AU Msn. Cuentos antes de dormir. [Evento]
Fandom: AU Msn
Prompt: Cuentos antes de dormir
Advertencias: Slash. Desvaríos totales~
Palabras: 784
- A ver, princesa, ¿qué te parece caperucita Roja?
A Fain le irrita horriblemente escuchar la voz alegre de Adam, pero le irrita más escuchar la voz entusiasmada de su hermanita contestarle que sí. Fain se sienta en la orilla de la cama, al lado derecho de la pequeña Annie y Adam, sentado al lado contrario, la arropa como si fuese su propia hermana.
- Léele.- Le dice Adam pasándole el libro y él lo toma tratando de ignorar la sonrisa lobuna que le dirige.
- Había una vez una niña muy linda, que tenía una abuela muy buena que le hizo una caperuza roja... - Fain espera que la monotonía de su voz haga dormir a la niña.- Un día su madre la llamó dándole unos pasteles -"envenenados", añade en voz baja.- para que los llevara a su abuelita enferma...
Le pasa el libro a Adam musitando un "vas" y se cruza de brazos. Annie parece más emocionada ahora que Adam es quien tiene las riendas del relato y a Fain sinceramente, no acaba de agradarle aquello. Que es su hermana, no de Mr Ego Estratosférico.
- Fue avanzando poco a poco por el bosque y al cabo de un rato, cansada, se sentó y se puso a jugar con las flores. Un lobo muy hermoso llamado Adam... - Y tenía que salir con alguna estupidez, claro que sí. Pero Annie sigue con la mirada brillante de quien admira con el corazón completo.
Fain escucha, algo molesto y toma el libro con fuerza cuando ha acabado el turno de Adam.
- Así que Caperucita se fue por el camino largo creyendo en las palabras del idiota. El lobo llegó antes y la abuelita, creyendo que era Caperucita, le dejó entrar. El cazador, un tío guapo, apuesto, maravilloso en una palabra, pasaba por ahí y alcanzó a ver la llegada del idiota. Adam se comió a la indefensa abuelita y como era travesti...
- ¡No era travesti!
- ¿Qué es travesti? - Musita Annie, adormecida, pero ambos parecen convenientemente ignorarle.
- ... se vistió con las ropas de la abuelita.- Completa y se felicita mentalmente, mientras le pasa el libro.
- Al cabo de un rato, Caperucita llamó a la puerta. El lobo con su voz totalmente varonil y sexy -Sí, claro, piensa Fain- , le dio permiso para pasar. El lobo se tapó completamente con las mantas y esperó a que ella pasara. "Abuelita, abuelita, te traje pastelitos". "Gracias, hija", dijo él, fingiendo voz de anciano, pero no le salió, pues seguía teniendo su voz totalmente hermosa. "Abuelita, abuelita ¿por qué tienes esa voz tan sexy?" "Es para conquistar mejor al cazador, hija" - ¡Y eso es personal! Masculla mentalmente Fain, apretando los puños, pero Adam sólo sonríe.- "¿Y por qué tienes esa nariz tan digna de trabajo perfecto de cirugía estética?"...
No quiere escuchar más. Pero pronto llega la hora de la venganza y tiene de nuevo el libro entre sus manos.
- Caperucita Roja se convenció y le dio de comer pero como el lobo era un glotón de primera y por ello mismo estaba a punto de tener problemas serios de obesidad… - Le acaba de dar en el punto débil, ¡perfecto!- El cazador, que se veía tan sexy con su uniforme, se preocupó al ver entrar a la niña y no salir. Así que tomó una escopeta, bisturí y su botiquín de cirujano porque se había graduado como tal también y entró a la casa... - Pero no puede continuar, sintiendo el libro serle arrebatado.
- Entonces el cazador tropezó con un madero suelto del suelo y se la pegó, quedando inconsciente al darse contra su propio botiquín en la cabeza. El lobo despertó con todo el ruido y al ver al cazador le entró más hambre, pero no precisamente de comida. Lo arrastró hacia la cama donde le empezó a quitar el uniforme y...
- ¿Cómo que se tropezó? No soy tan idiota como para eso - Quiere matarle. Lenta y dolorosamente.
- El cazador se tropezó y punto. Y el lobo le ató las muñecas al cazador con la camisa de la abuelita...
Fain suelta un suspiro, mientras cuenta mentalmente hasta diez. Desvía la vista hacia su hermana, que se ha quedado dormida a la mitad del relato y sonríe apenas un poco, tratando de ignorar lo que aún escucha decir a Adam y piensa que si está con ese cretino es sólo porque Annie lo quiere...
- Hey, Fain...- Se gira y lo que siente es un beso rápido en los labios y lo que ve es esa mirada voraz y esa sonrisa desagradablemente hermosa.- ¿Y si me quedo a dormir hoy?
