Oneshot: Ángeles fuimos. (Tony Stark/Brian Xavier. Leve insinuación de Slash).
Título: Ángeles fuimos.
Paring: Tony Stark/Brian Xavier.
Género: Romance. Familiar. Drama.
Beta: Nop, no hay. Errores, culpen a Word.
Rating: Gen.
Summary: ¿Alguien dijo que Tony Stark no era buen amigo? Piénsalo dos veces.
Advertencias: Si hay algo extraño, es culpa de mi mente falta de sueño
Palabras: Poquitas, muy poquitas. No se hace justicia con ellas, so…
Estado: Terminado.
Notas finales: Para mi lindura. ¡Felicidades! letyourhategrow Que sigas cumpliendo muchísimos años más, que cumplas todos tus sueños y que todas tus metas se realicen, te amodoro <3 PD: El título es del ending de Dragon Ball Z. - sonríe y se va a una esquina muy lentamente -.
En tu pupila el arcoiris se reflejó,
y el amor florece en tu corazón.
Sigue teniendo fe y esperanza
en que el mañana va a cambiar.
Tony Stark es todo lo que se le puede llamar hijo predilecto. Heredero de la fortuna Stark, cualquiera diría que no tiene nada que pedir pero hay una cosa que en casa no tuvo, afecto. No había duda de que sus padres lo amaban pero el factor tiempo siempre jugó en contra de todos. Ahora con 19 años, en último año de la Universidad de New York, es lo que se le puede llamar un Playboy en potencia. En su primera clase de bioanálisis, lo supo. Seria un año especial. El obtuvo una cualidad especial en un experimento fallido con radiación nuclear, podía leer las mentes de quien él quisiera. Eso fue una ventaja para ciertas cosas, otras no tantas. Pero ese día conoció a alguien especial y de una mente rica en ser leída: Brian Xavier.
Lo observó unas semanas hasta que se le acercó con el pretexto de un proyecto para ciencias avanzadas en clase. Para su suerte, no lo rechazó sino se vio encantado con la idea. En ese momento, consiguió su primer amigo verdadero, uno al cual pudo recurrir hasta en las peores ocasiones de su vida, como la muerte de sus padres.
Unos seis meses después, comenzaron una esporádica relación, ambos estaban consientes de que tenían prioridades. Aun cuando el mismo Brian era el heredero Xavier, éste era más humilde que cualquiera, eso fue una de las cosas que a Tony le gustó. Tan parecidos y diferentes a la vez, polos opuestos se atraen, de eso estaba seguro.
Cuando ambos terminaron la Universidad, cada uno fue por su lado, cada uno tuvo su momento entre ellos pero como sabían era una relación esporádica. Años después lo fue invitado a la boda de Brian con una chica, Sharon. Ella definitivamente no le caía bien, era mutuo pero Brian se había enamorado y él, supo en ese momento que una parte de él se iba con su amigo y viejo amante.
Solo cinco años después de casado, llegó la alegría de todos a esa familia y secretamente también la de Tony: Charles. Ese niño era como un trozo de sol desde pequeño, algo que le recordó mucho a Brian en sus tiempos. ¿Es que no podía tener un niño normal esa familia Xavier? Parecía que no. Para su alegría y desgracia de Sharon, Brian le ofreció ser el padrino de su primogénito. ¿Adivinen qué? Obviamente aceptó.
Una tarde cuando estaba en la oficina, Brian lo llevó con él y Tony impresionantemente se vio golpeado por una onda de telepatía tan fuerte e incontrolable que le produjo un dolor de cabeza increíble. Observó al patriarca Xavier el cual se ruborizó deliciosamente según Stark.
- Él es... Cómo tu - susurró el ojiazul de cabello indomable, algo que al parece también le había heredado al pequeño Charles.
- Que interesante. ¿Habla? - preguntó Tony interesado en el silencio del joven Xavier pero de la fuertes ondas telepáticas que el niño emitía queriendo traspasar sus propias barreras, el dolor de cabeza se acentuaba.
- A eso venía, es que él parece no querer hacerlo. Solo usa su mente para comunicarse, Sharon y yo nos estamos preocupando.
Tony hizo una mueca con el nombramiento de la mujer pero no hizo comentario alguno, estimaba mucho su cabeza y por lo visto ese niño era más inteligente de lo que su padre podría ser.
- Déjame eso a mí - sonrió Stark, con su forma tan característica. Dos horas después el niño estaba hablando con total fluidez. Brian nunca supo que fue lo que hizo su mejor amigo con su hijo.
- No sé que hiciste pero, gracias Tony - y abrazo al hombre que le correspondió, era de los pocos abrazos sinceros que recibía.
- No lo dejes manipular tu cabeza, el niño es inteligente pero usó la lógica cuando no dejé que entrara a mi cabeza, eso es todo.
