CAPITULO 12 CAPITULO 13
De cuando suenan las campanas
Yo no me doy por vencido - Luis Fonsi
Sandy se acomoda el cabello mientras se mira al espejo. Tiene una cola perfecta, con solo unos cuantos mechones cayendo sobre su rostro, mira su ropa y la alisa con la mano para lucir lo mejor posible. Quiere dar una buena impresión, aunque sabe que no hay mejor representación que ser de apellido McCoy.
Su padre fue el encargado de hacer la cita y hablar con Sherry, de dejarle saber que estaría dispuesto a aceptar a Jared de nuevo como novio de su hija.
Ella aún recuerda perfectamente cuando Jared le dijo que le gustaban los hombres, se sintió herida, poca cosa… fue aún peor cuando se corrió el rumor de que ese hombre era Jensen, pero ni siquiera así dejó de quererlo.
Y allí está ahora, a punto de tenerlo de nuevo, lástima que sea bajo esas circunstancias tan extrañas.
- Sandy… - Sherry llega en ese momento, se acerca y la abraza con cariño. A Sandy no le extrañaría que fuera fingido, como todo lo que tiene que ver con ella.
- Que alegría verte - dice con una gran sonrisa. - sinceramente tenía mis dudas.
- No tienes porque dudar, cariño. Recuerda que te dije que esto se haría realidad, que si de verdad querías a Jared, yo me encargaría de que estuvieran juntos.
- ¿Y si él no me quiere?
- Te quiere. Te lo aseguro. Cualquier reacción que tenga ahora será porque está molesto conmigo, pero… - la mujer sacude la cabeza y toma la mano de la chica para que se siente a su lado en el sofá - tienes que entender, esto lo hice por su bien, porque lo quiero.
- Lo sé. Muchas personas podrían juzgarte pero no es fácil ser madre.
- Gracias por tus palabras. - le dice apretándole levemente la mandíbula de forma cariñosa. - ¿subimos?
- De acuerdo.
Sandy tiene que hacer de tripas corazón cuando entra a la habitación de Jared. El lugar está oscuro y la mitad de sus pertenencias han desaparecido, él está sentado frente a la ventana con las piernas dobladas contra el pecho, incluso desde esa perspectiva luce más delgado que de costumbre.
Sherry está a punto de hablar pero Sandy le hace un gesto para que los deje solos. Sabe que la mujer ya le ha informado al chico lo que debe saber, no es necesario que lo repita. Sherry se encoje de hombros y sale para dejarlos solos.
La chica agarra una silla y se sienta al lado del que fue su mejor amigo durante años, solo mirando la ventana y sin pronunciar palabra. No es hasta media hora después que Jared se anima a hablar.
- ¿Cuándo es? - pregunta sin voltear a mirarla.
- El fin de semana - responde ella con voz de culpa. - mi madre está moviéndose con todo. Será algo sencillo, Jared. Nosotros dos y nuestras familias, no hace falta nadie más.
- ¿Por qué haces esto, Sandy? - no es un reproche sino verdadera curiosidad.
- Porque te quiero.
- Pero yo a ti no - sabe que son palabras duras pero es que parece que nadie lo entiende. De reojo puede ver como ella traga saliva como si le costara, hasta se le escapan un par de lágrimas pero hace un gran esfuerzo para disimular. - lo siento.
- No, está bien. Hay mucha presión alrededor, tienes semanas encerrado… entiendo que no estés de humor para esto.
- No es cosa de humor, Sandy. Perdona que te lo diga así pero…
- ¿Qué puedes perder, Jared? Dime. - le interrumpe - Estás aquí encerrado, tu madre quiere enviarte lejos, no sabes lo que pasará… yo te ofrezco un apoyo, una oportunidad de una vida normal. - Jared se queda callado y mira por la ventana de nuevo. Sabe que Sandy tiene razón, esa es la única manera de librarse pronto de Sherry pero también amarrarse a una persona que no es Jensen. Se siente atrapado, pero no entiende cuál es el empeño de Sandy porque él esté de acuerdo, después de todo su madre ya ha tomado la decisión así que lo que él diga está de más.
Sherry se lo dejó muy claro, si se casa con Sandy ella retirará la denuncia en contra de Jensen para que pueda salir de la cárcel y dejará de acosar a Tecnologías Ackles, a su modo de ver, es un cambio justo.
