Durante las dos horas y media que dura
El Mesías vuelvo a ser cristiano. Vuelvo a sentir que la lucha ha concluido al fin, que todos los valles se elevarán y se allanarán los montes; que las curvas se enderezarán. Y me alegro como las hijas de Sión porque nos ha nacido un niño que será llamado el Maravilloso, el Consejero, el Príncipe de la Paz; y
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Cierto es que un día estuve apunto de perder mi fe, debido a la excesiva rigidez del sistema eclesiástico, por sus aburridos actos simólicos, porque hay que ir a misa, por sus muchos dogmas de fé, que no son sino decisiones resultado de concilios. Vamos, que me digan que hace unos cientos de años se decidiera que Jesucristo vino al mundo concebido sin pecado es para mí una tomadura de pelo ¿Es que antes de este concilio no había nacido sin pecado y ahora si?.
En fin, el caso es que por estos motivos empecé a perder poco a poco la fe, hasta que volví a conectar con la espiritualidad a través de la palabra de Dios.
Los cursillos prematrimoniales que tanto tememos afrontar los que nos queremos casar por la iglesia, lejos de ser aburridos (bueno, a veces un poco aburridos si que son), ayudan si uno está por la labor, a reencontrarte con Jesús. Porque el fín último de Jesús y de la iglesia que lo representa, es tan sencillo como que las personas se quieran. Tan sencillo y tan simple como eso. Jesús sólo buscaba el amor de los hombres, y de hecho su pasión y muerte fue un acto de amor.
Este discurso tan simple y precioso es lo que la gente ha obviado, viendo sólo lo negativo que tiene la iglesia. Uno puede estar en contra de algunos de sus dictámenes (como el uso del preservativo, la famosa amenaza cielo-infierno, el amor entre personas del mismo sexo...), pero si intentamos acercarnos al objetivo último que Jesús intentó transmitir, seremos hombres más espirituales y (ateos y no ateos), estaremos más conectados con "el de arriba".
En fín, como dirían los ateos fumados antisistema de los 60 y 70, haced el amor y no la guerra. El amor en todas y cada una de sus acepciones.
Fdo. Uno de Raticulí
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Me alegro de que estés haciendo esos cursillos. Estamos en una sociedad aconfesional, donde afortunadamente nadie tiene la obligación de casarse por la Iglesia. Por eso no puedo comprender a quien lo hace, voluntariamente, como digo, pero luego no quiere asumir las consecuencias de dicho acto (como por ejemplo realizar estos cursillos o estar confirmado).
Dejando a un lado algunos despistes, producto probablemente del apresuramiento, en líneas generales estoy de acuerdo contigo: la esencia del cristianismo es el encuentro personal con Jesús. Pero tampoco caigamos en relativismos en plan todo vale, o "todos somos creyentes, o cristianos": el ateísmo existe como tal y es una postura de lo más lúcida, con estupendos intelectuales entre sus filas, algunos de mis favoritos (Savater, Espada, Javier Marías...)Quiero decir con esto que un ateo, por mucho amor que tenga, no puede "estar conectado con el de arriba", como tú dices, por la sencilla razón de que cree que el de arriba es un producto creado por el propio hombre, y por lo general pernicioso. Y segundo: Cristiano es quien cree que Jesús es Dios. Quien cree que Jesús fue un buen hombre que quería el bien y tal, pero sólo eso es, pues bueno, es un simpatizante de Jesús, pero no un cristiano stricto sensu (aunque también es verdad que el propio Jesús dijo "el que no está contra mí está conmigo").
¿Tú te crees que después de un discurso "serio" se te puede ir la olla de ese modo?
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No negaré que llegado el momento (que también lo pongo mucho en duda) no me encante ir en plan reina de la noche a lo princesoide, pero mira, me alquilo un castillo o un casino, y me compro el vestido más guay, y tirando. No está bien tener a la iglesia (ni a nada) para cuando apetece y tal. Y lo digo yo, que soy Miss Egoista del Año xD
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Pero claro, luego hay que tener cabeza, al margen de lo que te hayan vendido, y razonar que si no crees en eso, casarte por ese rito no tiene sentido. Y que te puedes casar igual de blanco, en otro sitio, a lo grande, y hasta con la misma música si quieres.
A mí me encantaría casarme de rojo o negro, pero vamos, eso ya es personal xD
La iglesia (católica) claro que tiene mucha culpa. Que lo hacen para contabilizar, como los bautizos (yo, oficialmente, todavía cuento en sus filas... debería moverme un día de estos y tal, no por malicia, sino por ser consecuente). Y menudos cojones tiene la iglesia en otras cosas, que por ejemplo Rocío Jurado y Rocííto pueden divorciarse, y mi vecina del lado no. Muy mal, muy mal. Eso de adaptar doctrinas según pelas. Mal, mal.
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Así que fui consecuente, no me confirmé, y dejé de lado aquello.
En parte muchas de las cosas de la Iglesia Católica puede que me sirvieran para abrir los ojos, así que aunque no me parezcan bien, en ese momento me fueron útiles. No hay mal que por bien no venga.
Pero aún así supongo que me hubiera gustado creer.
En este dios o en el que fuera.
Personalmente opino que la iglesia actual (y la de muchos pero que muchos siglos antes) está tan lejos del mensaje inicial de Jesucristo, que si el tío volviera a bajar, serían ellos los que le crucificarían de nuevo (si no se le cargaba antes un mandatario político). Pero vamos, es opinión, no 'dogma de fe', que respeto que cada cual tenga el suyo.
No creo que la gente (en general) haya olvidado el discurso de Jesús. Yo, por ejemplo, le admiro en parte como personaje histórico (que tendría como todos, sus luces y sus sombras), no le veo como dios, pero sé de gente que sí lo hace, al margen de la iglesia católica. Y otros que lo hacen desde dentro. En realidad a mí las posturas coherentes, con lo que sea, no me rechinan (aunque pueda criticarlas a veces por radicales), a mí lo que me jode son los que se dicen X (pongase católico, o lo que sea, que hay muchas cosas en esta vida) y luego reinterpretan las normas a su manera. Por ese estilo de reglas de tres de muchos, yo podría ser budista xD
Pero vamos, que lo del amor guay xD
Amor con un poco de guerra y tal XXD
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Que la Iglesia está lejos del mensaje incial de Cristo es evidente. El problema es saber si esto, aunque trágico, es un proceso inevitable desde el momento en que unas ideas pasan de ser minoritarias y perseguidas, a ser multitudinarias y oficiales. Hay un cuento fascinante de Dostoievski, incluido dentro de Los hermanos Karamazov llamado la "leyenda del gran inquisidor" en el que Jesucristo vuelve a la tierra en la España de la Inquisición. Entonces el Gran Inquisidor lo detiene porque su mensaje pone en peligro la continuidad de la iglesia. Y en un diálogo sublime entre ambos, el Inquisidor le dice que sin su juego sucio, con el mero mensaje evangélico, la Iglesia no hubiera podido sobrevivir a sus enemigos. Y lo peor de todo es que, como Dosto es tan listo, te hace comprender que al Inquisidor, sin tener razón, no le faltan razones...
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A ver si pruebo al señor Dosto ya :)
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