Dolce Primavera Cap 5
Fandom: Hetalia
Rating: PG-13
Personajes/Parejas: Alemania/Veneciano y España/Romano
Resumen: El pobre Italia llevaba varias semanas completamente descompuesto, pero cuando empezaron los desmayos, Alemania supo que era hora de ir a un doctor especialista en países.
Advertencias: yaoi, m-preg
Frío. Cuando el doctor empezó a verter el gel sobre el vientre de Feliciano, este sintió frío, pero lo que Ludwig sintió, fue otra cosa. No le gustaba que tocaran a la madre de su futuro hijo de esa manera. Calma, muchacho, calma, es solo parte de una ecografía de rutina, no está atentando contra tu territorio.
-Ahora veamos… esa tira de perlitas es la columna… y esa es su cabecita… intentaremos ver algo del otro lado…
-Ludwig! Puedes verlo? Es nuestro bebé! -Italia sujetaba muy fuerte la mano de Alemania.
-Si, puedo verlo -Eran unas manchas borrosas pero Alemania creía distinguir una figura encogida en medio.
-Tiene buen peso y tamaño. Vamos a escuchar sus latidos.
Un bum-bum llenó el consultorio y se fue calando poco a poco como aire caliente en los huesos del alemán. Se escuchaba lejano pero se sentía palpable, real. En verdad había un ser vivo ahí dentro? La asimilación de los padres puede ser bastante lenta. Mientras que las madres atraviesan varias etapas de cambios y finalmente al dar a luz experimentan el milagro de la vida, los padres no sienten verdaderamente un lazo de unión hasta que no son parte del proceso. Para Ludwig todo esto era un misterio que solo podía mirar, y eso no era justo. Quería ser capaz de hacer algo, tener a su hijo en sus brazos y verlo, pero al mismo tiempo tenía tantas dudas y miedo de no ser capaz siquiera de sostenerlo, son tan delicados…
-Todo parece estar en orden. Aunque solo podremos verlo de costado, hasta que no se voltee no podremos saber el sexo del bebé.
-Vee~ Está bien, todavía no hemos decidido si queremos saber o si preferimos que sea sorpresa.
-Pero si miran bien… se puede ver el perfil del bebé, justo ahí, con las manitos tapándole la boca, lo ven?
-Vee! Parece que le da vergüenza que lo miremos! Jaja.
-Bueno, aquí terminamos. Esto es para que se limpie y estas son sus fichas de desarrollo del bebé. Deben traerlas cada consulta. Ah! Y esto es para usted Sr. Weilschmidt -un tríptico aparentemente inofensivo le fue extendido a Alemania. Y ahora qué?
~Hetalia~
Japón estaba tranquilo en casa tomando el té cuando oyó el teléfono.
-Moshi moshi?
-Hallo, Japón? Habla Alemania. Eh… me preguntaba si tenías un poco de tiempo, hay algo que quisiera consultar contigo.
-Alemania-san, por supuesto, es sobre Italia-kun?
-…Si. No he ha pasado nada malo, no te preocupes. Es solo que… necesito algo de apoyo.
-No se preocupe Alemania-san, estaré allá esta tarde si no le es inoportuno.
-No, no, esta tarde está bien. Te espero entonces.
-Matta-nee.
Japón estaba a punto de regresar a su té cuando el teléfono volvió a sonar.
-Moshi moshi?
-Ciao, Kiku!
-Italia-kun, qué inesperado.
-Che, Japón, puedes venir esta tarde a casa de Alemania, hay muchas cosas que quiero conversar contigo.
-…Claro, tenía planeado visitarlos pronto de todos modos.
-Vee! Qué bien, porque hace mucho que no te veo y la verdad me aburro un poco porque estoy en casa todo el día y no puedo salir y Ludwig es muy bueno conmigo pero a veces también quisiera conversar con alguien más y salir y pasear y divertirme y comer mucha pasta y…
-Sucede algo, Italia-kun?
-Kiku, podrías traerme esos makis que me preparaste el otro día? Estaban deliciosos y estoy seguro que a mi bebé también le van a gustar!
-No te preocupes, Italia-kun, llevaré de varios tipos para que tu bebé escoja el que más le gusta.
