Ya que hoy no tengo nada que contar pues pongo el fic que os prometí ayer aquí. También lo he puesto en
cuddly_girl pero como ahí solo me comenta
sramulder pues lo pongo aquí a ver si comentais más. Vamos, que yo como vivo de comentarios!! xDDDD Es coña, pero seguro que a vosotras os hace ilu que os comenten en lo que haceis ^^U
El fic:
Guau!
por Anasyx
Disclaimer: No son mios. Que más quisiera yo.
Tipo. House/Cuddy, ¿humor?
Nota: Si no sabéis quien es Hector mejor será que no leáis hasta que lo leáis. O sea, este fic tiene MUCHOS spoilers del 3X21
Nota 2: Ya que Cuddy no ha salido mucho en este capitulo y no ha compartido ninguna escena con Hector he escrito este drabble de una cosa que tal vez ha pasado en el capitulo y no nos lo han enseñado.
Dedicado a todas las del C.H.L.C.S.U porque molais moles y compartís mi locura por estos personajes. Y aunque resulte tonta esta dedicatoria a Hugh y a Lisa por darles vida, en especial a Lisa por ser la huddy queen.
La puerta del despacho de House se abrió de improviso, provocando una corriente de aire que despertó de su ensoñamiento a Hector, que estaba al lado del sillón descansando. Gruñó por lo bajo a la persona que había entrado a la habitación, luego miró a House, estaba sentado en la mesa leyendo, que le estaba haciendo señas disimuladamente para que callara. Hector se contuvo porque sabía que si obedecía a las órdenes luego había recompensa. La pata le dolía un poco y eso que House le había dado una pastilla para calmarle el dolor. Volvió a dejar su cabeza en el suelo, expectante a lo que ocurriría a continuación.
Cuddy estaba furiosa con House. En realidad lo debería de estar con Foreman porque él era el que había hecho el trabajo, pero ya le había echado la reprimenda unos minutos antes y las respuestas de éste solo influyeron a que su enfado con el jefe de diagnóstico se multiplicaran por mil.
-Se puede saber desde cuando no controlas las acciones de tus subordinados y estos hacen extracciones de médula sin anestesia? Foreman podría haber matado al chico!
Hector volvió a gruñir a la mujer de pelo oscuro que le estaba gritando a House y ladró un par de veces. Si hubiera tenido la pierna sana habría ido hacia ella y mordido los talones pero ahora solo podía hacer eso.
Ella se giró y miró donde provenían los ladridos. Realmente era lo que pensaba? House había metido un perro en el hospital? Sí, definitivamente así era, un perro blanco gruñía y le enseñaba los dientes. Miró a House y este tenía mirada de inocencia total
-No es mío, se lo estoy guardando a un amigo.
Recordando las clases de yoga que hacía cuando tenía tiempo respiró profundamente. Uno, dos. Respirar, inspirar. Cerrar los ojos y pensar cosas bonitas como un prado verde o lo que fuera. Despedir a House era malo. El prado verde y ella y House corriendo por él -en su mente él todavía estaba completamente sano- era bueno. Más que bueno era ridículo porque House ni colocado de vicodina haría eso pero esa imagen mental la ayudó a serenarse un poco.
-Luego hablaremos de él. Primero va Foreman. Ya sé que dijiste que le estabas dando espacio, pero tanto?
Movía manos mientras hablaba. House la observaba sentado, sin inmutarse, como si el tema no fuera con él. De vez en cuando miraba a un punto detrás de ella, donde estaba el perro. Cuddy también lo miró. Estaba tumbado y parecía mas relajado que cuando ella había entrado dando gritos.
-Quieres dejar de mirar al perro y contestarme que vas a hacer al respecto?
Se cruzó de brazos esperando la respuesta de House. Este se mordió los labios y miró hacia arriba, como pensando, pero Cuddy sabía que ya había pensado su decisión y eso solo era puro teatro para que ella perdiera la paciencia.
-Nada -dijo al fin- No voy a hacer nada. Mi chico ha vuelto pero no voy a hacer una fiesta para celebrarlo si es a lo que te refieres.
Cuddy suspiró. Realmente hablar con House a veces era frustrante. Se sentó en la silla enfrente de House.
-No era eso a lo que me refería exactamente. Que hubiera pasado si hubiera matado al chico? Todavía estaba convaleciente de su enfermedad y le clava una aguja sin anestesia.
-Sí no hubiera hecho eso ahora el hermano estaría muerto y el chico no tendría compañero para jugar al béisbol. Por cierto tu sabías jugar al béisbol? Es fácil. Las caderas antes que las manos.
