Castillo de Sueños. País de las Maravillas. #1

Mar 10, 2010 22:40

Fandom: Castillo de sueños
Claim: Yume
Tabla: Alicia en el país de las maravillas
Tema: Alicia
Advertencias: Pedofilia, básicamente. Un rating R, más o menos o.ou supongo.

Ella no recuerda su nombre. Yume, le dicen y significa sueño en una lengua que ella desconoce, pero sabe que ése no es su nombre. Su nombre es un dato perdido, algo que no conserva en su memoria, una palabra que hace años se esfumó, desvaneciéndose entre niebla de madrugada y humo de cigarrillo barato. Su nombre no era sino algo abstracto que se olvidó cuando era muy pequeña. Algo escrito en un papel roto, sólo una palabrita que alguien más pronunció y que simplemente perdió sus letras entre fuegos intencionados y nuevos nombres que le designaban.

De su nombre, recuerda -tiene la certeza de que existía- una A mayúscula, al inicio. Nada más.

El señor Izumi la llama Yume. La llama también princesa, muñeca, niña. La llama como suya y antecedes posesivos a su nombre -el irreal, el que él le asigna- y susurra “mi niña” mientras acaricia sus cabellos largos de color arena bronceada y besa sus mejillas de durazno maduro. La llama su niña perfecta, el final definitivo, su amante esperado y de sus labios bebe miel y leche tibia.

Yume es el objeto que es de Izumi. Yume de Izumi, sencillamente, relación inevitable, lazo irrompible.

El señor Izumi muerde sus carnes y besa su piel, saborea su cuerpo impúber e impoluto y la nombra Yume entre la sinfonía discorde de gemidos y sollozos. Ella susurra “tuya” y rodea su cuello con los brazos pequeños de carne blanda y susurra con voz entrecortada “papá” con el único significado que conoce. Entonces “papá” la llama muñeca y la dibuja -con sus manos trazando su geografía- perfecta, le regala una imagen de sí misma enaltecida, alabada.

Yume se siente Alicia. Recuerda a aquel libro, a su autor, y se siente aquella pequeña idolatrada. Se siente la Alicia perfecta e inmaculada, animada, existente en un plano diferente, perdida en un estrato desconocido, inalcanzable. Se siente Alicia añorada, aspiración perfecta, suspiro anhelante que culmina en realidad.

“Papá” se marcha, la deja tendida en un revuelo de mantas, en un desastre de prendas, en una escena criminal que le mandaría a la cárcel. Ella escucha los pasos resonar por los pasillos de piedra y tras las paredes las voces infantiles de sus compañeros musitando una oración escondida entre sus manos. El orfanato cae en la oscuridad de siempre.

Yume no recuerda su nombre ni su identidad, tampoco el peso de su alma. Yume no es Yume y Yume no es ella. Ella es el juguete perfecto que no se rompe, la adoración de Izumi y su amante en miniatura.

Ella es Alicia.

Y como Alicia, sólo vive en el deseo irrefrenable de un hombre, en la construcción fantasiosa de un enfermo y en su propio corazón, ya consumido.

pj:youj izumi, comunidad:entredeslignes, comunidad:menteoriginal, f:castillo de sueños, adv:nc-17, adv:pedofilia, pj:ashleen lefevre

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