispuesto a cargar también con parte de la culpa por habérselo contado. - Le darán el alta en unas horas, mañana por la mañana, seguramente. Yukimura ha ido a pasar la tarde con él.

- Ya no hace falta que vayas, Niou. - habló Kirihara, ganándose una nueva mirada de odio. - No deberías pensar más que en las semifinales de mañana. Yagyuu ni siquiera ha preguntado por ti, así que no creo que le importe demasiado.

Niou dudaba mucho lo que acababa de oír. Podía ser que Yagyuu no hubiera mencionado su nombre, pero no le cabía duda de que, de una forma u otra, no dejaba de pensar en él. Y, como Yagyuu no era de los que se ponían dramáticos en esa clase de situaciones, lo más plausible era que estuviese terriblemente ofendido y se lo guardase para su reencuentro con él.

Esos idiotas se lo habían jodido todo.

Echó un vistazo al reloj y, sin decir nada, caminó hacia la salida del hotel. Los otros tres le siguieron, apretando el paso, al igual que él. Yanagi apareció en la puerta y le impidió pasar.

- Voy a verle. Me la tiene floja lo que penséis. - masculló Niou, intentando apartarle. - No tenéis derecho a hacer esto.

- Tienes razón, no lo tenemos. - contestó Yanagi, poniendo una mano sobre su hombro. - Pero el horario de visitas ya se ha acabado. Tendrás que ir mañana.

~~~

Los médicos no tardaron en verlo claro. Adiós a la final. Perfecto. Y Niou seguía sin dignarse aparecer por allí.

- ¿Esta misma tarde?

- Sí. Sentimos haberle hecho esperar. En realidad, los síntomas, la fiebre y el dolor abdominal, dejaban claro que se trataba de un absceso, pero aun así quisimos asegurarnos con las pruebas, Yagyuu-san.

Yagyuu asintió, mientras su padre se sacaba un bolígrafo del bolsillo de la camisa y firmaba el permiso para la pequeña cirugía. No sería gran cosa, pero después tendría que quedarse en observación durante varios días, y no sabía cuándo le darían el alta. Se preguntaba si llegaría a ver a Niou antes de salir de allí.

- La operación durará menos de una hora. Es sencillo, sólo tenemos que introducir una aguja bajo la piel y drenar el líquido a través de un tubo. Nos aseguraremos de que esta vez quede todo limpio.

Yagyuu quiso regresar a la habitación caminando, pero la enfermera insistió en que se sentase en la silla de ruedas. Cuando atravesaba el pasillo de la planta baja, creyó distinguir a un chico con el pelo blanco entrando por las puertas automáticas, pero justo entonces se metió en el ascensor. Oyó un golpe sobre las puertas antes de que se cerrasen del todo.

Después de darle las gracias a la enfermera, se recostó sobre la cama y se puso a hojear una revista, aburrido. Varios golpes insistentes en la puerta lo sacaron de su ensimismamiento.

Sabía de sobra quien era. Vaya si lo sabía. Y ya era hora.

- Adelante.

Niou asomó la cabeza y frunció el ceño al verlo tumbado sobre la cama, tosiendo con afectación y mirando la revista con un nuevo interés. Comprobando si alguien venía detrás de él, cerró la puerta despacio y apoyó la espalda en ella. Las palabras salieron con cierta dificultad.

- No es culpa mía. - decidió aclarar antes de que Yagyuu dijese nada. - No sé por qué, pero me lo han ocultado todo desde el primer momento.

Yagyuu lo ignoró y pasó de página, sin prestarle realmente atención a lo que miraba. Niou se acercó a los pies de la cama, intentando leer alguna reacción en su rostro.

- ¿Estás… bien? - preguntó, riendo nerviosamente a continuación. - Vaya pregunta.

- Espero que al menos llegues a la final. - habló el Caballero, mirándolo por primera vez desde que entró en la habitación. Niou asintió rápidamente. - Pensaba que podría ir a verte, pero al parecer pasó algo después de la operación y tengo que someterme a otra cirugía esta misma tarde.