La siguiente vez que vio a su amigo y su hijo, fue en el cumpleaños del menor. Cumplía cinco años y él le tenía un regalo perfecto, un robot que alegraría a cualquiera y muchos dulces ¿A quién no le gusta los dulces? Como supuso, Brian estaba alegre que estuviera allí, Sharon no. Charles no lo recordaba así que comenzaron de nuevo esa relación telepática tan especial que solía compartir con Brian en sus años de Universidad. Todo fue bien para ser el cumpleaños de un niño. Él no pensó que seria la última vez que vería a su mejor amigo y antiguo amor con vida.
Un año después, la noticia de la muerte de Brian lo golpeó con fuerza tal que tuvo que tomar aire varias veces, sentía que se desmayaría en cualquier segundo. Muerto, él estaba muerto pero su impresión más grande fue conocer que tendría que quedarse con Charles, tenía que cuidarlo, tenía que ser un padre para él.
*
Esos son los recuerdos más básicos que tiene Tony en ese momento, un año después de la muerte de Brian. Está acompañando al pequeño Charles a visitarlos. Las frías lapidas no hacen honor a los padres del pequeño, especialmente a Brian, que era sobre todo un buen padre, hermoso y excelente amigo, él lo sabia. Pepper llegó para llevarse al niño que no paraba de llorar. Él miró al cielo buscando una respuesta silenciosa. Sonrió suavemente.
- Te prometo que seré un buen padre para él. Pase lo que pase, lo protegeré aunque me cueste la vida. Es el único recuerdo que me queda de ti, Brian. - susurró como si fuera al viento.
En respuesta, una brisa le alboroto el cabello corto. Le dio una ultima mirada al trozo de mármol que tenia escrito el nombre Brian Xavier el letras doradas. Trotó hacía Charles y lo abrazo, alzándolo y susurrando palabras de consuelo, no quería verlo triste. Era cierto que él estaba tan destrozado como el niño pero había tenido más experiencia para superarlo que el pequeño Xavier.
- Anda, tranquilo. Desde donde están no les gusta que llores. Mejor vamos por un helado ¿Si? - preguntó en un murmullo.
- Si - susurro Charles limpiándose las lágrimas, abrazándose al cuello de su padrino, más que eso quien se había comportado como un padre. - Papá.
A Tony el mote, le provocó un escalofrío. Nuca le había prohibido que le dijera así y ahora sabia que había hecho bien porque eso le llenaba el pego de orgullo.
- Entonces vamos, hijo - susurró.
Pepper les dio una mirada llena de ternura y Tony le guiñó un ojo. Lo estaba haciendo bien, con Charles y eso le alegraba, esperaba que Brian y sus padres estuvieran orgullosos de él como él mismo lo estaba de Charles.
Fin.
Paring: Tony Stark/Brian Xavier.
Género: Romance. Familiar. Drama.
Beta: Nop, no hay. Errores, culpen a Word.
Rating: Gen.
Summary: ¿Alguien dijo que Tony Stark no era buen amigo? Piénsalo dos veces.
Advertencias: Si hay algo extraño, es culpa de mi mente falta de sueño
Palabras: Poquitas, muy poquitas. No se hace justicia con ellas, so…
Estado: Terminado.
Notas finales: Para mi lindura. ¡Felicidades! letyourhategrow Que sigas cumpliendo muchísimos años más, que cumplas todos tus sueños y que todas tus metas se realicen, te amodoro <3 PD: El título es del ending de Dragon Ball Z. - sonríe y se va a una esquina muy lentamente -.
En tu pupila el arcoiris se reflejó,
y el amor florece en tu corazón.
Sigue teniendo fe y esperanza
en que el mañana va a cambiar.
Tony Stark es todo lo que se le puede llamar hijo predilecto. Heredero de la fortuna Stark, cualquiera diría que no tiene nada que pedir pero hay una cosa que en casa no tuvo, afecto. No había duda de que sus padres lo amaban pero el factor tiempo siempre jugó en contra de todos. Ahora con 19 años, en último año de la Universidad de New York, es lo que se le puede llamar un Playboy en potencia. En su primera clase de bioanálisis, lo supo. Seria un año especial. El obtuvo una cualidad especial en un experimento fallido con radiación nuclear, podía leer las mentes de quien él quisiera. Eso fue una ventaja para ciertas cosas, otras no tantas. Pero ese día conoció a alguien especial y de una mente rica en ser leída: Brian Xavier.
Lo observó unas semanas hasta que se le acercó con el pretexto de un proyecto para ciencias avanzadas en clase. Para su suerte, no lo rechazó sino se vio encantado con la idea. En ese momento, consiguió su primer amigo verdadero, uno al cual pudo recurrir hasta en las peores ocasiones de su vida, como la muerte de sus padres.
Unos seis meses después, comenzaron una esporádica relación, ambos estaban consientes de que tenían prioridades. Aun cuando el mismo Brian era el heredero Xavier, éste era más humilde que cualquiera, eso fue una de las cosas que a Tony le gustó. Tan parecidos y diferentes a la vez, polos opuestos se atraen, de eso estaba seguro.