Ha vomitado ya dos veces, tiene ganas de quedarse en el suelo abrazado al escusado pero en 30 minutos debe estar abajo para la ceremonia. Cada minuto es una tortura, pero confía en que su madre cumpla con su parte del trato.
Si tan solo pudiera hablar con Jensen para explicarle, pero está aislado del mundo y no puede confiar en nadie para que le pase el mensaje. Megan sería la única pero Jared no quiere involucrarla más de lo que ya está.
Cuando baja a la sala, comprueba que su amiga tenía razón, será algo con poca gente. Solo están Jeff, Megan, Sherry, el hermano de Sandy, y sus padres. Por supuesto, está también la juez y un par de testigos que no conoce.
Es la primera vez en un mes que Sherry le sonríe y no parece fingido. Se le nota que no le cabe el corazón en el pecho por tanta felicidad… irónico que su alegría sea la desgracia de uno de sus hijos.
Sandy está preciosa, eso tiene que admitirlo, aunque no es ninguna sorpresa. Usa un vestido color crema que se ciñe a su torso y afloja de la cintura para abajo, el cabello lo tiene recogido a la mitad y armado en bucles. Lo que si le trastoca un poco es la sonrisa que tiene Sandy en ese momento. No es real, hay tensión y tristeza, nada de lo que una novia debería sentir, pero claro, ella sabe que ese no es un matrimonio real, así que no puede actuar como las novias comunes.
La ceremonia dura justo lo necesario, ni un minuto más ni un minuto menos. Hubo aplausos, abrazos, felicitaciones y buenos deseos pero nada de eso les llegaba realmente, al menos no a él y de cierta forma está seguro de que a ella tampoco.
Cuando está en la cena de celebración cae en cuenta de la cantidad de tiempo que tenía sin comer comida de verdad, solo espera que su estómago pueda retenerla. Tiene sus dudas cuando escucha a su madre comenzar a hablar de la bonita familia que él y Sandy van a formar, de lo emocionada que está por que tengan niños y lo triste que se va a sentir cuando se vayan a vivir a Moscú.
Tose tanto que tiene que tomar agua para calmarse.
- ¿Moscú? - pregunta con espanto. Sandy lo mira con disculpa y se encoje como si quisiera volverse más pequeña de lo que es.
- Pensaba decírtelo… es allá done voy a estudiar. Siempre me llamó la atención ese país, ya sabes, y me aceptaron en la universidad.
- ¿Moscú?
- Oh… que torpe soy - dice Sherry con fingida vergüenza - se supone que era sorpresa, pero lo ibas a saber cuando vieras los billetes, así que… - la mujer se ríe y le entrega a la morena un sobre que contiene un par de boletos. - feliz matrimonio - dice - y espero que sea para toda la vida.
Jared brinda pero lo pone en duda porque a ese paso no va a resistir el año. Los disgustos y la frustración van a acabar con él, si es que no lo hace antes la nostalgia.
Un par de horas después, es Sandy quien parece muy cansada como para seguir compartiendo con ellos, por eso pide disculpas y toma a su nuevo marido de la mano para que la acompañe.
- ¿A dónde? - pregunta él mientras la sigue. Nunca se había detenido a pensar que aquello no era solo un matrimonio, sino una convivencia con la cual posiblemente ella tenga expectativas.
- Tienen una habitación por tres días en el club, fue lo más que se pudo conseguir tomando en cuenta el tiempo. Luego será el viaje. - le informa Jeff. Después de Sherry, él es quien más ha disfrutado con la boda, en ningún momento ha perdido la sonrisa de depredador que guarda para ocasiones especiales.
Hay un coche que tiene adentro su maleta y la de Sandy, el chofer se ofrece a llevarlos pero ella insiste en que tiene ganas de manejar para así aligerar los nervios de la boda, el hombre acepta sin rechistar.
El viaje es en silencio. Jared está muy metido en sus pensamientos como para decir algo, además se siente abrumado, los ruidos parecen más fuertes, las luces más brillantes… si no fuera porque sabe que no existen diría que se está convirtiendo en vampiro.
- Tranquilo - dice Sandy cuando lo ve hacer una mueca por la luz de los coches que van en dirección contraria. - tantos días en ese cuarto oscuro debían tener consecuencias. Tu cuerpo debe estar sintiéndose agredido.
- ¿Dónde aprendiste todo eso? ¿Canal E!?
- Discovery Channel - responde solemne - hablaban de los animales en cautiverio. - se siente complacida cuando Jared se ríe. Es la primera vez que lo hace en todo ese tiempo, tenía miedo de que su amigo la odiara demasiado o que simplemente hubiese perdido la capacidad de sonreír.
