Real Madrid son palabras que están en mi vida. Real Madrid significa triunfo en la victoria y triunfo en la derrota. El Real Madrid es historia, es el día a día y es lo que sucederá, es eterna añoranza y eterna expectativa. Es esfuerzo, superar al resto y superarse a si mismo, superar la derrota, superar la victoria. El Real Madrid es el “por lo menos” del día malo y el “pero” del día bueno. Es sufrimiento, es lealtad y es esperanza. Son domingos por la tarde y lunes por la mañana, es algo de lo que hablar, de lo que conversar, es algo que compartir con mucha gente. El Real Madrid es una idea global, algo por lo que merece la pena cualquier esfuerzo. Es Bernabéu y Di Stefano, es Chamartín y Cibeles, es el verde del césped, son pipas, son puros. Son sonrisas y aplausos, son lágrimas y pitos, es alegría y tristeza, son gargantas y son voces. El Real Madrid no es el gol marcado, es el próximo. Es Madrid, España, Europa y es el mundo. Es deporte y es espectáculo. El Real Madrid son once artistas y once guerreros. Es envidia y admiración, es referente, se le odia y se le quiere. El Real Madrid no deja indiferente. Son valores e ideas, es compromiso y unión. Es sueño y es realidad. Hay un Real Madrid y hay muchos. El Real Madrid es cada una de las personas que le tienen en su vida, de los que no pueden verle y no dejan de mirarlo, de los que lo le quieren ver y no pueden mirarlo. Es de todos y de ninguno. Es más que fútbol. Es a veces una excusa y otras una razón. Fue monarquía, fue república, fue dictadura y nunca dejó de ser democracia. Fue primero y fue segundo, es líder sin ser campeón. Son glorias deportivas y mocitas madrileñas. Son portadas, horas de radio y televisión, es el eterno debate y la inexistente conclusión. Es sobre todo ambición. Es el abuelo que todos querríamos tener. El Real Madrid fue ayer, es hoy y será mañana. Real Madrid son palabras que aun no se expresar. [
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