Tema: 4# Paciencia
Pareja: Kyle Makepeace/Aine Newbury
Rating: G
Tabla:
7 VirtudesNotas: XD viva el ocio. Bien, esto es extraño, algo crack y pues, eso. Es que con estos no hay de otra, el caracter de él, el caracter de ella, sus arranques y su relación de 'me molestas, te molesto'
Paciencia
Aine Newbury sabe bien que su compañero es un chico muy especial. Y no, no tiene tanto que ver con el hecho de que sea una persona seria y fría dentro de ese colegio, tampoco tiene mucho que ver con las vendas en sus muñecas, con los ojos azules y un poco opacos y menos aún con la sonrisa -seductora, tiene que admitirlo - que le dedica cuando la hace enfadar.
Kyle es paciente. Muy paciente, porque puede quedarse bajo la lluvia, bajo la protección de un impervius o de una sombrilla y esperar para una de sus reuniones. Porque puede también escucharla durante horas aunque ella sólo hable de la clase de Herbología o de Pociones o su favorita, Runas. Porque Kyle es paciente, incluso soporta su mal humor.
Por desgracia, ella no lo es.
- Makepeace.
Él apenas levanta la vista del libro, un poco y no la ve del todo. Llevan una hora sentados a orillas del lago, leyendo y trabajando, como siempre, en alguna clase. Oh, Kyle es lindo también por eso, porque aunque le importa poco la escuela y las reglas y clases se las salta cada dos por tres, él 'estudia' con ella.
- ¿Si, Aine?
Y ella sigue mirándolo, fijo, con sus ojos azules de un color que Kyle ha llamado cobalto.
- ¿Podría dejar de morder el lápiz?
Kyle se la queda viendo y sonríe, de esa manera juguetona, de esa forma que se burla en tu cara y que a la vez le da un aire extraño, casi, casi atractivo. Oh, pero Aine sabe -supone- que el chico es gay, así que ni se molesta ni le toma en cuenta.
- ¿Le molesta? - Y la pregunta es estúpida y Kyle se regocija un poco cuando la chica frunce el ceño ligeramente y desvía el rostro, molesta. La de Aine es molestia silenciosa, sin gritos ni reproches, sólo una mirada fría -más de lo habitual- y un gesto indignado.
Kyle sabe bien cómo es la jovencita, porque la conoce, no demasiado pero sí lo suficiente. Y le agrada hacerla enfadar y le encanta trabajar con ella porque Aine es, en todos los sentidos, una chica virtuosa, agradable y digna de respeto y admiración. Y una amargada, pero eso ya es caso aparte.
Hay silencio unos momentos más y el moreno regresa a la lectura, sin cambiar en ningún momento sus hábitos. “Merlín, dame paciencia”. Hace un nuevo intento.
- Makepeace...
Insiste, porque no puede apartar la vista de los labios y del lápiz y de las mordidas y de pronto suenan demasiado fuerte y no la deja concentrarse.
- ¿Sí?
- Deje de hacer eso.
Él asiente y ella se da por bien servida. Cree que le hará caso -es ilusa -, que el señorito dejará de morder el lápiz y le dejará leer tranquila y el paz ese maldito párrafo que no ha podido pasar por estar viendo cómo Makepeace muerde el estúpido lápiz. Justo como en ese instante.
- Le dije que dejara de hacerlo.
- Lo siento, no me di cuenta - Responde el chico y ella no le cree porque él le está sonriendo y su sonrisa dice 'mire, me burlo de usted, ¿vemos quien humilla más al otro?'
Estúpido Kyle Makepeace.
Aedán no muerde el lápiz, ni siquiera su hermana lo hace. Uilleam sí lo hace, pero ella le dice y él se disculpa con esa sonrisa y esos ojos de cachorro que le obligan a decirle que no importa, que lo siga haciendo si quiere. Se dice que ya debe dejar de pensar tanto en el castaño o comenzará a afectarle en los estudios.
Silencio. Suspira y vuelve a leer, a centrarse, a sentir que está entendiendo. Cree comprender y entonces escucha otro crunch, a su lado y baja el libro y alza la vista y lo ve, lo fulmina con la mirada. Quiere asesinarlo.
- Makepeace...
- ¡Es sólo un dulce!
- ¿Qué parte de deje de hacerlo no comprende?
- ¡Es un dulce!
- ¡Es imposible con usted!
No le da tiempo de responder y se levanta, con el libro bajo el brazo, se alisa las ropas, se acomoda su maltrecho cabello y se va, camina rápido hacia el castillo y no le mira y va haciendo pucheros y gruñendo como cachorrita malhumorada. Estúpido Makepeace, murmura y el aludido la observa irse.
La conoce, se dice Kyle, mientras come el dulcecito y regresa la vista al libro, la conoce, pero definitivamente, aún no la comprende.