Y con esto me despido niñas, me voy de vacaciones al hermoso puerto de Veracruz a disfrutar un poco, pero volveré con más fics para ustedes dentro de 4 días!! ^^
Espero y les guste!!!
Titulo: "Chocolate"
Genero: Shounen Ai
Pareja: Arioka Daiki / Kei Inoo
Capitulos: One Shot
Autora: Ayaa
Nota: Esto esta locamente inspirado en esta canción
-AQUI- les recomiendo que la escuchen para que vean lo melosa que es xD y por que este oneshot puede ser algo meloso.
Chocolate
“Aquel dulce y suave aroma a chocolate,
Siempre que estas cerca de mi puedo percibirlo,
¿Desde cuando soy tan adicto al chocolate también?
He de decir que todo eso es tu culpa, pero da igual, por que ahora, gracias a ti, lo que más amo comer es el chocolate, y más estando a tu lado.”
-¿Escuchaste lo que acaba de ocurrir?-
-¿Qué ocurre?-
-Hay un chico nuevo, y parece ser que estará en nuestra clase-
Muy temprano esa mañana, como de costumbre, Daiki iba retrasado para llegar a la escuela.
-Hasta cuando lograras levantarte a tiempo Daiki!-
Le reprochaba su madre mientras le guardaba, como de costumbre, algo de almorzar en una bolsa.
-Tal vez sea algo hereditario-
Dijo Daiki sonriente mientras se atragantaba con un pedazo de pan.
-Es culpa de los genes de tu padre, no me mires así-
Respondió su madre en modo de reproche.
-Como sea, ya me voy, nos veremos en la noche-
-Esta noche no llegaré a casa, ¿lo olvidaste?-
-Cierto, tu viaje, bueno, cuídate y nos vemos luego, adiós-
Tomó su mochila y su almuerzo y salió a toda prisa de su casa.
Con un gran bostezo, Kei caminaba rumbo a su nueva escuela.
-Otra escuela… ¿y ahora que me espera?-
Se dijo mientras entraba a la que era ya su nueva escuela.
-¿Por qué todas son iguales?-
Estaba a punto de entrar cuando alguien tropezó con el de repente.
Corría lo más rápido que sus piernas se lo permitían, en cualquier momento las clases iban a comenzar, ya podía escuchar los gritos de el profesor.
Estaba a punto de entrar cuando, sin darse cuenta, chocó con alguien, cayendo al suelo.
-¿Estas bien?-
Ante el impacto, Daiki intento ponerse de pie.
-Lo siento-
Y sin siquiera mirar a la persona con la que había chocado, salió corriendo.
-¿Qué pasa con los estudiantes de esta escuela?-
Se preguntó Kei mientras se rascaba la cabeza y comenzaba a caminar.
Cuando llegó a la oficina de profesores, preguntó por el profesor que sería su tutor, este al verlo se presentó con el y le pidió que aguardará un poco en lo que preparaba lo necesario para la clase.
-¡Siento llegar tarde!-
Gritó Daiki mientras abría la puerta rápidamente.
-Dai-chan ¿De nuevo? No tienes remedio-
-¿Eh? Takaki… ¿Y el profesor?-
Le preguntó al chico que acababa de recibirlo.
-Si no lo vez es por que no esta, tonto!-
Dijo Takaki mientras le daba un pequeño golpe en la cabeza.
-Pero… si ya es tarde, ¿O llegue temprano?-
Preguntó Daiki mientras caminaba a su lugar, entonces, la puerta del salón se abrió y el profesor entró.
-Usted jamás llega temprano Arioka-kun, simplemente hoy tuvo un poco de suerte, así que tome asiento de una vez y permita que la clase comience-
Comentó el profesor con un tono sarcástico, Daiki se sintió ligeramente avergonzado al ver que sus compañeros se reían un poco y sin nada más que hacer o que decir, tomo asiento.
-Bien, es hora de comenzar pero-
-¿Y el estudiante nuevo?-
Lo interrumpió uno de los compañeros.
-A eso iba Yoshida-kun, ahora si me lo permiten, les presento a su nuevo compañero-
El profesor dejo sus libros sobre el escritorio y caminó hacía la puerta.
-Entra-
Todos estaban ligeramente ansiosos, en especial algunas chicas, puesto que se trataba de un chico nuevo.
El momento de entrar a su nuevo salón había llegado, así que juntando toda su energía, entró a la señal de profesor.
-Bien, el es Inoo Kei-kun, Inoo-kun preséntate-
Kei se giró para tomar la tiza que se encontraba en el pizarrón y comenzó a escribir su nombre.
