Dando el coñazooooo xD
12# - Mentir
Bostezó, y a pesar de haberse tapado la boca rápidamente, no pudo evitar ser visto por su sempai, quien se acercó a él, curioso
- ¿No dormiste bien?
- No mucho la verdad...- me dolía la espalda y no pude conciliar el sueño… - inventó Choutaro, tratando de mantenerse serio ante la mirada desconfiada de su sempai
Shishido se guardó las ganas de hacer algún comentario en ese momento y se encogió de hombros.
- Si tanto te molesta la espalda deberías descansar hoy- propuso Jiroh, tratando de quitarle la raqueta, sin éxito - no creo que hoy hagamos nada interesante
- Que no te escuche Atobe decir eso - rió Choutaro, poniendo la raqueta lejos del alcance de su compañero - no importa, comienzo la practica, y si veo que no me molesta… mejor.
- Pero si te molesta te retiras - medio ordenó Shishido, serio - queda poco para los nacionales y aún podemos participar…
- ¡¡Quedan dos meses!! Relájate…-
- Para relajados ya te tenemos a ti - se burló Gakuto, apareciendo tras Shishido y dándole un suave capón a Jiroh
- Mukahi sempai! ¿Dónde estabas? - preguntó Ootori, curioso
- Entrenando - contestó una voz grave tras él - ¿a que viene la reunión?
Todos se giraron a ver a Oshitari, quien algo incomodo decidió buscar en su bolsa una muñequera, tratando de desviar la atención de sus compañeros de su persona.
- Bueno, Oshitari -sempai tiene razón, vamos a las canchas antes de que llegue Atobe y nos ponga a corr…
- ¿Alguien llamaba a ore-sama?
- A correr. Os lo dije
Atobe miró a sus titulares con cara de pocos amigos, y de inmediato estos comenzaron a estirar, repartidos por toda la pista, mientras el capotan repetía las órdenes de siempre entre novatos y juniors
- ¿Volvemos luego juntos? - propuso Shishido a su kohai, que calentaba junto a él - a ver si así me cuentas que te pasa en realidad
- Shishido-san, no es nada que me…
- Mentira, y gorda. No sabes mentir ¿cuantas veces te lo dicho?
El menor dejo de protestar, sintiéndose algo acorralado
- No pongas esa cara- le tranquilizó Shishido - simplemente, creo que no te vendría mal soltarlo
- Ni que fuera fácil…
- Si eso que te ocurre ha logrado que te comportes así…me lo creo - declaró, sonriendo algo triste - como quieras-pero si necesitas cualquier cosa
Ootori asintió sonriente, y Shishido, algo más tranquilo, cogió su raqueta y comenzó a caminar de vuelta a las pistas
- Shishido-san! - el aludido se giró al instante mientras Ootori corría hacia él - si estuvieras enamorado de una persona, ¿Cómo se lo dirías?
- Eh…- Shishido miró a su kohai, que lucia avergonzado, mientras trataba de ignorar a las voces que gritaban en su cabeza - No se, la verdad. Si quieres a una persona las palabras salen solas, ¿No crees?
- Si…supongo
- Así que eso era lo que te pasaba... me quedo más tranquilo
Se dio media vuelta y retomó el camino antes que su kohai hablara de nuevo, no sabia que le pasaba en ese momento por la cabeza. Así que Choutaro al fin…
- Me gustas…- susurró una voz. Shishido frenó en seco - Shishido-san…
El mayor decidió que mejor callarse a soltar cualquier estupidez y permaneció inmóvil durante unos segundos que a Choutaro se le antojaron horas. Finalmente, sonrió y empujó suavemente al menor para que volviera a caminar
- Entonces volvemos juntos a casa, ¿no? - comentó al fin, para después echarse a reír - ya era hora de que me lo dijeras…
- Eh… Shishido-san!!! Tu…- la sonrisa de Ootori disminuyó
- Lo sabía. Si - completó Shishido, con una sonrisa de oreja a oreja - mientes fatal, te lo dije
Ahora algo que no me ha gustado demasiado como me ha quedado... pero como es lo primero de OT5 que hago..supongo que merezco el perdón...verdad¿¿ *se esconde*
Titulo: Benditos días libres
Fandom: Prince Of tennis
Personajes, OT5
Advertencias, hombre...es un quinteto xD. Aunque no haya porno ya hay que dejar un poco sobre aviso xD
Disclaimer, Las ganas de que Pot sea mio >.<
Benditos días libres . Ot5
Cuanto más observaba sus rostros, más divertida le parecía la situación. Aunque esta no tuviera nada de gracia para los demás
- Agradecería que dejaras de reírte, Fuji - susurró Tezuka, a su lado, ganándose una mirada de reproche del tensai - no se que encuentras divertido
- Saa.. algunas cosas, Mitsu
- Mantente al margen- prácticamente ordenó, levantándose del mullido sofá y acercándose a los otros tres hombres, que seguían estáticos en el centro de la habitación, para disfrute de Fuji y desagrado de Tezuka
El prodigio se recostó en el sofá, fingiendo indiferencia, y comenzó a canturrear. Atobe dejó de protestarle a Sanada y clavó sus ojos en el mayor, con un enojo clarísimo en ellos.
