Sweet, sweet, sweet
Hi there! Más Pre-Nath ^__^ Creo que llevo suspendidas cuatro asignaturas, en un orden más offtopicnesco. Ja, ja.
+ + +
No pudo evitar que una sonrisa escapara de sus labios al ver el comportamiento tremendamente infantil del hombre frente a ella, brazos cruzados, pie impaciente y venita palpitando en la sien. Havoc le dio una última mirada de extrañeza antes de salir precedido por un Breda que se sobaba la nariz. No entendía para qué les echaba el General; por mucho que quisiera estar a solas con la Capitana, si no evacuaba la tienda entera no conseguiría ni un poquito de intimidad.
Riza se aclaró la garganta. "¿Señor?"
Él la observó por un largo rato antes de acercarse, mano en el bolsillo, y sentarse a su lado en la camilla. Ella miró curiosa la mano oculta. "Ah", dijo él, como dándose cuenta de su mirada en aquel momento. "Ten" - le pasó un libro de tapas verdes - "Lo dejaste olvidado en el tren."
Hawkeye pestañeó, tomando el ejemplar entre sus manos y abriéndolo. "Estaba segura de haberlo guar..." Sus palabras se perdieron en la segunda página. Roy no la miraba mientras leía, ni tampoco cuando ella permitió que sus codos se rozasen.
"...Gracias, señor."
Mustang carraspeó exageradamente y se levantó del asiento, con repentina celeridad. "¡Bien, pues dicho todo, vayamos a cenar!" - apartó la cortina de la puerta. La mujer no se movió.
"Eh, General..."
Él se volvió a la llamada, no pudiendo menos que notar la semidesnudez de ella y su imposibilidad de mover el brazo. Riza soltó una risa nerviosa.
"...Mierda, Hawkeye, ¡lo mío es quitar sujetadores, no ponerlos!"
+ + +
Dah.
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No pudo evitar que una sonrisa escapara de sus labios al ver el comportamiento tremendamente infantil del hombre frente a ella, brazos cruzados, pie impaciente y venita palpitando en la sien. Havoc le dio una última mirada de extrañeza antes de salir precedido por un Breda que se sobaba la nariz. No entendía para qué les echaba el General; por mucho que quisiera estar a solas con la Capitana, si no evacuaba la tienda entera no conseguiría ni un poquito de intimidad.
Riza se aclaró la garganta. "¿Señor?"
Él la observó por un largo rato antes de acercarse, mano en el bolsillo, y sentarse a su lado en la camilla. Ella miró curiosa la mano oculta. "Ah", dijo él, como dándose cuenta de su mirada en aquel momento. "Ten" - le pasó un libro de tapas verdes - "Lo dejaste olvidado en el tren."
Hawkeye pestañeó, tomando el ejemplar entre sus manos y abriéndolo. "Estaba segura de haberlo guar..." Sus palabras se perdieron en la segunda página. Roy no la miraba mientras leía, ni tampoco cuando ella permitió que sus codos se rozasen.
"...Gracias, señor."
Mustang carraspeó exageradamente y se levantó del asiento, con repentina celeridad. "¡Bien, pues dicho todo, vayamos a cenar!" - apartó la cortina de la puerta. La mujer no se movió.
"Eh, General..."
Él se volvió a la llamada, no pudiendo menos que notar la semidesnudez de ella y su imposibilidad de mover el brazo. Riza soltó una risa nerviosa.
"...Mierda, Hawkeye, ¡lo mío es quitar sujetadores, no ponerlos!"
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Dah.