-Soy Inoo Kei, mucho gusto-
Todos lo observaban, al mismo tiempo que el observaba a cada uno de los alumnos, de pronto uno de ellos llamó su atención.
“-Es el chico de hace rato-”
Se dijo mientras observaba a Daiki, el cuál conversaba con Takaki quien estaba junto a el.
-Muy bien, Inoo-kun estará con nosotros a partir de hoy así que si alguien le pudiese ayudar con los apuntes se lo agradecería mucho, mientras, toma asiento en…-
El profesor comenzó a observar por todo el salón en busca de algún lugar.
-Arioka, ¿Quién se sienta atrás de ti?-
Daiki miró al profesor y respondió tranquilamente.
-Nadie-
-Bien, te sentaras atrás de Arioka-kun-
Kei solo asintió y caminó hacia su nuevo lugar, a Daiki parecía no importarle en lo absoluto aquella decisión, pero justo cuando Kei pasó a su lado escuchó como este le dijo en voz baja.
-Espero y tengas más cuidado a partir de ahora, no es muy agradable que te reciban con un golpe a primera hora de la mañana-
Daiki levantó la cabeza para ver al chico, el cual lo miraba con una enorme sonrisa en el rostro, después tomo asiento y Daiki lo siguió con la mirada.
-¿Eres tu el-
-¿A quien casi asesinas por accidente hace rato mientras corrías? Si, soy yo-
Kei le sonrió de nuevo a Daiki, y este no pudo ocultar su cara llena de asombro, estaba realmente avergonzado.
-Lo siento-
Le dijo mientras inclinaba un poco la cabeza.
-Ya te habías disculpado, no hay ningún problema-
Daiki sonrió torpemente y se giró de nuevo, minutos después la clase dio inicio.
Las clases pasaron sin ningún acontecimiento importante, tan solo había algo en Daiki que llamaba en demasía la atención de Kei, la atmosfera que rodeaba al chico lo atraía bastante, era algo que no sabía explicar, y justo cuando estaban en el laboratorio, en clase de química, mientras intentaba realizar con éxito su experimento junto con su compañera, una risa llamó su atención.
Y es que Daiki y Takaki, como siempre, eran compañeros de laboratorio, y para colmo, Takaki se la pasaba haciendo bromas en clase, diciendo comentarios tontos, todo menos trabajar al cien por ciento en el trabajo.
Daiki trataba de controlarse, pero el comentario de Takaki acerca del nuevo peinado de la profesora, la cual tenía un peculiar estilo para arreglarse, hizo que dejara salir una gran carcajada.
-Solo trata verla de perfil, eso tiene forma de un trasero-
Dijo Takaki de nuevo, haciendo que Daiki se riera aún más.
A Kei le llamó bastante la atención ese hecho, aunque desconocía por completo el por que de la risa de Daiki, había algo en aquella sonrisa, algo, aunque sonara ridículo, había algo mágico en ella.
-Inoo-kun, debes anotarlo en la segunda columna-
Lo corrigió su compañera antes de que escribiera los datos en el lugar incorrecto, estaba tan perdido en aquella sonrisa que había perdido por completo la concentración.
-Es verdad, lo siento-
La chica solo lo miró tímidamente y continuo con el trabajo.
-Bien chicos, la clase ha terminado, que uno de cada mesa se quede para limpiar los instrumentos, los demás pueden irse-
Se escucharon protestas de algunos alumnos, Kei no sabía que hacer, no quería quedarse, pero entonces se dio cuenta de cómo Takaki le pedía a Daiki que se quedara esta vez.
-Se que también te quedaste la vez pasada, pero hoy prometí comprar el almuerzo para Chinen, ¡Por favor!-
Dijo el chico mientras se inclinaba en forma de suplica, Daiki suspiró profundo y puso los ojos en blanco.
-De acuerdo, pero para la próxima vez te quedarás tu-
Takaki sonrió alegremente.
-Gracias Dai-chan, te debo una-
-¡Ya son dos!-
Gritó Daiki, pero Takaki no le respondió, puesto que ya había tomado sus cosas y salido a toda prisa.
Kei observaba con extraña atención todo lo ocurrido.
-Inoo-kun, ¿Estas escuchando?-
De nuevo sus compañera interrumpiendo.
-¿Eh? ¿Decías algo?-
Pregunto torpemente.
-Si gustas puedes irte, yo me quedaré-
-Oh no! Seguro tus amigas te esperan, yo no tengo nada que hacer así que vete, terminare pronto, de verdad-
La chica pareció aliviada por la propuesta de Kei, y agradeciéndole con una enorme sonrisa, se despidió y salió del salón.
