Capitulo 8
Yabu montaba su hermoso caballo negro mientras que Daiki caminaba a su lado.
-¿Esta bien que hayamos dejado a Yuto-kun?-
Preguntó Daiki un poco preocupado.
-Estará bien, después de todo su amigo esta ahí y no creo que se aburra-
-Tienes razón-
Dijo con una sonrisa y regresó su vista hacia el frente, Yabu lo miró por unos instantes, había algo que lo inquietaba, pero no sabía que era, no se animaba a preguntarle a Daiki, al menos no por ahora, pero estaba seguro de que lo haría más tarde.
-¿Y a donde quieres ir?-
Pregunto Yabu.
-No lo sé-
Respondió pensativo.
-¿A dónde suelen ir Kei y tu cuando salen?-
-Bueno, a veces cabalgamos juntos por los alrededores y regresamos caminando, otras veces solo… estamos en su casa-
Respondió, sonrojándose un poco con lo último.
-Eso quiere decir que continuas sin volver al pueblo ¿cierto?-
Preguntó Yabu preocupado, Daiki bajó la mirada y asintió con la cabeza.
-¿Aún siguen molestando a tu familia con lo mismo?-
-No, desde hace tiempo que no, de hecho mi madre va al pueblo bastante seguido y todo esta bien, pero yo… aún no tengo el valor de volver, sé que exagero con m temor pero no puedo evitarlo-
-No estas exagerando, en verdad que ese día fue terrible… pero no hablemos de esas cosas, mejor dime a donde quieres ir-
-Sabes que si no hubiese sido por ti las cosas habrían salido muy mal… es probable que yo ahora…-
De pronto la mirada de Daiki se torno sombría, asustado, Yabu bajó del caballo y sujetó a Daiki por ambos hombros para sacudirlo un poco.
-¡Ya no pienses en esas cosas! De nada sirve que sigas pensando en eso, recuerda que prometiste olvidar lo ocurrido-
-¡¡Lo sé!!-
Gritó Daiki, provocando que Yabu lo soltara y se alejara un poco.
-Pero es difícil… más cuando esos sueños vuelven todas las noches… es muy difícil olvidarlo…-
Esta vez la voz de Daiki era débil, y tratando de ocultar su rostro deprimido bajó la cabeza.
-Hace poco volví a ir junto con Kei, fue difícil, pero lo intenté, aún así tuve miedo, todo el tiempo que estuvimos ahí tuve miedo, aún lo tengo…-
-Daiki… tranquilo-
Dijo Yabu al observar como Daiki apretaba los puños de ambas manos y cerraba con fuerza los ojos, mientras temblaba un poco, así que sin poder evitarlo, lo abrazó protectoramente, acariciando suavemente su cabeza.
-Tranquilo, no pasará nada, yo te prometí que no iba a permitir que aquello se repitiera de nuevo y lo voy a cumplir, aunque ahora estés con Kei, yo siempre voy a protegerte cuando lo necesites, por que eres mi preciado amigo-
Ante tales palabras, Daiki logró relajarse un poco, pero sin dejar de mostrarse sorprendido.
-¿Cómo… como sabes lo de Kei y yo?-
Yabu solo lo alejó un poco para poder verlo a los ojos y sonreírle amablemente.
-Me dí cuenta anoche, Kei siempre te cuida, más que de costumbre, te ve diferente y tu a el, es algo que simplemente percibí-
-¿Y no estas molesto?-
-A decir verdad me molestó que no me lo hubieran comentado de inmediato, después de todo somos amigos, pero fuera de eso, estoy feliz por ustedes-
Al ver la amable sonrisa de Yabu, Daiki se relajó un poco y sonrió de vuelta.
Ryutaro leía aquel libro, pero de vez en cuando miraba a Kei de reojo, el cual estaba muy concentrado en lo que estaba haciendo.
“-¿Acaso eso se lo dejó su padre?-”
Pensó mientras observaba la seria expresión del mayor, su mirada sin brillo y como dejaba escapar suspiros de vez en cuando.
-Joven Kei… ¿Puedo ayudarle en algo?-
Preguntó con timidez mientras cerraba un poco el libro. Al escuchar la pregunta de Ryutaro, dejó de escribir y lo miro un poco cansado.
-No hace falta, estaré bien, ya me falta poco-
Dijo con una sonrisa fingida, la cual Ryutaro notó de inmediato.