-Vee! Grazie! Nos vemos luego entonces. Addio.
-Sayonara, Italia-kun.
~Hetalia~
-Japón, me alegra que hayas venido.
-Es un placer estar aquí. Italia-kun?
-Está tomando una siesta. Últimamente se queda dormido en todas partes.
-Debe ser duro para él pasar por todo esto.
-En realidad no se queja más que antes. Quiero creer que no está tomando provecho para ser mimado… Pero lo que quería hablar contigo es esto -le alcanzó el tríptico.
-Clases prenatales? -leyó el japonés.
-Aceptan gestantes desde los 5 meses, pero…
-Pero?
-Cómo puedo llevar a Italia sin que todos lo miren como a un fenómeno de circo y deseen meterlo en un laboratorio para experimentar con él?!
-Un hombre embarazado en público es ciertamente un problema.
-Ya está muy grande como para poder pasar por obeso, y es difícil disimularlo incluso con abrigos grandes. Además tendría que quitárselo en clase.
-Y una clase privada?
-El único doctor que está al tanto de nuestro caso anda muy ocupado, puede ayudarnos con los detalles técnicos del parto pero en cuanto a los cuidados del bebé dice que es mejor que lo imparta una profesora especialista.
En parte eso era verdad, pero Ludwig esperaba ver lo menos posible a ese doctor sonriente y definitivamente no quería que le dijera cómo criar a su hijo.
-Ya veo. Supuse que algo así podría pasar así que vine preparado.
De la bolsa que traía con él, Kiku sacó un paquete marrón y se lo entregó a Alemania.
-… “Cosplay Fun”? Exactamente, cómo puede ayudarme una peluca?
-Si disfrazamos a Italia-kun de mujer, no habrían problemas en las clases prenatales -Si Alemania no confiara tanto en Japón, habría jurado que estaba a punto de sacar su cámara.
-…No creo que eso funcione -la desilusión casi imperceptible en el rostro de Japón le hizo confirmar que en verdad estaba a punto de sacar su cámara.
-En ese caso, también traje esto.
Esta vez saco un par de DVD’s con mujeres embarazadas en la carátula.
-Son videos instructivos para que puedan acceder a las clases desde casa. Este es sobre cuidados durante el embarazo. Este menciona todas las cosas que hay que tener en cuenta durante el parto. Este explica de manera práctica cómo cuidar a un bebé. Estos son ejercicios especiales. Si Italia-kun no tiene ningún inconveniente debe ejercitarse. Y este…
El último video hablaba solo. El título anunciaba “Cómo Conservar el Romanticismo Durante y Después de los 9 Meses”. Alemania agachó la cabeza en gesto de agradecimiento a su igualmente colorado amigo. Y solo para romper el silencio, Japón cogió la segunda bolsa.
-Ah, casi lo olvidaba, estos makis son para Italia-kun.
-Vee! Ludwig! Tengo hambre! -se escuchó la voz del italiano bajando las escaleras.
-Italia! No vayas a bajar desnudo, tenemos visitas! Y ya te dije que no bajes las escaleras solo…
El alemán desapareció de la vista de Japón para atender a su amante italiano.
-Parece que las cosas no han cambiado mucho después de todo -y sin más fue a la cocina a colocar los makis en una bandeja y a preparar un poco de té para acompañar.
~Hetalia!~
-Vee! Están deliciosos. Grazie, Kiku!
-No fue nada.
-Se supone que debo seguir una dieta pero mi bebé parece querer probar todo, pero no todo le gusta y hay ciertas salsas que ya no le puedo poner a mi pasta porque me dan nauseas y tampoco me puedo acercar a la cocina porque las especies también me dan nauseas y Ludwig ya no me deja tomar vino con las comidas y a veces como muy rico pero luego me da acidez y es un desastre!
-Parece que lo estás pasando mal.
-En realidad lo disfruto. Creo que es un milagro, una bendición, y tener a este bebé me ha hecho la persona más feliz del mundo. Pero…
-Pero?
-Me siento bastante inútil. Hay muy pocas cosas que puedo hacer bien pero ahora ya no puedo hacer nada porque me canso muy rápido y hasta me quedo sin aire y siempre tengo que ir al baño o me quedo dormido.