Al final solo quedaban ocho alumnos, contando a Daiki y a Kei. Sin saber bien el por que, Kei se acercó a Daiki para tratar de entablar conversación alguna.
-¿Así que te dicen “Dai-chan” cierto, Arioka-kun?-
Daiki se giró sorpresivo, no estaba acostumbrado a que la gente se acercara desde atrás.
-Inoo-kun! Ah… si, así me dicen-
-¿Y te dicen así por?-
-Es solo la abreviación de Daiki-
-Oh… ¿Yo también puedo llamarte así?-
Preguntó Kei con curiosidad. Ante la inesperada pregunta Daiki se ruborizó un poco, y es que había algo en Kei que no lo dejaba tranquilo, por alguna razón se sentía ligeramente nervioso cuando hablaba con el, pensaba que tal vez se debía a que chocó con el esa mañana y el lo tomaba como intento de asesinato.
-Cla… claro, no hay problema-
Kei sonrió victorioso.
-Bien Dai-chan, ¿Podrías decirme que es lo que hacemos aquí?-
-¿Eh?-
Daiki no había comprendido muy bien la pregunta, intentaba procesarla cuando Kei pareció darse cuenta, entonces tomo uno de los instrumentos, lo acercó a la cara de Daiki y preguntó de nuevo.
-Digo que, qué es lo que tenemos que hacer con esto, ¿lavarlos?-
Entonces fue cuando Daiki reacciono torpemente.
-Ah! Si, tenemos que lavarlos y acomodarlos en aquel estante, es fácil-
-Bien, pues comencemos, comienza a darme hambre y a la larga eso no es bueno, me pongo de mal humor-
Dijo Kei con una enorme sonrisa mientras le ponía a Daiki el tubo de ensayo en las manos, después se dio media vuelta y tomo unos cuantos de la mesa en donde había estado trabajando, los llevó a uno de los lavabos y comenzó con el trabajo.
Extrañamente Daiki tardo un poco en reaccionar, su mirada se había clavado en Kei, y así hubiese continuado de no ser por que este al parecer sintió su mirada y en su lugar le devolvió una agradable sonrisa, provocando que Daiki se sonrojara levemente y se diera cuenta que el también tenía trabajo por hacer.
No pasó mucho tiempo, y afortunadamente aún quedaba tiempo para el almuerzo.
Mientras terminaban de guardar todos los instrumentos, Kei no dejaba de intercambiar extrañas miradas con Daiki, el cuál comenzaba a ponerse cada vez más nervioso.
Cuando terminaron, Kei se dijo caer en una de las bancas, estirando sus pies y su brazos al mismo tiempo.
-¡Al fin! ¡Muero de hambre!-
Dicho esto, sacó una barra de chocolate del bolsillo del pantalón.
-Itadakimasu~-
Y comenzó a devorarla, Daiki simplemente lo observaba curioso.
-¿Quieres?-
Preguntó Kei sacando una barra nueva de su bolsillo, Daiki tenía hambre y si iba por su almuerzo no tendría tiempo para comer, así que no tenía más opción que aceptar.
-Gracias-
Respondió tímidamente mientras tomaba la barra de chocolate, pero accidentalmente rozó ligeramente la mano de Kei.
Aquel roce le provocó un extraño sentimiento, pero trato de no darle demasiada importancia, así que solo se sentó a un lado de Kei y comenzó a comer.
-¿Comes solo esto?-
Preguntó Daiki ingenuo mientras observaba como Kei sacaba una tercera barra de su bolsillo.
-Para el almuerzo esta bien, no pienses que solo sobrevivo comiendo chocolates-
-Eso pensé-
Dijo Daiki con una sonrisa algo aliviada mientras le daba una mordida a aquel chocolate, era realmente delicioso.
-Sabe delicioso-
Dijo en casi un grito de emoción.
-Lo sé, por eso los compro-
Mientras Daiki comía lentamente aquella barra de chocolate, Kei terminó la suya y sacó una cuarta barra.
-¿Cuántas traes exactamente?-
Kei lo miró iluso con un pedazo de chocolate en la boca, lo mastico y lo trago.
-Solo el suficiente para estar de buen humor-
-¿Eh?-
-El chocolate me pone de buen humor, aunque, ahora que lo pienso, todo lo que sea comestible es bueno para mi, aunque el chocolate es mucho más poderoso-
Daiki parecía no comprender del todo aquellas palabras, y sin poder evitarlo, dejo salir una pequeña risita, aquello le resultaba realmente interesante.
Al ver de nuevo la sonrisa de Daiki, Kei se quedo completamente perdido de nuevo, ¿Qué significaba aquella sensación al ver la sonrisa del chico?
