Reflexiones

Jan 22, 2014 21:32

Estaba pensando que Aldous Huxley metió la gamba en un detalle de su novela Un Mundo Feliz. No hablo de cosas achacables a los conocimientos científicos de la época, sino a algo de sentido común.

Si habéis leído la novela sabréis que la gente no nace de manera normal, sino que todos son niños probeta. Se les condiciona desde la infancia para estar contentos con lo que son, para divertirse lo más posible, para no estar nunca solos, no pensar... etc. El estado provee de todas las necesidades que puedan tener los ciudadanos para que jamás estén insatisfechos y no causen problemas. Les dan comida, ropa, ocio, trabajo, sexo... Pues bien, en un momento dado un personaje menciona que hay tratamientos farmacológicos que simulan un embarazo y se prescriben a las chicas que se sienten un poco "raras". Así que por alguna razón Huxley opinaba que las mujeres tenemos la necesidad fisiológica y psicológica de sentirnos preñadas de vez en cuando, pero no la de cuidar de nada. Porque en ningún momento recuerdo que se mencione ningún tipo de mascota. Y eso sí que es una pulsión irresistible que tenemos no solo los humanos (hombres o mujeres), sino la mayoría de los animales superiores, incluidas las aves. Por esa razón se empezó a domesticar animales, estoy totalmente convencida de que en los albores del tiempo un hombre primitivo que posiblemente no era ni sapiens siquiera encontró una cría de animal por ahí tirada y en vez de comérsela decidió que lo que le apetecía era compartir su comida con ella y llevarla en brazos un rato. No pensó "si lo cuido y crece en el futuro puede serme útil", no. Simplemente lo cuidó y creció y resultó que, al contrario que los tropecientos bichos que había encontrado tirados por ahí y había criado para entretenerse, ese en concreto era útil para algo que no fuera comérselo. Todos tenemos la necesidad de cuidar de algo, es el instinto materno/paterno. Pero no todos tenemos hijos. Porque no siempre hacen falta hijos. Podemos cuidar un perro, un gato, un roedor, un pájaro, lo que sea. Hasta podemos cuidar del novio, si es necesario. Es normal encontrarse con alguien que no quiera niños, o que no quiera pareja, o que no quiera mascotas. Pero todo a la vez es muy muy raro. Así que Aldous Huxley metió la gamba un poco en su libro. Dudo mucho que su sociedad de edonistas probeta a los que se condiciona activamente para que sean promiscuos y jamás se encariñen demasiado con nadie en particular (con todos, que se quieran todos en general, para que no quieran a nadie en particular y no tengan apoyo ni intimidad ni se depriman con las rupturas ni nada de eso) fuera muy estable sin perritos, gatitos, loros, cobayas y demás. No me lo creo.

bibliofagia, teorias

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