Tabla Sorpresa - #16, #03 & #13

Jul 19, 2014 16:12

Fandom: Prince of Tennis.
Tabla: Tabla Sorpresa
Tema: #16 - Fatídico. #03 - Amnesia. #13 - Identidad.
Título: Remember Us.
Resumen: Simplemente: ocurrió. Ellos no pudieron preverlo. Ahora solo podían decir: Recuérdanos.
Advertencias: Yaoi. Post-series. Semi AU. Cada cual tiene su parte Angst, pero yo diría que es más Drama que Angst. Contiene un poco de OoC con respecto a las personalidades originales, pero es todo a raíz de lo ocurrido claro está.
→ En Identidad, la parte en Cursiva es un Flashback.
Rating: R.
Personajes: Shiraishi Kuranosuke/Echizen Ryoma/Tooyama Kintaro.
→ Tezuka Kunimitsu/Kaidoh Kaoru.
Disclaimer: Prince of Tennis no me pertenece, pertenece a su respectivo creador, en este caso Konomi Takeshi. Solo uso unos poquitos personajes para dejar volar la imaginación <3

01.
Tooyama Kintaro tenía quince años cuando inició una relación con Shiraishi Kuranosuke, su ex capitán, y con Echizen Ryoma, su -en aquellos momentos- rival. Fue una sorpresa para todos los que les conocían, sobre todo porque nunca imaginaron que podrían terminar los tres juntos. Siempre supieron, sin embargo, que Kintaro iba a terminar con alguno de ellos, pero ¿ambos? eso no se les pasó por la cabeza. Sin embargo, con los años ya todos estaban adecuados a la idea.

Kintaro tenía veinticinco años cuando llegó el día fatídico. Acostumbrado como estaba a que sus novios le fuesen a dejar a la universidad, jamás se había puesto enfrente del volante de un vehículo luego de sacar su licencia, jamás creyó que necesitase hacerlo antes de subirse a un vehículo para salir a conducir. Y con esa creencia, salió en dirección a su universidad. Sin embargo, supo en el momento en el que una bocina sonaba y que todo se quedaba en blanco, que aunque hubiese conducido toda su vida, nunca hubiese podido evitar a un conductor borracho.

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El celular sonó siete veces antes de que Kuranosuke dejase las clases y saliese a contestar.
- Kura...- esa era la voz de Ryoma.
- ¿Ryo? ¿Qué ocurre?- preguntó, nervioso. Ryoma nunca le llamaba, era más esperable de Kintaro que de Ryoma.
- Un accidente, Kura...- la voz sonaba ahogada, por el llanto.
- ¿Quién se accidentó, Ryo? ¿Qué ocurre?- sin darse cuenta había subido la voz, alterado.
- Kintaro... ¡Kintaro ha tenido un accidente, Kuranosuke!
No fue capaz de decir nada, sentía que el aire le faltaba y no conseguía conseguir el aliento vital para poder vivir. No era capaz, lo único que se repetía en su mente eran las palabras de Ryoma a través del celular, Kintaro había tenido un accidente. Su Kin-chan... ¿un accidente? Cayó al suelo, intentando conseguir aire, sin embargo no lo conseguía. No lograba que sus pulmones capturasen el aire, y solo fue capaz de hacerlo cuando alguien palmeó su espalda.

Kenya Oshitari, quien había salido a entregarle sus cosas, le miraba preocupado y por el rostro de Shiraishi se preocupó todavía más. Tomó del brazo a Shiraishi y lo llevó hasta su propio auto, tomando el celular de Shiraishi y dijo que le informasen la situación. Hizo uso de todo su autocontrol para no gritar ante la noticia y pidió la dirección del hospital en el cual se encontraba Kintaro. Ryoma se la dijo con un hilo de voz y Kenya partió en aquella dirección pisando el acelerador hasta rozar el límite de velocidad de las calles.

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No demoraron mucho en llegar al Hospital que Ryoma les había señalado, Shiraishi se había recuperado y se hallaba alterado, y en realidad Kenya también lo estaba pero se debía controlar solamente por su mejor amigo. Sabía que todos, al saberlo, se preocuparían mucho más que él. Ambos se dirigieron a la UCI* y ahí Shiraishi vio a Ryoma por lo cual se acercó apurando el paso y al verlo Ryoma se levantó y se abrazó a él. Kuranosuke acarició la espalda de su novio intentando calmarle, pero él mismo se hallaba alterado. Kenya se alejó para informar la situación a los demás.

Estuvieron esperando cuarenta minutos antes de que un doctor saliese a informarles que Kintaro sería trasladado a otra habitación fuera de la UCI, por lo cual podría entrar a verle. Shiraishi intentó consolarse a sí mismo con que al menos le habían trasladado desde la UCI a una habitación de otro lugar. En cuanto les informaron que Kintaro ya estaba en otra habitación, tanto Ryoma como Kuranosuke se dirigieron a la habitación de Kintaro.