Cuando ambos terminaron la Universidad, cada uno fue por su lado, cada uno tuvo su momento entre ellos pero como sabían era una relación esporádica. Años después lo fue invitado a la boda de Brian con una chica, Sharon. Ella definitivamente no le caía bien, era mutuo pero Brian se había enamorado y él, supo en ese momento que una parte de él se iba con su amigo y viejo amante.
Solo cinco años después de casado, llegó la alegría de todos a esa familia y secretamente también la de Tony: Charles. Ese niño era como un trozo de sol desde pequeño, algo que le recordó mucho a Brian en sus tiempos. ¿Es que no podía tener un niño normal esa familia Xavier? Parecía que no. Para su alegría y desgracia de Sharon, Brian le ofreció ser el padrino de su primogénito. ¿Adivinen qué? Obviamente aceptó.
Una tarde cuando estaba en la oficina, Brian lo llevó con él y Tony impresionantemente se vio golpeado por una onda de telepatía tan fuerte e incontrolable que le produjo un dolor de cabeza increíble. Observó al patriarca Xavier el cual se ruborizó deliciosamente según Stark.
- Él es... Cómo tu - susurró el ojiazul de cabello indomable, algo que al parece también le había heredado al pequeño Charles.
- Que interesante. ¿Habla? - preguntó Tony interesado en el silencio del joven Xavier pero de la fuertes ondas telepáticas que el niño emitía queriendo traspasar sus propias barreras, el dolor de cabeza se acentuaba.
- A eso venía, es que él parece no querer hacerlo. Solo usa su mente para comunicarse, Sharon y yo nos estamos preocupando.
Tony hizo una mueca con el nombramiento de la mujer pero no hizo comentario alguno, estimaba mucho su cabeza y por lo visto ese niño era más inteligente de lo que su padre podría ser.
- Déjame eso a mí - sonrió Stark, con su forma tan característica. Dos horas después el niño estaba hablando con total fluidez. Brian nunca supo que fue lo que hizo su mejor amigo con su hijo.
- No sé que hiciste pero, gracias Tony - y abrazo al hombre que le correspondió, era de los pocos abrazos sinceros que recibía.
- No lo dejes manipular tu cabeza, el niño es inteligente pero usó la lógica cuando no dejé que entrara a mi cabeza, eso es todo.
La siguiente vez que vio a su amigo y su hijo, fue en el cumpleaños del menor. Cumplía cinco años y él le tenía un regalo perfecto, un robot que alegraría a cualquiera y muchos dulces ¿A quién no le gusta los dulces? Como supuso, Brian estaba alegre que estuviera allí, Sharon no. Charles no lo recordaba así que comenzaron de nuevo esa relación telepática tan especial que solía compartir con Brian en sus años de Universidad. Todo fue bien para ser el cumpleaños de un niño. Él no pensó que seria la última vez que vería a su mejor amigo y antiguo amor con vida.
Un año después, la noticia de la muerte de Brian lo golpeó con fuerza tal que tuvo que tomar aire varias veces, sentía que se desmayaría en cualquier segundo. Muerto, él estaba muerto pero su impresión más grande fue conocer que tendría que quedarse con Charles, tenía que cuidarlo, tenía que ser un padre para él.
*
Esos son los recuerdos más básicos que tiene Tony en ese momento, un año después de la muerte de Brian. Está acompañando al pequeño Charles a visitarlos. Las frías lapidas no hacen honor a los padres del pequeño, especialmente a Brian, que era sobre todo un buen padre, hermoso y excelente amigo, él lo sabia. Pepper llegó para llevarse al niño que no paraba de llorar. Él miró al cielo buscando una respuesta silenciosa. Sonrió suavemente.
- Te prometo que seré un buen padre para él. Pase lo que pase, lo protegeré aunque me cueste la vida. Es el único recuerdo que me queda de ti, Brian. - susurró como si fuera al viento.
En respuesta, una brisa le alboroto el cabello corto. Le dio una ultima mirada al trozo de mármol que tenia escrito el nombre Brian Xavier el letras doradas. Trotó hacía Charles y lo abrazo, alzándolo y susurrando palabras de consuelo, no quería verlo triste. Era cierto que él estaba tan destrozado como el niño pero había tenido más experiencia para superarlo que el pequeño Xavier.
- Anda, tranquilo. Desde donde están no les gusta que llores. Mejor vamos por un helado ¿Si? - preguntó en un murmullo.
- Si - susurro Charles limpiándose las lágrimas, abrazándose al cuello de su padrino, más que eso quien se había comportado como un padre. - Papá.
A Tony el mote, le provocó un escalofrío. Nuca le había prohibido que le dijera así y ahora sabia que había hecho bien porque eso le llenaba el pego de orgullo.
- Entonces vamos, hijo - susurró.
Pepper les dio una mirada llena de ternura y Tony le guiñó un ojo. Lo estaba haciendo bien, con Charles y eso le alegraba, esperaba que Brian y sus padres estuvieran orgullosos de él como él mismo lo estaba de Charles.
Fin.