- Syuusuke, ¿Te importaría callarte? Desconcentras a Ore-sama - detrás de Sanada una voz susurró algo parecido a “mada mada dane” y las mejillas de Atobe enrojecieron de rabia- todo esto es culpa de tu maldito gato, así que mejor cierras la boca
- Keigo, ya basta
El tono autoritario de Sanada logró indignar aun mas a Keigo, que resoplando salió de la habitación con un fuerte portazo
- Saa..parece que Kei-chan se enfadó en serio esta vez, Ryo-chan - comentó Fuji, echando un vistazo a su reloj - no deberías dejar a tu gato suelto por su despacho
- No es mi culpa- se defendió el menor, tomando al animal en brazos- a Karupin le gusta estar allí
- Pues enciérrale en nuestro dormitorio para que no vaya allí - Sanada se giró. Encarando al menor - acabará mal si Keigo sigue encontrando pelos en sus papeles
Ryoma asintió a regañadientes, logrando que los demás se miraran aliviados entre sí, parecía que el menor al fin iba a hacerles caso. La verdad, que todas las semanas hubiera una discusión entre ellos por cualquier “tontería” era exasperante…agotador
- Mitsu, Gen-chan, llegáis tarde al trabajo - comentó Fuji, levantándose del sofá - Ryoma, quedaste con Momo hoy, ¿Verdad?
Los tres hombres echaron una mirada rápida a sus relojes y prácticamente salieron corriendo del salón, mientras un Fuji sonriente les decía adiós con la mano. Segundos después Tezuka volvía, clavando una mirada inquisidora en el rostro del tensai
- Y Keigo….
- Ya me encargo yo de él - Tezuka entrecerró los ojos, haciendo que Fuji abriera ligeramente los suyos - Saa… no te preocupes. Vete ya, que pases un buen día
Tezuka salió con unas cuantas sospechas no poco acertadas rondándole la mente, conocía demasiado bien al tensai como para saber que no dejaría pasar una oportunidad como esa. No por nada Fuji se divertía tanto en las peleas de los demás, nunca interviniendo en ellas hasta el final. Y ese día Keigo no trabajaba…
El ex Buchou sonrió ligeramente, algo más tranquilo. El enfado de Keigo desaparecería en cuanto Fuji le asaltara con alguno de sus nuevos juguetes o susurrando lo primero que se le pasara por la cabeza
Benditos días libres…
Y ahora por fin...algo que si me gustó xD. y mucho, además. Pero una cosa es lo que opine yo y otra lo que penseis vosotras...xD
Titulo: 19 de Octubre
Fandom: Prince Of tennis
Personajes, Yagyuu Hiroshi, Niou Masaharu
Advertencias, Ninguna.
Disclaimer, Las ganas de que Pot sea mio >.<
19 de Octubre…
- ¿Serías tan amable de decirme donde vamos?
- Eh…no
Yagyuu suspiró, más impaciente que sorprendido. Estaba acostumbrado a que Niou recurriera a alguno de sus “secuestros” para llevarle a cualquier sitio al que quisiera que fueran juntos, soportaba incluso que se lo llevara a rastras a veces, ante las sonrisas condescendientes y amablemente sádicas de Yukimura. Pero no soportaba que lo tuviera andando durante casi una hora sin decirle siquiera a dónde se dirigían
- Niou-kun…
- No
Frenó en seco. Esto ya era infantil como poco. Se cruzó de brazos, esperando a que Niou dejara de silbar y andar. Cuando el peliblanco se giró, con una sonrisa aún más sarcástica y burlona de lo habitual, Yagyuu trago saliva. Había aprendido a no sorprenderse de lo enrevesada que podía ser la mente de Niou; pero cuando sonreía así… no sabía que esperar de él.
