Ruffus, Mi Mascota Imaginaria

Jun 02, 2010 02:20

         --------------- Ruffus, Mi mascota Imaginaria ( parte 1 ) ----------------------

…Y ahora que conoce parte de mi infancia, que pretende…que le hable de Ruffus? Pues como quiera, aunque no tiene nada de especial tener un perro imaginario.

La vida de Ruffus comienza algo triste, porque como usted comprenderá, antes de llegar a ser una mascota imaginaria, tuvo una vida real .
Vivía feliz en una granja de patos silvestres. Por aquel entonces la venta de patos silvestres se había disparado terriblemente y era un mercado en alza. Y todo por culpa del incidente del zoo. Un grupo no identificado de tigres se habían escapado siguiendo un astuto y minucioso plan (es decir, matar a todo bicho viviente que se cruzara con ellos) y cundió el pánico entre las buenas gentes de a pie.
 Y que pintan los patos silvestres en todo esto? Pero si es de dominio popular…vamos a ver, históricamente, los tigres temen la ancestral ira de los Patos silvestres desde la batalla en las legendarias tierras de Nalgalia, donde las tropas lideradas por el General Tigrinsky fueron vilmente masacradas por las fuerzas patunas lideradas por el genial Pato w.c. Anderson (Nalgalia es un mágico lugar donde si caes derrotado, nunca más puedes sentarte sin molestias…)

Sabe quien si conocía esta historia? Margaret y Tom. Y rápidamente vieron negocio aprovechando el incidente de los tigres prófugos devoradores de carne humana, y se pusieron manos a la obra para crear una granja de patos silvestres para así salvar la ciudad…y sus debilitadas carteras.
Ruffus era un cachorro de Setter Irlandes, de pelo muy rojizo y grandes ojos marrones y con una extraña expresión en la cara se siempre estar terriblemente perdido y alegre. Era como si fuera consciente de todo lo que le rodeaba…pero unos 30seg más tarde que el resto de las criaturitas del Señor.
Llegó a la granja por accidente. Margaret lo rescato medio muerto del lago una fría mañana de Noviembre. Nunca llego a contarme realmente que fue lo que sucedió aquel día, siempre que sacaba el tema me respondía lo mismo “Nunca te fíes de un hámster. Bajo esa apariencia de juguetón y tierno ratoncito, se esconde una fría y calculadora máquina de hacer el mal…y caca. Mucha caca.

Desde el primer día en la granja, Ruffus supo muy bien cuál sería su misión: Proteger con su vida a los patos silvestres de los peligros diarios: caídas, resbalones, ataques de animales hambrientos, luchas de poder (los Patos silvestres son codiciosos por naturaleza…), y el mayor de todos los peligros. Tom.
El bueno de Tom era Narcoléptico, con lo que nunca podías bajar la guardia, porque enseguida, ponía en peligro su vida y las de todo el mundo a su alrededor en un área de varias hectáreas.
Margaret, que ya tenía una edad, apenas podía controlarlo, en cuanto se despistaba un momento, lo absurdo se convertía en realidad. Desde cosas tan típicas como ver como el tractor se dirigía hacia la casa a mandos del soñoliento Tom, o la curiosa ocasión en que fue a cortar leña y casi acaba siendo secuestrado por astutos hámster .Margaret los consiguió ahuyentar cuando arrastraban el cuerpo sin consciencia de Tom bosque adentro…con que finalidad un grupo terrorista de hámster querría secuestrar a un ser humano? Quizá para experimentos genéticos, y así crear una raza mutante de criaturas letales, mitad hombre y mitad hámster llamados con terror “Homsters “ y así dominar el mundo? No se, pero de algunas preguntas es mejor no conocer la respuesta…

Fueron Años muy felices para Ruffus. Correteaba por la granja cuidando de Tom y jugueteando con sus nuevos amigos, los patos silvestres. Los patos al principio dudaron de Ruffus, pero el gran consejo patuno se reunió para decidir si lo aceptaban o no como su protector. Existían muchas dudas sobre la capacidad de Ruffus para protegerlos, es más ,dudaban incluso de cómo iba a hacer Ruffus para mantenerse con vida, viendo lo torpe que era a veces, pero al verlo aparecer haciendo un par de carantoñas ,se les dibujo una sonrisa en la cara ( un pato puede sonreír? Y porque no, si pueden matar tigres…) y exclamaron todos juntos un tierno y sincero “cuuuuaaaaaaak “ y así empezó una relación canino-patuna que duro muchos años.