Sólo por Annie. Claro.
Prompt: Cuentos antes de dormir
Advertencias: Slash. Desvaríos totales~
Palabras: 784
- A ver, princesa, ¿qué te parece caperucita Roja?
A Fain le irrita horriblemente escuchar la voz alegre de Adam, pero le irrita más escuchar la voz entusiasmada de su hermanita contestarle que sí. Fain se sienta en la orilla de la cama, al lado derecho de la pequeña Annie y Adam, sentado al lado contrario, la arropa como si fuese su propia hermana.
- Léele.- Le dice Adam pasándole el libro y él lo toma tratando de ignorar la sonrisa lobuna que le dirige.
- Había una vez una niña muy linda, que tenía una abuela muy buena que le hizo una caperuza roja... - Fain espera que la monotonía de su voz haga dormir a la niña.- Un día su madre la llamó dándole unos pasteles -"envenenados", añade en voz baja.- para que los llevara a su abuelita enferma...
Le pasa el libro a Adam musitando un "vas" y se cruza de brazos. Annie parece más emocionada ahora que Adam es quien tiene las riendas del relato y a Fain sinceramente, no acaba de agradarle aquello. Que es su hermana, no de Mr Ego Estratosférico.
- Fue avanzando poco a poco por el bosque y al cabo de un rato, cansada, se sentó y se puso a jugar con las flores. Un lobo muy hermoso llamado Adam... - Y tenía que salir con alguna estupidez, claro que sí. Pero Annie sigue con la mirada brillante de quien admira con el corazón completo.
Fain escucha, algo molesto y toma el libro con fuerza cuando ha acabado el turno de Adam.
- Así que Caperucita se fue por el camino largo creyendo en las palabras del idiota. El lobo llegó antes y la abuelita, creyendo que era Caperucita, le dejó entrar. El cazador, un tío guapo, apuesto, maravilloso en una palabra, pasaba por ahí y alcanzó a ver la llegada del idiota. Adam se comió a la indefensa abuelita y como era travesti...
- ¡No era travesti!
- ¿Qué es travesti? - Musita Annie, adormecida, pero ambos parecen convenientemente ignorarle.
- ... se vistió con las ropas de la abuelita.- Completa y se felicita mentalmente, mientras le pasa el libro.
- Al cabo de un rato, Caperucita llamó a la puerta. El lobo con su voz totalmente varonil y sexy -Sí, claro, piensa Fain- , le dio permiso para pasar. El lobo se tapó completamente con las mantas y esperó a que ella pasara. "Abuelita, abuelita, te traje pastelitos". "Gracias, hija", dijo él, fingiendo voz de anciano, pero no le salió, pues seguía teniendo su voz totalmente hermosa. "Abuelita, abuelita ¿por qué tienes esa voz tan sexy?" "Es para conquistar mejor al cazador, hija" - ¡Y eso es personal! Masculla mentalmente Fain, apretando los puños, pero Adam sólo sonríe.- "¿Y por qué tienes esa nariz tan digna de trabajo perfecto de cirugía estética?"...
No quiere escuchar más. Pero pronto llega la hora de la venganza y tiene de nuevo el libro entre sus manos.
- Caperucita Roja se convenció y le dio de comer pero como el lobo era un glotón de primera y por ello mismo estaba a punto de tener problemas serios de obesidad… - Le acaba de dar en el punto débil, ¡perfecto!- El cazador, que se veía tan sexy con su uniforme, se preocupó al ver entrar a la niña y no salir. Así que tomó una escopeta, bisturí y su botiquín de cirujano porque se había graduado como tal también y entró a la casa... - Pero no puede continuar, sintiendo el libro serle arrebatado.
- Entonces el cazador tropezó con un madero suelto del suelo y se la pegó, quedando inconsciente al darse contra su propio botiquín en la cabeza. El lobo despertó con todo el ruido y al ver al cazador le entró más hambre, pero no precisamente de comida. Lo arrastró hacia la cama donde le empezó a quitar el uniforme y...
- ¿Cómo que se tropezó? No soy tan idiota como para eso - Quiere matarle. Lenta y dolorosamente.
- El cazador se tropezó y punto. Y el lobo le ató las muñecas al cazador con la camisa de la abuelita...
Fain suelta un suspiro, mientras cuenta mentalmente hasta diez. Desvía la vista hacia su hermana, que se ha quedado dormida a la mitad del relato y sonríe apenas un poco, tratando de ignorar lo que aún escucha decir a Adam y piensa que si está con ese cretino es sólo porque Annie lo quiere...
- Hey, Fain...- Se gira y lo que siente es un beso rápido en los labios y lo que ve es esa mirada voraz y esa sonrisa desagradablemente hermosa.- ¿Y si me quedo a dormir hoy?
Sólo por Annie. Claro.