-Joven… ¿Por qué no sale un poco? Al menos a respirar aire fresco, así al menos podrá despejar su mente-
Ante la sugerencia de Ryutaro, Kei sonrió, lo pensó un poco y recordó que una de las criadas le había dicho que Daiki y Yabu lo estaban esperando en la sala.
-Supongo que tienes razón, un poco de aire fresco me servirá de mucho-
Ryutaro solo le sonrió tiernamente, observó como Kei se ponía de pie, estiraba un poco los brazos y se dirigía a la puerta, pero antes de abrir se detuvo.
-¿Te quedarás aquí? Puedo llevarte a tu habitación-
-No, no es necesario, más tarde puedo pedirle a Ryosuke que me ayude-
Kei dejó escapar un suspiro.
-¿Estas seguro?-
-Claro-
Respondió con una sonrisa.
-De acuerdo, le diré a Ryosuke que venga por ti en cuanto se desocupe-
Y sin más, salió de la biblioteca
Ryosuke estaba en el establo, haciendo lo que a Ryutaro le correspondía, alimentar a los caballos. Estaba tan concentrado en lo que hacía, que no se dio cuenta de que alguien lo observaba detenidamente, hasta que terminó con su labor.
-Trabajas muy duro como siempre-
Al escuchar esa voz, un nuevo escalofrío recorrió su cuerpo, lenta y torpemente se giró para ver .
-¿Sigues aquí?-
Preguntó torpemente.
-¿Acaso te molesta?-
Respondió Yuto mientras se acercaba a el.
-No es que me moleste… simplemente pensé que no te quedarías por mucho tiempo-
-Bueno, el joven Kota y el joven Daiki salieron mientras el joven Kei se desocupa, así que estoy aquí para esperar al joven Kota-
-Ja! Eso quiere decir que en pocas palabras se deshizo de ti dejándote aquí-
Comentó Ryosuke con una sonrisa burlona, sin embargo Yuto le devolvió el comentario con un tono ligeramente seductor.
-Yo no lo veo de esa forma, para mi es una oportunidad-
Dicho esto, acarició el rostro de Ryosuke, provocando así que este se ruborizará por completo.
-No… ¡no digas tonterías!-
Logró decir tratando de ocultar su nerviosismo.
-¿Terminaste con tus deberes?-
Preguntó con una sonrisa amable.
-Algo así, ¿Por qué?-
-Pensaba que podíamos salir un rato, ¿Qué dices?-
Ryosuke sonrió animadamente, estaba a punto de aceptar aquella invitación, pero la voz de una de las criadas deshizo aquel agradable momento.
-¡Ryosuke! Al fin te encuentro-
Completamente desganado, logró responder.
-¿Ahora que?-
-No me contestes así pequeño grosero-
Reprochó la criada.
-Lo siento… ¿Qué sucede?-
-Nada, simplemente vengo a decirte que el joven Kei manda a decirte que ayudes a Ryutaro a volver a su habitación, eso es todo-
-Ah claro… lo haré enseguida… ¡¡¿Qué?!!-
Había tardado en comprender aquella indicación y lo que eso significaba.
-¡¡Espera un segundo!! ¿Ryutaro no esta en su habitación?-
-No, esta en la biblioteca, y como no puede volver solo, el joven Kei pide que vayas a ayudarlo, así que anda, no se que esperas-
Molesto, Ryosuke refunfuño.
-Si lo va a sacar de su habitación al menos debería ayudarlo a volver, odio que sea tan irresponsable…-
Todo esto lo murmuró mientras caminaba rumbo a la salida de los establos, silenciosamente Yuto caminaba detrás de el, observando curioso la actitud de Ryosuke.
“-No me gusta nada que se preocupe tanto por el…-”
Pensó Yuto con cierto resentimiento, pero por ahora estaba decidido a no decir o hacer nada, ya encontraría la forma de asegurarse que Ryosuke continuaba pensando solo en el y en nadie mas.
Al llegar a la sala, confundido, miro a su alrededor.
-Pero si aquí no hay nadie-
Estaba a punto de buscar a alguna criada o empleado para preguntar en donde se encontraban Daiki y Yabu, pero justo en ese momento Ryosuke pasó por ahí, seguido de Yuto. El chico continuaba refunfuñando.