Mientras Kei lo observaba, Daiki hacia lo mismo, ambos se observaban fijamente, ninguno de los entendía el por que, simplemente no podían despegar la mirada del otro.
La atmosfera comenzaba a tornarse diferente, de pronto era como si solo ellos dos existieran en toda la escuela y que el tiempo se había detenido. Daiki notaba algo en la mirada de Kei, algo que jamás había visto en otras personas, mientras más se perdía en aquellos ojos cafés en los que parecía haber visto un brillo bastante peculiar. Por otro lado, Kei estaba igualmente perdido en la mirada de Daiki, tan inocente y tierna, había algo en ese chico que le causaba sensaciones extrañas, nunca en su vida se había sentido así, y mucho menos por un chico al que apenas conocía, y que más sin embargo sentía que lo conocía de toda la vida, tal vez así era, tal vez no, eso no importaba, ahora lo que le preocupaba es que en su interior habían unas enormes ganas de acercarse más al chico y abrazarlo, pero no podía hacerlo, era algo extraño pensar de esa forma.
Ambos comenzaban a sentirse atraídos mutuamente, era como si cada uno tuviese un imán, el cual los juntaba lentamente, ninguno de los dos lograba darse cuenta de lo que estaba sucediendo, cada vez estaban un poco más cerca, mientras no podían dejar de verse.
De pronto, aquella atmosfera fue destrozada por el estruendoso ruido de la campana, el descanso había terminado.
Los dos se sorprendieron bastante, solo estaban separados a escasos diez centímetros de distancia, primero se miraron sorprendidos, pero fue Daiki quien al darse cuenta, se puso de pié rápidamente, estaba completamente nervioso y con una sensación extraña en el estomago, ¿mariposas?
Kei solo observó como Daiki se ponía de pie rápidamente e hizo lo mismo pero de una forma más lenta.
-El… el descaso ya termino…-
Dijo Daiki torpemente con una sonrisa nerviosa mientras miraba en otra dirección.
-Así parece, será mejor que vayamos a clase-
Respondió Kei con un poco de nerviosismo mientras se rascaba la cabeza.
-Vamos-
Le dijo a Daiki mientras caminaba hacia la puerta, pero este se quedó inmóvil unos segundos, después de todo no dejaba de sentirse extraño.
-Si llegamos tarde tendremos problemas-
Le dijo Kei, el cual ya estaba en la puerta y lo miraba con una enorme sonrisa. Daiki intentó reaccionar y asintió torpemente.
Después de aquello, las siguientes clases estuvieron llenas de un sentimiento realmente extraño para Daiki, no podía dejar de sentirse nervioso, no podía controlar el impulso de querer ver a Kei, y utilizaba de pretexto a Takaki, pidiéndole cualquier cosa solo para mirar a Kei de reojo.
Obviamente Kei se daba cuenta, pero trataba de aparentar lo contrario sumergiéndose en sus apuntes, y en cuanto Daiki se volteaba de nuevo, el clavaba su mirada en el chico el cual trataba de volver a su trabajo.
Las horas pasaron con el mismo nerviosismo para Daiki y para Kei, hasta que las clases finalizaron.
Kei observaba como Daiki guardaba sus cosas, quería decirle algo, hablarle, pero no sabía ni que decir ni tampoco comprendía el por qué se sentía de esa manera.
Entonces, Takaki se acercó a Daiki.
-Nos vemos mañana, ¿no importa que vuelvas solo a casa hoy?-
Daiki dejo salir un suspiro de resignación.
-De cierta forma ya me estoy acostumbrando, anda ya vete no quiero quitarme más el tiempo-
Takaki se despidió de el con una sonrisa torpe y salió del salón. Mientras tanto Kei tomó su mochila y se puso de pié, instintivamente Daiki se giró para verlo, ahí fue cuando sus miradas se cruzaron nuevamente, pero fue Kei quien la desvió de inmediato.
-No vemos mañana… Dai-chan-
Logró decir sin quitarse ese extraño sentimiento.
-Oh… hasta mañana Inoo-kun-
Respondió Daiki igualmente nervioso y volviendo a sentir aquella sensación extraña en el estomago, y solo se quedó observando como Kei caminaba hacia la puerta, algo en su interior intentaba hacer algo para que no se fuera, y entonces, justo antes de salir, se detuvo, como si hubiese escuchado lo que deseaba.
-¿Tienes… algo que hacer? Digo, yo voy a la estación y me preguntaba si vas por ese rumbo-
Para su inesperada mala suerte, Daiki no tenía nada que hacer en la estación, ya que el vivía en dirección contraría, más sin embargo mintió, sin saber bien por que, lo hizo.
