Oct 27, 2017 15:46
ControlTítulo: Control
Fandom: Original (2017)
Palabras: 505
Prop: *Le vendiste el alma al diablo, hace unos años, hoy él te la devuelve diciendo “Necesito un favor"*
-Necesito un favor.
Frente a mi estaba la persona a la que pertenecería en cuanto muriera; devolviendo lo que pidió por ayudarme.
- ¿Qué necesitas? -pregunte asombrado, sujetando el papel, que representaba el contrato estipulado dos años atrás.
-Me dijiste que me darías tu alma, si arreglaba tu vida, hoy te la devuelvo, si una vida me ayudas a salvar.
El contrato casi resbala de mis manos, mi boca está abierta y mi cuerpo esta tieso.
- ¿Quieres salvar a alguien? -sonríe irónico ante la incredulidad de mi voz. Como diciéndome, hey los demonios también tenemos sentimientos, cosa que no creía, pero bueno.
-Digamos que necesito que este sana y salva…es importante
- ¿Por qué?- No puedo evitar estar curioso, que un ser como él, sin remordimiento, que necesite a alguien es inverosímil.
-No te incumbe- responde sonriendo encantador, con la misma expresión con la que me convenció de entregarle mi alma.
- ¿Qué tengo que hacer? -pregunto resignado.
Suspiro para calmarme, esto no será sencillo. Sólo espero no arrepentirme.
-Matar a su novio.
Esa es su respuesta, como si fuera algo sencillo, pero supongo que para ellos una vida no tiene ningún valor.
- ¿Si lo mato, me devolverás mi alma?, ¿por qué no lo haces tú?, ¿por qué yo?
Su sonrisa se amplia, mostrando sus blancos dientes -Sí- responde estirando los brazos -no quiero- se me acerca -tu puedes- me susurra; y sonriendo continua -me perteneces.
- ¿Cómo? - empiezo, pero me interrumpe, extendiendo un archivo y un nuevo contrato.
-Firma antes de leer quien es tu objetivo.
Lo hago, consciente de que es un error, sonríe aún más amplio, se ve lo puntiagudo de sus dientes. Al leer el archivo lo veo furioso. El objetivo; a quien debo matar; soy yo.
- ¿Por qué? - pregunto angustiado, sosteniendo una foto donde mi novia y yo salimos abrazados… sólo hay dos copias de esta imagen, una que posee ella y la que me pertenece, ¿de dónde la habrá sacado?
-Yo no podía matarte-. Explico jubiloso, mientras se encogía de hombros con desfachatez- Ella me vería con esa carita que pone cuando alguien la decepciona; y a mí no me gusta eso.
Se acerca mucho a mi -además, tenía un trato contigo- prosigue como si no fuera la gran cosa.
Me rodea, sujeta la fotografía y con cariño, casi reverencia, pasa el pulgar dulcemente por su rostro - ¿Sabías que es huérfana?
-Sí- lo veo confundido, ¿cómo lo sabe?, ¿por qué le interesa?
Su mirada permanece fija en la imagen, hasta que se quema, la mitad donde aparecía yo.
-Eso es falso, no tiene madre, cierto, ya que falleció cuando ella nació. Pero si tiene padre-. Sus oscuros ojos se posaron en los míos.
- ¿Quién es su padre? -pregunte temiendo la respuesta, pero sin ser capaz de contenerme a preguntar.
-Yo
Ya me lo había imaginado, aunque no quería creerlo.
Se colocó frente a mí, palmeo mis mejillas y acomodo mi chaqueta.
Y así como llego se fue. Dejándome mi alma, pero también un contrato que estipulaba debía terminar con mi vida.
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