Tema: 15# Juguetes
Pareja: William Odergand/Mattesa Oxford
Rating: NC-17.
Palabras: 500
Tabla:
Pr0nNotas: Cortito, sencillo, momento cualquiera. Ligeramente angst, lo cual ya no me sorprende mucho, pero buen.
Mattesa es un objeto, un conjunto de carne y piel que irradia calor y que se siente bien entre sus manos. Es como una muñeca, pero mejor, porque se mueve y reacciona y susurra su nombre cuando se corre dentro de ella. Mattesa sirve para desahogarse, para soltar frustraciones y para desbocar la ira reprimida.
A veces la muerde y destroza, cuando tiene la seguridad de que Anthony pasará semanas fuera de casa por asuntos de negocios -¿negocios? Todo mundo sabe que tiene una amante en Francia-, arrasando a su paso con todo lo que encuentra. Hasta que la hace sangrar, hasta que la hace gemir y gritar y terminar agotada entre sus brazos. Entonces la suelta y la deja, mientras atiende otros asuntos.
Mattesa es simplemente su muñeca.
William es, a su vez, otro objeto. Hermoso, marcado, músculos pequeños pero firmes y sobretodo una extrema sensibilidad. Dos o tres toques y está bajo control. Es manipulable y Mattesa lo sabe. Cuando ella quiere hacerlo y él no, calentarle es asunto sencillo, como si se tratarse de un simple interruptor que debe ser activado, ella mete la mano bajo sus pantalones y mueve, arriba y abajo y él termina cediendo y a veces hasta piensa que ha sido toda idea suya.
Ella también puede destrozarle. Cuando le tortura, sin dejarle tocarla, cuando amenaza con parar si no sigue sus instrucciones exactas. Es todo un juego perverso de demandas, de quien domina y quien cede, y William es sólo una pieza más, una figura que puede ser controlada a su antojo, con facilidad. Un títere. Un muñequito, a fin de cuentas.
Se usan, uno al otro.
(Mattesa le muerde un pezón, dejando la marca de sus dientes cuando hala y le masturba, un ritmo tremendamente lento, con la mano que queda libre atrapando ambas muñecas del chico y evitando que pueda moverse. Y ríe contra su piel y le lame los labios, torturando sin dejarle besarla. Y ella controla, ella domina y él sólo puede retorcerse de placer bajo su cuerpo conforme lo que es rutina avanza. Cuando Mattesa logra perderse entre la embriagante sensación del placer y extasío, se siente momentáneamente completa y el hecho de que su esposo esté lejos no tiene importancia)
Ella, para escapar de la realidad.
(William aprieta un poco en el cuello de piel alabastro y presiona, sin dejar marca, sólo unos instantes y desliza las manos a los costados, rozando los senos y la empuja más abajo, obligándola a pegar su frente a la cama y entonces él puede lamer su espalda con mas facilidad, marcando un ligero caminito hasta sus muslos. Cuando la penetra, embiste con fuerza, profundo, un nuevo reto y quiere verla enloquecer y escucharla gemir, para sentirse superior, fuerte, dominante y borrar por completo las palabras y los sentimientos)
Él, para olvidar la soledad.
Sin mezclar sentimientos, sin amor, ni odio y tampoco indiferencia. Son, a los ojos del otro, simples objetos que valen por utilidad. Juguetes, nada más.