Pero la alegría es momentánea, de inmediato el silencio invade el coche de nuevo y ella ya comienza a preocuparse, aquello va más allá de que Jared se sienta incómodo por la boda, o que extrañe a Jensen, el problema es que no sabe como ayudarlo. Le diría para ir a un hospital pero tiene la esperanza de que le ayude más si sigue con el plan tal y como va.
Sabe que ha hecho lo correcto cuando ve su rostro al llegar. Es todo incredulidad y sorpresa. Mira el edificio y la mira a ella preguntándose dónde está la trampa.
Jensen patea la silla con tal fuerza que la manda a la otra esquina. Megan le dijo que se tomara las cosas con calma, que no hiciera una locura ni intentara contactar con Jared porque supuestamente ella lo tenía todo fríamente calculado, pero debe ser que la rasparon en matemática o algo porque no encuentra la “perfección” en esa ecuación.
No entiende cómo es que ellos salen ganando con ese matrimonio, es caer en una mentira tan mala como en la que se vieron envueltos cuando se conocieron.
Cuando Mike le dijo el rumor de la boda entre la mayor de los McCoy y el mediano de los Padalecki, la primera reacción de Jensen fue ir para allá y patear algunos culos, pero Megan no tardó en llamarlo para decirle que recordara lo que hablaron el día que se vieron a la salida de la escuela.
“Te dije que sé lo que hago” le recordó la chica. Jensen quiere golpearse contra la pared hasta quedar inconsciente porque puede que ella sepa lo que está haciendo pero él no tiene ni puta idea y eso lo está volviendo loco.
En lo único que insistió tajantemente fue en que estuviera en su apartamento a esa hora. Jensen pensó que era para buscar una solución, pero ahora parece que lo hizo solo para mantenerlo alejado y que la boda se diera sin problemas.
Cuando el timbre de la puerta suena, él está seguro de que es la pequeña para reírse de él en su cara. Jensen ya tiene idea bastante clara de todo lo que le va a decir, pero las palabras se quedan atascadas en su garganta cuando ve frente a él a un chico alto con pelo castaño y lágrimas en los ojos.
Lo siguiente que sabe Jensen es que un par de brazos lo están rodeando con tanta fuerza que lo van a dividir en dos. Jared tiene la cara escondida en su cuello y no para de decirle lo mucho que lo quiere y toda la falta que le hizo. En algún momento su voz se quiebra y Jensen siente las lágrimas mojándole, se retira un poco y le sostiene la cara entre las manos para limpiárselas con los pulgares. No es hasta que Jared rie un poco que se da cuenta de que él está llorando también.
Se besan suavemente. Es una forma de expresar amor más que necesidad, sus labios se unen en tiernos roces y sus lenguas apenas juguetean buscando el sabor que tanto añoraban.
Una parte de Sandy se muerde de los celos, pero la otra quisiera tener una cámara para poder capturar el momento para la posteridad. Su parte racional le dice que por una razón o por otra, debe interrumpir y aprovechar el tiempo que tienen, por eso carraspea llamando la atención de ambos y se sonroja cuando siente sus miradas apenadas.
- Chicos, tengo que ir a casa y terminar de empacar para mi viaje. - se disculpa.
- Pero… es que no entiendo nada. - dice Jared tratando de unir las piezas en su cabeza pero no encajan. ¿Viaje? ¿Quiere decir que sí se va a Moscú? ¿Los dos se van? Ella debe estar leyéndoles el pensamiento o sus caras son muy expresivas porque termina de entrar y cierra la puerta con un suspiro, luego les hace un gesto para que se sienten.
- Todo fue idea de Megan. - comienza - me buscó y me dijo lo que Sherry estaba haciendo, que además tenía planeado mandarla a ella a un internado y que escuchó decirle a Jeff que había que hacer algo contigo. Se puso nerviosa. - dice con un poco de pena - me dijo que si pudiera ayudarte… para que un menor de edad se case necesita el permiso de sus padres, pero una vez que lo hace se convierte en adulto. - Jensen la mira sorprendido, jamás pensó que la idea de Megan fuera de esa magnitud, se pregunta cómo hizo para saber esas cosas.
- Eso quiere decir… - comenta Jared sin poder creérselo.
- Quiere decir que eres un adulto con libertad para estar al lado de quien quieras y tu madre no puede decir lo contrario. - aclara la chica por si queda alguna duda.
