En los días previos a la Semana Santa propiamente dicha,
bodonisans y yo volvimos a estar muy ocupados revisando la tesis para poder darla definitivamente a imprenta. Mientras tanto, recibí la notificación por parte de la comisión de doctorado, de que ésta quedaba admitida a depósito. Y sí, ya está
colgada en la red a disposición de los doctores de la Universidad de Granada que quieran consultarla. Terminado esto, el Miércoles Santo nos fuimos con
aseituno y Eliezer a Lisboa, donde hemos estado hasta el Domingo de Resurrección. Han sido mis primeras vacaciones auténticas en mucho tiempo; no es que no haya hecho actividades propias del asueto hasta ahora, pero sí que ha sido siempre con la carga de la tesis encima, con la sensación ominosa de los plazos, los retrasos, y de no estar haciendo lo que debía. En los próximos días intentaré ir hablando de todas estas cosas, la tesis y el viaje; también, como quedó pendiente, de las canciones de
flipor.
Se supone, por cierto, que hoy debería haber recogido la tesis de la imprenta, pero he llamado y me han dicho que no estaba todavía. Yo no sé muy bien la noción que tienen las personas humanas del lenguaje en relación con la realidad. Si ante mi pregunta -por lo demás correcta y nada agresiva, sólo solicitando información- de si estaba lista la tesis para pasarme a recogerla me hubieran contestado simplemente que no estaba, que se habían retrasado, pues ya está. Pero, ojo, el tipo me ha dicho, literalmente: "que te dijera que estaba para el martes no quería decir que estuviera terminada para el martes". Sí, SIC. Me he quedado con ganas de preguntarle que qué quería decir entonces, pero para qué. Cree que la tendrá para mañana y me llamará. Estoy tentado de decirle, a la hora de pagar, que el hecho de que aceptara el presupuesto que me dio no significaba que fuera a darle esa cantidad.