Una vida de dedicación y lealtad a sus seres queridos que no paso desapercibida para Morwën, señor del Reino Imaginario. Cuando una vida se apaga y todo se vuelve oscuridad, dicen que una luz blanca aparece al final del camino…pero a veces, detrás de esa cálida luz, el camino continua hasta llegar a una curiosa y viejuna puerta con una inscripción tallada que dice: “Vendo Opel Corsa Blanco “ ,y justo debajo se puede leer en un cartel dorado “ Reino Imaginario. Bienvenido al Siguiente Nivel” .

El Reino Imaginario esta justo al lado de la misteriosa y deprimente “Tierra de los Chistes No Reídos“. Dice la leyenda que cuando un mortal cuenta un chiste con mucha ilusión y nadie se ríe, un grillo vestido de ninja aparece y se lo lleva a la Tierra de los Chistes No Reídos, de donde nunca podrá regresar. Pero a veces, sólo a veces, si el chiste es terriblemente malo, el Grillo vestido de Ninja puede traerlo de vuelta para torturar al dueño con un chirriante sonido…
Vale, te preguntaras porqué el grillo va vestido de ninja….pues fácil mi querido doctor, cuando cuentas un chiste horrible, ocurren varias cosas malas, la peor de ellas es ese incomodo y brutal silencio que se produce al llegar al final, es en ese momento cuando sigiloso se cuela el grillo y sin que nadie lo vea, roba el chiste antes de que se nos quede en la memoria por siempre jamás. Una vez en su nuevo hogar, el chiste no reído es llevado a terapia de grupo para solucionar las típicas preguntas como por ejemplo “porque yo si soy buenísimo…” “ que pudo ir mal?, no lo entiendo si tengo un final divertidísimo “o “ en la cabeza de mi dueño sonaba tan gracioso…”

Ruffus paso una vez por ese maldito lugar y estuvo deprimido 3 meses. Se despertaba en mitad de la noche entre ladridos gritando “oh dios mío pero en que estabas pensando cuando contaste semejante chiste ¡! “ . Menos mal que en la escuela de mascotas imaginarias les enseñan,entre otras cosas,a superar estos traumas. Lo esencial que aprendió allí fue a dar suerte y a proteger a su dueño de los poderosos Brownies.
Cada vez que dices en voz alta “ la virgen, que suerte he tenido!” al conseguir algo fuera de lo normal, es merito de tu mascota imaginaria. Usan sus poderes para ayudarnos siempre que pueden, y para provocar dulces y divertidas casualidades, son como tu angel de la guarda, pero versión perruna . Lo contrario serian los Brownies. Los Brownies son una despiadada raza de criaturas diminutas,feas,odiosas e invisibles que nos rodean y que básicamente,odian todo . Odian la luz del sol,el aire,la vainilla,a Scarlett Johanson,a Bambi, al ser humano,pero sobre todas las cosas,lo que mas odia un brownie es…a los brownies.
 Su misión en esta vida es dar mala suerte, y nos empujan a cometer estupideces que siempre acaban mal. Y esto no lo hacen por que disfruten con ello…que bah,ellos odian hacernos esto, pero mas odian vernos felices.Vernos felices les pone de los nervios. Cuentan que una vez,un odioso brownie se tenia tanta odio que era incapaz de matarse porque la simple idea de hacerlo ,lo llenaba de odio hacia si mismo (Y no te puedes imaginar,lo mucho que odiaba esa sensación).Por lo que tuvo que contratar a otro brownie,al que odiaba un poco menos para acabar el trabajo.
Y claro,son enemigos mortales de las mascotas imaginarias. Cada vez que un brownie es ahuyentado por una mascota,se refugia en el interior de nuestros oídos y se pone a gritar como un histérico .Nunca te ha pitado un oído? Pues ya sabes quien tiene la culpa. Bueno, también son los responsables de que se rompa la galleta en el ultimo mordisco y que un pedacito salte graciosamente dentro de tu café   ( tras describir una especie de elipsis imposible ) haciendo que ,de forma desproporcionada y absurda, tu camisa blanca cambie de color.

( Continuará proximamente,palabrita )
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