-Alemania-san puede ayudarte con tus tareas.
-Ese es el problema! Alemania hace todo por mi y yo no puedo hacer nada por él! Al principio, como no podía cocinarle la cena, limpiaba su casa en agradecimiento por todos sus cuidados pero, luego -suspiro.- Si estornudaba con el polvo, ya no me dejaba sacudir o barrer; si ponía cara de asco con los desinfectantes, ya no me dejaba asear; y si me veía con un balde, ya no me dejaba trapear porque dice que no debo cargar peso!
-No te sientas mal, Feliciano-kun -el sonido de su nombre humano en alguien tan formal, hizo entender a Italia que Japón en verdad se solidarizaba con él.- El deber de Ludwig-san es cuidar de ti, y el tuyo cuidar de tu bebé. Él se esfuerza mucho y se preocupa por ti, y si tu condición te impide hacer algo por él, basta con que le hagas saber lo agradecido que estás.
-Vee.. Tú crees?
-Además, todavía deben haber cosas que solo puedes hacer tú, como decorar el cuarto del bebé. No creo que Alemania-san tenga un gusto tan refinado como el tuyo para este tipo de cosas.
-Jeje, es cierto. En verdad me muero por empezar con el cuarto del bebé pero como no se deja ver no sabemos si es hombre o mujer.
-Puedes hacerlo neutro.
-Y si me mareo con la pintura?
-Eso déjaselo a Alemania-san, los patrones y colores los sigues escogiendo tú, y como tienes que supervisarlo no te pueden excluir.
-Tienes razón!
-También deberás asegurarte de que los muebles hagan juego, así que tienes que estar presente en la compra.
-Podré salir de la casa! Grazie, grazie, GRAZIE! -Con un fuerte abrazo, ambos estuvieron a punto de caerse debido al peso extra del italiano. Sin tomar en cuenta que el japonés nunca se acostumbro a estas muestras de afecto, las nuevas dimensiones de Italia hacían todo más bizarro.
-Ya está bien, Italia-kun, no hace falta que me abraces, en serio, por favor…
FIN
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Rating: PG-13
Personajes/Parejas: Alemania/Veneciano y España/Romano
Resumen: El pobre Italia llevaba varias semanas completamente descompuesto, pero cuando empezaron los desmayos, Alemania supo que era hora de ir a un doctor especialista en países.
Advertencias: yaoi, m-preg
Frío. Cuando el doctor empezó a verter el gel sobre el vientre de Feliciano, este sintió frío, pero lo que Ludwig sintió, fue otra cosa. No le gustaba que tocaran a la madre de su futuro hijo de esa manera. Calma, muchacho, calma, es solo parte de una ecografía de rutina, no está atentando contra tu territorio.
-Ahora veamos… esa tira de perlitas es la columna… y esa es su cabecita… intentaremos ver algo del otro lado…
-Ludwig! Puedes verlo? Es nuestro bebé! -Italia sujetaba muy fuerte la mano de Alemania.
-Si, puedo verlo -Eran unas manchas borrosas pero Alemania creía distinguir una figura encogida en medio.
-Tiene buen peso y tamaño. Vamos a escuchar sus latidos.
Un bum-bum llenó el consultorio y se fue calando poco a poco como aire caliente en los huesos del alemán. Se escuchaba lejano pero se sentía palpable, real. En verdad había un ser vivo ahí dentro? La asimilación de los padres puede ser bastante lenta. Mientras que las madres atraviesan varias etapas de cambios y finalmente al dar a luz experimentan el milagro de la vida, los padres no sienten verdaderamente un lazo de unión hasta que no son parte del proceso. Para Ludwig todo esto era un misterio que solo podía mirar, y eso no era justo. Quería ser capaz de hacer algo, tener a su hijo en sus brazos y verlo, pero al mismo tiempo tenía tantas dudas y miedo de no ser capaz siquiera de sostenerlo, son tan delicados…
-Todo parece estar en orden. Aunque solo podremos verlo de costado, hasta que no se voltee no podremos saber el sexo del bebé.
-Vee~ Está bien, todavía no hemos decidido si queremos saber o si preferimos que sea sorpresa.