-No puedo creer que se quede tan tranquilo dejando a Ryutaro ahí solo, pero claro, primero esta su preciado amigo Daiki antes que los demás, ese jovencillo mal criado, esta vez si me ha hecho enojar-
Kei se sorprendió mucho al lograr escuchar aquellas palabras, y sin más comenzó a acercarse lentamente hacia Ryosuke, y antes de que este llegase a la puerta de la gran biblioteca, Kei se interpuso en su camino.
-Supongo que tienes razón-
Dijo con un tono amable, mientras Ryosuke se detenía en seco y miraba a Kei completamente sorprendido.
-Jo… joven Kei…-
Yuto observó a Ryosuke y después a Kei, estaba un poco preocupado, tal vez ahora el chico sería castigado o regañado, y lo peor era que no había forma alguna para poder ayudarlo.
-Tienes razón Ryosuke, yo debería encargarme personalmente de ayudarlo a volver a su habitación, disculpa por causarte esa clase de molestias-
-¡¡Para nada joven Kei!! No es ninguna molestia… yo solo hablaba por hablar… de verdad ¡¡Lo siento mucho!!-
Ryosuke se reverenció en forma de disculpa, mientras que Yuto continuaba observando sin decir o hacer nada.
-Tranquilo, no estoy molesto, más bien me siento sorprendido, así que yo ayudaré a Ryutaro a volver a su habitación, mientras tanto pregunta en donde están Daiki y Yabu, ¿de acuerdo?-
-¡¡Si joven!! ¡Enseguida!-
Ryosuke estaba por dar media vuelta y marcharse, cuando Yuto lo detuvo y al fin habló.
-Joven Kei, disculpe la intromisión-
-¿Si? … ¿Tu eres?-
Preguntó extrañado, no había notado la presencia del chico hasta que habló.
-Joven Kei, soy el sirviente del joven Kota-
-¿Yuto-kun?-
Preguntó completamente sorprendido.
-Así es-
-No te reconocí, creciste bastante-
Yuto le sonrió tímidamente.
-Si tu estas aquí, eso significa que Yabu también, ¿o me equivoco?-
-El joven Kota y Daiki estuvieron esperándolo en la sala, pero decidieron salir un momento a los alrededores para que usted pudiese terminar con sus asuntos, volverán pronto-
-Ya veo, por eso te quedaste-
Yuto asintió con la cabeza.
-Bien, supongo que ahora seré yo quien los espere, muchas gracias Yuto-kun-
-No fue nada joven Kei-
-Bueno, supongo que ustedes dos querrán estar juntos un rato, después de todo no se ven desde hace tiempo, así que pueden irse, y no se preocupen por Ryutaro, yo me encargaré de él-
-Muchas gracias joven Kei-
Dijo Yuto con amabilidad, y sin más, ambos chicos se dieron media vuelta y se alejaron, aún así Ryosuke continuaba preocupado.
-No puede ser… de seguro me regañará más tarde… ¿y si se desquita con Ryutaro?-
Ante los comentarios absurdos de Ryosuke, Yuto le dio un golpe en la cabeza, después, molesto, le dijo.
-¡No digas tonterias! El joven Kei no es así, ya deja de preocuparte tanto por Ryutaro-
Y aún con una expresión molesta en el rostro, comenzó a caminar más rápido, mientras que Ryosuke se llevaba ambas manos a la cabeza.
-¿Y a ti que te pasa? No tenías por que golpearme tan fuerte-
Reclamaba mientras trataba de alcanzar a Yuto, el cual caminaba más deprisa, dejando a Ryosuke atrás.
-¡Espera! ¿Por qué te vas así?-
Tras escuchar esa pregunta, Yuto se detuvo en seco, Ryosuke también lo hizo antes de chocar contra su espalda.
-Por que no es muy agradable para mi que te preocupes tanto por Ryutaro, ¡me fastidias!-
-¿Eh?-
Ryosuke estaba sorprendido.
-¿Pero que cosas dices? Ya te dije que Ryutaro es mi amigo, esta lastimado, es normal que me preocupe por el, no tienes por que molestarte por eso-
-¡Pero te preocupas demasiado!-
Esta vez Yuto se giró rápidamente, mostrándole a Ryosuke su expresión llena de molestia.
-Pues es normal, ya te dije que es mi amigo-
-¿Ah si? ¿En verdad es tu amigo o en realidad te gusta tanto que no puedes dejar de pensar y hablar de el?-
Ante tal pregunta, Ryosuke se sorprendió, Yuto estaba actuando muy extraño.