Odiaba sentirse vulnerable, así que disimuló su nerviosismo enarcando una ceja y dejando que sus ojos hablaran por él. Lástima que a Niou se le diera tan bien ignorarle…y le gustara tanto sacarle de quicio
- Vamos, no quiero llegar tarde - adelantó sus manos en una invitación digna del mismísimo Caballero y Yagyuu clavó sus pies en el suelo. Si esto era una competición de terquedad… - Genial. Mira, o caminas, o te cojo en brazos y te llevo yo
- No serás…
- ¿Capaz? - Niou echó a reír y Yagyuu sintió como le temblaban las piernas. Esa risa….- ponme a prueba, Yagyuu
El caballero miró a su alrededor tratando bien de ganar tiempo, bien de encontrar una escapatoria. Decidido, eso era lo que más odiaba de Niou: esa maldita habilidad que tenía para acorralarle. Soltando un nuevo suspiro (prefería no contarlos ya) avanzó lentamente, esquivando a las muchas personas que se encontraban en el mercadillo a esas horas, muchas de las cuales les miraban atentos y cuchicheaban. Lo que le faltaba. Niou se las pagaría, que no le cupiese duda
- Lástima, me hubiera encantado llevarte en brazos - el aura asesina que salió del cuerpo del Caballero logró acallar a Niou, quien dejó de reír y le agarró con fuerza del brazo, tirando de él por entre la gente - llegamos tarde. Venga
Yagyuu decidió que era mejor evitar el chocarse con la gente que protestarle al peliblanco mientras corrían por las calles atestadas, así que no abrió la boca hasta que llegaron a las afueras de la ciudad
- Aún no hemos llegado, así que ahórrate el preguntar.
Hubiera sido fácil, tremendamente fácil para él quedarse inmóvil en ese lugar y extorsionar al peliblanco para que le contara de una vez que se traía entre manos. Cierto que ese no era su estilo, ni mucho menos, pero que le iba a hacer. Pasaba demasiado tiempo con él… y todo lo malo se pega.
Si no lo hizo, no fue porque le pareciera de mal gusto (aunque con Niou a veces no quedaba más remedio), sino porque hacia demasiado tiempo que no le veía tan…feliz.
Sonreía, echando a correr ladera arriba en cuanto tenía ocasión. Se sentaba en el primer sitio que encontraba y le esperaba, riéndose de él al verle tan cansado y sudoroso. La naturaleza le hacía bien a Niou. Eso estaba claro para el Caballero, y ese era un buen motivo para mantenerse callado y seguir sorteando piedras, ramas y barro
Solo cuando llegaron a la cima del pequeño monte Yagyuu supo donde estaban
- ¿Ya te acuerdas? - susurró Niou, repentinamente nostálgico - en el lago Aka-chan casi se nos ahora, y Sanada estuvo a punto de matar a Jackal y Marui por ello, pensando que la culpa fue suya
Yagyuu sonrió, dejando que su mirada se deslizase por la cristalina superficie de agua que se extendía frente a ellos. Que estuviese anocheciendo y los últimos rayos de sol se reflejaran sobre ella simplemente la hacía más y más bella.
- Ya, y me pregunto quién fue el culpable de que Sanada pensara eso - Niou esbozó una mueca traviesa y Yagyuu sonrió, por vez primera en la tarde - Fue buena la idea de Renji de venir aquí después de los nacionales.
Niou asintió, tirando la mochila en el césped y desperezándose ruidosamente, logrando una mirada de reproche por parte del Caballero, que titubeo durante unos segundos, como temeroso de hablar.
- Niou-kun…Ya... ¿Ya decidiste que vas a hacer después de navidades?
- Aún no - musitó el peliblanco, notando perfectamente como la tristeza del Caballero se deslizaba entre sus palabras- hasta el último momento no lo decidiré, lo sabes
Asintió, lo único que había conseguido con esa pregunta haba sido eliminar a la alegría que reinaba en ambos chicos y revivir a la parte mas masoquista de su ser. Esa que llevaba recordándole desde finales de verano que Niou se marcharía después de las navidades… por mucho que él quisiera tenerle a su lado.
