Berlín- Vier

Mar 21, 2013 16:21

¡Hola a todas!

Ya estamos a finales de Marzo, según las noticias es primavera, pero parece que Berlín no se ha enterado. Efectivamente, tenemos un palmo y medio de nieve y ahora mismo se ha puesto a nevar. Ugh. En realidad empiezo a aborrecerla. Es un poco deprimente el invierno aquí, siempre está nublado y cuando hace sol, es de mentira. En serio, no es sol-sol, del verdadero, del que estamos acostumbrados. La única forma que tienes de ver el SOL aquí es atravesando la permanenete capa de nubes con un avión. De verdad de la buena.

Acabé exámenes-trabajos a finales de Febrero y el 28 me fui para casa, hasta ayer. Tenía vacaciones entre semestres y como dudo que aquí hagan Semana Santa (o algún tipo de Spring Break) dado que acabamos de tener vacaciones, aproveché para ir a ver a la família. Si lo sé, no voy xD he estado currando prácticamente todos los días. Nos pusimos en plan "BricoManía" para renovar nosotros mismos el bar del hotel, para darle un aire nuevo sin tener que gastar demasiado en pintores y paletas, que no está el horno para bollos. En realidad la idea es tener un bar-cafetería donde en verano voy a hacer pasteles y cositas, para que la gente venga a merendar o desayunar. Lo cierto es que el pueblo, con lo pequeño que es, tiene más de diez sitios para ir a tomar una cerveza por la tarde pero apenas tiene un horno-cafetería para tomarte algo dulce. Así que nos pusimos manos a la obra y ala, a lijar, pintar y modernizar un poco la cosa.

Pintar techos is a bitch, os lo juro.

Hacía más de quince años que no se cambiaba nada en ese bar; para que os hagáis una idea, había una cabeza de jabalí colgada de una de las paredes. Por lo que yo sé, lleva allí desde antes que yo naciera.  Lo sé, horroriza un poco al pensarlo. Nada pegaba con nada, había cuadros con marcos color pino, negros y más oscuros, fotos en blanco y negro y fotos en color, un par de platos de porcelana de algún concurso de pesca (!¡) y jarras de cerveza típicas alemanas. Había un biombo gigante que partía la estancia y, encima del biombo, más de treinta botellitas en miniatura de licores típicos. Os juro que no exagero, algunos se habían evaporado.

Así que éstas han sido mis vacaciones xD.

Lo mejor de todo fue ayer, al volver a Berlín. Yo, la verdad, no tenía muchas ganas de volver. No sé si es lo deprimente del clima o el hecho que aún tengo que redactar un trabajo final. O el hecho de que estos días he visto que mi abuelo ha tenido un bajón considerable desde que le ví en Navidades. La cosa es que no tenía ganas de volver y, por una vez, fui yo y no mi madre la que lloró en el aeropuerto. Además, en el avión me puse a leer un libro que te hacer LLORAR A SACO. O por lo menos a mí me pasó. Sumémosle a todo eso que tuve que arrastrar una maleta por una calle con dos palmos de nieve.

Muy bien, os podéis imaginar todas que mi humor no estaba en la mejor de las condiciones.

Pues resulta que abro la puerta de mi habitación y, ¡SURPRISE!, alguien ha estado durmiendo allí. El sofá-cama estaba abierto y había una colcha encima, un ordenador y varias piezas de ropa tiradas por allí. Total, que, hecha una furia, cojo y llamo a David. Le llamé en plan WHAT THE HELL (siempre había querido utilizar esa frase en la vida real).

Resulta que me había mandado un mail (cuando yo ya estaba en el avión). Pensaba que volvía el 28. Su prima se presentó por sorpresa haciendo un road trip y hacía mucho frío para dormir en la caravana/camioneta. Lo siento, lo siento, lo siento. Estaría allí en 15 minutos.

En ese tiempo pude calmarme relativamente. Llamé a mi madre, me hice unos noodles (sí, además estaba muerta de hambre) y llegó David. Sacó las cosas de la habitación y pasó el aspirador en tiempo récord mientras, a la vez, no dejaba de disculparse. Yo le dije que vale, que me parecía muy bien que fuese su prima y que fuese de fiar y todo eso pero que si pensava meter a alguien durmiendo en mi habitación, lo mínimo que podía hacer era esperar a tener mi permiso. Me dio la razón en todo. Le dije que estaba enfadada, que esperaba encontrar la cocina hecha un cristo pero no eso.

En fin, que aún así, todo va bien. Porque soy así de benévola (o tonta) xD. ¿Qué hubiérais hecho vosotras en mi lugar? ¿Arrancarle la cabeza nada más abrir la puerta? No os negaré que pasó por mi mente. Luego por la tarde, cuando llegó la prima (que por cierto, tiene un perro gigante que me ha ladrado por ta mañana) me trajo flores. David me compró comida para aplacar mi ira: M&M's, unos bombones, un pack para hacer un pastel (del que se beneficiará él, seguramente), unas velas, aceite y azúcar (Sí, porque también me robó comida mientras estaba fuera).

Así que esta es la historia de mi vuelta. Ahora ya se me ha pasado el cabreo, no os negaré que los M&M's que tengo al lado han jugado un papel importante.

¿Vosotras qué tal?

¡Besitooooooooos!

berlín, familia

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