Conmigo

Sep 13, 2009 19:04

Hipotéticamente hablando todo se vía bello, un futuro promisorio, un porvenir que construir a medias, tú y yo.
Técnicamente hablando, se pasa el tiempo rápido, los momentos se me agolpan en la mente y sólo puedo contemplarlos sin juzgarME, como si los errores que voy cometiendo se fueran convirtiendo en parte del pasado, cuando son tan presentes como la concepción de mi persona en el momento de entregar, donde cambia la vida misma y se hace intensa, se hace perpetua.
Puede que el miedo hacia ti, desde mí, se haga una constante, un presagio concreto de tu relación con estos tres meses, con el concepto que se esconde detrás del tiempo, detrás de tu temporalidad que no se condice mi palabra eternidad. En otras palabras, no quiero perderte. En otras palabras, no quiero que el tiempo pase la cuenta. En otras palabras, el amor no es eterno. En otras palabras… me autocensuro hasta en escritos.
Hablando desde mí, tres meses es un inicio, un bello empezar. Tres meses en que he sido feliz, en que he llorado, en que he sentido tu corazón palpitar sobre mi pecho y así se va constituyendo la vida, esta forma de ser juntos. Porque decir tú y yo resulta bello, decir tu nombre se hace necesario y el mío sólo es una circunstancia, una casualidad desafortunada, que no define cómo me llamas cuando estamos en un mismo lugar, que también pueden ser los sueños.
¿Hablando desde ti?
Las gracias generalmente se dan al final, por lo que no caeré en la autoanunciada costumbre de llevar la cuenta de lo otorgado, basta con tenerlo presente y poder consumar cada día esa gratitud, quizás lo llames malcriar, pero me gusta esa apreciación. Las huellas que dejas en mí son como los moretones, sólo que no desaparecen.
Te quiero mucho y conmigo

tres meses

Previous post Next post
Up