- Pero… ¿Por qué lo haces? - desde que Sherry le dijo que Sandy había accedido a casarse con él, estuvo juzgando mal a su amiga, pensando que al fin de cuentas no se interesaba en lo más mínimo por sus sentimientos pero es obvio que estaba totalmente equivocado.
- Ya te lo dije, te quiero. Sé que tu amas a Jensen, pero no por eso mis sentimientos han cambiado. Quiero que seas feliz, JT. Eres uno de mis mejores amigos. - Jared se pone de pie y la abraza abarcándola por completo, no la suelta hasta que ella muestra dificultad para respirar.
- No tenemos forma de agradecerte esto, Sandra - dice Jensen sosteniendo la mano de Jared.
- Procuren que Sherry no se entere todavía, ganen todo el tiempo posible porque no sabemos de que será capaz.
- ¿Y tus padres?
- Ellos saben todo. No podía engañarlos de esa manera. Les viene todo bien porque legalmente estamos casados y eso ayuda al negocio. - nota la cara de aprensión de los dos y puede comprenderlo, pero necesita que sean flexibles en eso. - es necesario que el matrimonio dure lo suficiente para que ellos concreten algunas cosas y Sherry no pueda arremeter contra nuestras empresas, luego no tengo problema en anularlo.
- Es lo justo - dice Jensen. Sabe que cuando Sherry se entere de lo sucedido va a querer cortar la cabeza de todos los involucrados. - No tengo… tenemos forma de agradecerte lo que estás haciendo por nosotros. - ella sonríe y se encoje de hombros.
- Tengo que admitir que ha sido un poco divertido. - responde caminando hasta la puerta.
- ¿Dónde vas a estar? - pregunta Jared dándole otro abrazo.
- En Moscú. Mi vuelo sale dentro de poco, es un pasaje distinto al que nos regaló tu madre - se ríe. - te escribiré cuando esté ubicada. - le da un beso en la mejilla y otro a Jensen deseándoles lo mejor.
Todo se siente muy extraño cuando la puerta se cierra y se quedan solos. No han estado así en semanas y cierta parte de ellos pensó que no volverían a tener esos momentos nunca más.
Jared se da vuelta y sonríe divertido al ver que Jensen se está mordiendo el labio inferior mientras prácticamente lo devora con la mirada. El mayor se apresura a eliminar la distancia y comerle la boca de un modo totalmente distinto a como fue el beso de hace un momento. Es desesperado, una lucha sedienta y exigente que ninguno de los dos quiere perder. Se mueven torpemente hasta llegar al sofá donde Jared cae sentado y Jensen se sube a su regazo poniendo una pierna a cada lado, restregándose contra su cuerpo y enredando las manos en su cabello.
- Te extrañé tanto - murmura Jared en medio de los besos. Es una difícil decisión la de seguir con los besos, decir lo que sienten o respirar.
Jensen cuela las manos entre ambos cuerpos y desabrocha los vaqueros de Jared para tener acceso a su miembro, el castaño no tarda en hacer lo mismo con él. Se tocan disfrutando de la textura, de la humedad provocada por el líquido preseminal… están duros, calientes y deseosos de más, embisten con la cadera sin dejar de mover las manos por toda la extensión, presionando en los lugares correctos, susurrando juramentos hasta que la mirada se les nubla y se les dificulta pensar por culpa del orgasmo que les empapa hasta la ropa. Jensen se queda tumbado sobre el cuerpo de su amado mientras trata de regular su respiración, luego se aleja un poco para poder ver sus ojos grises-verdosos.
Tenerlo allí hace que todos los días pasados sean inexistentes, vagos recuerdos que desaparecen segundo a segundo. Adora su piel, su boca, la forma en la que su cabello cae disparatadamente sobre su rostro… sin embargo, hay algo que no estaba allí antes.
- ¿Desde cuándo no duermes bien? - pregunta rozando la nariz contra la suya. Jared ríe levemente por el gesto y piensa la pregunta, la verdad es que si dormía 3 horas diarias era mucho.
- Me imagino que lo mismo que tú - porque hay que ser honestos, esas ojeras que tiene Jensen no pueden ser de gratis.
- Te aseguro que me veo mejor que tú. - lo dice con tono de broma pero en el fondo tiene ganas de ir a buscar a Sherry para patearle el culo de diferentes maneras.
- Estoy bien… sin embargo, una ducha no estaría de más - Jensen baja la mirada y asiente, casi se había olvidado del desastre que se habían vuelto en tan solo unos minutos.