-¿Pero que tonterias estas diciendo?-
En ese momento, Yuto estaba por tomar el rostro de Ryosuke, pero un par de criadas pasaron por ahí, murmurando cosas, entonces, desviando la dirección de sus manos, tomó la mano de Ryosuke y comenzó a llevárselo rápidamente hacia afuera de la casa.
-¿Pero que te sucede? ¡No camines tan rápido!-
Exigía Ryosuke mientras intentaba zafarse del agarre de Yuto, pero le era imposible, el menor sujetaba con fuerza su mano y no iba a permitir que Ryosuke se soltase con facilidad.
Después de caminar un poco más, ambos llegaron de nueva cuenta a los establos, Yuto continuo caminando hasta llegar a uno de los rincones, en donde seguro nadie los vería, y con un poco de brusquedad, soltó la mano de Ryosuke, este, molesto no tardo en reclamar.
-¡¿Se puede saber que te sucede?!-
Yuto no respondió, simplemente trato de guardar un poco la calma.
-¿Vas a responder a mi pregunta o me dejarás sacar mis propias conclusiones?-
Preguntó mientras se cruzaba de brazos y observaba el rostro confundido de Ryosuke.
-No se a que te refieres-
Respondió serio.
-¿En verdad Ryutaro es tu amigo o te gusta tanto que para ti es inevitable hablar todo el tiempo de el?-
-¿Por qué piensas esas cosas?-
-Limítate a responder, no me contestes con otra pregunta-
Dijo con seriedad.
-Ryutaro es mi amigo, no me gusta, eso ya debes saberlo-
-Pues no, no lo sé, ¿Acaso crees que pregunto por simple curiosidad?-
Ante tal pregunta, Ryosuke bajó la mirada.
-¿Y bien?-
-Ya te lo dije, y te lo he dicho muchas veces, Ryutaro es solo mi amigo, no entiendo por que te comportas de esta manera-
Respondió tímidamente mientras desviaba la mirada, después de todo la fría mirada de Yuto lo intimidaba demasiado.
-Por que ya estoy harto de que siempre te preocupes por el, siempre hablas de el, siempre quieres cuidar de el, ¿Aún vas a negar que te gusta?-
Ante tal pregunta, Ryosuke miró molesto a Yuto y con voz firme le respondió.
-No me gusta-
Acto seguido se cruzó de brazos y desvió la mirada.
-Repítelo viéndome a los ojos-
Ante la exigente petición de Yuto, Ryosuke dejó escapar un suspiro y mirando al menor fijamente a los ojos le dijo fuerte y claro.
-Ryutaro no me gusta-
Amos se observaron fijamente por unos segundos, Ryosuke no alejaba su mirada de los ojos de Yuto, quería demostrarle con esto que estaba diciendo la verdad.
-Ahora demuéstralo-
Pidió Yuto conservando su tono frío en la voz, en el fondo sabía que estaba actuando de una forma tal vez muy estúpida y demandante, pero no podía evitarlo, simplemente se estaba dejando llevar por aquel sentimiento que le oprimía el pecho, los celos.
Sin embargo, Ryosuke no dudó, miró a Yuto fijamente, no dijo ni una sola palabra, simplemente se acerco a el, lentamente, sin dejar de mirar aquellos profundos ojos negros.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de Yuto, sin más, lo tomó por el cuello de su elegante saco, y con suavidad lo jaló solo un poco, se estiró lo suficiente y le regalo un tierno beso en los labios.
Ante aquel delicado contacto, Yuto quedo sin aliento, no sabía que hacer, simplemente no se lo esperaba, estaba maravillado, y solo logró reaccionar cuando los labios de Ryosuke se alejaron de los suyos, pero el chico no lo soltó, al contrario, se acercó un poco más solo para decirle al oído.
-No es posible que me guste Ryutaro, no cuando la persona que me gusta esta justo aquí-
La suave voz de Ryosuke resonaba por su cabeza, acelerando los latidos de su corazón, provocándole cierto revoltijo en el estomago, estaba feliz, y ahora comenzaba a sentirse como un completo tonto por su actitud anterior.
Ryosuke se alejó un poco, soltando el saco de Yuto, sin dejar de observarlo, entonces dijo.
