Antes de nada perdón por la tardanza. La semana pasada se me formateó el ordenador y entre que he estado super liada con la uni, el trabajo de los sábados y la academia de inglés (soy una chica saturada qué se le va a hacer xD) pues hasta que he querido recuperarlo "casi" todo ha pasado bastante tiempo.
Bueno, ahora que ya tenéis el fanfic completo quiero daros las gracias por leerlo y por comentar os lo agradezco muchísimo.
Y finalmente confieso que para escribirlo me he basado en mis propios miedos, sí, soy claustrofóbica, pero no os preocupéis que ya voy superando el ir sola en un ascensor (muy lentamente... xD)
Espero que os guste ;)
El teléfono sonaba incesablemente dentro del ahora aislado apartamento de Brennan. Era Ángela, su insaciable curiosidad por saber cómo era aquel nuevo restaurante en el que aquella noche cenaban su mejor amiga y su compañero era suficiente para impulsarla a llamar a aquellas horas de la madrugada.
Después de varios segundos sin obtener respuesta colgó y marcó el número de Booth. Una sonrisa pícara se escapó de sus labios, tampoco obtenía respuesta. ¿Habría ocurrido por fin? Cerró rápidamente el móvil, no quería interrumpirles…
Los minutos pasaban y el reloj, totalmente visible en un principio, comenzaba a ocultarse tras las frías paredes grises.
- ¿Por qué rezas?
- Necesito aferrarme a algo.
- Siéndote sincera, tengo que decirte que es erróneo creer en un ser superior. Es decir, el ser humano le creó a partir de fantasías e ilusiones, no sucedió de forma contraria. Es un concepto que siempre se interpreta de forma incorrecta…
- Ahora no, Bones. - sentenció su compañero, no quería discutir con ella.
Permanecían sentados, el uno junto al otro. Una vez hubo terminado sus plegarias, Booth dirigió una vez más su mirada hacia Brennan la cuál permanecía callada y distante. Desde que llevaba encerrado el hecho de observarla se había convertido en algo más que una rutina. Si moría, fuera donde fuese luego, quería recordarla, llevarse una imagen lo más nítida posible.
En aquellos mismos instantes pudo imaginar una vida, una vida junto a ella. Niños pequeños de ojos azules a los que leerles libros antes de dormir. Una familia en la que también estaba Parker, quien en la realidad posiblemente se quedaría sin padre en cuestión de minutos.
Rápidamente se levantó situándose en frente de su compañera, la cuál también se había erguido.
- ¿Qué pasa?
- Parker…
- Es un niño fuerte, estará bien.
- Hay tantas cosas que quiero decirle.
- Has sido un buen padre, por lo menos mucho mejor de lo que fue el mío. No te preocupes. Además todavía tiene una madre, no es la misma situación que yo viví - contestó Brennan con un cierto brillo en su mirada, los echaba de menos.
- Al final saliste bien- intentó tranquilizarla Booth consiguiendo que ésta esbozara una pequeña sonrisa.
- Empiezo a sentir claustrofobia…- susurró con cierto tono de ansiedad.
Escasos centímetros les separaban, un solo número visible brillando en el cronómetro.
- Encerrada bajo tierra, en un maletero y ahora esto. - continuó Brennan
- De todas sobreviviste. Aunque también hay un refrán que dice que a la tercera va la vencida… - dijo Booth algo aterrado por esto último que acababa de decir.- Eres fuerte, especial, juntos saldremos.
Una vez más se repitió aquel sonido metálico, se acababa el tiempo. Un gran impulso por acercarse y besarse recorrió cada una de las extremidades de ambos.
- Ha sido un placer conocerte, Temperance. Me ha encantado haber compartido estos cinco últimos años contigo - confesó Booth sin poder dejar de mirarla a los labios.
- Lo mismo digo, gracias por cada momento - añadió ella mientras inconscientemente recortaba la distancia que les separaba.
¿Y si él la rechazaba, huía? No sería la primera vez que se lo hacían. A pesar de que su padre había vuelto para estar con ella, el sentimiento de la desconfianza y el temor hacia los demás permanecían.
Quería hacerlo. ¿Por qué la costaba tanto admitir que le quería? Sí, era un sentimiento irracional y ella era empírica, pero aún así creía en él.
Intentó buscar una razón lógica que demostrara que no debía hacerlo pero en el fondo no quería buscarla, además no quedaba tiempo, iba a morir.
- Te quiero- soltó Booth dándose cuenta de lo escueta y pobre que había sido aquella inicial despedida.
Finalmente sus labios se unieron fundiéndose en un beso apasionado y ansiado. Booth intentó levantar el brazo con el fin de abrazar a su compañera chocándose en ese mismo instante con la pantalla del reloj. Una idea recorrió su mente. En pleno beso dirigió su codo con fuerza hacía el cristal desatando una lluvia de diminutos cristales como si de fuegos artificiales se tratase. De pronto aquel mecanismo cesó y con él un pasadizo secreto se abrió ante sus ojos.
Sus labios se separaron por un segundo para luego volver a encontrarse. Cruzaron una mirada tímida y llena de felicidad, se habían salvado.
FIN.
PD: Ángela no obtenía respuesta porque en la sala donde estaban no había cobertura. ;)