-Pero si miran bien… se puede ver el perfil del bebé, justo ahí, con las manitos tapándole la boca, lo ven?
-Vee! Parece que le da vergüenza que lo miremos! Jaja.
-Bueno, aquí terminamos. Esto es para que se limpie y estas son sus fichas de desarrollo del bebé. Deben traerlas cada consulta. Ah! Y esto es para usted Sr. Weilschmidt -un tríptico aparentemente inofensivo le fue extendido a Alemania. Y ahora qué?
~Hetalia~
Japón estaba tranquilo en casa tomando el té cuando oyó el teléfono.
-Moshi moshi?
-Hallo, Japón? Habla Alemania. Eh… me preguntaba si tenías un poco de tiempo, hay algo que quisiera consultar contigo.
-Alemania-san, por supuesto, es sobre Italia-kun?
-…Si. No he ha pasado nada malo, no te preocupes. Es solo que… necesito algo de apoyo.
-No se preocupe Alemania-san, estaré allá esta tarde si no le es inoportuno.
-No, no, esta tarde está bien. Te espero entonces.
-Matta-nee.
Japón estaba a punto de regresar a su té cuando el teléfono volvió a sonar.
-Moshi moshi?
-Ciao, Kiku!
-Italia-kun, qué inesperado.
-Che, Japón, puedes venir esta tarde a casa de Alemania, hay muchas cosas que quiero conversar contigo.
-…Claro, tenía planeado visitarlos pronto de todos modos.
-Vee! Qué bien, porque hace mucho que no te veo y la verdad me aburro un poco porque estoy en casa todo el día y no puedo salir y Ludwig es muy bueno conmigo pero a veces también quisiera conversar con alguien más y salir y pasear y divertirme y comer mucha pasta y…
-Sucede algo, Italia-kun?
-Kiku, podrías traerme esos makis que me preparaste el otro día? Estaban deliciosos y estoy seguro que a mi bebé también le van a gustar!
-No te preocupes, Italia-kun, llevaré de varios tipos para que tu bebé escoja el que más le gusta.
-Vee! Grazie! Nos vemos luego entonces. Addio.
-Sayonara, Italia-kun.
~Hetalia~
-Japón, me alegra que hayas venido.
-Es un placer estar aquí. Italia-kun?
-Está tomando una siesta. Últimamente se queda dormido en todas partes.
-Debe ser duro para él pasar por todo esto.
-En realidad no se queja más que antes. Quiero creer que no está tomando provecho para ser mimado… Pero lo que quería hablar contigo es esto -le alcanzó el tríptico.
-Clases prenatales? -leyó el japonés.
-Aceptan gestantes desde los 5 meses, pero…
-Pero?
-Cómo puedo llevar a Italia sin que todos lo miren como a un fenómeno de circo y deseen meterlo en un laboratorio para experimentar con él?!
-Un hombre embarazado en público es ciertamente un problema.
-Ya está muy grande como para poder pasar por obeso, y es difícil disimularlo incluso con abrigos grandes. Además tendría que quitárselo en clase.
-Y una clase privada?
-El único doctor que está al tanto de nuestro caso anda muy ocupado, puede ayudarnos con los detalles técnicos del parto pero en cuanto a los cuidados del bebé dice que es mejor que lo imparta una profesora especialista.
En parte eso era verdad, pero Ludwig esperaba ver lo menos posible a ese doctor sonriente y definitivamente no quería que le dijera cómo criar a su hijo.
-Ya veo. Supuse que algo así podría pasar así que vine preparado.
De la bolsa que traía con él, Kiku sacó un paquete marrón y se lo entregó a Alemania.
-… “Cosplay Fun”? Exactamente, cómo puede ayudarme una peluca?
-Si disfrazamos a Italia-kun de mujer, no habrían problemas en las clases prenatales -Si Alemania no confiara tanto en Japón, habría jurado que estaba a punto de sacar su cámara.
-…No creo que eso funcione -la desilusión casi imperceptible en el rostro de Japón le hizo confirmar que en verdad estaba a punto de sacar su cámara.
-En ese caso, también traje esto.
Esta vez saco un par de DVD’s con mujeres embarazadas en la carátula.