- Siendo egoísta… no me gustaría que te fueras, Niou-kun…
- No depende de mí. No me gustaría dejar a mi madre sola…con todo lo del traslado y el nuevo trabajo de mi padre…
El caballero movió ligeramente la cabeza, en señal de afirmación, evitando cruzar su mirada con la del peliblanco. Sabía que se estaba portando mal, no era tan estúpido como para no darse cuenta, pero no podía evitarlo. La sola perspectiva de que se alejase de su lado y se marchase de Japón le destrozaba por dentro. Pero un caballero debe mantener la compostura siempre… ¿Verdad?
Con los labios apretados y demasiados sentimientos contradictorios en su interior, Niou rodeó la cintura de Yagyuu suavemente, dejando que sus manos acariciaran la piel que él hacía tiempo que se había prohibido besar. Sabía que probablemente las piernas de Yagyuu estaban temblando, sabía que seguramente tendría los ojos cerrados y estaría tratando de mantenerse sereno. Sabía que le estaba haciendo daño acercándose tanto a él. Pero para Niou era complicado, por no decir imposible, el estar cerca del castaño sin rozarle… sin llegar a sentirle verdaderamente junto a él.
Acarició lentamente su abdomen por encima de la camiseta, reprimiendo sus ganas de deshacerse de la molesta tela y fundirse con el Caballero. En cuanto le oyó suspirar, anhelante, recordó porqué le había llevado allí.
- Feliz cumpleaños, Hiroshi - susurró, dejando a sus labios posarse en el cuello del Caballero, en un beso suave
Yagyuu acarició las manos de Niou suavemente, mientras lo últimos rayos de sol desaparecían de la ladera. No hacía falta decir más.
Sabían que si alguno de ellos decía una sola palabra más, se quebrarían sus máscaras de serenidad y dejarían todos sus miedos y angustias aflorar a la superficie. Y eso, como buena pareja de Gentiles Impostores, no podían permitirlo….
Dejo de dar la brasa. Al que se lo haya leido todo... Gracias :D ♥
Un besazooooooooo
Bostezó, y a pesar de haberse tapado la boca rápidamente, no pudo evitar ser visto por su sempai, quien se acercó a él, curioso
- ¿No dormiste bien?
- No mucho la verdad...- me dolía la espalda y no pude conciliar el sueño… - inventó Choutaro, tratando de mantenerse serio ante la mirada desconfiada de su sempai
Shishido se guardó las ganas de hacer algún comentario en ese momento y se encogió de hombros.
- Si tanto te molesta la espalda deberías descansar hoy- propuso Jiroh, tratando de quitarle la raqueta, sin éxito - no creo que hoy hagamos nada interesante
- Que no te escuche Atobe decir eso - rió Choutaro, poniendo la raqueta lejos del alcance de su compañero - no importa, comienzo la practica, y si veo que no me molesta… mejor.
- Pero si te molesta te retiras - medio ordenó Shishido, serio - queda poco para los nacionales y aún podemos participar…
- ¡¡Quedan dos meses!! Relájate…-
- Para relajados ya te tenemos a ti - se burló Gakuto, apareciendo tras Shishido y dándole un suave capón a Jiroh
- Mukahi sempai! ¿Dónde estabas? - preguntó Ootori, curioso
- Entrenando - contestó una voz grave tras él - ¿a que viene la reunión?
Todos se giraron a ver a Oshitari, quien algo incomodo decidió buscar en su bolsa una muñequera, tratando de desviar la atención de sus compañeros de su persona.
- Bueno, Oshitari -sempai tiene razón, vamos a las canchas antes de que llegue Atobe y nos ponga a corr…
- ¿Alguien llamaba a ore-sama?
- A correr. Os lo dije
Atobe miró a sus titulares con cara de pocos amigos, y de inmediato estos comenzaron a estirar, repartidos por toda la pista, mientras el capotan repetía las órdenes de siempre entre novatos y juniors
- ¿Volvemos luego juntos? - propuso Shishido a su kohai, que calentaba junto a él - a ver si así me cuentas que te pasa en realidad
- Shishido-san, no es nada que me…
- Mentira, y gorda. No sabes mentir ¿cuantas veces te lo dicho?