Sentado donde estaba House imitó un lanzamiento con un bate imaginario en la mano. Cuddy intentó no reírse pero una leve sonrisa rozó sus labios por un momento.
-No cambies de tema House.
-Que quieres que haga Cuddy? Que lo castigue? Ha hecho lo que él ha considerado correcto. La semana pasada mató a una mujer y esta semana ha salvado la vida a un chico moribundo. Yo creo que ha equilibrado la balanza otra vez. Los padres no presentaran denuncia a pesar de que los métodos no fueron los usuales que eso es lo que te preocupa a ti, verdad?
House poco a poco había subido el volumen de su voz hasta convertirlo casi en unos gritos. Cuddy lo aguantó sin inmutarse, al fin y al cabo ella era la directora del hospital y aunque normalmente ella era la que gritaba a sus subordinados sabía que con House aquello era distinto. Cuando habló lo hizo con voz calmada.
-Solo quiero que no empiece a actuar como tú, eso es todo. Con un Gregory House en el hospital es suficiente.
-Ya sabes que todos los aprendices quieren imitar al maestro -dijo él con sorna.
-No es gracioso.
-No. No lo es. Lo que si que es gracioso es que esta semana tu y Wilson y tu no salgáis juntos esta semana con lo amiguitos que os habéis hecho.
-Estas intentando cambiar de tema otra vez?
-Creía que ya habíamos terminado el de Foreman. Yo le doy unos azotes al culo por haberse portado mal y todos tan contentos. No era así?
-Algo así -dijo levantándose de la silla dispuesta a irse.
Pero algo le decía que no podía irse de ese despacho sin haber saciado la curiosidad de House sobre las no-citas que tuvo con Wilson. Y ese algo era la voz de House a su espalda.
-Ey, ey, ey! Donde vas? -ella se giró. Solo había caminado unos pasos y estaba junto al sillón de House.
-A hacer mi trabajo. Ya sabes, curar pacientes y esto. Cosas de médicos.
-No, no, no. Antes me tienes que contar que pasa con Wilson y contigo. Mi mejor amigo y mi jefa. El cotilleo del siglo.
Él cogió el bastón y se levantó hacia donde estaba ella.
-Ya hemos hablado de lo de Foreman. Ahora vamos a hablar de ti. Quid pro quo querida Clarice -dijo imitando seguidamente el ruido característico de Anibal Lector.
-Sería quid pro quo si tú me hubieras contado algo sobre ti. Lo siento Anibal.
-Bueno, eso tiene fácil solución, tú me cuentas eso y luego piensas una pregunta para mí. Pero solo una, Clarice, así que elígela bien.
Le indicó que se sentara en el sillón. Cuddy lo dudó durante unos segundos. Eso no le interesaba a House pero tampoco tenía nada que ocultar y él se decepcionaría al saber que no había nada entre ella y su amigo. Además eso de poder preguntarle a House algo y él tener que responderle con la verdad era demasiado tentador como para no aceptarlo.
-Esta bien, pero te aviso que tal vez no te guste lo que te cuente -dijo sonriendo de forma enigmática.
Hector vio que la mujer se sentaba en el sillón y House en la silla en la que se había sentado ella mientras dejaba el bastón apoyado en la pared, justo a su lado. Era más bonito que el que él había mordido hacía varios días pero ahora mismo no le apetecía morder nada. Solo que le hicieran un poco de caso y que lo trataran con cariño. House no se había portado muy bien con él desde que vivía con él y una de las consecuencias era que la pata delantera del lado derecho le dolía al ponerla en el suelo cuando caminaba. La mujer parecía simpática aunque hubiera gritado al principio. Se levantó como pudo sin que ninguno de los dos lo notara porque estaban muy pendientes mirándose en silencio y se acercó poco a poco a Cuddy.
Ésta estaba pensando como podía contar lo de sus no-citas con Wilson sin que House lo entendiera mal y le sacara dos sentidos a lo que decía mientras House la miraba expectante.
-Y bien?
-Que quieres que te cuente? Wilson y yo hemos salido dos veces. Una al teatro y otra a ver una exposición.
-Nada mas? No paso nada más entre vosotros?
Con una sonrisa Cuddy supo a que se refería House y eran celos lo que se veía en sus ojos? Decidió gastarle una broma para ver como reaccionaba.
-Nos acostamos las dos veces -dijo acercándose a él y diciéndolo en voz baja.