- ¡Kin-chan!
El pelirrojo de la cama les devolvió una mirada perdida, como si no pudiese ubicarse.
- ¿Quiénes sois?
* UCI = Unidad de Cuidados Intensivos.

02.
Habían pasado tres semanas desde el accidente de Kintaro y sus novios habían sido informados acerca del diagnostico que se le había hecho a Kintaro. Kintaro tenía Amnesia, Amnesia post-traumática para ser específicos. Les habían informado tanto a Shiraishi como a Echizen que la amnesia fue causada por el accidente automovilístico en el que se había visto involucrado el pelirrojo y debido a que la gravedad del accidente no era muy favorable, no se les podía asegurar cuando podría Kintaro recuperar la memoria.

En esas tres semanas, las visitas habían abundado y a pesar de que Kintaro estaba consciente, no había podido reconocer a nadie. Todo el equipo del anterior Shitenhouji había asistido a ver a Kintaro, así como los miembros que estaban en Tokio de Seigaku. Todos estaban realmente preocupados, tanto por Kintaro como por la estabilidad de Shiraishi y Echizen. Ellos habían intentado mantenerse serenos, pero tenían momentos en los que ninguno de los dos lo soportaba y salían de la habitación para que alguno se largase a llorar.

Ryoma era quien generalmente caía en la tentación, y terminaba saliendo de la habitación de Kintaro para llorar en los brazos de Shiraishi sin poder evitarlo. Todo había cambiado desde el niño de doce años que era prepotente y egocéntrico. Una de las dos personas que más amaba en la vida no podía recordarle, le trataba como "Echizen-san" y eso era probablemente lo que más dolía. Parecía que nada quedaba de su Kintaro. Del Kintaro que le trataba como 'Koshimae'.

Pero Shiraishi también sucumbía a la presión, probablemente fuesen tan pocas veces que ni siquiera podía notarse, pero ocurría. Shiraishi buscaba siempre mantenerse sereno, tanto por Kintaro como por Ryoma, sentía que era el único que podía mantener a Ryoma con los pies sobre la tierra. Y sin embargo, cuando el dolor le ganaba, el dolor de saberse el perdedor de un juego que ni siquiera había buscado jugar. Su Kintaro no lo recordaba, y ni siquiera podía hacer algo para ayudarle a recordar los momentos que los tres habían pasado juntos.
Ninguno de los podía ayudar a Kintaro. No por el momento.

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Un hombre de veintiséis años entraba al hospital cargando a un bebé de no más de seis o ocho meses, a su lado un hombre de lentes de veintiocho años llevaba de la mano a un niño de cuatro años. Entraron y preguntaron por Kintaro Tooyama, siendo una enfermera quien les guió. El más joven de los dos agradeció mientras tomaba la mano del niño de cuatro años y el mayor se adelantaba a ver a los dos chicos que estaban sentados en una banca, uno al lado del otro, dándose animo.

- Tezuka... ¿buchou?- dijo Echizen en cuanto vio a quien se había acercado a él. Efectivamente, era Tezuka Kunimitsu, con un aspecto más maduro pero al mismo tiempo mucho menos serio que en tiempos anteriores.
- Tomamos el avión desde Alemania en cuanto pudimos, sentimos mucho lo que pasó- Echizen le vio confundido, ¿quiénes tomaron?
- Hey, Haru-chan, con cuidado. No puedes correr en un hospital- regañó el joven que acompañaba a Tezuka al niño de cuatro años, quien era Kuniharu Tezuka.
- ¿Kaidoh-senpai?- volvió a cuestionar Echizen, confundido. Shiraishi le abrazó por los hombros.
- Hola Echizen. Sentimos haber tardado. Tuvimos que conseguir un permiso para pasar a Kunihatsu del país- dijo Kaidoh Kaoru, quien ya no llevaba pañuelo alguno en su cabeza, mientras sostenía con una de sus manos al bebé quien era Kunihatsu y con la otra a Kuniharu.
- No pasa nada, muchas gracias por venir- fue Shiraishi quien habló, mientras Echizen miraba alucinado a los niños que estaban con Kaidoh.
- ¿Son ellos?- cuestionó, a lo que Kaidoh asintió con una leve sonrisa en su rostro.

Hacía algo de cinco años, Shiraishi les había comentado a él y a Kintaro que Tezuka había llamado y que habían dicho que adoptarían un hijo junto a Kaidoh. La sorpresa de Echizen fue mayúscula, pues no imaginaba a sus antiguos compañeros como padres. Kintaro se había emocionado mucho, pues tanto él como Echizen habían ido a la misma Preparatoria que Kaidoh y Tezuka, Kintaro se había hecho muy buen amigo de Kaidoh y le había dicho que exigía conocer a sus hijos o hijo.