El menor dejo de protestar, sintiéndose algo acorralado
- No pongas esa cara- le tranquilizó Shishido - simplemente, creo que no te vendría mal soltarlo
- Ni que fuera fácil…
- Si eso que te ocurre ha logrado que te comportes así…me lo creo - declaró, sonriendo algo triste - como quieras-pero si necesitas cualquier cosa
Ootori asintió sonriente, y Shishido, algo más tranquilo, cogió su raqueta y comenzó a caminar de vuelta a las pistas
- Shishido-san! - el aludido se giró al instante mientras Ootori corría hacia él - si estuvieras enamorado de una persona, ¿Cómo se lo dirías?
- Eh…- Shishido miró a su kohai, que lucia avergonzado, mientras trataba de ignorar a las voces que gritaban en su cabeza - No se, la verdad. Si quieres a una persona las palabras salen solas, ¿No crees?
- Si…supongo
- Así que eso era lo que te pasaba... me quedo más tranquilo
Se dio media vuelta y retomó el camino antes que su kohai hablara de nuevo, no sabia que le pasaba en ese momento por la cabeza. Así que Choutaro al fin…
- Me gustas…- susurró una voz. Shishido frenó en seco - Shishido-san…
El mayor decidió que mejor callarse a soltar cualquier estupidez y permaneció inmóvil durante unos segundos que a Choutaro se le antojaron horas. Finalmente, sonrió y empujó suavemente al menor para que volviera a caminar
- Entonces volvemos juntos a casa, ¿no? - comentó al fin, para después echarse a reír - ya era hora de que me lo dijeras…
- Eh… Shishido-san!!! Tu…- la sonrisa de Ootori disminuyó
- Lo sabía. Si - completó Shishido, con una sonrisa de oreja a oreja - mientes fatal, te lo dije
Ahora algo que no me ha gustado demasiado como me ha quedado... pero como es lo primero de OT5 que hago..supongo que merezco el perdón...verdad¿¿ *se esconde*
Titulo: Benditos días libres
Fandom: Prince Of tennis
Personajes, OT5
Advertencias, hombre...es un quinteto xD. Aunque no haya porno ya hay que dejar un poco sobre aviso xD
Disclaimer, Las ganas de que Pot sea mio >.<
Benditos días libres . Ot5
Cuanto más observaba sus rostros, más divertida le parecía la situación. Aunque esta no tuviera nada de gracia para los demás
- Agradecería que dejaras de reírte, Fuji - susurró Tezuka, a su lado, ganándose una mirada de reproche del tensai - no se que encuentras divertido
- Saa.. algunas cosas, Mitsu
- Mantente al margen- prácticamente ordenó, levantándose del mullido sofá y acercándose a los otros tres hombres, que seguían estáticos en el centro de la habitación, para disfrute de Fuji y desagrado de Tezuka
El prodigio se recostó en el sofá, fingiendo indiferencia, y comenzó a canturrear. Atobe dejó de protestarle a Sanada y clavó sus ojos en el mayor, con un enojo clarísimo en ellos.
- Syuusuke, ¿Te importaría callarte? Desconcentras a Ore-sama - detrás de Sanada una voz susurró algo parecido a “mada mada dane” y las mejillas de Atobe enrojecieron de rabia- todo esto es culpa de tu maldito gato, así que mejor cierras la boca
- Keigo, ya basta
El tono autoritario de Sanada logró indignar aun mas a Keigo, que resoplando salió de la habitación con un fuerte portazo
- Saa..parece que Kei-chan se enfadó en serio esta vez, Ryo-chan - comentó Fuji, echando un vistazo a su reloj - no deberías dejar a tu gato suelto por su despacho
- No es mi culpa- se defendió el menor, tomando al animal en brazos- a Karupin le gusta estar allí
- Pues enciérrale en nuestro dormitorio para que no vaya allí - Sanada se giró. Encarando al menor - acabará mal si Keigo sigue encontrando pelos en sus papeles
Ryoma asintió a regañadientes, logrando que los demás se miraran aliviados entre sí, parecía que el menor al fin iba a hacerles caso. La verdad, que todas las semanas hubiera una discusión entre ellos por cualquier “tontería” era exasperante…agotador
- Mitsu, Gen-chan, llegáis tarde al trabajo - comentó Fuji, levantándose del sofá - Ryoma, quedaste con Momo hoy, ¿Verdad?
