Garbancito
Hace 40 semanas que no escribo; 40 semanas justo así es como se calcula un embarazo, que significativo… por eso me decido a escribir porque me parece curioso que estos mismos 9 meses son los que Vigara y yo tenemos que esperar para ver la cara de nuestro bebe.
En estos 9 meses mi vida ha dado un cambio radical.
El día 29 de septiembre Vigara y yo tras una semana de incertidumbre nos decidimos a comprar un test de embarazo y después de mirarlo cien veces vimos que era positivo.
Iván lloraba de alegría y yo de miedo, lo primero llamar a mi madre, ni siquiera me salían las palabras (todos sabéis que soy muy llorona).Acto seguido me baje al chino compre unos patucos y los envolví por separado, nos fuimos a casa de mi madre y le dimos uno. Aun recuerdo la carita de Iván cuando mi madre le dijo “enhorabuena papa”
Llegamos a casa de mi suegra y le di el patuco… Diosss que cara, que gritos, que de lloros, no se lo podía creer, llamamos a toda la familia y como locos de contentos.
Llame a Jessica y la dije “tía voy a ser mama” y ella me dijo “tía voy a ser madrina”
El tiempo iba pasando y Garbancito se iba aferrando a mí.
El día de la inauguración del 6 dimos la noticia a los amigos y otra vez gritos…
Su padrino Dagnir le trajo un regalo de Egipto un pequeñísimo Ankh para ponerle en su cuellito cuando nazca.
En mi trabajo tras mucho meditar si decirlo o no lo dije (a una semana de que me cumpliera el contrato) y como ahí crisis pues no me renovaron, si, todavía pasan estas cosas, indignante…
Y nada lo estoy llevando genial, ni un mareo ni un vomito, Garbancito es buenísimo.
Ya estoy de 17 semanas y parece que me he comido una sandia…
Este sábado tal vez saldremos al Horror Vacuii, pero es muy difícil elegir modelo… Si queréis vernos allí estaremos, Vigara ,Garbancito y yo.
En estos 9 meses mi vida ha dado un cambio radical.
El día 29 de septiembre Vigara y yo tras una semana de incertidumbre nos decidimos a comprar un test de embarazo y después de mirarlo cien veces vimos que era positivo.
Iván lloraba de alegría y yo de miedo, lo primero llamar a mi madre, ni siquiera me salían las palabras (todos sabéis que soy muy llorona).Acto seguido me baje al chino compre unos patucos y los envolví por separado, nos fuimos a casa de mi madre y le dimos uno. Aun recuerdo la carita de Iván cuando mi madre le dijo “enhorabuena papa”
Llegamos a casa de mi suegra y le di el patuco… Diosss que cara, que gritos, que de lloros, no se lo podía creer, llamamos a toda la familia y como locos de contentos.
Llame a Jessica y la dije “tía voy a ser mama” y ella me dijo “tía voy a ser madrina”
El tiempo iba pasando y Garbancito se iba aferrando a mí.
El día de la inauguración del 6 dimos la noticia a los amigos y otra vez gritos…
Su padrino Dagnir le trajo un regalo de Egipto un pequeñísimo Ankh para ponerle en su cuellito cuando nazca.
En mi trabajo tras mucho meditar si decirlo o no lo dije (a una semana de que me cumpliera el contrato) y como ahí crisis pues no me renovaron, si, todavía pasan estas cosas, indignante…
Y nada lo estoy llevando genial, ni un mareo ni un vomito, Garbancito es buenísimo.
Ya estoy de 17 semanas y parece que me he comido una sandia…
Este sábado tal vez saldremos al Horror Vacuii, pero es muy difícil elegir modelo… Si queréis vernos allí estaremos, Vigara ,Garbancito y yo.