Sissi; El Heredero (creo que abandonado); Nunca delante de los criados
Sissi termina, obvio, con la muerte de Sisi y al mismo tiempo con la idea de que fue su liberación. Ella hizo lo que quiso, pero también sufrió mucho. Me sosprendió saber que se considera que su instructor de jinete fue su amante carnal, pues por su descripción en el otro libro pensé que era mucho mayor que ella.
El heredero es muy, muy aburrido. La idea era entretenida, una chica que se enamora de un príncipe, pero las descripciones son eternas - acompañamos a la narradora en sus puestas de ropa - y aunque es novedoso que el secreto que debe esconder es que fue mamá a los 16 años, es tan aburrida para mí la narrativa que creo que la dejaré, pues son varios libros que componen la historia.
Nunca delante de los criados es muy entretenida, pues habla de la vida de los criados en la época victoriana y a inicios del siglo XX, anécdotas reales de la vida de personas que trabajaron para gente más adinerada. Me gusta mucho.
En noticias del mundo real, la semana no fue muy buena, pues me penquearon por no castigar la letra y la ortografía de un niño. Una apoderada me acusó. Me dio lata que la señora pudiera llegar tan fácilmente al jefe máximo del colegio, pero es una presidenta y se aporvechó del cargo. Me siento traicionada, y usé eso como excusa para comprar 50 lucas en cosméticos, lo que me hizo sentirme entre feliz y culpable. Igual la pasé bien, pues comí en un patio de comidas de mucha comida coreana y rica rica, además de comer el postrecito en el Yeppo lindo y querido.
El heredero es muy, muy aburrido. La idea era entretenida, una chica que se enamora de un príncipe, pero las descripciones son eternas - acompañamos a la narradora en sus puestas de ropa - y aunque es novedoso que el secreto que debe esconder es que fue mamá a los 16 años, es tan aburrida para mí la narrativa que creo que la dejaré, pues son varios libros que componen la historia.
Nunca delante de los criados es muy entretenida, pues habla de la vida de los criados en la época victoriana y a inicios del siglo XX, anécdotas reales de la vida de personas que trabajaron para gente más adinerada. Me gusta mucho.
En noticias del mundo real, la semana no fue muy buena, pues me penquearon por no castigar la letra y la ortografía de un niño. Una apoderada me acusó. Me dio lata que la señora pudiera llegar tan fácilmente al jefe máximo del colegio, pero es una presidenta y se aporvechó del cargo. Me siento traicionada, y usé eso como excusa para comprar 50 lucas en cosméticos, lo que me hizo sentirme entre feliz y culpable. Igual la pasé bien, pues comí en un patio de comidas de mucha comida coreana y rica rica, además de comer el postrecito en el Yeppo lindo y querido.