-En serio?
Estaba segura que si House no hubiera estado sentado en ese mismo momento se hubiera caído al suelo. Se estaba poniendo nerviosa de tantas preguntas y tenía un nudo en el estómago.
-Dios mío House, estas obsesionado Wilson es solo un amigo!
-Un amigo que te lleva a una exposición porno.
-No era ninguna exposición porn... y además si ya lo sabes para que preguntas?
-Para ver si concuerdan vuestras dos versiones.
-Nos lo pasamos bien. Como dos amigos -puso énfasis en la palabra amigos- que salen por ahí.
-Tu y yo también somos amigos, verdad?
Sabía que era una pregunta trampa. Al menos eso lo parecía a ella porque en ese momento no sabía lo que eran ellos dos. Más bien no sabía de que forma veía a House en los últimos meses. Eran amigos, sí. Pero ella lo veía como algo más.
-Claro -dijo mirando a Hector que había puesto la cabeza en su rodilla. Empezó a acariciarle la cabeza.
-Y si somos amigos porque no quisiste venir al teatro conmigo?
Así que ahí estaba la trampa. Cuddy notó como el nudo que se le había formado en el estómago se deshacía mediante iba acariciando la cabeza del perro que House tenía en su despacho. Le contestó la verdad. O parte de ella porque la respuesta era más compleja. Porque no había aceptado la invitación? Porque quería saber si las intenciones de House no se debían a una cuestión territorial. Wilson había salido con ella, ahora le tocaría a él. Cuddy no quería ser ese muñeco en la caja de arena que House solamente se daba cuenta que existía cuando alguien lo cogía.
-Porque ese día estaba ocupada. Ya te lo dije.
-Yendo a la exposición porno con Wilson.
-Sí, fui a la exposición con Wilson ese día. Si me lo hubieras dicho antes tal vez hubiera ido contigo
-Tal vez?
-La obra de teatro no fue muy buena y...
-Pues Wilson me dijo que disfrutaste esa noche -le cortó House en tono sombrío.
Cuddy se sorprendió al ver la dirección que estaba tomando la conversación. House parecía realmente celoso de que hubiera salido con Wilson. Sería por parte de él o de ella? Vio que House estaba un poco nervioso porque tenía los brazos apoyados sobre sus piernas y sus dedos se movían sin cesar, como si tocaran una melodía silenciosa.
-No te preocupes que no te voy a robar a Wilson si es eso lo que te inquieta. Seguirá siendo tu mejor amigo.
House sonrió a medias.
-Me dejas mas tranquilo ya creía que me quedaría sin mi compañero de poker.
Parecía que House quería preguntar algo más y Cuddy se esperó a que lo hiciera. Ahora Hector había subido las patas sobre sus muslos, como buscando más caricias por parte de ella, mientras le lamía la mano. Cuddy le sonrió. House negó con la cabeza imperceptiblemente como si desechara alguna pregunta que rondaba por su cabeza y no se atreviera a preguntarle, lo cual era raro porque estaba ya comprobado que él no sentía vergüenza de decirle lo que pensaba de ella en todo momento.
-Es tu turno Clarice -dijo poniendo cara de malo- pregunta lo que quieras. Pero recuerda tienes solo una pregunta.
Aquello la tomó por sorpresa porque estaba preparada par responder, no para preguntar. Tenía mil preguntas para hacerle. Le había perdonado de lo de la pierna? Que sentía por ella? Amistad o... algo más? Porque fastidiaba todos sus intentos de ser feliz por su cuenta? Era porque realmente la quería para él o porque como dijo era un bastardo egoísta que no quería que los demás fueran felices? Que hubiera pasado si lo hubiera dejado entrar en su dormitorio cuando creía que se moría de cáncer? Se hubiera burlado de que ella tenía tantos cojines y se hubiera ido o no le hubiera dado importancia ya que al segundo los hubieran tirado al suelo para estar más cómodos mientras se besaban?
House la miraba fijamente, esperando la respuesta y a ella esa mirada la ponía mas nerviosa, por eso desvió la vista hacia el perro que estaba quieto mientras ella, ahora inconscientemente porque su mente estaba a kilómetros de allí, le acariciaba el lomo. Luego se fijó en el bastón de House que estaba apoyado en la pared. Pero ese no era el de siempre era nuevo.
-Tienes bastón nuevo?
-Mmm... creía que ibas a hacerme una pregunta más personal.
