su vida [beauxbatons rpg] [drabble independiente]
Título: Su vida.
Fandom: Beauxbatons RPG
Personajes: Demian Villenueve, Melissa Villenueve.
Rating: G
N/A: Prompt sugerido por thaly_black.
Palabras: 680
Propmt: Camiseta
Se quitó la sudadera y se acomodó la camiseta. Se frotó la cara. Tenía algo de sueño, y bastante calor. Había sido mala idea llevarse la sudadera, el tiempo estaba loco y había decidido que el frío debía terminar precisamente ese día. La camiseta estaba sudada. Necesitaba una ducha, definitivamente. Así se despejaría, porque con el madrugón que se había pegado bostezaba cada dos minutos.
Entró a su habitación y dejó la sudadera tirada en la cama. Sacó algo de ropa limpia del armario y la dejó sobre su escritorio. Después, cogió unos boxer de uno de los cajones de su cómoda y los dejó sobre la ropa limpia. Entonces se quitó la camiseta que llevaba y la dejó junto a la sudadera. Cogió la ropa que había preparado y salió de allí.
Un par de minutos después, el agua ya corría sobre él.
Fue una ducha corta, más para refrescarse que para otra cosa. Había dormido mal, y se había levantado a las ocho para ir a comprar un par de cosas que necesitaba para las clases. Porque estaba de vacaciones, pero no iba a tardar más que un par de días en volver a Beauxbatons. Y no tenía ganas, si tenía que ser sincero.
Bueno, si tenía que ser totalmente sincero, sólo tenía ganas por una persona.
Sacudió la cabeza, salpicando de agua el espejo empañado del baño y la mampara de la ducha. Se secó con una toalla y empezó a vestirse. Pero, cuando ya se había puesto la ropa interior y los pantalones, se dio cuenta de algo.
-Dem…-escuchó a su espalda.
Una voz aguda. De chica. Una voz que lo hizo sonreír, como siempre que la escuchaba.
-Tu camiseta.
Rió suavemente mientras se giraba para mirarla. Allí estaba, delante suya, tapándose los ojos con una mano y tendiéndole la camiseta limpia que se había dejado en su habitación. La sacudió un poco, como intentando llamar su atención, ya que él no cogía la camiseta.
-Mel, puedes mirar, no estoy desnudo.-dijo él.
-¡Más te vale! ¡Lo último que quiero es ver a mi hermano desnudo!-exclamó ella.
Demian cogió la camiseta y se la puso. Cuando volvió a mirar a su hermana, ella se había cruzado de brazos. Él se encogió de hombros, como si no supiera por qué estaba tan seria. Volvió a reírse y la abrazó, revolviéndole el pelo.
-Relájate, Mel.
-Es que no quiero que vuelvas al colegio ese. Las vacaciones se han pasado muy rápido.
-¿Y por eso estás de tan mal humor?
-Pues claro. ¿Por qué tú tienes que ir a ese colegio y yo no? A ti te llegó la carta cuando tenías mi edad…pero yo no tengo nada.
-Créeme, es mejor así. A veces me gustaría que a mi tampoco me hubiera llegado ninguna carta.
Y era la verdad. Le gustaba la magia, pero prefería su vida normal. Además, era el único mago de su familia. Eso suponía ser lo que algunos llamaban sangre sucia. Por eso nunca hablaba sobre ellos. En realidad, por eso no socializaba demasiado. Bueno, por eso y porque no pensaba dedicar su vida a la magia. ¿De qué le servía hacer amigos magos si sabía que iba a vivir su vida en el mundo muggle?
Era más fácil ser el borde y estúpido Demian Villeneuve. Si no tenía lazos con nadie, no tenía que seguir conectado a ese mundo cuando terminaras el colegio.
Sin embargo, y aunque se lo había planteado, tampoco pensaba dejar esos estudios. Eran interesantes a su manera, y nunca sabía cuándo iba a poder utilizarlos. Solo era cuestión de no mezclarlos con su vida normal. Es decir, la vida que llevaba en vacaciones. La vida en la que sus amigos le preguntaban por aquel internado en el que estudiaba. La vida en la que su hermana pequeña no podía salir de casa sin un interrogatorio previo.
Su vida.
-Dem…-lo llamó Melissa, sacándolo de sus pensamientos.
-¿Ahora qué te pasa?
-Que tu camiseta se ha mojado por culpa de tu pelo y ahora se están mojando mi pelo y mi camiseta también.