-Ahora soy yo quien te exige una respuesta-
A diferencia de Yuto, la petición de Ryosuke era amable y con cierto tono travieso en la voz. Cuando Yuto logró reaccionar, pudo contemplar la enorme sonrisa que ahora estaba dibujada en el rostro de Ryosuke, acompañada de un ligero rubor en sus mejillas, era hermoso.
-De acuerdo, ganaste esta vez-
Ahora una sonrisa estaba dibujada en el rostro de Yuto, una sonrisa de plena satisfacción, así que sin querer esperar más tomó a Ryosuke de la cintura, pegándolo un poco a su cuerpo, y de forma inmediata, Ryosuke colocó ambas manos sobre el pecho de Yuto, y sin más, ambos se besaron lentamente. Comenzando con un simple contacto, el cual se profundizo en cuanto Yuto abrió un poco su boca, sorprendentemente, de forma casi inmediata, Ryosuke hizo lo mismo, así, ambos se unían más y más, hasta el punto de llegar a entrelazar sus lenguas en un torpe juego, era la primera vez que ambos se besaban de esa manera, sin embargo mantenían aquel ritmo lento y acompasado, acostumbrándose poco a poco a aquel contacto, dominando un poco mejor a cada segundo.
Entre besos cortos y largos, moviéndose a un mismo ritmo, así se besaban, deseando en el fondo de sus corazones que el tiempo se detuviese para siempre, para que así no tuvieran que separarse jamás, no había necesidad de separarse por la falta de aliento, el beso era lento, a tal grado que compartían el mismo aire, para ambos, no había nada más maravilloso que aquel momento.
Pero como nada es eterno, ambos chicos se separaron lentamente, solo para mirarse fijamente a los ojos.
-Espero y ahora ya no te quepa duda de que Ryutaro no es más que un buen amigo para mi-
-Bueno, supongo que con esto es sufriente por hoy-
Dijo en tono sarcástico.
-¿Qué quieres decir?-
-No le des importancia, ahora, ¿por qué no me lo dices más claramente?-
La expresión de Ryosuke se tornó confusa.
-¿A que te refieres?-
Yuto solo sonrió traviesamente y dijo.
-Bueno, es que eso de que la persona que te gusta esta justo aquí, no comprendo bien eso, te pido que seas más claro-
Ante tal petición, Ryosuke se ruborizó por completo, estaba nervioso, sin embargo, al ver la mirada llena de ilusión de Yuto, sabía que escucharlo claramente lo haría feliz, así que suspiró profundo, cerró sus ojos un par de segundos, después lo abrió y dijo.
-Me gustas…-
Logró decir con voz tímida mientras bajaba la mirada. Sorpresivamente, pudo sentir como Yuto tomaba su rostro con ambas manos para levantarlo y así poder ver su rostro.
-Dilo de nuevo, por favor-
Esta vez, la sonrisa en el rostro de Yuto, su mirada, eran diferentes, era algo deslumbrante, algo que lo hipnotizaba.
-Me gustas-
-Gracias-
Y sin más, acercó su rostro al de Ryosuke y lo besó, al igual que antes, tierna y suavemente, beso al cual el mayor respondió de forma inmediata.
Habían caminado bastante, conversando amenamente, riendo, recordando.
-Es increíble que recuerdes tantas cosas-
Exclamó Daiki sorprendido.
-Bueno, el primer día en que te conocí jamás lo olvidaré-
-Deberías olvidarlo, es vergonzoso-
Yabu sonrió ante tal comentario.
-No puedo olvidarlo, simplemente es imposible para mi-
Daiki solo sonrió y suspiro un poco ante tal comentario.
-Creo que deberíamos volver-
Dijo Yabu mirando hacia el cielo.
-Es verdad…
Respondió Daiki, era extraño, por alguna razón había olvidado por completo que había salido con Yabu solo para distraerse y poder esperar a que Kei se desocupara, ¿Por qué lo había olvidado?
Estaba confundido y sorprendido, tal vez se debía a que la platica con Yabu era tan amena, que había perdido la noción del tiempo y de todo lo demás.
“-Si, debe ser por eso-”
Pensó mientras sacudía un poco su cabeza.
-¿Estas bien?-
Le preguntó Yabu mientras se acercaba un poco a el.
-Si, es solo que pensaba cosas-
-¿Cosas? ¿Qué cosas?-
Preguntó Yabu curioso.
