7ma Viñeta: Quiero volar...
*I thought I could fly... but I can't... *
Una extraña sensación se implantó en mi pecho hace unos días. ¿Qué es esto? Me llevo preguntando noche tras noche, días tras día, y aún no encuentro una respuesta, o al menos no una respuesta clara. Hay tantas posibilidades.
Por una parte existe la posibilidad de que su frialdad, su indiferencia, me tenga así. ¿Cómo pudieron torcerse tanto las cosas? ¿Cómo pudo ser el príncipe azul un día y al otro... al otro convertirse en la rana? No le entiendo, daría lo que fuese para hacerlo, pero no puedo. No sé si fue mi culpa, no sé qué le pasa por su cabeza, pero soy una mujer muy orgullosa -tal vez demasiado- y sin explicación nadie me trata así. No puedo estar así por él, no puedo, me niego a estarlo.
Aunque lo único que quiera es correr, decirle que me encanta, que si es mi culpa que lo siento muchísimo... pero no. Aun cuando este sentimiento encontrado se instaló en mi pecho, no lo haré. Porque en el fondo de mi ser sé que ese sentimiento no es tan grande como para ser aquel que no me deja dormir, aquel no me deja en ningún momento del día, y no perderé esta batalla interior. No lo haré.
Sigo pensando y encuentro más posibilidades. La muerte temprana de mi padre siempre me deja un amargo sabor de boca. Normal, seguro. Los ojos se me llenan de lágrimas cuando recuerdo su rostro, sus ojos, su sonrisa... No hay día que no le extrañe. Cuando me sentaba en el suelo e intentaba tocar el teclado, y aunque lo hiciese fatal él siempre sonreía y me decía lo mucho que le gustaba. Puede que no haya sido un gran marido pero ¿un padre? Conmigo el mejor. Solo disfruté diez años y dieciséis días de su presencia, de sus abrazos, de sus besos y de sus palabras, pero sé que como él no existirá nadie, nadie podrá reemplazarle, nadie podría.
Cada día pasa algo que me gustaría sentarme cerca de él y contárselo, pero no puedo. Y duele pensar que nunca podré, que la mayoría de adolescentes en mi instituto se discuten cada día con su padre y lo único que piensan es no volver a verle cuando yo daría todo para poder verle una vez más, solo un segundo más. Han pasado siete años, y aún no me acostumbro a su perdida, creo que nunca lo haré. Nunca podré olvidar aquel día en el que me dieron la noticia, ni aquel día en el que me di cuenta que de verdad se había ido, que nunca más volvería, que no volvería a sentir su voz ni su risa, ni sus repetitivas historias.
Pero así mismo como nunca podré olvidar aquellos días, nunca perderé estos sentimientos tan fuertes que siento en mi pecho cada vez que le recuerdo, nunca olvidaré ese gran lugar que siempre será de él, nunca dejaré de amarlo. Es mi padre, siempre lo será, y yo nunca dejaré de amarle, nunca.
Intento continuar en mi búsqueda pero estoy cansada, mi mente me dice no más pero sigo intentándolo. Una palabra se muestra ante mí, y siento que no puede ser, ¿pero de verdad no puede ser? Soledad... ¿me siento sola? ¿Por qué? Tengo amigos, tengo a mi familia, la tengo a ella. Pero siento que falta algo y no sé qué...
Solo pido que se acabe pronto, que todo esto se vaya y vuelva a ser la risueña chica de siempre, porque no me soporto yo misma, no soporto mis cambios de humor, mis lágrimas... Quiero que pase pronto y volver a tener ganas de salir, de ver a la gente... no lo sé, ganas de todo lo que antes pensaba que era normal.
Es lo único que quiero ahora, volar lejos y no caer, como siempre hago. No quiero volver a sentir lo frío del suelo en mi cara con cada aterrizaje forzado. Solo quiero volar y dejar todos estos sentimientos, toda esta horrible sensación que no me deja en paz fuera de mí. Solo quiero esto.
Àradhel Rose ~