[Fic] "My Special One" {cap. 11}
POR FIIIIIIIIIIIIIIN! ~ El capitulo 11 de MSO!! >w< No es muy largo de una vez les advierto, pero por fin pude terminar de escribirlo!! Tengo problemas con mi capacidad de narracion ._. Por alguna razon extra;a ya no soy capaz de narrar con palabras lo suficientemente elocuentes asi que me abstengo de hacerlo para no sonar muy... infantil? No lo se! aun asi espero les guste :3
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Entré sigilosamente por la puerta, nunca antes me había sentido tan temeroso de entrar en mí propia casa. Todo estaba apagado. Bueno, eran las 5 de la mañana, la verdad no esperaba que Kazu estuviera levantado a tales horas, sobre todo cuando no tenía nada que hacer.
Caminé con cuidado hasta mi habitación, la puerta estaba entreabierta así que no hizo mucho ruido cuando entré lo más rápido que pude.
La habitación también estaba completamente obscura, tal vez solo unos pequeños rayos de luz se colaban por las cortinas, pero no alumbraban mucho. No me moleste en encender luces y caminé hasta el armario para cambiarme de ropa.
Cuando estuve listo, pensé en regresar a dormir un poco, tenía un pequeño dolor de cabeza. Y a pesar de que no podía engañar a Kazu porque él se dio cuenta que no llegue temprano, tal vez podría intentar mentirle un poco sobre la hora en la que había llegado. Claro, si el no decidía meterse en mi cabeza y averiguarlo por sí mismo…
Así que intenté caminar lo más tranquilamente hasta mi cama.
“Oh-chan…” lo escuché decir, e inmediatamente me paré en seco. Tal vez aun estuviera dormido, así que guarde silencio, pero todo fue inútil cuando el encendió la lámpara.
Me observó durante un minuto…
“¿Alguien fue a comprar pinceles a las 5 de la mañana?”
Solo hice una mueca, detestaba cuando se ponía en ese plan.
“No importa” me dirigí a la cama pero él me paró con una mano antes de que pudiera sentarme.
“¿Qué sucede?”
“Me mentiste…”
Suspiré… No sabía en qué papel ponerme… podía hacerme el que no entendía nada, o podía explicarle las cosas… O podía reclamarle, sinceramente, el último me gustaba más.
“Tú siempre lo haces…” murmuré.
“Ah, ¿Ahora vas a reclamarme?”
Guardé silencio.
“¿Dónde estabas?”
Solté una risa baja, no era como que el no pudiera saberlo.
“¿Bromeas?”
Me miró sin entender.
“¿Qué acaso no es más fácil para ti entrar en mi mente y darte cuenta de todo?, ¿Por qué debo contártelo?”
“¿De qué estás hablando? Yo nunca he hecho eso…”
“¿Eh?”
“Bueno, lo hice una vez que no podía controlarlo, pero desde que puedo… No lo he hecho, nunca entraría a tu mente sin tu permiso…”
Así que era por eso… Por eso yo creí que Kazu me había estado ignorando esa vez… Pero en realidad él nunca había escuchado mis pensamientos…
No supe como sentirme después de eso…
Así que solo me quedé ahí parado, sin saber que decir y sin poder verlo a los ojos.
“Pero no tengo que leer tu mente para saber que estuviste con Jun, obviamente…”
Fruncí el ceño.
“Y tengo que admitir que parte de eso es mi culpa”
Bueno… en eso tenía razón, pero no quería decírselo.
“Está bien… no importa… pero, pudiste habérmelo dicho”
“Pensé que te enfadarías”
“¿Hacías algo malo?”
Ante eso, preferí callar. Tenía suerte de que no quisiera leer mis pensamientos.
Lo miré a los ojos… Sabía perfectamente bien que el sospechaba lo que había sucedido. Pero tenía tanto miedo de darse cuenta que era verdad, no quería romper su propia regla de entrar en mi mente pero se moría de ganas de saber y al mismo tiempo no quería escuchar ni una sola palabra de eso.
Kazu era algunas veces muy complicado de entender, me sorprendía que pudiera darme cuenta de cómo se sentía ahora.
Después de un minuto, suspiró, dándose por vencido. Señaló el espacio vacío en la cama.
Me acerqué ahí y tomé asiento. Una pequeña risa llegó a mis oídos.
“Aun te ves todo asustado, relájate…”
¿Cómo podía decirme eso cuando era su mirada la que me ponía nervioso?
“No estoy enfadado Ohchan…”
“¿Hablas enserio?”