Mierdamierdamierdamierdamierdamierdamierda. Había hecho la pregunta en voz alta? Porque habia echo esa pregunta tan estúpida teniendo cientos más importantes por hacerle. A pesar de eso le sonrió, intentando por todos los medios que él no notara lo enfadada que estaba consigo misma y que tenía ganas de golpearse la cabeza con el bastón hasta quedarse inconsciente.
-No me interesa tanto tu vida como crees, House. Pero me ha sorprendido verte con bastón nuevo con el cariño que le tenías al otro -dijo mientras recordaba el viaje que hacia poco que habían tenido y el berrinche por no poder llevar el bastón en el avión.
-Todo ha sido por culpa de esa cosa peluda que tienes en tus piernas. No ha parado hasta que lo ha roto. Me resulta increíble que no oyeras mi caída porque en mi cabeza sonó como una bomba nuclear explotando.
-Exagerado. Seguro que no te hiciste ni daño.
-Eso díselo a mis pobres costillas.
Sin hacerle caso a House, ya sabía que era la reina del drama cuando quería, cogió el bastón con la mano que acariciaba al perro y lo miró. Era mucho más bonito que el otro. Se fijó en el dibujo que tenía debajo. Llamas? Hizo un gesto de asentimiento cuando lo dejó otra vez donde estaba.
-Así acentúas tu imagen de rockero, no? Entre el bastón y la chaqueta de cuero no habrá chica que se te resista.
-Como se nota que tu también has caído a mis encantos -dijo moviendo las cejas sugerentemente.
-En sueños, House.
Pero no sabia si se refería a los de ella o a los de él. Por eso decidió cambiar de tema y no pensar más en la oportunidad perdida.
-Quien es esta monada?
-Oye que yo también soy una monada -empezó a poner cara de perro desvalido y Cuddy no tuvo otro remedio que reírse.
-Es verdad que lo dueños acaban pareciendo se a sus perros, ahora los dos tenéis la misma cara. Quieres que también te acaricie?
Al segundo de haber pronunciado esa frase se arrepintió porque House la estaba mirando con una cara que no le gustaba nada.
-Me estás proponiendo algo indecente, jefa?
-No, solo que como te consideras un perro suponía que también tenías pulgas como ellos.
Tocado y hundido. House borró la sonrisa de su cara enseguida.
-Se llama Hector y es verdad que se lo estoy guardando a un amigo, exactamente a tu amigo -hizo la señal de comillas con los dedos- Wilson, que el perro es suyo. Bueno el pero es de una de sus exs que se ha cambiado de casa y allí no dejan tener perros y como a Wilson en el hotel tampoco me he tenido que encargar yo. Por amistad y todas esas cosas.
-Ya. Y tu sabes que no se permiten perros en el hospital y lo has traído aquí.
-No podía dejarlo en casa otro día más a no ser que quisiera encontrármela completamente destrozada. Tu sabes que tiene 17 años? Ya debería estar muerto!
-No digas esas cosas delante de él! -Cuddy le tapó las orejas al pobre Hector que todavía seguía apoyado encima de ella- Ellos entienden todo lo que decimos, lo sabes? -se dirigió al perro en tono cariñoso mientras lo acariciaba- House es muy malo contigo, verdad?
Hector ladró como si supiera que le habían hecho una pregunta que debía responder.
-Eso es un no -dijo House- Lo sé por la forma de mover el rabo.
-Bueno. No tengo tiempo a ponerme a discutir el lenguaje de los perros porque tengo trabajo que hacer -apartó a Hector con cuidado y se levantó- Habla con Foreman sobre lo ocurrido y espero que no pase más. Me da igual si salva la vida treinta personas, el riesgo que ha corrido es innecesario.
Sin embargo no se fue todavía sino que se puso de cuclillas para despedirse de Hector. Este le lamía la cara mientras ella reía y le acariciaba.
-Adiós Hector, espero que vivas muchos años más por mucho que diga este cascarrabias-dijo levantándole del suelo y yendo hacia la puerta.
-De mí no te despides?
Ella no contestó pero cuando salió por la puerta se giró un momento y le sonrió.
-Hasta mañana House.
Hector fue hacia donde estaba House para ver si recibía caricias en vez de palmadas o portazos cada vez que se acercaba a él. Puso su hocico encima de su rodilla y afortunadamente House estaba de mejor humor que en esas ocasiones y le acarició por la nuca mientras suspiraba.
-Te ha gustado mi jefa, Hector?
-Guau! -ladró mientras movía la cola. Eso era un sí.
-A mí también me gusta, a mí también -dijo mientras sonreía.
FIN