-Si… claro, voy hacia la estación-
Kei pareció aliviado.
-¿Vamos?-
Daiki se sintió extraño, más sin embargo aquella invitación lo alegró por completo.
-Si-
Respondió con una sonrisa, tomo su mochila y alcanzó a Kei en la puerta.
Ambos caminaban juntos por la calle, pero un incomodo silencio los invadía, Daiki quería hacer algo al respecto, pero no sabía de que hablar con Kei. De igual manera, Kei sabía que tenía que decir algo, cualquier cosa era buena, pero su mente estaba en blanco y se sentía ligeramente nervioso.
-¿Por qué chocolate?-
Preguntó Daiki en voz baja.
-¿Eh?-
-¿Por qué te gusta tanto el chocolate?-
-Buena pregunta Dai-chan… no lo se… me gusta lo dulce que es, sentir como se deshace en mi boca-
-Oh… yo me imaginaba un motivo diferente-
Dijo Daiki sonriendo torpemente.
-Eso suena interesante, ¿Qué es lo que imaginabas?-
-Una historia así como lo que comías con la chica que te gustaba o cosas así-
Kei no pudo evitarlo y comenzó a reírse, pero sin intensiones de burlarse.
-A decir verdad, nunca me ha gustado nadie, y la razón no es así como podrás darte cuenta, es un simple gusto, no tiene nada de maravilloso-
-Eso parece-
Respondió Daiki mientras se avergonzaba un poco por el comentario que había hecho.
-¿Por qué dices que nunca alguien te ha gustado? Eso es imposible-
-¿Eso crees?-
-Bueno… a todos nos ha gustado alguien alguna vez…-
-¿A ti te gusta alguien?-
Preguntó Kei en tono curioso mientras se detenía.
-No, ahora nadie-
-¿Y alguien te gustaba antes?-
-Hace mucho tiempo, creí que alguien me gustaba, pero después de verlo con la persona que a esa persona le gustaba comprendí que no debía meterme y lo olvide rápidamente-
-Hmm… con “esa persona” te refieres a… ¿Cómo se llama?… el chico que siempre esta contigo-
-Takaki-
-¿Así que es él?-
-Algo así… a decir verdad no creo que me haya gustado realmente, al menos lo suficiente para decírselo-
-Hmm…-
Kei lucía pensativo, Daiki lo observaba un poco intrigado.
-¿Piensas que soy raro cierto? Al pensar que un chico me gustara…-
-¡Para nada!-
Se apresuró a decir al ver como Daiki bajaba tímidamente la cabeza, después se inclinó un poco para tener el rostro de Daiki y le dijo con voz suave.
-A decir verdad, creo que a mi me gusta uno…-
-¿No me acabas de decir que jamás te ha gustado nadie?-
-Eso dije, antes… ahora… no estoy muy seguro de eso-
Dicho esto, clavo su mirada en los confundidos ojos de Daiki, después dejó salir una pequeña risita y se reincorporó para continuar caminando.
-Hasta aquí esta bien, no quiero que llegues tarde a tu casa solo por acompañarme hasta acá-
Daiki se sorprendió al escuchar este comentario.
-¿No tienes por que venir a la estación cierto?-
Preguntó Kei mientras lo miraba fijamente y con una sonrisa.
-¿Cómo lo supiste?-
-Eres como un libro abierto Dai-chan, tus ojos siempre me dirán la verdad aunque me digas lo contrario, así que hasta aquí esta bien, si continuas acompañándome llegaras realmente tarde a casa ¿cierto? No quiero que tengas problemas en casa por mi culpa-
-¿Te molesta que te acompañe?-
Preguntó Daiki tímidamente. Kei se acercó de nuevo a el de prisa y se apoyó en sus hombros, acercando sin querer demasiado su rostro al de Daiki.
-Para nada, me alegra que me hayas acompañado, pero ahora debes volver o será más tarde, no veremos mañana-
Mientras Kei hablaba, Daiki lo miraba fijamente y pensó.
“-Chocolate… huele a chocolate…-”
-¿De acuerdo?-
Le preguntó Kei mientras se acercaba un poco más a su rostro.
-Ah… no… no te preocupes, no hay nadie esperándome en casa, en verdad puedo acompañarte a la estación-
Kei miró a Daiki sorprendido, fue entonces cuando se dio cuenta de lo cerca que estaba del rostro del menor, y de nuevo comenzaba a acercarse a el, como si una fuerza extraña lo estuviese empujando suavemente.