Sonrió. “No… es tu vida y… además, es mi culpa de todas maneras”
“Ven aquí ya” abrió sus brazos, y aunque pareciera completamente infantil, rodee su cintura con mis brazos y el me abrazó de vuelta.
Recosté mi cabeza sobre su pecho, podía escuchar el latir de su corazón, lento y acompasado. Su respiración alborotaba mis cabellos… Y sin una explicación alguna, deje salir las palabras que había querido decir desde que salí de la casa de Jun…
“¿Me amas?”
Sentí su mirada clavarse en mi nuca, era tan intensa que penetraba, era como si quisiera averiguar el significado de mis palabras y lo que pasaba por mi mente sin leerla en realidad…
“¿De qué hablas? Claro que te amo…”
“¿A mí?”
“Si, no hay nadie más aquí”
“A mí, a Ohno Satoshi, ¿me amas?”
Me enderecé para verlo a los ojos.
“¿A qué…? ¿Qué te dijo Jun?”
Así que sí tenía que ver con eso… Cerré mis ojos intentando contener las lágrimas…
“Nada… solo… quería estar seguro…”
“Ya te dije que sí, te amo, solo a ti”
Escondí mi rostro entre su cuello…
No tenía idea de cómo explicar mis sentimientos en estos momentos. Por un lado, estaba feliz de que me lo hubiera dicho… Y por otro, estaba algo preocupado de que lo que Jun me había dicho fuera real…
“Escucha… Sé que no he sido muy franco contigo últimamente… pero no quiero que lo dudes nunca: Te amo. Sin importar que te digan los demás… Te Amo, Satoshi. ¿De acuerdo?”
Asentí.
“Kazu…”
“¿Mmm?”
“Yo… tampoco he sido franco contigo”
“¿De qué hablas?”
“Hay… algo que no te he dicho sobre mi…”
“¿Qué es?”
“Es…” guarde silencio, buscando las palabras exactas para decirlo, después de todo… No era algo de lo que pudiera hablar tan fácilmente, no se lo había dicho a nadie nunca. El único que lo sabía era Jun, y tenía mis dudas sobre si Sho lo sabía pero no me decía nada…
“No tienes que decirme si no quieres…”
“¡Quiero hacerlo! Solo… espera…”
Respiré hondo.
“Es sobre mis padres…”
“Oh… es cierto, no sé nada de los padres de Ohchan”
“Bueno ellos… están en el hospital…”
Kazu frunció el ceño preocupado.
“¿Están bien?”
“En el hospital… psiquiátrico…”
Los ojos de Kazu se abrieron en sorpresa.
“¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Qué les sucedió?”
“Fue hace muchos años… ellos… se fueron de vacaciones y desaparecieron por un tiempo más largo del que habían dicho… y mandaron buscarlos y cuando los encontraron… ya tenían un problema mental y nadie sabe qué lo originó…”
“Yo… nunca había hablado de esto con nadie… pero pensé que debía ser franco contigo…”
“¿Los has visto?”
“No… tiene mucho tiempo que no los veo…”
Hubo un silencio incomodo entre ambos…
“Sabes Satoshi… tengo una teoría”
“¿Ha?”
“Creo que tus padres fueron atacados por Suderuts enojados…”
“¿Suderuts? Kazu… no lo digas solo por decirlo…”
“No lo hago, es probable…”
“¿Tu lo crees?”
“Si, los Suderuts tienen un pleno conocimiento de la mente humana y pueden manipularla a su gusto, tal vez fue que los molestaron sin saberlo, o ellos estaban aburridos… cualquiera de las dos…”
No estaba seguro de eso, pero… Kazu tenía un punto…
“Lo bueno de esto… Es que Aiba podría curarlos…”
Me paré de golpe al escuchar aquello, ¿Aiba podía…?
“¿De verdad?”
“Yo creo que sí… Si le dices… Claro que no dejare que se acerque a ti”
Rodeé mis ojos.
Volví a acurrucarme a su lado.
“Nee, ¿Y qué hay con los padres de Kazu?”
“Mis padres… Murieron hace muchos años…”
“Lo siento…”
“Fue hace mucho, ya no importa…”
“¿Qué fue lo que les sucedió?”
“Fueron atacados… por Qkneers…”
Suspiré.