Fandom: Beauxbatons RPG
Personajes: Demian Villenueve, Melissa Villenueve.
Rating: G
N/A: Prompt sugerido por thaly_black.
Palabras: 680
Propmt: Camiseta
Se quitó la sudadera y se acomodó la camiseta. Se frotó la cara. Tenía algo de sueño, y bastante calor. Había sido mala idea llevarse la sudadera, el tiempo estaba loco y había decidido que el frío debía terminar precisamente ese día. La camiseta estaba sudada. Necesitaba una ducha, definitivamente. Así se despejaría, porque con el madrugón que se había pegado bostezaba cada dos minutos.
Entró a su habitación y dejó la sudadera tirada en la cama. Sacó algo de ropa limpia del armario y la dejó sobre su escritorio. Después, cogió unos boxer de uno de los cajones de su cómoda y los dejó sobre la ropa limpia. Entonces se quitó la camiseta que llevaba y la dejó junto a la sudadera. Cogió la ropa que había preparado y salió de allí.
Un par de minutos después, el agua ya corría sobre él.
Fue una ducha corta, más para refrescarse que para otra cosa. Había dormido mal, y se había levantado a las ocho para ir a comprar un par de cosas que necesitaba para las clases. Porque estaba de vacaciones, pero no iba a tardar más que un par de días en volver a Beauxbatons. Y no tenía ganas, si tenía que ser sincero.
Bueno, si tenía que ser totalmente sincero, sólo tenía ganas por una persona.
Sacudió la cabeza, salpicando de agua el espejo empañado del baño y la mampara de la ducha. Se secó con una toalla y empezó a vestirse. Pero, cuando ya se había puesto la ropa interior y los pantalones, se dio cuenta de algo.
-Dem…-escuchó a su espalda.
Una voz aguda. De chica. Una voz que lo hizo sonreír, como siempre que la escuchaba.
-Tu camiseta.
Rió suavemente mientras se giraba para mirarla. Allí estaba, delante suya, tapándose los ojos con una mano y tendiéndole la camiseta limpia que se había dejado en su habitación. La sacudió un poco, como intentando llamar su atención, ya que él no cogía la camiseta.
-Mel, puedes mirar, no estoy desnudo.-dijo él.
-¡Más te vale! ¡Lo último que quiero es ver a mi hermano desnudo!-exclamó ella.
Demian cogió la camiseta y se la puso. Cuando volvió a mirar a su hermana, ella se había cruzado de brazos. Él se encogió de hombros, como si no supiera por qué estaba tan seria. Volvió a reírse y la abrazó, revolviéndole el pelo.
-Relájate, Mel.
-Es que no quiero que vuelvas al colegio ese. Las vacaciones se han pasado muy rápido.
-¿Y por eso estás de tan mal humor?
-Pues claro. ¿Por qué tú tienes que ir a ese colegio y yo no? A ti te llegó la carta cuando tenías mi edad…pero yo no tengo nada.
-Créeme, es mejor así. A veces me gustaría que a mi tampoco me hubiera llegado ninguna carta.
Y era la verdad. Le gustaba la magia, pero prefería su vida normal. Además, era el único mago de su familia. Eso suponía ser lo que algunos llamaban sangre sucia. Por eso nunca hablaba sobre ellos. En realidad, por eso no socializaba demasiado. Bueno, por eso y porque no pensaba dedicar su vida a la magia. ¿De qué le servía hacer amigos magos si sabía que iba a vivir su vida en el mundo muggle?
Era más fácil ser el borde y estúpido Demian Villeneuve. Si no tenía lazos con nadie, no tenía que seguir conectado a ese mundo cuando terminaras el colegio.
Sin embargo, y aunque se lo había planteado, tampoco pensaba dejar esos estudios. Eran interesantes a su manera, y nunca sabía cuándo iba a poder utilizarlos. Solo era cuestión de no mezclarlos con su vida normal. Es decir, la vida que llevaba en vacaciones. La vida en la que sus amigos le preguntaban por aquel internado en el que estudiaba. La vida en la que su hermana pequeña no podía salir de casa sin un interrogatorio previo.
Su vida.
-Dem…-lo llamó Melissa, sacándolo de sus pensamientos.
-¿Ahora qué te pasa?
-Que tu camiseta se ha mojado por culpa de tu pelo y ahora se están mojando mi pelo y mi camiseta también.