- No he jugado el partido de semifinales aún, pero puedo asegurarte que ganaré. - se jactó Niou, dejándose caer pesadamente sobre el pequeño sofá y colocando las manos detrás de la cabeza. - Y después vendré a ver qué tal te ha ido todo.

Yagyuu no parecía demasiado entusiasmado con la idea. Niou cruzó las piernas y miró hacia otro lado, tragando saliva.

- Ne, Yagyuu - lo llamó, con un asomo de la voz juguetona de siempre. El Caballero levantó la cabeza. - ¿De verdad no te importaba que no estuviese a tu lado?

Yagyuu esbozó una sonrisa sarcástica que ocultó detrás de la revista, y permaneció en silencio hasta que oyó a Niou poniéndose en pie y sus pasos acercándose a él. La revista desapareció, y delante de su rostro solo pudo ver el de su novio.

- Yo te he echado en falta en todos los partidos. Siempre te busco, y tú nunca estás. No te estoy culpando de nada, pero no me cabe en la cabeza que les sigas el rollo a los demás.

Yagyuu no sabía de qué rollo hablaba, pero dedujo que Yukimura y Sanada habían vuelto a jugar a ser los padres de Rikkai, y esta vez Niou se había convertido en el hijo con una carrera brillante por delante, y él en el obstáculo que surgía de repente y podía mandarlo todo a la mierda. La victoria, siempre por delante. Él sobreviviría. El novio sólo tenía que estar ahí para celebrarlo.

Lo peor era que lo veía patéticamente lógico. De repente, no le encontró motivo alguno a la rabia que le había invadido hasta ese momento. Claro que él no tenía la culpa de nada, y Niou menos todavía, ahora que comprendía la situación. Tal vez fuese mala suerte, después de todo. Cada uno tenía sus razones para actuar de una determinada manera.

- Te voy a ser sincero. - susurró, mientras Niou acercaba una silla al lado de la cama. - Estaba bastante cabreado porque tenía la ligera sensación de que te daba igual que estuviese en el hospital. Pero ahora que dices que te lo han ocultado, puede que sea por algo, ¿no? - Niou frunció el ceño. - Recuerda: somos jugadores de Rikkai. Ganar lo es todo para nosotros, y te han escogido para ello. Ahora mismo, deberías centrarte en eso.

- Entiendo. - Niou arrastró la palabra, como intentando descifrar algo oculto en las palabras de Yagyuu. - Entre tú y yo, las cosas siempre han funcionado así. El tenis por encima de todo. - el Caballero asintió para sí mismo. Sí, encima. No entre los dos, sino encima. Se dio cuenta de que para él había sido igual hasta entonces. - Pero, ¿sabes qué? Tú ahora estás en esta cama, y resulta que me preocupas más.

- Pues no debería. - suspiró Yagyuu. - No es cuestión de vida o muerte. Tú aún puedes meter la pata, aunque estoy seguro de que no lo harás.

- Me aburre jugar sin ti.

Niou pronunció la frase sin pensarlo. Era lo que le apetecía decir en ese momento. Yagyuu lo miró sin contestar nada, esperando a que entrase en razón, como un niño que ha hecho alguna travesura. Niou se inclinó hacia delante y lo besó sin previo aviso, haciendo que su novio se quedase sin aliento. Cuando intentó tumbarlo, empujándolo suavemente hacia atrás, Yagyuu se quejó, llevándose la mano al costado. Niou sonrió, acariciándole la mejilla con una mano, y posó los labios sobre su frente.

- Vaya, es cierto, tienes fiebre. - comentó, apartándose después. Se puso en pie y caminó hacia la puerta. - Está bien, conseguiré el trofeo. Más te vale estar en condiciones para cuando venga después. Me haces falta.

Yagyuu se aferró a las sábanas, tapándose mientras se recostaba despacio, dándole la espalda a Niou. No tenía más que decir. Siempre tenía que salirse con la suya. Que hiciera lo que le diese la gana.

- Lo creas o no, - dijo Niou cuando el Caballero pensaba que ya se había ido - tu silencio me ofende. Sé que me necesitas.

Como siempre, mil gracias por leer~

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