Daiki pudo darse cuenta de cómo Kei se acercaba lentamente a su rostro, de pronto comenzó a sentirse nervioso, no sabía que hacer, cada vez mas el rostro de Kei estaba más cerca del suyo, y cuando al fin sintió la respiración de este sobre su rostro, lo único que logró hacer fue girar la cabeza.
Kei se dio cuenta, ¿Pero que era lo que estaba a punto de hacer?
-Lo siento-
Dijo con voz débil mientras agachaba un poco la cabeza y se elajaba de Daiki.
-Yo… me tengo que ir, nos veremos mañana-
Y así, se dio media vuelta y comenzó a caminar, Daiki solo pudo decir con voz débil.
-Hasta mañana-
No estaba seguro si Kei había sido capaz de escucharlo, pero no podía hablar más fuerte, ni siquiera podía moverse, estaba en un completo estado de shock, ¿acaso Kei había estado a punto de besarlo? Aquello era imposible, tal vez solo era su imaginación, si, debía ser eso, solo su imaginación, pero, ¿Por qué se había acercado tanto a el?
Estas y más preguntas rondaron en la mente de Daiki hasta que logro llegar a casa, exhausto, se encerró en su habitación y se tumbo en la cama, la mirada de Kei, su sonrisa y aquel agradable y suave aroma a chocolate no salían de su cabeza, y sin darse cuenta, se quedo completamente dormido.
A la mañana siguiente, Kei ya había tomado el autobús que lo llevaba a la estación del tren, no había podido dormir en casi toda la noche, así que por consecuencia iba luchando por no quedarse dormido, de igual forma le paso en el tren, no debía quedarse dormido, ya encontraría el momento adecuado para dormir en el descanso un poco.
Por otro lado, Daiki ya iba rumbo a la escuela, por primera vez iba caminando con calma, era increíblemente temprano, pero eso no le importaba, después de haberse quedado dormido la tarde anterior, no pudo dormir en toda la noche, y es que el pequeño sueño que había tenido era bastante vergonzoso, ahora se daba cuenta que no podía sacar a Kei de su cabeza.
Mientras caminaba paso frente a una pequeña tienda, la cual tenía en el mostrador los chocolates que tanto le gustaban a Kei, y por pura inercia, entró a la tienda y compro unos cuantos. Cuando salió de aquella tienda y retomaba su camino hacia la escuela se preguntaba.
-¿Para que rayos compre chocolates? Son demasiados, no me comeré todo esto-
Y un poco enojado por la supuesta mala compra que acababa de hacer, guardo la bolsa que la señora le había dado, la cual contenía no menos de veinte chocolates, en su mochila, si que había comprado demasiados.
Al llegar al salón de clases, casi la mitad de sus compañeros ya estaban ahí, incluyendo a Takaki, el cual lo miró sorprendido a verlo llegar temprano, y sin esperar más se acercó a el.
-Dai-chan… ¿Qué ha pasado? ¿Te quedaste a dormir aquí en la escuela?-
Daiki no respondió, en su lugar le dirigió una fría mirada a Takaki.
-Luces muy mal, de seguro estas enfermo-
Dijo Takaki aparentando estar preocupado mientras tocaba la frente de Daiki, el cual dijo tratando de conservar la calma.
-No es eso, solo me levanté temprano-
-Pues por lo que puedo ver, más bien no dormiste, en tu rostro esta la prueba de ella-
-No es nada-
Respondió Daiki mientras tomaba asiento, Takaki estuvo a punto de decir algo más cuando la puerta del salón se abrió y entonces Kei entró.
De inmediato Daiki clavo su mirada en el chico, y Kei hizo lo mismo en cuanto vio a Daiki, pero ninguno de los dos dijo nada, y cuando Kei comenzó a avanzar rumbo a su lugar, Daiki se sentó bien, mirando hacia el frente, estaba demasiado nervioso.
-Buenos días-
Saludo Kei con voz débil.
-Buenos días-
Dijo Daiki pero sin girarse para ver a Kei, Takaki pareció no darle demasiada importancia a lo que acababa de ocurrir y continuó conversando con Daiki de otras cosas completamente diferentes.
Rato después el profesor llego y la clase comenzó.
Cuatro horas después y el descanso llego, al fin era hora de
almorzar, Kei estaba realmente hambriento, mientras que Takaki se iba de nuevo dejando a Daiki solo otra vez.
-¡Demonios! ¿Y ahora que voy a hacer?-
Dijo Kei en voz alta, lucía ligeramente molesto, Daiki un poco preocupado se giró para verlo.
