Acabo de leer
este artículo-cuento-post en Orsai.es, y como blogger que soy -o no sé, como blogger que era- lo comencé a leer con aprensión, a la defensiva, con el tono de a ver qué me va a contar éste.
Como me suele pasar desde hace un tiempo con mis primeras impresiones en las que confiaba tanto, estaba equivocado (estaré perdiendo el
cinturón azul de la vida,
aiki_paula?). El artículo está contado quitándose toda la importancia que es posible quitarse -HAH, APRENDE PAUL AUSTER- está contado sin desencanto, sin ese Te Acuso A Ti, Culpable de la Muerte del Blog, tan propio de los gurús de internet, y ha conectado conmigo al decir las cosas de una manera tan natural y ligera.
He llegado a casa después de una semana fuera. Y mi cuarto olía distinto.
En el articulo comenta, asín más o menos lo parafraseo, que la gente que usa los blogs se podría dividir en gente que usa el blog como una herramienta para un fin determinado, y gente que usa la herramienta que es el blog tan solo porque se puede usar, como un juguete con el que experimentar. Gente que tiene un blog pero realmente no tiene mucha idea de pa qué.
Olía bien ahora, porque habían limpiado con lejía la pared azul de mi cuarto.
De un tiempo a esta parte no me siento igual como hace 3 años escribiendo un blog. Las entradas que escribo cada vez son más intermitentes, menos personales, más de reflexiones como ésta que sobre cosas que hago. Ahora mismo me apetece contar más sobre lo que he experimentado en Irlanda que sobre las cosas que he visto o hecho. Uso mucho más el twitter que el blog.
El artículo-post seguía diciendo que para la gente del primer grupo la etiqueta blogger o bloguero estaba mal aplicado, porque desde antes de existir los blogs esa gente siguen siendo poetas, escritores, periodistas, ingenieros, aficionados a la fotografía, fans de cosas...
Y en ese momento he pensado "exacto, yo soy un escritor, la muerte del blog no me afecta" mientras calmaba esa sensación de sentirme acusado de algo.
¡Por lo visto le había salido moho! Como la pared es azul no se veía, yo pensaba que estaba perdiendo el color.
Y seguí leyendo. Cuenta que para los del segundo grupo, para esa gente que usaban el blog porque usaban el blog, necesitaban una etiqueta, y les-se denominaron bloggers o blogueros. Y todo el mundo tenía un blog. Y tener un blog era guay, yo le decía a la gente "qué? que no tienes uno?" y me sorprendia cuando alguien que conocía sí que lo tenía. Pensaba "y este, pa qué quiere un blog?"
Bloggers, gente que usa las herramientas porque esas herramientas están ahí para usarlas. Y toda esa gente que usaba un blog por moda estaba pasandose a otras modas; la revolución del blog había pasado, la gente ahora usa el facebook o el twitter u otras cosas.
...Como yo.
Y ahí mi pequeñico ego ha dicho "pero pero... pero..."
Qué apropiado. Qué simbólico. A veces hay que limpiar la pared con lejía. IN YOR LAIF
Por eso realmente nadie es un blogger, me tranquilizó Orsai -que ahora me cae de puta madre- los que eran escritores, aficionados a la fotografía, periodistas et cétera, lo eran desde hace años, y los que usan el blog como juguete pasajero lo están abandonando para hacer otras cosas, están probando nuevas herramientas. Yo mismo ahora escribo en una libreta. Escribo cuentos. Escribo reflexiones. Escribo esas cosas que sirven como descargadero mental en papel, porque ya no necesito airear mi psique a otras personas como hacía aquí, sino que necesito comprender las cosas que pienso poniéndolas por escrito.
Hacía tanto, tanto tiempo que no me sentía tan a gusto conmigo mismo.
Eso me lleva a pensar que sí, que soy un escritor, porque desde que he sido capaz de escribir con coherencia he dejado por escrito lo que pienso y siento la necesidad de compartirlo. También soy un blogger porque llevo no sé, ¿5? años con un blog. He contado anécdotas, idas de la cabeza, puesto fotos de viajes, hablado de mis novias, me he psicoanalizado -y buena falta que me hacía-, he escrito ficción... y mientras tenga una utilidad lo seguiré utilizando. Para escribir, tengo mis propios medios. ¿Todo esto a qué viene?
Busquen sus paredes. Yo estoy limpiando la mía.
Pues que qué coño, no tengo que escribir esto por obligación. Esto no es un estilo de vida. No es algo que por tenerlo me haga más elitista ni mejor persona. No tengo que sentirme obligado a escribir aquí solo porque tenga un blog. Es tan estúpido como sentirse culpable por no usar una llave inglesa solo por haberla comprado. Ni tengo por qué sentirme culpable porque "si no escribo aquí no estoy escribiendo y tengo que escribir" o cada vez que me dicen "actualiza tu blog!" porque ya escribo, todos los días practicamente, estos días. Y me compro libros de fantasía barata en tiendas de segunda mano y los analizo como si fueran los libros de la carrera, los disecciono, busco material e investigo para mi libro. Escribo, pero no aquí.
Así que sí, sigo escribiendo aquí, pero a mi ritmo. Cuando me apetezca.
Y como recompensa para los que hayan leído todo este tocho, una foto mía haciendo el imbecil.
Sí, ese es Oscar Wilde, y yo fingiendo que me hace fisting. Em. Sí.
Ea, ya saben lo que dice el dicho, quien siembra vientos, tiene que comprar una cosechadora de vientos.