Titulo: Terreno neutral.
Pareja: Damon/Elena
Fandom: The Vampire Diaries.
Número de palabras: 950
Beta:
danielleackles Pedido por:
littesweettt Ni siquiera sabe porque tomó el lugar de su hermano en el baile. Fue instintivo. Elena lucía especialmente hermosa y él no quería que su momento se viera opacado por nada.
Seguir el ritmo de la canción fue sencillo porque conocía los pasos a la perfección. Lo que no esperaba era sentir esa extraña conexión en algo tan simple como un baile, es que sus manos ni siquiera se rozaban… pero en cambio sus ojos, esos se enlazaron de una forma en la que no lo habían hecho antes.
Esa noche sentados frente a la puerta tras la que Stefan estaba encerrado, Damon se toma un minuto para pensar. No era Katherine, lo sabía, precisamente por eso nunca la vio como algo más que una humana simpática con un gran parecido con el amor de su vida, la novia de su hermano y un poco después, la única amiga que ha tenido en mucho tiempo. Si alguna vez insinuó un interés diferente fue simplemente por molestar, entonces ¿Cuándo cambió eso?
La ve dormida contra la pared y no duda en alzarla en brazos para subirla a una de las habitaciones, no la de él porque no quiere hacerla sentir incomoda, no la de Stefan porque no quiere relacionarla con su hermano esa noche. La lleva a una habitación vacía, algo así como un terreno neutral. El lugar donde puede ser solo Elena, nada más.
Los días seguidos a ese son muy cómodos, extraños para alguien quien esta acostumbrado a la soledad. Sin embargo, las preocupaciones siguen ahí, ayudándolo a pensar en otra cosa y no en ella, dándole un respiro a lo que siente. Toma el reloj de Gilbert y lo observa tratando de descubrir cual es su secreto.
- ¿Alguna vez descifraste qué era eso?
- Nop, sea lo que sea no sirve. ¿Has hablado con tu tío últimamente?
- Estoy evitándolo. Eso y que he estado aquí casi todas estas noches.
- ¿Te vas a quedar aquí esta noche otra vez?
- Sí, ¿es eso un problema?
- Claro sí, eres un verdadero fastidio - lo dice sonriendo y Elena sabe que miente como un bellaco, por eso sonríe también.
Damon respira profundo y se muerde el labio pensativo cuando la ve salir, no le gusta lo que esta pasando, más que todo porque no quiere dañarla y él parece tener una habilidad especial para estropear las relaciones con las personas importantes.
Le daría muchas más vueltas al asunto si no tuviera una cantidad de vampiros vengadores por los cuales preocuparse y si no estuviera el recuerdo de Katherine siempre presente, la posibilidad de su presencia en algún lugar.
*-*
Al llegar a casa en la noche la ve sentada en el sofá y la palabra “hogar” de pronto viene a su mente. Desde que se convirtió en vampiro pensó que no pertenecía a ningún sitio en específico, que no tenía un lugar real en el mundo… es sorprendente que el cambio no le incomode.
- ¿Stefan ya comió? - pregunta caminando hasta ella para sentarse a su lado y sujetar sus pies. Todo parece normal, cotidiano.
- Pensé que no te importaba - murmura ella con cierto vestigio de tristeza por culpa del trance que atraviesa su novio.
- Digamos que es una curiosidad morbosa. - le responde, pero en realidad esta tratando de recordarse que él no es la razón por la que Elena esta ahí, que existe alguien que los separa. Aunque nunca creyó que quería estar con ella en ese sentido.
Con Katherine las cosas eran distintas, ella llevaba el control y él se dejaba guiar, no tenía que pensar, no tenía que preocuparse por lastimar a alguien, mucho menos por lastimarla a ella. Si le gustaba tanto su frivolidad y su seguridad, ¿Por qué de pronto se siente atraído por el calor y la fragilidad humana de Elena?
- ¿Bailas? - propone poniéndose de pie y extendiendo la mano hasta ella.
- Damon…
- Por favor - finge una mirada suplicante pero no logra esconder la travesura que siempre vibra dentro de él. Ella lo piensa un poco y toma su mano para girar al ritmo de una música inexistente, no hace falta nada más porque la melodía suena en sus cabezas como si estuvieran en el concurso otra vez.
La diferencia es que ahora no están ridículamente separados, no tratan de mantener el protocolo y Elena parece olvidar que su novio esta encerrado en el sótano. Las manos de Damon acarician su cintura, las manos de ella se enredan en su cabello… sus rostros están cerca y lentamente se mueven hasta que sus miradas se cruzan.
Es solo un roce de labios, un leve intercambio de alientos, un suspiro que escapa de la boca de ambos mientras sus corazones laten desenfrenadamente, es perfecto hasta que ella se detiene y se aparta. La música no sigue sonando en sus mentes, el hechizo momentáneo se ha roto y Damon esta seguro de que es por el recuerdo de Stefan.
- Voy a dormir - le informa la chica. Su voz es suave y tiene la mirada fija en el suelo, es adorable como sus mejillas están sonrojadas, también lo es la culpa y la confusión que la invaden.
Él no dice nada, solo la deja marchar y camina hasta el minibar para servirse un trago que le ayude a recordar que ella no lo ama y que probablemente nunca lo verá de la forma en la que ve a su hermano. A pesar de eso sonríe porque existen otras miradas, porque de cierta forma sabe que tiene un lugar en su corazón, no el principal, no el importante pero por ahora puede conformarse con eso, por ahora… es suficiente.