-¿Ocurre algo?-
-Olvidé mi almuerzo, salí tan rápido hoy temiendo llegar tarde que lo olvidé por completo-
De pronto, Daiki recordó que el llevaba consigo una bolsa llena de los chocolates preferidos de Kei.
-Oh… espera un segundo-
Le dijo mientras tomaba su mochila y sacaba la bolsa de chocolates.
-Creo que compre demasiados, ¿te parece si los compartimos?-
Kei estaba completamente sorprendido, jamás se esperó que Daiki fuese capaz de comprar tantos chocolates.
-Son… demasiados-
-Eso es lo que dije, ¿quieres?-
De pronto la mirada de Kei pareció iluminarse.
-Muchas gracias, ¿esta bien si comemos aquí? No tengo ánimos de buscar un lugar para comer-
-De acuerdo-
Dijo Daiki con una sonrisa, dejó la bolsa de chocolates sobre el pupitre de Kei, giró su silla y tomo asiento, segundos después Kei solo tomó asiento, ahora ambos estaban frente a frente y listos para comer.
Sin que ambos se dieran cuenta, la incomoda atmosfera que los había rodeado esa mañana había desaparecido por completo mientras comían chocolates, era como si el chocolate fuese una especie de comida mágica que lograba que ambos comenzaran a conversar sobre cualquier cosa sin aburrirse.
Después de un buen rato, Daiki notó que ya se había comido no menos de cinco chocolates, las envolturas que estaban cerca de el lo probaban, en cambio, no tenía ni las más minima idea de cuantos llevaba Kei, pero era evidente que había comido muchos más que el.
-Estoy lleno-
Dijo Kei mientras se recargaba en el respaldo de la silla y se frotaba el estomago.
-Igual yo, comí demasiados chocolates para este año-
-¿Lo dices en serio?-
Preguntó Kei sorprendido acercándose de golpe a Daiki, recargando ambos brazos en el pupitre.
-Ah… si, supongo que si-
Y por tercera ocasión, ambos, se perdieron, Kei no podía aparatar la mirada de Daiki, entonces descubrió algo que lo hizo actuar sin pensar.
-¿Acaso esto es…-
Preguntó mientras acercaba su mano al sorprendido rostro de Daiki, el cual no sabía como reaccionar. De pronto, solo pudo sentir el suave toque de los dedos de Kei sobre su mejilla, no se sentía nada mal.
-Lo sabía-
Dijo en tono victorioso mientras seguía frotando la mejilla de Daiki con suavidad.
-¿Qué…?-
Preguntó nervioso.
-Chocolate-
Y así, Kei dejo de frotar la mejilla de Daiki para después lamer un poco su dedo.
-Tenías un poco de chocolate en la mejilla-
Le dijo Kei mientras le sonreía.
-Ah…-
Daiki estaba más que avergonzado, y con un gran esfuerzo volvió a mirar a Kei, el cuál seguía demasiado cerca de su rostro, fue entonces cuando notó que el también tenía chocolate en la cara, solo que este estaba demasiado cerca de sus labios.
-Tu también tienes-
Dijo Daiki sonriente mientras levantaba su mano para acercarla al rostro de Kei, no sabía por qué hacía esto, simplemente se estaba dejando llevar por sus impulsos.
Al sentir uno de los dedos de Daiki muy cerca de sus labios, comenzó a sentirse muy extraño, sin embargo era un sentimiento agradable.
En cuanto Daiki termino de remover el chocolate del rostro de Kei, estaba a punto de alejar su mano cuando sintió que este lo detenía, y aprovechando la situación, jaló un poco a Daiki solo para acercarlo más a su rostro, esta vez si que estaban demasiado cerca.
Daiki comenzó a sentir como el corazón le latía rápidamente, mientras que a Kei no le importaba nada más, simplemente no podía detenerse, así que solo le susurro a Daiki.
-Veo que aquí también hay chocolate-
Y sin más, suavemente junto sus labios con los de Daiki en un suave y delicado beso.
Daiki no sabía como reaccionar, esto era demasiado, Kei lo estaba besando y no tenía idea del por qué, sin embargo, aquello no se sentía tan mal, y lentamente, al igual que Kei, cerró los ojos, y segundos después comenzó a responder a aquel beso.
Instantes después ambos se estaban besando tiernamente, a un ritmo lento y acompasado, deseando que el tiempo se detuviese.
Pero como no todo es como uno lo quiere, el estruendoso ruido de la campana los hizo reaccionar, pero a pesar de la sorpresa, se separaron lentamente, como si no quisieran hacerlo.
Ambos se miraron tímidamente, Daiki estaba completamente ruborizado, y esto le pareció lindo a Kei.