Sin importar qué, o lo mucho que lo negara… Los Qkneers siempre parecían ser los chicos malos de esta historia…
- - - - -
Pff, espero les guste. En el proximo cap. las cosas ya se pondran un poco mas serias con respecto a la relacion OhnoxNino (si, maaaaas serias :P)
ya me voy que me apuran >.>'
GPL~ y por tener tanta paciencia enserio que no me lo merezco n.n
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Entré sigilosamente por la puerta, nunca antes me había sentido tan temeroso de entrar en mí propia casa. Todo estaba apagado. Bueno, eran las 5 de la mañana, la verdad no esperaba que Kazu estuviera levantado a tales horas, sobre todo cuando no tenía nada que hacer.
Caminé con cuidado hasta mi habitación, la puerta estaba entreabierta así que no hizo mucho ruido cuando entré lo más rápido que pude.
La habitación también estaba completamente obscura, tal vez solo unos pequeños rayos de luz se colaban por las cortinas, pero no alumbraban mucho. No me moleste en encender luces y caminé hasta el armario para cambiarme de ropa.
Cuando estuve listo, pensé en regresar a dormir un poco, tenía un pequeño dolor de cabeza. Y a pesar de que no podía engañar a Kazu porque él se dio cuenta que no llegue temprano, tal vez podría intentar mentirle un poco sobre la hora en la que había llegado. Claro, si el no decidía meterse en mi cabeza y averiguarlo por sí mismo…
Así que intenté caminar lo más tranquilamente hasta mi cama.
“Oh-chan…” lo escuché decir, e inmediatamente me paré en seco. Tal vez aun estuviera dormido, así que guarde silencio, pero todo fue inútil cuando el encendió la lámpara.
Me observó durante un minuto…
“¿Alguien fue a comprar pinceles a las 5 de la mañana?”
Solo hice una mueca, detestaba cuando se ponía en ese plan.
“No importa” me dirigí a la cama pero él me paró con una mano antes de que pudiera sentarme.
“¿Qué sucede?”
“Me mentiste…”
Suspiré… No sabía en qué papel ponerme… podía hacerme el que no entendía nada, o podía explicarle las cosas… O podía reclamarle, sinceramente, el último me gustaba más.
“Tú siempre lo haces…” murmuré.
“Ah, ¿Ahora vas a reclamarme?”
Guardé silencio.
“¿Dónde estabas?”
Solté una risa baja, no era como que el no pudiera saberlo.
“¿Bromeas?”
Me miró sin entender.
“¿Qué acaso no es más fácil para ti entrar en mi mente y darte cuenta de todo?, ¿Por qué debo contártelo?”
“¿De qué estás hablando? Yo nunca he hecho eso…”
“¿Eh?”
“Bueno, lo hice una vez que no podía controlarlo, pero desde que puedo… No lo he hecho, nunca entraría a tu mente sin tu permiso…”
Así que era por eso… Por eso yo creí que Kazu me había estado ignorando esa vez… Pero en realidad él nunca había escuchado mis pensamientos…
No supe como sentirme después de eso…
Así que solo me quedé ahí parado, sin saber que decir y sin poder verlo a los ojos.
“Pero no tengo que leer tu mente para saber que estuviste con Jun, obviamente…”
Fruncí el ceño.
“Y tengo que admitir que parte de eso es mi culpa”
Bueno… en eso tenía razón, pero no quería decírselo.
“Está bien… no importa… pero, pudiste habérmelo dicho”
“Pensé que te enfadarías”
“¿Hacías algo malo?”
Ante eso, preferí callar. Tenía suerte de que no quisiera leer mis pensamientos.
Lo miré a los ojos… Sabía perfectamente bien que el sospechaba lo que había sucedido. Pero tenía tanto miedo de darse cuenta que era verdad, no quería romper su propia regla de entrar en mi mente pero se moría de ganas de saber y al mismo tiempo no quería escuchar ni una sola palabra de eso.
Kazu era algunas veces muy complicado de entender, me sorprendía que pudiera darme cuenta de cómo se sentía ahora.
Después de un minuto, suspiró, dándose por vencido. Señaló el espacio vacío en la cama.
Me acerqué ahí y tomé asiento. Una pequeña risa llegó a mis oídos.
“Aun te ves todo asustado, relájate…”
¿Cómo podía decirme eso cuando era su mirada la que me ponía nervioso?
“No estoy enfadado Ohchan…”
“¿Hablas enserio?”
Sonrió. “No… es tu vida y… además, es mi culpa de todas maneras”
“Ven aquí ya” abrió sus brazos, y aunque pareciera completamente infantil, rodee su cintura con mis brazos y el me abrazó de vuelta.
