Dec 05, 2013 16:02
Vienes con la inventiva de un niño que acabar de ganarse un dulce, llegas a casa y el dulce se te arrebata de las manos porque no debes o no puedes comerlo. Mil y un excusas salen a flote, que se te pican los dientes, que despues de comer (cuando en realidad no hace mucho acabas de desayunar), que es mal para tu salud, etc, etc. Las mil y una excusa que solo las madres saben inventar. Pero eso, es tan solo un pequeño ejemplo de lo que la vida te depara.
Al crecer crees que lograras hacer todo lo que antes no podias hacer, podras volar, podras correr, podras comerte todos los dulces que quieras. Y en efecto asi, asi ocurre, pero lo bueno siempre acaba. Hay un punto en la vida que llegas a la disyuntiva de debo hacerlo? puedo hacerlo? es cuando entonces tus alas se cortan o se doblan, y empiezas con pensamientos, ahora no, tal vez mas adelante, cuando termine con esto podre hacer lo otro. Que pasa, si todo eso que pospones se aleja cada vez y cada vez mas?
Te viene el sentimiento de frustacion, de impotencia, a cada paso que das, no lo das libremente porque sabes que hay un riesgo. Empiezas a cuestionarte si todo lo que suspendes en el aire vale la pena, si todos los limites que te pones, valen la pena? A veces llegas un punto de querer gritar hasta que se pierda la voz. El dulce que venias celebrando de repente desaparecio.
Que frustante es a veces la humanidad y sus caprichos.