-Gracias por los chocolates-
Dijo Kei en voz baja sin dejar de mirar a Daiki, el cual también lo miraba tímidamente.
-Chocolate…-
-¿Eh?-
Expresó Kei confundido.
-Tu… sabes a… chocolate… incluso hueles a chocolate…-
Respondió Daiki mientras trataba de desviar la mirada, pero le era imposible, simplemente no podía despegar la mirada de Kei.
-¿En serio? Pues para mi el que sabe a chocolate eres tu-
Le dijo Kei muy sonriente mientras volvía a sentarse de nuevo en su silla, Daiki hubiese podido decir algo más pero poco a poco sus compañeros comenzaron a entrar al salón, así que no tuvo otra alternativa que girar su silla, dándole la espalda a Kei.
Esas últimas horas fueron demasiado lentas y llenas de ansiedad, por alguna razón Daiki deseaba volver a quedarse a solas con Kei, comenzaba a ser divertido lanzarse miradas a escondidas.
“-Creo que me gusta-”
Pensó Daiki mientras lo miraba y este le devolvía la mirada, al cruzar miradas con Kei, se giraba de inmediato para volver a la “platica” con Takaki.
Kei no podía evitar el sonreír cada vez que esto ocurría, y mientras escribía pensó.
“-Me gusta… al fin te encontré-”
Pensó Kei.
Rato después, al fin las clases terminaron, Daiki sentía que debía decirle a Kei que regresaran juntos, tenía que decirle lo que sentía, simplemente no podía esperar más, pero algo pareció intervenir en sus planes.
-Dai-chan, te esperaré afuera-
Le dijo Takaki con una sonrisa mientras le daba una palmadita en la espalda.
-¿Eh?-
-Hoy Chinen tiene que quedarse hasta tarde, así que podemos volver juntos-
-Ah… bueno… yo…-
-¿Pasa algo?-
Preguntó Takaki un poco preocupado, Daiki no sabía que decir, y sin saber que hacer solo se giró para ver a Kei, quien estaba escuchándolo todo mientras guardaba sus cosas. De pronto vio como Kei se ponía de pie, sin mirarlo, y se colgaba la mochila al hombro. Por un momento Daiki imaginó que se iría, pero lo que sucedió a continuación fue realmente sorprendente.
En lugar de caminar hacia la puerta, se puso de pie junto a Daiki, recargó su brazo en su hombro y le dijo a Takaki con una sonrisa.
-Lo siento, el ya quedó conmigo para ir a comprar unas cosas, ahora si me disculpas me lo llevo-
Y sin esperar la respuesta de Takaki, tomó las cosas de Daiki y se lo llevó fuera del salón.
Sorprendido, Takaki no pudo hacer o decir algo, simplemente se quedó observando.
Al salir de la escuela, Kei no le decía nada a Daiki, hasta que este no soportó más y rompió con aquel silencio.
-¿Cuándo quede contigo para comprar unas cosas?-
Kei se detuvo y se puso frente a el.
-Hace un rato, y como no objetaste nada doy por hecho que estas de acuerdo, ¿cierto?-
Daiki miró extrañado a Kei, y con un poco de sarcasmo se atrevió a preguntar.
-¿No querrás comprar más chocolates cierto?-
El se esperaba alguna respuesta defensiva, pero no hubo nada de eso, simplemente la sonriente expresión de Kei no había cambiado, aquella sonrisa que le decía que había acertado.
-Pero si ya comimos suficientes-
-Si, pero quiero más-
-¿Más?-
Preguntó Daiki un poco sobresaltado, y son poder decir nada más, sintió como Kei lo besaba de nuevo, igual que había ocurrido antes, dulce y suavemente.
-Pero definitivamente este chocolate es mi favorito-
Daiki trató de hacer una expresión de puchero.
-Yo no soy un chocolate-
-Para mí lo eres, aunque me gustas aún mas que los chocolates-
De pronto, Daiki sintió como se le subía el color a las mejillas.
-Supongo que… no importa si comienzo a hacerme un adicto al chocolate-
Dijo tímidamente, Kei solo sonrió felizmente.
-¿Quieres ser mi chocolate para siempre?-
Preguntó Kei.
-¿Chocolate?… Bueno… si así quieres llamarlo… quiero serlo-
Respondió Daiki con la misma sonrisa.
Y así, ambos se acercaron lentamente, Kei abrazó a Daiki, rodeando su cintura con ambos brazos, pegándolo más a su cuerpo, mientras que Daiki se aferraba suavemente a la espalda de Kei, y sin más, ambos se unieron en un suave y delicioso beso sabor chocolate.