-Solo… cosas, mejor volvamos, seguro Kei debe estar esperándonos-
Daiki sonrió para no preocupar a Yabu, este lo miró fijamente un segundo y después, con una sonrisa le dijo.
-Mejor acepta que ya quieres ver a Kei, si es así, tenemos que volver rápido-
-¿Eh?-
Expreso Daiki.
-No tienes por que ocultarlo, anda, te ayudaré a llegar rápido, después de todo no estamos tan lejos de su casa-
Yabu le sonreía amablemente a Daiki y este lo hizo de vuelta, pero después puso una expresión de puchero mientras le decía.
-Sabes que odio correr, así que mejor caminemos, no hay tanta prisa-
Ante tal comentario, Yabu bufó un poco mientras se cruzaba de brazos.
-¿Quién esta hablando de correr eh? ¿Para que correr cuando Jupiter esta con nosotros?-
-¿Eh?-
Volvió a expresar Daiki con esa expresión de confusión mientras observaba como Yabu le daba unas palmaditas a su caballo.
-¿Pero que tanto piensas? Anda, sube-
Y sin más, Yabu tomó a Daiki de la cintura, y con un ligero impulso, lo levantó.
En el momento en que las manos de Yabu tocaron su cuerpo, pudo sentir como un escalofrío recorría su espalda.
Así, Yabu sentó a Daiki en la silla del caballo.
-Listo, ahora es mi turno-
Dijo con entusiasmo, y de un solo movimiento, también subió al caballo, sentándose detrás de Daiki.
-¿Estas cómodo?-
Sin querer, Yabu dijo estas palabras muy cerca del oído de Daiki, y es que se había tenido que estirar un poco para poder tomar las riendas.
“-¿Qué es eso?-”
Se pregunto, era extraño, nunca se había sentido así, primero la sensación que tuvo cuando Yabu lo cargó, y ahora, el sentir su cuerpo pegado a su espalda, su voz entrar por su oído, le causaba un escalofrío extraño que lo dejaba sin habla, así que ante la pregunta de Yabu, no hizo más que asentir con la cabeza.
-De acuerdo, entonces ¡Vámonos!-
Así, ambos se pusieron en marcha de regreso, sobre el elegante y hermoso Jupiter.
En cuanto Ryosuke y Yuto se alejaron, Kei entró en la biblioteca, dejando la puerta abierta.
Ryutaro aún continuaba leyendo, al parecer estaba tan concentrado en su lectura, que no logró escuchar cuando la puerta se abrió. Sin embargo, logró escuchar unos pasos que se aproximaban a el, y sin apartar la vista de su lectura, dijo tranquilamente.
-Te tardaste, seguramente te quedaste demasiado tiempo en los establos, eres un tonto-
Ante tales palabras, Kei no pudo evitar el dejar escapar una pequeña risita, la cual llamó la atención de Ryutaro.
-¿De que te ríes?-
Preguntó con fastidio mientras bajaba su libro y dirigía su mirada hacia el frente, solo para llevarse una gran sorpresa.
-Joven Kei…-
-Esta es la segunda vez-
Dijo con amabilidad.
-¿Eh?-
Exclamó confundido.
-Esta es la segunda vez que me confundes con Ryosuke-
-Lo siento…-
Dijo avergonzado mientras bajaba la mirada.
-Debí fijarme antes… lo siento-
-No importa, anda, vamos-
Dijo Kei mientras se acercaba a el y extendía su mano.
-¿Irnos? ¿A que se refiere?-
-Te ayudaré a volver a tu habitación-
Respondió con una sonrisa.
-¡¡Eso no es necesario!! ¡Puedo hacerlo solo!-
Exclamó de inmediato, pero Kei no iba a permitir eso.
-Te dije que me dejaras cuidarte, además, aún debo disculparme contigo, anoche no fui a curarte, así que debo recompensarte, después de todo estas bajo mi cuidado y eres mi responsabilidad-
-Pero-
-¿Vas a negarte a lo que digo?-
Preguntó Kei con tono burlón mientras se cruzaba de brazos.
-De acuerdo…-
Dijo Ryutaro mientras bajaba la mirada.
-Perfecto, ahora toma mi mano para que puedas ponerte de pie-
Ante tal petición, Ryutaro hizo todo lo posible para ocultar el rubor de sus mejillas, y con torpeza, logró tomar la mano de Kei, mientras este lo jalaba con cuidado para ayudarlo a ponerse de pie.