La ducha dura más de lo normal. Usan el jabón para limpiarse mutuamente, recorriendo cada centímetro de piel, arrugando la cara por cada cicatriz que no estaba antes allí y poniendo un beso con la esperanza de curarla por lo menos un poco.
Mientras preparan algo en la cocina, piensan en cual sería el mejor paso a seguir. Solo tienen tres días de gracia mientras Sherry nota que Jared y Sandy no usaron los boletos que les regaló, de allí a descubrir que Jensen está involucrado hay solo un paso.
Mientras Jared pica la ensalada, él llama a Tom para preguntarle que tan cierto es que Sherry ya no tiene ningún poder sobre su hijo, sonríe y respira aliviado cuando su amigo se lo confirma. Le había creído a Sandy y todo tenía lógica, pero nada como escucharlo directamente de un experto.
- No quiero quedarme aquí, Jen - están sentados en la cocina, frente a cada uno hay un plato de ensalada y pollo. - no quiero que nos separe de nuevo.
- No lo hará - le asegura Jensen tomando su mano - yo no lo soportaría. Ya pensaremos en algo, tranquilo, pero vamos a olvidarnos de ella por hoy ¿Vale? - Jared asiente, no le vendría mal un poco de tranquilidad, poder dejar de lado esos días e imaginar que todo está perfecto. Lástima que su estómago no quiera colaborar.
Solo ha probado unos cuantos bocados y ya siente como todo se le revuelve, hace respiraciones profundas para espantar las nauseas porque odia botar todo lo que come pero no están ayudando demasiado. Cerrando la boca para evitar hacer un desastre, corre hasta el baño para abrazarse a su gran amigo, el escusado.
Jensen corre detrás de él y le soba la espalda mientras lo ve vomitar. Le preocupa la forma en la que su cuerpo tiembla y el ligero sudor que impregna su nuca casi de inmediato. Es cuando se da cuenta de que no son solo las ojeras, Jared está más delgado de lo normal y se le nota cansado. Antes era capaz de comerse la casa entera y esta vez prácticamente no probó nada.
- ¿Mejor? - pregunta con voz suave cuando ha pasado más de un minuto sin que el menor expulse nada.
- Estoy bien.
- Sí, claro - ironiza ayudándolo a ponerse de pie para que se lave la boca, lo suelta cuando van camino a la cama pero tiene que sostenerlo casi de inmediato porque parece mareado. - Esto no es normal, Jay. ¿Desde cuándo estás así?
- Días… semanas, no lo sé. - responde acostándose y cerrando los ojos para hacer que el mareo disminuya por lo menos un poco.
- ¿Te ha visto alguien?
- Mi madre estaba súper preocupada y llamó a los mejores especialistas… como me quiere tanto.
- Tomaré eso como un no - le dice mientras le pone la mano en la frente para medir su temperatura.
Toma el móvil y marca el numero del doctor Roche, no es buena hora para llamar a nadie pero está muy preocupado como para esperar hasta mañana. Por fortuna, el hombre atiende de muy buena manera y escucha atento mientas Jensen le cuenta lo que pasa.
- Podría ser desde un virus hasta anemia. - le responde el medico. - llévelo al consultorio para hacerle unos exámenes y allí veremos. Mientras, cuide que la temperatura no suba y sería bueno un té para que le alivie el estómago.
Jensen le asegura que hará todo tal cual y que lo verán a primera hora de la mañana, aunque Jared hace el esfuerzo de decirle que no es para tanto.
- Compláceme ¿Quieres? - Jensen sabe que los ojos de cachorro son la especialidad del castaño pero eso no le impide usarlos. Jared sonríe y sacude la cabeza tomándolo de la mano para que se acueste a su lado. Es lo único que necesita en ese momento, saber que lo tiene y que no va a volver a perderlo. - Iremos a ver a Roche mañana y llamaré a Chris para que me ayude a buscar un lugar fuera de la ciudad.
- ¿Y alejarte de tu familia? - pregunta con preocupación. Sabe que lo necesitan en la empresa, que tiene que ayudar con las deudas.
- Ellos entenderán y si no lo hacen, no me importa. No voy a darles la espalda, puedo trabajar a distancia el tiempo que sea necesario, lo único que quiero es que estemos lejos de ella.
Jared acepta su respuesta porque él también necesita el espacio. Solo espera que no pase nada que estropee sus planes.
Continuará.
CAPITULO 14