- ¿Dónde está Kintaro?- preguntó Kaidoh, mientras Tezuka tomaba a su hijo menor en sus brazos. Shiraishi y Ryoma le enseñaron la puerta, Kaidoh asintió antes de tocar y entrar ante un ligero "Adelante".
Era otra de observar el avance de la amnesia de Kintaro.

03.
Kaidoh entró a la habitación, viendo como Kintaro miraba hacía la ventana. El joven pelirrojo le volteó a ver y Kaoru reconoció aquel brillo en los ojos de su amigo. Porque eso era, era su amigo.
- Eres un maldito, ¿lo sabías?- le gruñó Kaidoh a Kintaro, quien solo sonrió con inocencia- No puedo creerlo, ¿hace cuánto?
- Una semana, más o menos. No te preocupes... Kura-chan y Ryo-chan lo saben- Kaidoh se llevó una mano a su cabeza, tapándose los ojos.
- ¿Por qué?- preguntó, con un repentino dolor de cabeza.
- Oh, eso es una larga historia, verás...

Kintaro Tooyama observaba por la ventana, los pajarillos que se posaban afuera de ésta le recordaban a algo que su cabeza no quería ayudarle a recordar. Se sentía agotado, porque sentía que conocía a las dos personas que siempre le iban a ver y le dolía ver el dolor en los ojos de aquellos dos, pero no lograba saber por qué razón ocurría. Sin embargo, cada vez que los veía sentía deseos de abrazarles y no lograba comprender por qué le ocurría. Quería recordarlos.

La puerta sonó, tres golpes y él murmuró un: "Adelante". Observó como los hombres que siempre iban a verle entraban, los había visto salir no hacía demasiado. Notó como los ojos del que parecía menor de los dos estaban rojos y se sintió culpable por ello aunque no supiese la razón exacta de ese sentimiento. El mayor de los dos se acercó a él, y el otro le siguió, no supo que fue lo que le impulsó a atraer a ambos a su rostro y besar a cada uno.

Pero gracias a esos simples besos, que todo pasó frente a su cabeza en menos de un segundo, todos los besos compartidos y las noches que habían pasado juntos. Abrió la boca sorprendido, y luego miró a quienes ahora recordaba y sonrió. Volvió a Ryoma, uniéndose luego Kuranosuke al beso y Kintaro susurró un "Ryo-chan y Kura-chan" que les indicó a los otros que por fin les había recordado. Por fin Kintaro había recobrado su Identidad.

Las manos de Ryoma fueron a la cintura de Kintaro mientras que Kuranosuke se dirigía a su cuello, Kintaro soltó un pequeño jadeo de sorpresa y se inclinó hacia atrás suspirando de placer ante las sensaciones tan conocidas que despertaban en su cuerpo sus novios.

- ¡Bien! ¡Ya comprendí la idea, muchas gracias!- interrumpió la historia Kaidoh.
- No me digas que te avergüenza, Kaidoh-kun... si seguro Tezuka-san te hace las mismas cosas que yo te iba a mencionar- Kaidoh miró mal a Kintaro, quien rió. Seguía manteniendo su personalidad después de los años, pero había adquirido cierto gusto a avergonzar a su amigo, sobre todo porque Kaoru siempre había sido tan correcto.
- Todavía no me explicas por qué no lo dijiste antes. Tuve que traer a Haru y a Hatsu conmigo. Y Mitsu vino también- Kintaro río ante el tono de reproche de Kaoru.
- Ya que no habías venido a mostrarme a tus hijos, tuve que hacerlo. No tuve más opción...
- ¡Eres un maldito!
Fuera la habitación, Shiraishi y Echizen le explicaban todo a Tezuka, quien en realidad tenía una sonrisa de lado en el rostro. Él ya sabía, ya le habían dicho antes.

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Tezuka y Kaidoh habían regresado a Alemania al cabo de tres semanas que se habían pasado en la casa de la pareja de tres. Kuniharu había dicho que iban a volver antes de que su papá pudiese poner pegas al respecto. Los tres habían ido a acompañarles al aeropuerto y luego habían vuelto a su casa, en donde en ese momento se encontraban en la cama que los tres compartían.
- Nos debes mucho, Kin-chan...- comenzó Shiraishi.
- Muchísimo. Mira que obligarnos a fingir por tu plan...
- Os compensaré- prometió Kintaro a sus novios, dejándose besar por ellos.
Realmente había aprendido a no tomar nunca más un automóvil, pero finalmente había servido para volver a ver a Kaoru y eso había valido la pena, después de todo.

tabla sorpresa » 30vicios, — tenipuri: shiraishi/echizen/tooyama, ≈ prince of tennis, → extensión: 101 - 1000 palabras, !fanfic, ● comm: 30vicios, » rating r, + tenipuri: remember us

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