-Ahora podemos irnos-
Ryutaro solo asintió con la cabeza, y antes de poder dar el primer paso, pudo sentir como Kei lo tomaba de la cintura y lo pegaba ligeramente al costado de su cuerpo.
-Pero esto no es necesario joven…-
-Tu no me vas a decir lo que es necesario o no, así que vámonos-
Y sin poder objetar más, dejó que Kei lo ayudara, dando pasos lentos y un poco torpes, sintiendo como el mayor lo tomaba con fuerza.
“-Contrólate…. Contrólate….-”
Se repetía una y otra vez mientras cerraba con fuerza sus ojos, Kei no se daba cuenta de esto, solo continuaba ayudando a Ryutaro para poder llegar a su habitación.
Al llegar, Kei abrió la puerta con dificultad, y ayudó a Ryutaro para que tomará asiento sobre la cama. Cansado y sin aliento, sin pensarlo, Kei se dejó caer sobre la cama de Ryutaro, primero sentándose a su lado y después recostándose.
-Disculpe las molestias joven Kei, prometo que me recuperaré más rápido-
Ante las palabras de Ryutaro, Kei se reincorporó y le dijo.
-Solo recupérate bien, no importa el tiempo que te tome-
-Pero…-
-Tranquilo, no pasa nada, solo descansa. Así te recuperarás más rápido-
-Siento que ya puedo mover mejor mi pie-
Dijo con una enorme sonrisa, al verla, Kei se alegró.
-¿De verdad?-
-Si, solo es cuestión de tiempo para que pueda apoyarme bien en el-
-Esa es una muy buena noticia-
Dijo Kei tranquilo.
-Así es-
Ambos se sonrieron, y de pronto Ryutaro no pudo evitar el preguntar.
-¿Aún recuerda su promesa?-
Ante la tímida mirada de Ryutaro, Kei no pudo evitar el sonreír.
-Por supuesto que la recuerdo, prometí tocar para ti en cuanto te recuperes, ¿tan ansioso estas de escucharme?-
-¡Por supuesto que lo estoy!-
Respondió de inmediato con una ligera desesperación en la voz. Ante esto Kei no pudo evitar el sonreír con un poco de melancolía.
-No es para tanto… es probable que haya perdido mi talento-
-Eso es imposible, lo suyo no es solo talento, es un don, y esos no desaparecen de la noche a la mañana-
Ante el comentario de Ryutaro, Kei no pudo evitar el sorprenderse un poco para después sonreírle amablemente.
-Si tu lo dices-
Dicho esto le revolvió un poco el cabello al menor.
-Ahora tengo que irme, debo esperar a Yabu y a Daiki, pero vendré en la noche, lo prometo-
-No es necesario que venga, yo puedo solo-
-¿Eh? ¿Tu solo?-
Preguntó Kei curioso.
-Así lo hice anoche, solo me trajeron el agua caliente y yo hice el resto, no es necesario que se preocupe tanto por mi, usted debería descansar, dormir bien, estoy seguro que piensa desvelarse para lograr terminar lo que su padre le ha dejado-
Kei sonrió débilmente ante las palabras de Ryutaro.
-¿Por qué me conoces tan bien?-
Ante tal pregunta, Ryutaro se ruborizó mientras que la respuesta estaba en su mente.
“-Por que siempre lo observo-”
Sin embargo no dijo nada y solo sonrió tímidamente.
-Supongo que todos en esta casa ya me conocen muy bien, menos mi padre, eso no me extraña-
De nuevo aquella mirada vacía había aparecido.
-No diga eso, estoy seguro que su padre algún día comprenderá que debe dejarlo libre-
Nuevamente el comentario de Ryutaro era extraño, pero alentador.
-No te creas tan maduro, pequeño niño-
Dijo Kei mientras sonreía y le revolvía de nueva cuenta los cabellos a Ryutaro, después se puso de pie.
-Debo irme, nos veremos en la noche-
Ryutaro estaba sin habla, simplemente continuo observando a Kei mientras sentía como su corazón latía con fuerza.
Y con una sonrisa, Kei salió del cuarto de Ryutaro, dejándolo solo, con un sentimiento a punto de explotar dentro de el, mientras que el, con una sonrisa en el rostro mientras se alejaba y caminaba de regreso a la sala.
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