Los tres hombres echaron una mirada rápida a sus relojes y prácticamente salieron corriendo del salón, mientras un Fuji sonriente les decía adiós con la mano. Segundos después Tezuka volvía, clavando una mirada inquisidora en el rostro del tensai
- Y Keigo….
- Ya me encargo yo de él - Tezuka entrecerró los ojos, haciendo que Fuji abriera ligeramente los suyos - Saa… no te preocupes. Vete ya, que pases un buen día
Tezuka salió con unas cuantas sospechas no poco acertadas rondándole la mente, conocía demasiado bien al tensai como para saber que no dejaría pasar una oportunidad como esa. No por nada Fuji se divertía tanto en las peleas de los demás, nunca interviniendo en ellas hasta el final. Y ese día Keigo no trabajaba…
El ex Buchou sonrió ligeramente, algo más tranquilo. El enfado de Keigo desaparecería en cuanto Fuji le asaltara con alguno de sus nuevos juguetes o susurrando lo primero que se le pasara por la cabeza
Benditos días libres…
Y ahora por fin...algo que si me gustó xD. y mucho, además. Pero una cosa es lo que opine yo y otra lo que penseis vosotras...xD
Titulo: 19 de Octubre
Fandom: Prince Of tennis
Personajes, Yagyuu Hiroshi, Niou Masaharu
Advertencias, Ninguna.
Disclaimer, Las ganas de que Pot sea mio >.<
19 de Octubre…
- ¿Serías tan amable de decirme donde vamos?
- Eh…no
Yagyuu suspiró, más impaciente que sorprendido. Estaba acostumbrado a que Niou recurriera a alguno de sus “secuestros” para llevarle a cualquier sitio al que quisiera que fueran juntos, soportaba incluso que se lo llevara a rastras a veces, ante las sonrisas condescendientes y amablemente sádicas de Yukimura. Pero no soportaba que lo tuviera andando durante casi una hora sin decirle siquiera a dónde se dirigían
- Niou-kun…
- No
Frenó en seco. Esto ya era infantil como poco. Se cruzó de brazos, esperando a que Niou dejara de silbar y andar. Cuando el peliblanco se giró, con una sonrisa aún más sarcástica y burlona de lo habitual, Yagyuu trago saliva. Había aprendido a no sorprenderse de lo enrevesada que podía ser la mente de Niou; pero cuando sonreía así… no sabía que esperar de él.
Odiaba sentirse vulnerable, así que disimuló su nerviosismo enarcando una ceja y dejando que sus ojos hablaran por él. Lástima que a Niou se le diera tan bien ignorarle…y le gustara tanto sacarle de quicio
- Vamos, no quiero llegar tarde - adelantó sus manos en una invitación digna del mismísimo Caballero y Yagyuu clavó sus pies en el suelo. Si esto era una competición de terquedad… - Genial. Mira, o caminas, o te cojo en brazos y te llevo yo
- No serás…
- ¿Capaz? - Niou echó a reír y Yagyuu sintió como le temblaban las piernas. Esa risa….- ponme a prueba, Yagyuu
El caballero miró a su alrededor tratando bien de ganar tiempo, bien de encontrar una escapatoria. Decidido, eso era lo que más odiaba de Niou: esa maldita habilidad que tenía para acorralarle. Soltando un nuevo suspiro (prefería no contarlos ya) avanzó lentamente, esquivando a las muchas personas que se encontraban en el mercadillo a esas horas, muchas de las cuales les miraban atentos y cuchicheaban. Lo que le faltaba. Niou se las pagaría, que no le cupiese duda
- Lástima, me hubiera encantado llevarte en brazos - el aura asesina que salió del cuerpo del Caballero logró acallar a Niou, quien dejó de reír y le agarró con fuerza del brazo, tirando de él por entre la gente - llegamos tarde. Venga
Yagyuu decidió que era mejor evitar el chocarse con la gente que protestarle al peliblanco mientras corrían por las calles atestadas, así que no abrió la boca hasta que llegaron a las afueras de la ciudad
- Aún no hemos llegado, así que ahórrate el preguntar.
Hubiera sido fácil, tremendamente fácil para él quedarse inmóvil en ese lugar y extorsionar al peliblanco para que le contara de una vez que se traía entre manos. Cierto que ese no era su estilo, ni mucho menos, pero que le iba a hacer. Pasaba demasiado tiempo con él… y todo lo malo se pega.