Recosté mi cabeza sobre su pecho, podía escuchar el latir de su corazón, lento y acompasado. Su respiración alborotaba mis cabellos… Y sin una explicación alguna, deje salir las palabras que había querido decir desde que salí de la casa de Jun…
“¿Me amas?”
Sentí su mirada clavarse en mi nuca, era tan intensa que penetraba, era como si quisiera averiguar el significado de mis palabras y lo que pasaba por mi mente sin leerla en realidad…
“¿De qué hablas? Claro que te amo…”
“¿A mí?”
“Si, no hay nadie más aquí”
“A mí, a Ohno Satoshi, ¿me amas?”
Me enderecé para verlo a los ojos.
“¿A qué…? ¿Qué te dijo Jun?”
Así que sí tenía que ver con eso… Cerré mis ojos intentando contener las lágrimas…
“Nada… solo… quería estar seguro…”
“Ya te dije que sí, te amo, solo a ti”
Escondí mi rostro entre su cuello…
No tenía idea de cómo explicar mis sentimientos en estos momentos. Por un lado, estaba feliz de que me lo hubiera dicho… Y por otro, estaba algo preocupado de que lo que Jun me había dicho fuera real…
“Escucha… Sé que no he sido muy franco contigo últimamente… pero no quiero que lo dudes nunca: Te amo. Sin importar que te digan los demás… Te Amo, Satoshi. ¿De acuerdo?”
Asentí.
“Kazu…”
“¿Mmm?”
“Yo… tampoco he sido franco contigo”
“¿De qué hablas?”
“Hay… algo que no te he dicho sobre mi…”
“¿Qué es?”
“Es…” guarde silencio, buscando las palabras exactas para decirlo, después de todo… No era algo de lo que pudiera hablar tan fácilmente, no se lo había dicho a nadie nunca. El único que lo sabía era Jun, y tenía mis dudas sobre si Sho lo sabía pero no me decía nada…
“No tienes que decirme si no quieres…”
“¡Quiero hacerlo! Solo… espera…”
Respiré hondo.
“Es sobre mis padres…”
“Oh… es cierto, no sé nada de los padres de Ohchan”
“Bueno ellos… están en el hospital…”
Kazu frunció el ceño preocupado.
“¿Están bien?”
“En el hospital… psiquiátrico…”
Los ojos de Kazu se abrieron en sorpresa.
“¿Qué?, ¿Por qué?, ¿Qué les sucedió?”
“Fue hace muchos años… ellos… se fueron de vacaciones y desaparecieron por un tiempo más largo del que habían dicho… y mandaron buscarlos y cuando los encontraron… ya tenían un problema mental y nadie sabe qué lo originó…”
“Yo… nunca había hablado de esto con nadie… pero pensé que debía ser franco contigo…”
“¿Los has visto?”
“No… tiene mucho tiempo que no los veo…”
Hubo un silencio incomodo entre ambos…
“Sabes Satoshi… tengo una teoría”
“¿Ha?”
“Creo que tus padres fueron atacados por Suderuts enojados…”
“¿Suderuts? Kazu… no lo digas solo por decirlo…”
“No lo hago, es probable…”
“¿Tu lo crees?”
“Si, los Suderuts tienen un pleno conocimiento de la mente humana y pueden manipularla a su gusto, tal vez fue que los molestaron sin saberlo, o ellos estaban aburridos… cualquiera de las dos…”
No estaba seguro de eso, pero… Kazu tenía un punto…
“Lo bueno de esto… Es que Aiba podría curarlos…”
Me paré de golpe al escuchar aquello, ¿Aiba podía…?
“¿De verdad?”
“Yo creo que sí… Si le dices… Claro que no dejare que se acerque a ti”
Rodeé mis ojos.
Volví a acurrucarme a su lado.
“Nee, ¿Y qué hay con los padres de Kazu?”
“Mis padres… Murieron hace muchos años…”
“Lo siento…”
“Fue hace mucho, ya no importa…”
“¿Qué fue lo que les sucedió?”
“Fueron atacados… por Qkneers…”
Suspiré.
Sin importar qué, o lo mucho que lo negara… Los Qkneers siempre parecían ser los chicos malos de esta historia…
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Pff, espero les guste. En el proximo cap. las cosas ya se pondran un poco mas serias con respecto a la relacion OhnoxNino (si, maaaaas serias :P)
ya me voy que me apuran >.>'
GPL~ y por tener tanta paciencia enserio que no me lo merezco n.n