-Son videos instructivos para que puedan acceder a las clases desde casa. Este es sobre cuidados durante el embarazo. Este menciona todas las cosas que hay que tener en cuenta durante el parto. Este explica de manera práctica cómo cuidar a un bebé. Estos son ejercicios especiales. Si Italia-kun no tiene ningún inconveniente debe ejercitarse. Y este…
El último video hablaba solo. El título anunciaba “Cómo Conservar el Romanticismo Durante y Después de los 9 Meses”. Alemania agachó la cabeza en gesto de agradecimiento a su igualmente colorado amigo. Y solo para romper el silencio, Japón cogió la segunda bolsa.
-Ah, casi lo olvidaba, estos makis son para Italia-kun.
-Vee! Ludwig! Tengo hambre! -se escuchó la voz del italiano bajando las escaleras.
-Italia! No vayas a bajar desnudo, tenemos visitas! Y ya te dije que no bajes las escaleras solo…
El alemán desapareció de la vista de Japón para atender a su amante italiano.
-Parece que las cosas no han cambiado mucho después de todo -y sin más fue a la cocina a colocar los makis en una bandeja y a preparar un poco de té para acompañar.
~Hetalia!~
-Vee! Están deliciosos. Grazie, Kiku!
-No fue nada.
-Se supone que debo seguir una dieta pero mi bebé parece querer probar todo, pero no todo le gusta y hay ciertas salsas que ya no le puedo poner a mi pasta porque me dan nauseas y tampoco me puedo acercar a la cocina porque las especies también me dan nauseas y Ludwig ya no me deja tomar vino con las comidas y a veces como muy rico pero luego me da acidez y es un desastre!
-Parece que lo estás pasando mal.
-En realidad lo disfruto. Creo que es un milagro, una bendición, y tener a este bebé me ha hecho la persona más feliz del mundo. Pero…
-Pero?
-Me siento bastante inútil. Hay muy pocas cosas que puedo hacer bien pero ahora ya no puedo hacer nada porque me canso muy rápido y hasta me quedo sin aire y siempre tengo que ir al baño o me quedo dormido.
-Alemania-san puede ayudarte con tus tareas.
-Ese es el problema! Alemania hace todo por mi y yo no puedo hacer nada por él! Al principio, como no podía cocinarle la cena, limpiaba su casa en agradecimiento por todos sus cuidados pero, luego -suspiro.- Si estornudaba con el polvo, ya no me dejaba sacudir o barrer; si ponía cara de asco con los desinfectantes, ya no me dejaba asear; y si me veía con un balde, ya no me dejaba trapear porque dice que no debo cargar peso!
-No te sientas mal, Feliciano-kun -el sonido de su nombre humano en alguien tan formal, hizo entender a Italia que Japón en verdad se solidarizaba con él.- El deber de Ludwig-san es cuidar de ti, y el tuyo cuidar de tu bebé. Él se esfuerza mucho y se preocupa por ti, y si tu condición te impide hacer algo por él, basta con que le hagas saber lo agradecido que estás.
-Vee.. Tú crees?
-Además, todavía deben haber cosas que solo puedes hacer tú, como decorar el cuarto del bebé. No creo que Alemania-san tenga un gusto tan refinado como el tuyo para este tipo de cosas.
-Jeje, es cierto. En verdad me muero por empezar con el cuarto del bebé pero como no se deja ver no sabemos si es hombre o mujer.
-Puedes hacerlo neutro.
-Y si me mareo con la pintura?
-Eso déjaselo a Alemania-san, los patrones y colores los sigues escogiendo tú, y como tienes que supervisarlo no te pueden excluir.
-Tienes razón!
-También deberás asegurarte de que los muebles hagan juego, así que tienes que estar presente en la compra.
-Podré salir de la casa! Grazie, grazie, GRAZIE! -Con un fuerte abrazo, ambos estuvieron a punto de caerse debido al peso extra del italiano. Sin tomar en cuenta que el japonés nunca se acostumbro a estas muestras de afecto, las nuevas dimensiones de Italia hacían todo más bizarro.
-Ya está bien, Italia-kun, no hace falta que me abraces, en serio, por favor…
FIN
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