Si no lo hizo, no fue porque le pareciera de mal gusto (aunque con Niou a veces no quedaba más remedio), sino porque hacia demasiado tiempo que no le veía tan…feliz.
Sonreía, echando a correr ladera arriba en cuanto tenía ocasión. Se sentaba en el primer sitio que encontraba y le esperaba, riéndose de él al verle tan cansado y sudoroso. La naturaleza le hacía bien a Niou. Eso estaba claro para el Caballero, y ese era un buen motivo para mantenerse callado y seguir sorteando piedras, ramas y barro
Solo cuando llegaron a la cima del pequeño monte Yagyuu supo donde estaban
- ¿Ya te acuerdas? - susurró Niou, repentinamente nostálgico - en el lago Aka-chan casi se nos ahora, y Sanada estuvo a punto de matar a Jackal y Marui por ello, pensando que la culpa fue suya
Yagyuu sonrió, dejando que su mirada se deslizase por la cristalina superficie de agua que se extendía frente a ellos. Que estuviese anocheciendo y los últimos rayos de sol se reflejaran sobre ella simplemente la hacía más y más bella.
- Ya, y me pregunto quién fue el culpable de que Sanada pensara eso - Niou esbozó una mueca traviesa y Yagyuu sonrió, por vez primera en la tarde - Fue buena la idea de Renji de venir aquí después de los nacionales.
Niou asintió, tirando la mochila en el césped y desperezándose ruidosamente, logrando una mirada de reproche por parte del Caballero, que titubeo durante unos segundos, como temeroso de hablar.
- Niou-kun…Ya... ¿Ya decidiste que vas a hacer después de navidades?
- Aún no - musitó el peliblanco, notando perfectamente como la tristeza del Caballero se deslizaba entre sus palabras- hasta el último momento no lo decidiré, lo sabes
Asintió, lo único que había conseguido con esa pregunta haba sido eliminar a la alegría que reinaba en ambos chicos y revivir a la parte mas masoquista de su ser. Esa que llevaba recordándole desde finales de verano que Niou se marcharía después de las navidades… por mucho que él quisiera tenerle a su lado.
- Siendo egoísta… no me gustaría que te fueras, Niou-kun…
- No depende de mí. No me gustaría dejar a mi madre sola…con todo lo del traslado y el nuevo trabajo de mi padre…
El caballero movió ligeramente la cabeza, en señal de afirmación, evitando cruzar su mirada con la del peliblanco. Sabía que se estaba portando mal, no era tan estúpido como para no darse cuenta, pero no podía evitarlo. La sola perspectiva de que se alejase de su lado y se marchase de Japón le destrozaba por dentro. Pero un caballero debe mantener la compostura siempre… ¿Verdad?
Con los labios apretados y demasiados sentimientos contradictorios en su interior, Niou rodeó la cintura de Yagyuu suavemente, dejando que sus manos acariciaran la piel que él hacía tiempo que se había prohibido besar. Sabía que probablemente las piernas de Yagyuu estaban temblando, sabía que seguramente tendría los ojos cerrados y estaría tratando de mantenerse sereno. Sabía que le estaba haciendo daño acercándose tanto a él. Pero para Niou era complicado, por no decir imposible, el estar cerca del castaño sin rozarle… sin llegar a sentirle verdaderamente junto a él.
Acarició lentamente su abdomen por encima de la camiseta, reprimiendo sus ganas de deshacerse de la molesta tela y fundirse con el Caballero. En cuanto le oyó suspirar, anhelante, recordó porqué le había llevado allí.
- Feliz cumpleaños, Hiroshi - susurró, dejando a sus labios posarse en el cuello del Caballero, en un beso suave
Yagyuu acarició las manos de Niou suavemente, mientras lo últimos rayos de sol desaparecían de la ladera. No hacía falta decir más.
Sabían que si alguno de ellos decía una sola palabra más, se quebrarían sus máscaras de serenidad y dejarían todos sus miedos y angustias aflorar a la superficie. Y eso, como buena pareja de Gentiles Impostores, no podían permitirlo….
Dejo de dar la brasa. Al que se lo haya leido todo... Gracias :D ♥
Un besazooooooooo